El viejo celoso (Entremés)

15/04/2016 | Comparte:

La Revista Gaceta Audio Online apuesta por la Cultura. En el IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes (1547 -1616), nos hacemos eco de su producción teatral. Dos entremeses populares del autor hacia 1615: “El Juez de los divorcios” y «El viejo celoso”. Dos comedias Cervantinas imprescindibles para disfrutar de nuestro patrimonio literario.

EL VIEJO CELOSO

El viejo celoso es uno de los ocho entremeses escritos por Miguel de Cervantes y fue publicado en 1615. Un entremés es una obra dramática que se presenta durante los descansos de una obra más grande, y su función era entretener a la gente (Vogely 245).

El viejo celoso pertenece al género dramático. Para ayudarnos a entender los entremeses, Garrido Ardila nos da un poco más de perspectiva acerca de los entremeses cervantinos, él escribe; «…‘Cervantes transforma los arquetipos de generaciones anteriores en seres de carne y hueso, con sus defectos, virtudes y problemas, que hablan en una lengua de múltiples registros, oída en la calle pero sometida a un proceso creativo renovador’» (Garrido 320).

La obra empieza  en la casa de Lorenza y Cañizares. Lorenza es una mujer muy joven que está casada con Cañizares, quien es muy viejo. Lorenza es sumamente infeliz en su matrimonio porque ella es joven y odia la manera de ser de su esposo. Cañizares es exageradamente celoso hasta el extremo de dejarla encerrada todo el tiempo en su casa para que no salga. Lorenza tiene una criada que se llama Cristina, y una vecina que se llama Hortigosa. La obra comienza con Hortigosa halagando a Lorenza porque tiene riquezas  y le dice que es afortunada. Lorenza se comienza a quejar con Hortigosa, y Hortigosa se dispone a ayudarla, y le dice que ella le puede traer a un joven para que salga de su tristeza.

Después de pensarlo,  finalmente Lorenza acepta la oferta de Horitgosa. En este momento, Cañizares está fuera de su casa, y también se queja de cómo Lorenza lo trata a él con su compadre.  Cuando Hortigosa se va de la casa, Cañizares llega. Para llevar a cabo su plan, Hortigosa toca la puerta, y Cañizares no quiere abrir la puerta porque odia a las vecinas, pero al final Cañizares le dice a Cristina que abra la puerta. Hortigosa usa como pretexto venderle un guadamecí porque necesita dinero para sacar a su hijo de la cárcel. Detrás del guadamecí está escondido el joven que le trajo a Lorenza, y cuando ella se va el joven entra a un cuarto de la casa. Después de discutir con su viejo y celoso marido, Lorenza entra en el cuarto donde está el joven y ahí mismo comete adulterio. Cañizares no sabe que el joven está en el cuarto, y entonces no se da cuenta.

Cristina le pregunta desde afuera a Lorenza si ahí dentro también está el frailecito que le pidió a Hontigosa, pero le dice que no. Cuando Cañizares quiere abrir la puerta donde está su esposa con el joven, Lorenza sale y le arroja una vasija de agua en los ojos. Mientras Cañizares no puede ver nada debido al agua, el joven sale del cuarto y se va. Ya que no se da cuenta Cañizares que su esposa cometió adulterio, Lorenza le empieza a gritar a Cañizares y a recordarle a él lo miserable que ella se siente al estar casada con él porque el muy celoso y malo. Por tanto grito, el alguacil toca la puerta y les pregunta que es lo que está pasando. Entra el alguacil, los músicos, y Hortigosa a la casa.

Cañizares le dice al Alguacil que son solo problemas de matrimonio, después le dice a Hortigosa que todo es culpa de ella. Hortigosa se defiende y le dice a Cañizares que ella no tiene la culpa de nada ni de ningún pecado cometido por los demás. Lorenza le dice a Cañizares que se disculpe por lo que le dijo a la vecina. Cañizares se disculpa aunque dice que odia a las vecinas. Lorenza, por lo contrario, dice que ella ama a las vecinas, a lo cual Cristina responde, “Yo también; más si mi vecina me hubiera traído mi frailecico, yo la tuviera por mejor vecina, y adiós; señoras vecinas.”

