Las frecuencias altas extendidas, por encima de los 8 kHz, representan una parte del espectro auditivo humano que normalmente no es valorado en los gabinetes audiológicos. Sin embargo, realizar una audiometría de estas frecuencias en determinados casos, puede ser de gran utilidad para prevenir una pérdida auditiva mayor o para detectar de forma precoz posibles disfunciones cocleares.
En audiología se habla de «audición normal» cuando los umbrales audiométricos tonales entre 125-8000 Hz se encuentran dentro de valores de normalidad. La audiometría tonal es la prueba básica para el diagnóstico de la hipoacusia a pesar de que es sabido que un audiograma tonal convencional no predice aspectos fundamentales de la capacidad auditiva como la comprensión del habla, especialmente si esta se produce en ambientes sonoros desfavorables.
El oído humano capta sonidos desde 20 Hz hasta 20.000 Hz. Sin embargo, la audiometría clínica, se limita a medir hasta 8 kHz. Por encima de esta frecuencia entramos en lo que se denomina «zona de alta frecuencia» o «audiograma extendido en altas frecuencias» (en adelante en este texto EHF, Extended High Frequencie). Las frecuencias evaluadas en esta zona son 9,10,11.2, 12.5, 14, 16, 18 y 20 kHz si bien las frecuencias específicas disponibles, pueden depender de la marca y el modelo del audiómetro.
En población pediátrica se ha demostrado cómo la percepción insuficiente de las EHF tiene efectos negativos en la producción del habla y en el desarrollo del lenguaje, condicionando su progreso.
Rara vez en la exploración clínica convencional, estas frecuencias son evaluadas. Moore (2017) enumeró los argumentos y mitos más aludidospara rechazar el estudio de esta zona frecuencial:
– Hay poca energía de señal por encima de 8 KHz.
– No hay evidencia de que las altas frecuencias sean útiles.
– Los umbrales de HF obtenidos por el método tradicional son poco fiables.
– Los audiómetros/auriculares solo alcanzan 8 KHz.
– Alargará el tiempo de exploración.
Estos argumentos son refutables analizando la evidencia científica. La investigación demuestra que hay información perceptualmente relevante en las frecuencias más altas, incluida aquella que afecta a la inteligibilidad del habla. Cada vez más estudios avalan el importante papel de la percepción de las EHF en la identificación de las cualidades de la voz, localización de la fuente de habla, identificación del hablante y la comprensión del habla en ruido y en entornos reverberantes (Trine & Monson, 2020). Los estudios destacan la mejoría de la discriminación en ruido cuando se realizan mejoras en la percepción de EHF (Levy et al., 2015). También es importante para percibir la calidad del sonido de la música.
En población pediátrica se ha demostrado cómo la percepción insuficiente de las EHF tiene efectos negativos en la producción del habla, en el desarrollo del lenguaje y en la ratio de aprendizaje de palabras, condicionando su progreso. No solo los adultos, sino también los niños, se benefician perceptualmente del acceso a las EHF (Flaherty et al., 2021). En comparación con los niños con audición normal, aquellos con pérdida auditiva en EHF se ven privados de la estimulación de todo el espectro auditivo. Esta experiencia auditiva degradada durante la infancia se asocia con una percepción más pobre y / o con un desarrollo auditivo retrasado.
En relación a la fiabilidad de los umbrales obtenidos en la audiometría de EHF, la evidencia muestra que, incluso en niños pequeños, los resultados son altamente comparables a la variabilidad de umbral en las frecuencias estándar.

En relación a la fiabilidad de los umbrales obtenidos en la audiometría de EHF, de nuevo la evidencia (Mishra et al., 2022) muestra que, incluso en niños pequeños, los resultados son altamente comparables a la variabilidad de umbral en las frecuencias estándar y son consistentes con las normas clínicamente aceptadas.
Así mismo, es un error afirmar que los audiómetros o auriculares no miden más allá de 8000 Hz. Nos hemos acostumbrado a usar audiómetros (y audiogramas) con 8 KHz como frecuencia de prueba más alta. Sin embargo, el audiómetro comercial comenzó con capacidad de evaluar EHF. En 1914 Western Electric presentó su modelo 1-A, que medía desde 32 hasta 16.384 Hz.
Posteriormente por razones de diseño y calibración, los fabricantes acotaron hasta 8 Khz. En la actualidad, la mayoría de los fabricantes de audiómetros cuenta con equipos o módulos para ellos con la capacidad técnica de evaluar EHF por vía aérea.
No obstante, en ocasiones, el argumento para no medir este rango de frecuencias suele ser: «para qué evaluarlo si no hay herramientas para mejorarlo», haciendo referencia a las limitaciones electroacústicas de los audífonos, que impiden actuar más allá de 5-10 Khz dependiendo del modelo y potencia. Siendo esto cierto, a continuación se analizarán situaciones en las que es importante la exploración de EHF y los expertos recomiendan su uso como herramienta habitual en la exploración audiológica.


