Autor: Tamara Blanco. Audióloga
Extracto del Trabajo de Fin de Máster (TFM) en «Audiología Clínica y Terapia de la Audición».
Hábitos y conocimientos sobre salud auditiva en jóvenes y adultos
En un reciente informe, la Organización Mundial de la Salud afirma que para el año 2050, una de cada diez personas sufrirá una pérdida auditiva discapacitante, es decir, de más de 40dB en el oído con mejor audición en adultos y superior a 30 dB en el caso de los niños. Ese mismo informe sostiene que alrededor de 1100 millones de jóvenes de entre 12 y 35 años presentan riesgo de padecer una pérdida de audición por una exposición excesiva a ruidos totalmente evitables, como los de un concierto, escuchar música a volúmenes muy altos o utilizar auriculares para tener una experiencia más inmersiva cuando ven la televisión o juegan a videojuegos. Por otra parte, en el informe también se destaca que una tercera parte de los mayores de 65 años padecen problemas auditivos severos.
Bajo estas premisas se ha llevado a cabo el siguiente trabajo de investigación que trata de estudiar y averiguar las diferencias existentes en los hábitos y los conocimientos sobre salud auditiva en dos grupos de edades diferentes (jóvenes y adultos), haciendo especial hincapié en el uso de auriculares y en la realización de actividades con niveles elevados de ruido, como puede ser la presencia en discotecas, conciertos, festivales, etc.
Se trata de hacer una reflexión sobre el nivel de conocimiento que tiene la población joven acerca de actividades o mecanismos perjudiciales para su salud auditiva.
También se va a abordar la importancia de las Campañas de Salud Pública. Investigaciones previas afirman que estas campañas mejoraron los hábitos referentes a salud auditiva.
Materiales y método
La investigación se ha basado en la realización anónima de un cuestionario sobre hábitos auditivos, constituido por 22 preguntas y siendo todas ellas de respuesta cerrada. La encuesta se ha efectuado de forma online y para alcanzar el número de participantes, se utilizaron diferentes redes sociales y sistemas de mensajería móvil a través de varios tipos de dispositivos electrónicos. Se han analizado hábitos como el uso de auriculares y de qué tipo, exposición a niveles elevados de ruido o la frecuencia de la realización de actividades de ocio que suponen superar los decibelios establecidos como recomendables.
El número total de participantes ha sido de 200 personas, de las cuales el 50% tenían edades comprendidas entre los 20-25 años y el 50% restante entre 50-55. En cuanto al sexo, 131 eran mujeres y 69 eran hombres.
Todos los ítems, así como las variables se realizaron teniendo en cuenta los objetivos del estudio y redactándolos en base a información contrastada científicamente.
Items y porcentajes de cada respuesta
Resultados más relevantes
De la información obtenida con este estudio hemos extraído las conclusiones que más nos llaman la atención con respecto al principal objetivo del mismo, que es la diferencia de percepción en cuanto a la salud auditiva entre jóvenes y adultos. Por ello, destacamos aquellos porcentajes en los que existe mayor contraste entre las respuestas de ambos grupos.
En cuanto a la frecuencia de uso de auriculares para escuchar música, los jóvenes obtienen un porcentaje del 67% al sumar las opciones: «menos de 3 días por semana», «de 6 a 4 días por semana» y «de 1 a 4 horas al día». Por el contrario, el grupo de adultos alcanza un 51,5% únicamente con la respuesta «nunca o prácticamente nunca». Los resultados de ambos grupos son totalmente diferentes y mucho más beneficiosos para el segundo.
En esta misma línea, cuando hemos analizado el tipo de auriculares utilizados y cuáles eran más perjudiciales, si los insertores o los de diadema, los jóvenes han demostrado tener mayor conocimiento. El 78% afirmó saber que los auriculares insertores eran más nocivos para sus oídos, pero aun así, el 92% confirma que utiliza este sistema. Por el contrario, los adultos, en su mayoría, lo desconocen, aunque se refleja como dato óptimo que el 50% no hace uso de ningún tipo de auricular.
Otra diferencia notable es el aumento del volumen del dispositivo cuando reciben el aviso de que este es perjudicial para su salud auditiva. En esta pregunta el 61,4% de los jóvenes refirió seguir aumentando el volumen siempre o a veces, lo que supone un dato negativo; mientras, en el grupo de adultos la respuesta «nunca» obtuvo un porcentaje del 56,8% seguida de la opción «casi nunca» con un 18,9%.
Cuando hablamos de la frecuencia de exposición a actividades de ocio que incluyen niveles elevados de ruido como las discotecas, bares, conciertos, festivales, instalaciones deportivas, etc., el grupo adulto alcanza un porcentaje del 72,8% en las respuestas de «nunca» o «de 1 a 6 veces al año». Sin embargo, estas dos opciones fueron las menos seleccionadas por el grupo de jóvenes, con un 45,6% en la respuesta de «1-4 veces al mes», seguida de la de «más de 6 veces al año» (19,4%) y «más de un día por semana» (14,6%). Concluimos con este análisis que los jóvenes se exponen a este tipo de actividades de una forma mucho más frecuente, sin tener en consideración la salud de sus oídos y sin usar protectores auditivos. Respecto a esto último, ambos grupos obtuvieron un porcentaje aproximado al 90% (90,3% el grupo de jóvenes y 87,4% el grupo de adultos) en las respuestas de «nunca» o «casi nunca», un dato muy negativo para la salud auditiva de los participantes.
Al preguntar sobre si las campañas de salud pública ante la exposición al ruido (sobre conocimientos, comportamientos y uso de estrategias de protección) pueden mejorar a largo plazo los hábitos referentes a la salud auditiva, se obtuvo un acuerdo general en ambos grupos de que sí eran útiles, con un porcentaje del 80-85%.
Por último, cabe destacar que cuando se trata de tener presente la salud auditiva, evitando realizar actividades que la puedan afectar de forma negativa, tomando medidas de precaución frente a los ruidos elevados y utilizando auriculares menos perjudiciales, el 91% de los adultos sí ha manifestado que se preocupa por ella, frente al 86,5% del grupo de jóvenes que considera que no la cuidan o protegen lo suficiente.
Mediante los resultados obtenidos en estos ítems y contrastando la información con literatura científica, la conclusión del presente estudio parece confirmar que actualmente los jóvenes son el grupo que mayor riesgo corre con relación a la exposición a ruido, bien mediante uso de auriculares o por la realización de actividades de ocio que conllevan exceso de decibelios. La mayoría de ellos están informados y tienen mayor conocimiento que los adultos sobre estas actividades y hábitos que pueden ser a largo plazo perjudiciales para su audición, aunque de igual modo, se exponen a ellas.
Otro punto importante que merece la pena considerar es la valoración positiva que hacen ambos grupos de las Campañas de Salud Pública como «Dangerous Decibels» y «Cheers for Ears». Sería interesante valorar la posibilidad de introducirlas en nuestro país para concienciar a los ciudadanos y mejorar sus conocimientos y comportamientos sobre la salud auditiva, cambiando así hábitos que puedan ser negativos para esta, sobre todo en los grupos de adolescentes y jóvenes. De este modo, no solo tendrían la información correcta y necesaria, sino que la utilizarían con el fin de cuidar su salud auditiva de forma diaria, disminuyendo así, de cara al futuro, el porcentaje de pérdidas auditivas a causa de sonidos intensos relacionados con música y ocio.
AUTORA
TAMARA BLANCO
AUDIÓLOGA
Técnico Superior en Audiología Protésica.
Máster en Audiología Clínica y Terapia de la Audición. Universidad Internacional Isabel I.