El viejo celoso

Obra cedida por el Centro de Estudios Cervantinos
Copyright Universidad de Alcalá.

Salen Doña Lorenza y Cristina, su criada, y Hortigosa, su vecina.

Doña Lorenza Milagro ha sido éste, señora Hortigosa, el no haber dado la vuelta a la llave mi duelo, mi yugo y mi desesperación. Éste es el primero día, después que me casé con él, que hablo con persona de fuera de casa; que fuera le vea yo desta vida a él y a quien con él me casó.

Hortigosa Ande, mi señora doña Lorenza, no se queje tanto; que con una caldera vieja se compra otra nueva.

Doña Lorenza Y aun con esos y otros semejantes villancicos o refranes me engañaron a mí; que malditos sean sus dineros, fuera de las cruces; malditas sus joyas, malditas sus galas, y maldito todo cuanto me da y promete. ¿De qué me sirve a mí todo aquesto, si en mitad de la riqueza estoy pobre, y en medio de la abundancia con hambre?

Cristina En verdad, señora tía, que tienes razón; que más quisiera yo andar con un trapo atrás y otro adelante, y tener un marido mozo, que verme casada y enlodada con ese viejo podrido que tomaste por esposo.

Doña Lorenza ¿Yo le tomé, sobrina? A la fe, diómele quien pudo; y yo, como muchacha, fui más presta al obedecer que al contradecir; pero, si yo tuviera tanta experiencia destas cosas, antes me tarazara la lengua con los dientes que pronunciar aquel sí, que se pronuncia con dos letras y da que llorar dos mil años; pero yo imagino que no fue otra cosa sino que había de ser ésta, y que, las que han de suceder forzosamente, no hay prevención ni diligencia humana que las prevenga.

Cristina ¡Jesús y del mal viejo! Toda la noche: «Daca el orinal, toma el orinal; levántate, Cristinica, y caliéntame unos paños, que me muero de la ijada; dame aquellos juncos, que me fatiga la piedra». Con más ungüentos y medicinas en el aposento que si fuera una botica; y yo, que apenas sé vestirme, tengo de servirle de enfermera. ¡Pux, pux, pux, viejo clueco, tan potroso como celoso, y el más celoso del mundo!

Doña Lorenza Dice la verdad mi sobrina.

Cristina ¡Pluguiera a Dios que nunca yo la dijera en esto!

Hortigosa Ahora bien, señora doña Lorenza, vuesa merced haga lo que le tengo aconsejado, y verá cómo se halla muy bien con mi consejo. El mozo es como un ginjo verde; quiere bien, sabe callar y agradecer lo que por él se hace; y, pues los celos y el recato del viejo no nos dan lugar a demandas ni a respuestas, resolución y buen ánimo: que, por la orden que hemos dado, yo le pondré al galán en su aposento de vuesa merced y le sacaré, si bien tuviese el viejo más ojos que Argos y viese más que un zahorí, que dicen que vee siete estados debajo de la tierra.

Doña Lorenza Como soy primeriza, estoy temerosa, y no querría, a trueco del gusto, poner a riesgo la honra.

Cristina Eso me parece, señora tía, a lo del cantar de Gómez Arias:

Señor Gómez Arias,

doleos de mí;

soy niña y muchacha,

nunca en tal me vi.

Doña Lorenza Algún espíritu malo debe de hablar en ti, sobrina, según las cosas que dices.

Cristina Yo no sé quién habla; pero yo sé que haría todo aquello que la señora Hortigosa ha dicho, sin faltar punto.

Doña Lorenza ¿Y la honra, sobrina?

Cristina ¿Y el holgarnos, tía?

Doña Lorenza ¿Y si se sabe?

Cristina ¿Y si no se sabe?

