Durante años los sistemas direccionales han sido y son la principal herramienta a nivel de software de la que disponen los audífonos para tratar de minimizar la principal queja de los usuarios: el entendimiento de conversaciones en entornos ruidosos. En ellos los fabricantes han puesto su principal inversión en investigación, siendo Grupo GN el que sigue estando a la vanguardia en el desarrollo tecnológico de estos sistemas en la industria del audífono.
Los sistemas direccionales pasaron de ser fijos, típicamente hipercardioidales, a adaptativos, donde se trata de filtrar de una forma dinámica (siguiendo el movimiento de los sonidos y de la cabeza) tanto sonidos laterales como traseros enfocando la amplificación deseada al frente, donde el usuario está mirando.
De este modo se priorizan las voces de las personas que hablan frente al usuario – generalmente miramos a las personas que nos hablan – y se filtra el sonido de alrededor que interfiere en dicha conversación. El resultado es una nitidez en la percepción de la conversación frontal muy superior con una reducción de ruido drástica. No obstante no basta con tener un sistema direccional para afirmar que el audífono en cuestión es de calidad; además tiene que ser bueno y funcionar.
En la imagen de abajo vemos cómo dos audífonos de alta gama no tienen el mismo efecto direccional en una cabeza real filtrando sonidos laterales y traseros en función de la frecuencia, siendo más efectivo en el filtrado el audífono en verde que el que aparece en rojo y, por tanto, con mayor capacidad de priorizar la voz frontal frente a ruidos multifrecuenciales del entorno.
Sin embargo, filtrar todos los sonidos traseros no siempre es lo mejor. Las voces no sólo nos llegan de delante. Un audífono con filtrado trasero total hace que no oigamos a las personas que nos hablan por detrás (un camarero que nos pregunta qué queremos tomar, un coche que venga por detrás u otros sonidos de interés que necesitamos escuchar). Es por esto que muchos usuarios y audioprotesistas optan por no activar el sistema direccional o hacerlo sólo en un programa específico.
Últimos avances en tecnología direccional
Grupo GN realizó un estudio sometiendo a un maniquí Kemar en una esfera anecoica a diferentes sonidos de diversas frecuencias para analizar cómo son percibidos en el oído derecho en función del ángulo del que provienen. Como muestra la figura, se constató que el oído humano filtra de forma natural los sonidos medios y agudos que provienen de detrás, pero no así los graves.
Si el sistema direccional filtra todo el sonido trasero por igual independientemente de la frecuencia, no imita a un oído real. Por este motivo, todos los sistemas direccionales de Grupo GN comienzan a funcionar y a filtrar sonido lateral y trasero a partir de una determinada frecuencia, el llamado Mix Direccional. Por debajo de la frecuencia del Mix Direccional, los audífonos se comportan de manera Omnidireccional, dejando pasar los graves traseros (igual que un oído humano); y por encima de este punto se comportan de modo Direccional, siendo filtrados dichos sonidos.
Con este sistema los usuarios se benefician de una amplia reducción de ruido y priorización del habla frontal, pero sin perder la percepción de los sonidos y conversaciones traseras.
Pero Grupo GN va mucho más allá en cuanto a la tecnología en sus sistemas direccionales. En sí mismos funcionan tanto en monoaural como en binaural, si bien la sincronización inalámbrica en modo biaural aporta beneficios adicionales, la conocida Direccionalidad Binaural III. En este sistema los dos audífonos comparten información del ángulo del cuál provienen las voces y el resto de los sonidos para, de una manera coordinada y como un sistema único, proporcionar el modo direccional óptimo en cada caso. Así, si ambos audífonos detectan ruido ambiental y una voz frontal, adoptan la direccionalidad cardioidal con Mix Direccional. Si en algún momento alguno de los audífonos percibe otra voz de otro ángulo al mismo tiempo, éste adopta el modo omnidireccional para captarla mejor.
Si el ruido ambiental o las voces cesan, ambos retornan al modo omnidireccional. Son así cuatro las opciones posibles en un momento determinado como se muestra en la figura siguiente.
Estos cambios son automáticos y en milésimas de segundo permitiendo al usuario una percepción total del entorno con reducción efectiva del ruido. Asimismo, la Direccionalidad Binaural III activa la tecnología Sensación Espacial: un sincronizador de sistemas de compresión y un simulador del efecto pinna del oído para una localización espacial completa incluso en los modos omnidireccionales. Los usuarios de este sistema pueden localizar todos los sonidos con una reducción de ruido efectiva, pudiendo decidir de una forma consciente a cuáles de las conversaciones o resto de sonidos del entorno quieren prestar más atención, igual que haría un norma-oyente.