Audiometría de EHF en el diagnóstico precoz de hipoacusia por ototóxicos.
Una de las aplicaciones más comunes de la audiometría de EHF es monitorear los efectos secundarios de los medicamentos ototóxicos, pues pueden causar daños irreversibles en el oído interno. Hablamos principalmente de antibióticos aminoglucósidos, cisplatino y carboplatino, estos últimos utilizados en tratamientos contra el cáncer. El diagnóstico precoz de daños en el oído por medicamentos ototóxicos permite examinar cambios terapéuticos para minimizar o prevenir la pérdida auditiva permanente y los trastornos del equilibrio. Los resultados muestran que la audiometría en EHF es el método más efectivo, frente a otros como la audiometría convencional y los DPOAE, para detectar estos daños. La audiometría de EHF permite diagnosticar la pérdida auditiva en poco tiempo y monitorear la evolución. La detección temprana de la afectación auditiva no solo alerta a los médicos, sino que también brinda la oportunidad de equilibrar los efectos terapéuticos de los medicamentos ototóxicos convencionales y contra el cáncer que conllevan riesgo de pérdida auditiva permanente.
Audiometría de EHF en población con antecedentes de otitis.
La otitis media es una enfermedad común que afecta a alrededor del 80% de los niños en su infancia. Numerosos estudios sugieren la relación entre pérdida auditiva neurosensorial e infecciones crónicas del oído medio, concluyendo que la otitis media crónica puede conducir a disfunción coclear (Amamli, 2017). Sharma et al., en 2012, realizaron un estudio sobre audiometría de alta frecuencia en individuos con otitis media efusiva para analizar los umbrales en EHF. Los resultados mostraron que la sensibilidad auditiva se ve más afectada en ciertas frecuencias (10000, 12000 y 16000 Hz). La pérdida auditiva en EHF está más presente en sujetos con antecedentes de otitis media. Se han encontrado umbrales de audición en EHF más pobres en niños mayores con antecedentes de otitis que parecen estar relacionados con el tiempo pasado con este problema en el oído. Como se apuntó unas líneas más arriba, la pérdida auditiva en EHF ralentiza el desarrollo de la percepción del habla en el ruido. En estos niños, la mejora en SRT con la edad es más lenta que en los niños con audición normal en estas frecuencias.
Los niños con mayor riesgo de evolución a pérdida auditiva neurosensorial son aquellos que han requerido tratamiento con drenajes en repetidas ocasiones. Por todo esto, la audiometría en EHF debe considerarse como parte del seguimiento a largo plazo en estos pacientes lo que permitirá monitorizar los cambios en sus umbrales en EHF como medio de detección precoz de disfunciones cocleares.
Una de las aplicaciones más comunes de la audiometría de EHF es monitorizar los efectos secundarios de los medicamentos ototóxicos que pueden causar daños irreversibles en el oído interno.

Audiometría de EHF en la detección precoz de hipoacusia inducida por ruido
«La pérdida de audición inducida por ruido (en adelante NIHL Noise Induced Hearing Loss) se reconoce como la discapacidad prevenible más común y la segunda causa principal de pérdida auditiva después de la presbiacusia. La NIHL es permanente e irreversible, pero prevenible». Según el estudio de Mehrparvar et al. (2014), la audiometría en EHF es la prueba más sensible para la detección de pérdida auditiva en personas expuestas a ruido, en comparación con otros métodos utilizados como la audiometría convencional y la OAEs. Recientemente se ha comprobado que las frecuencias por encima de 8000Hz son más sensibles al ruido, por lo que en los oídos con mayor exposición a este, el empeoramiento de los umbrales en EHF ocurre antes que en el rango de frecuencia convencional.
En marzo de 2022, la OMS alertó de que más de mil millones de personas de entre 12 y 35 años corren el riesgo de perder audición debido a la exposición prolongada y excesiva a música alta y otros ruidos recreativos de alto volumen. Por otro lado, los habitantes en las ciudades industrializadas tienen más probabilidades de padecer algún tipo de deficiencia auditiva.