Doña Lorenza ¿Y quién me asegurará a mí que no se sepa?

Hortigosa ¿Quién? La buena diligencia, la sagacidad, la industria; y, sobre todo, el buen ánimo y mis trazas.

Cristina Mire, señora Hortigosa, tráyanosle galán, limpio, desenvuelto, un poco atrevido, y, sobre todo, mozo.

Hortigosa Todas esas partes tiene el que he propuesto, y otras dos más: que es rico y liberal.

Doña Lorenza Que no quiero riquezas, señora Hortigosa; que me sobran las joyas, y me ponen en confusión las diferencias de colores de mis muchos vestidos; hasta eso no tengo que desear, que Dios le dé salud a Cañizares: más vestida me tiene que un palmito, y con más joyas que la vedriera de un platero rico. No me clavara él las ventanas, cerrara las puertas, visitara a todas horas la casa, desterrara della los gatos y los perros, solamente porque tienen nombre de varón; que, a trueco de que no hiciera esto, y otras cosas no vistas en materia de recato, yo le perdonara sus dádivas y mercedes.

Hortigosa ¿Que tan celoso es?

Doña Lorenza Digo que le vendían el otro día una tapicería a bonísimo precio, y por ser de figuras no la quiso, y compró otra de verduras por mayor precio, aunque no era tan buena. Siete puertas hay antes que se llegue a mi aposento, fuera de la puerta de la calle, y todas se cierran con llave; y las llaves no me ha sido posible averiguar dónde las esconde de noche.

Cristina Tía, la llave de loba creo que se la pone entre las faldas de la camisa.

Doña Lorenza No lo creas, sobrina; que yo duermo con él, y jamás le he visto ni sentido que tenga llave alguna.

Cristina Y más, que toda la noche anda como trasgo por toda la casa; y si acaso dan alguna música en la calle, les tira de pedradas porque se vayan: es un malo, es un brujo; es un viejo, que no tengo más que decir.

Doña Lorenza Señora Hortigosa, váyase, no venga el gruñidor y la halle conmigo, que sería echarlo a perder todo; y lo que ha de hacer, hágalo luego; que estoy tan aburrida, que no me falta sino echarme una soga al cuello, por salir de tan mala vida.

Hortigosa Quizá con esta que ahora se comenzará, se le quitará toda esa mala gana y le vendrá otra más saludable y que más la contente.

Cristina Así suceda, aunque me costase a mí un dedo de la mano: que quiero mucho a mi señora tía, y me muero de verla tan pensativa y angustiada en poder deste viejo y reviejo, y más que viejo; y no me puedo hartar de decille viejo.

Doña Lorenza Pues en verdad que te quiere bien, Cristina.

Cristina ¿Deja por eso de ser viejo? Cuanto más, que yo he oído decir que siempre los viejos son amigos de niñas.

Hortigosa Así es la verdad, Cristina, y adiós, que, en acabando de comer, doy la vuelta. Vuesa merced esté muy en lo que dejamos concertado, y verá cómo salimos y entramos bien en ello.

Cristina Señora Hortigosa, hágame merced de traerme a mí un frailecico pequeñito, con quien yo me huelgue.

Hortigosa Yo se le traeré a la niña pintado.

Cristina ¡Que no le quiero pintado, sino vivo, vivo, chiquito como unas perlas!

Doña Lorenza ¿Y si lo vee tío?

Cristina Diréle yo que es un duende, y tendrá dél miedo, y holgaréme yo.

Hortigosa Digo que yo le trairé, y adiós.

Vase Hortigosa.

Cristina Mire tía: si Hortigosa trae al galán y a mi frailecico, y si señor los viere, no tenemos más que hacer sino cogerle entre todos y ahogarle, y echarle en el pozo o enterrarle en la caballeriza.

Doña Lorenza Tal eres tú, que creo lo harías mejor que lo dices.

Cristina Pues no sea el viejo celoso, y déjenos vivir en paz, pues no le hacemos mal alguno, y vivimos como unas santas.

Éntranse.

Entran Cañizares, viejo, y un compadre suyo.

Cañizares Señor compadre, señor compadre: el setentón que se casa con quince, o carece de entendimiento, o tiene gana de visitar el otro mundo lo más presto que le sea posible. Apenas me casé con doña Lorencica, pensando tener en ella compañía y regalo, y persona que se hallase en mi cabecera, y me cerrase los ojos al tiempo de mi muerte, cuando me embistieron una turbamulta de trabajos y desasosiegos; tenía casa, y busqué casar; estaba posado, y desposéme.

Compadre Compadre, error fue, pero no muy grande; porque, según el dicho del Apóstol, mejor es casarse que abrasarse.

Cañizares ¡Que no había que abrasar en mí, señor compadre, que con la menor llamarada quedara hecho ceniza!

Compañía quise, compañía busqué, compañía hallé, pero Dios lo remedie, por quién Él es.

Compadre ¿Tiene celos, señor compadre?

Cañizares Del sol que mira a Lorencita, del aire que le toca, de las faldas que la vapulan.

Compadre ¿Dale ocasión?

Cañizares Ni por pienso, ni tiene por qué, ni cómo, ni cuándo, ni adónde: las ventanas, amén de estar con llave, las guarnecen rejas y celosías; las puertas jamás se abren; vecina no atraviesa mis umbrales, ni los atravesará mientras Dios me diere vida. Mirad, compadre: no les vienen los malos aires a las mujeres de ir a lo jubileos ni a las procesiones, ni a todos los actos de regocijos públicos; donde ellas se mancan, donde ellas se estropean y adonde ellas se dañan, es en casa de las vecinas y de las amigas; más maldades encubre una mala amiga, que la capa de la noche; más conciertos se hacen en su casa y más se concluyen, que en una semblea.

Compadre Yo así lo creo; pero si la señora doña Lorenza no sale de casa, ni nadie entra en la suya, ¿de qué vive descontento mi compadre?

Cañizares De que no pasará mucho tiempo en que no caya Lorencica en lo que le falta; que será un mal caso, y tan malo, que en sólo pensallo le temo, y de temerle me desespero, y de desesperarme vivo con disgusto.

Compadre Y con razón se puede tener ese temer, porque las mujeres querrían gozar enteros los frutos del matrimonio.

Cañizares La mía los goza doblados.

Compadre Ahí está el daño, señor [com]padre.

Cañizares No, no, ni por pienso; porque es más simple Lorencica que una paloma, y hasta agora no entiende nada desas filaterías; y adiós, señor compadre, que me quiero entrar en casa.

Compadre Yo quiero entrar allá, y ver a mi señora doña Lorenza.

Cañizares Habéis de saber, compadre, que los antiguos latinos usaban de un refrán, que decía: Amicus usque ad aras, que quiere decir: «El amigo, hasta el altar»; infiriendo que el amigo ha de hacer por su amigo todo aquello que no fuere contra Dios; y yo digo que mi amigo, usque ad portam, hasta la puerta; que ninguno ha de pasar mis quicios; y adiós, señor compadre, y perdóneme.

Éntrase Cañizares.

Compadre En mi vida he visto hombre más recatado, ni más celoso, ni más impertinente; pero éste es de aquellos que traen la soga arrastrando, y de los que siempre vienen a morir del mal que temen.

Éntrase el compadre.

Salen Doña Lorenza y Cristinica.

Cristina Tía, mucho tarda tío, y más tarda Hortigosa.

[Doña] Lorenza Mas, que nunca él acá viniese, ni ella tampoco; porque él me enfada y ella me tiene confusa.

Cristina Todo es probar, señora tía; y, cuando no saliere bien, darle del codo.

Doña Lorenza ¡Ay, sobrina! Que estas cosas, o yo sé poco o sé que todo el daño está en probarlas.

Cristina A fe, señora tía, que tiene poco ánimo, y que, si yo fuera de su edad, que no me espantaran hombres armados.