La audiometría de alta frecuencia se propone como un examen complementario de fácil acceso, importante para detectar tempranamente la pérdida de audición en una población cada vez más expuesta a ruidos nocivos no solo por motivos laborales.
Audiometría de HF en pacientes con riesgo de hipoacusia de origen genético o autoinmune
Existen pacientes con riesgo de desarrollar hipoacusia neurosensorial al presentar enfermedades autoinmunes que conllevan la aparición de hipoacusia o por factores genéticos (Valiente et al., 2015). Numerosos estudios asocian umbrales afectados en EHF antes de que este deterioro sea visible en el audiograma convencional recomendando la evaluación audiológica de EHF para diagnosticar de forma temprana una posible pérdida auditiva. En algunos casos, esto permitirá que los especialistas indicados puedan valorar modificaciones en el tratamiento en curso o agregar una terapia para prevenir una posible progresión de la pérdida auditiva (Lasso de la Vega et al., 2016).
Aún en el caso de que no sea posible evitar la aparición o progresión de la pérdida en esta población con factores de riesgo, la detección precoz permitirá tomar medidas para paliar sus efectos lo antes posible.
La otitis media es una enfermedad común que afecta a alrededor del 80% de los niños en su infancia; existen estudios que han encontrado umbrales de audición en EHF más pobres en niños mayores con antecedentes de esta dolencia en el pasado.
Pacientes con audiograma normal y dificultades elevadas en comprensión en ruido: Hidden Hearing Loss
Muchas personas con audiograma normal expresan dificultad para entender el habla en ambientes ruidosos llegando a incapacitarle en determinadas situaciones. Es una queja común. Como ejemplo, 25.3 millones de estadounidenses tienen dificultades auditivas, pero no discapacidad auditiva (Edwards, 2020). La disminución de los umbrales en EHF puede ser una de las explicaciones a este fenómeno en oyentes de audición «clínicamente normal».
Srikanta Mishra (2022) ha realizado amplios estudios sobre hipoacusia en EHF concluyendo que «la pérdida auditiva en EHF podría ser el eslabón perdido entre un audiograma normal y las OAE ausentes o anormales y las quejas de escucha en ruido».
El término pérdida auditiva oculta (en adelante HHL, Hidden Hearing Loss) fue introducido por primera vez por Yeend et al. HHL hace referencia a aquellos casos en los que se detecta disminución en la percepción del habla en presencia de ruido a pesar de que los umbrales auditivos del audiograma convencional son normales. Si bien este tipo de déficit puede tener un origen multifactorial, estudios recientes (Korhman et al., 2020, Kotsopoulos 2022), asocian la HHL a daños en la cóclea no perceptibles en el audiograma por su redundancia o daños en la sinapsis entre células ciliadas internas y las fibras del nervio auditivo (Lieberman 2015).
De acuerdo a Majidpour, aunque el resultado de la audiometría en EHF no podrá predecir el rendimiento del habla en ruido, el rendimiento deficiente del habla en ruido está fuertemente asociado con los umbrales hallados en EHF. Por ello, la audiometría en esta zona frecuencial forma parte de las pruebas diagnósticas de HHL junto con pruebas verbales en ruido y cuestionarios como el Hearing Handicap Inventory.
El tratamiento propuesto para este tipo de problema es el uso de audífonos. Los audífonos en adaptación abierta, con mínima ganancia y herramientas avanzadas de reducción de ruido y micrófonos direccionales han demostrado ser altamente efectivos para casos de pérdida auditiva oculta. También esta población se puede aprovechar de ayudas técnicas como sistemas de FM y micrófonos remotos.

Audiometría en EHF en pacientes con acúfenos crónicos y audiograma normal
La asociación entre el acúfeno crónico y la pérdida auditiva es de sobra conocida. Una parte significativa de los pacientes con acúfenos (65%) presenta alteraciones en los umbrales auditivos medidos en la audiometría convencional. Sin embargo, existe un porcentaje considerable de pacientes sin alteración en estos umbrales que experimentan acúfenos.
Numerosos estudios han encontrado umbrales por debajo de lo normal en EHF en este grupo de pacientes. Estos hallazgos sugieren que la audiometría EHF es un complemento útil en la evaluación de pacientes con acúfenos teniendo en cuenta el valor terapéutico de explicar la etiopatogenia del acúfeno dentro del counseling a este perfil de pacientes con audiogramas «dentro de lo normal».
En conclusión existen claros motivos para realizar audiometrías más allá de 8000 Hz. La audiometría de EHF permite una mayor comprensión diagnóstica y abre oportunidades de actuación al audiólogo como los estudios para la detección temprana, el monitoreo de pacientes con factores de riesgo, la prevención con protección auditiva y la intervención con dispositivos. Un paciente consciente de tener pérdida en EHF se concienciará para realizar revisiones regulares. La detección de umbrales por debajo de lo normal en EHF reforzará las indicaciones de uso de protectores auditivos y de ayudas técnicas cuando sea indicado (Moore et al., 2017). Ayudará con argumentos de venta relacionados con las ventajas de las diferentes gamas en reductores de ruido, direccionalidad y trasposición o compresión frecuencial.
La incorporación al protocolo de evaluación en los casos pertinentes es fácil y debe considerarse a la vista de su utilidad y los beneficios, mejorando en último término la calidad de los servicios ofrecidos por nuestro centro.
Muchas personas con audiograma normal expresan dificultad para entender el habla en ambientes ruidosos llegando a incapacitarle en determinadas situaciones. La disminución de los umbrales en EHF puede ser una de las explicaciones a este fenómeno.
Bibliografía
Applications of extended high-frequency audiometry: a narrative review. June 2021. Auditory and Vestibular Research 30.
Rodríguez Valiente A, et al. Audiometría con extensión en altas frecuencias (9.000-20.000 Hz). Utilidad en el diagnóstico audiológico. Acta Otorrinolaringol Esp. 2015.
Majidpour A, Shahbazi MH, Kohansal B, Nazeri A. Applications of Extended High-Frequency Audiometry: A Narrative. Review. 2021; 30 (3).