Doña Lorenza Otra vez torno a decir, y diré cien mil veces, que Satanás habla en tu boca; mas ¡ay! ¿Cómo se ha entrado señor?

Cristina Debe de haber abierto con la llave maestra.

Doña Lorenza Encomiendo yo al diablo sus maestrías y sus llaves.Salen Doña Lorenza y Cristina, su criada, y Hortigosa, su vecina.

Doña Lorenza Milagro ha sido éste, señora Hortigosa, el no haber dado la vuelta a la llave mi duelo, mi yugo y mi desesperación. Éste es el primero día, después que me casé con él, que hablo con persona de fuera de casa; que fuera le vea yo desta vida a él y a quien con él me casó.

Hortigosa Ande, mi señora doña Lorenza, no se queje tanto; que con una caldera vieja se compra otra nueva.

Doña Lorenza Y aun con esos y otros semejantes villancicos o refranes me engañaron a mí; que malditos sean sus dineros, fuera de las cruces; malditas sus joyas, malditas sus galas, y maldito todo cuanto me da y promete. ¿De qué me sirve a mí todo aquesto, si en mitad de la riqueza estoy pobre, y en medio de la abundancia con hambre?

Cristina En verdad, señora tía, que tienes razón; que más quisiera yo andar con un trapo atrás y otro adelante, y tener un marido mozo, que verme casada y enlodada con ese viejo podrido que tomaste por esposo.

Doña Lorenza ¿Yo le tomé, sobrina? A la fe, diómele quien pudo; y yo, como muchacha, fui más presta al obedecer que al contradecir; pero, si yo tuviera tanta experiencia destas cosas, antes me tarazara la lengua con los dientes que pronunciar aquel sí, que se pronuncia con dos letras y da que llorar dos mil años; pero yo imagino que no fue otra cosa sino que había de ser ésta, y que, las que han de suceder forzosamente, no hay prevención ni diligencia humana que las prevenga.

Cristina ¡Jesús y del mal viejo! Toda la noche: «Daca el orinal, toma el orinal; levántate, Cristinica, y caliéntame unos paños, que me muero de la ijada; dame aquellos juncos, que me fatiga la piedra». Con más ungüentos y medicinas en el aposento que si fuera una botica; y yo, que apenas sé vestirme, tengo de servirle de enfermera. ¡Pux, pux, pux, viejo clueco, tan potroso como celoso, y el más celoso del mundo!

Doña Lorenza Dice la verdad mi sobrina.

Cristina ¡Pluguiera a Dios que nunca yo la dijera en esto!

Hortigosa Ahora bien, señora doña Lorenza, vuesa merced haga lo que le tengo aconsejado, y verá cómo se halla muy bien con mi consejo. El mozo es como un ginjo verde; quiere bien, sabe callar y agradecer lo que por él se hace; y, pues los celos y el recato del viejo no nos dan lugar a demandas ni a respuestas, resolución y buen ánimo: que, por la orden que hemos dado, yo le pondré al galán en su aposento de vuesa merced y le sacaré, si bien tuviese el viejo más ojos que Argos y viese más que un zahorí, que dicen que vee siete estados debajo de la tierra.

Doña Lorenza Como soy primeriza, estoy temerosa, y no querría, a trueco del gusto, poner a riesgo la honra.

Cristina Eso me parece, señora tía, a lo del cantar de Gómez Arias:

Señor Gómez Arias,

doleos de mí;

soy niña y muchacha,

nunca en tal me vi.

Doña Lorenza Algún espíritu malo debe de hablar en ti, sobrina, según las cosas que dices.

Cristina Yo no sé quién habla; pero yo sé que haría todo aquello que la señora Hortigosa ha dicho, sin faltar punto.

Doña Lorenza ¿Y la honra, sobrina?

Cristina ¿Y el holgarnos, tía?

Doña Lorenza ¿Y si se sabe?

Cristina ¿Y si no se sabe?

Doña Lorenza ¿Y quién me asegurará a mí que no se sepa?

Hortigosa ¿Quién? La buena diligencia, la sagacidad, la industria; y, sobre todo, el buen ánimo y mis trazas.

Cristina Mire, señora Hortigosa, tráyanosle galán, limpio, desenvuelto, un poco atrevido, y, sobre todo, mozo.

Hortigosa Todas esas partes tiene el que he propuesto, y otras dos más: que es rico y liberal.

Doña Lorenza Que no quiero riquezas, señora Hortigosa; que me sobran las joyas, y me ponen en confusión las diferencias de colores de mis muchos vestidos; hasta eso no tengo que desear, que Dios le dé salud a Cañizares: más vestida me tiene que un palmito, y con más joyas que la vedriera de un platero rico. No me clavara él las ventanas, cerrara las puertas, visitara a todas horas la casa, desterrara della los gatos y los perros, solamente porque tienen nombre de varón; que, a trueco de que no hiciera esto, y otras cosas no vistas en materia de recato, yo le perdonara sus dádivas y mercedes.

Hortigosa ¿Que tan celoso es?

Doña Lorenza Digo que le vendían el otro día una tapicería a bonísimo precio, y por ser de figuras no la quiso, y compró otra de verduras por mayor precio, aunque no era tan buena. Siete puertas hay antes que se llegue a mi aposento, fuera de la puerta de la calle, y todas se cierran con llave; y las llaves no me ha sido posible averiguar dónde las esconde de noche.

Cristina Tía, la llave de loba creo que se la pone entre las faldas de la camisa.

Doña Lorenza No lo creas, sobrina; que yo duermo con él, y jamás le he visto ni sentido que tenga llave alguna.

Cristina Y más, que toda la noche anda como trasgo por toda la casa; y si acaso dan alguna música en la calle, les tira de pedradas porque se vayan: es un malo, es un brujo; es un viejo, que no tengo más que decir.

Doña Lorenza Señora Hortigosa, váyase, no venga el gruñidor y la halle conmigo, que sería echarlo a perder todo; y lo que ha de hacer, hágalo luego; que estoy tan aburrida, que no me falta sino echarme una soga al cuello, por salir de tan mala vida.

Hortigosa Quizá con esta que ahora se comenzará, se le quitará toda esa mala gana y le vendrá otra más saludable y que más la contente.

Cristina Así suceda, aunque me costase a mí un dedo de la mano: que quiero mucho a mi señora tía, y me muero de verla tan pensativa y angustiada en poder deste viejo y reviejo, y más que viejo; y no me puedo hartar de decille viejo.

Doña Lorenza Pues en verdad que te quiere bien, Cristina.

Cristina ¿Deja por eso de ser viejo? Cuanto más, que yo he oído decir que siempre los viejos son amigos de niñas.

Hortigosa Así es la verdad, Cristina, y adiós, que, en acabando de comer, doy la vuelta. Vuesa merced esté muy en lo que dejamos concertado, y verá cómo salimos y entramos bien en ello.

Cristina Señora Hortigosa, hágame merced de traerme a mí un frailecico pequeñito, con quien yo me huelgue.

Hortigosa Yo se le traeré a la niña pintado.

Cristina ¡Que no le quiero pintado, sino vivo, vivo, chiquito como unas perlas!

Doña Lorenza ¿Y si lo vee tío?

Cristina Diréle yo que es un duende, y tendrá dél miedo, y holgaréme yo.

Hortigosa Digo que yo le trairé, y adiós.

Vase Hortigosa.

Cristina Mire tía: si Hortigosa trae al galán y a mi frailecico, y si señor los viere, no tenemos más que hacer sino cogerle entre todos y ahogarle, y echarle en el pozo o enterrarle en la caballeriza.

Doña Lorenza Tal eres tú, que creo lo harías mejor que lo dices.

Cristina Pues no sea el viejo celoso, y déjenos vivir en paz, pues no le hacemos mal alguno, y vivimos como unas santas.

Éntranse.

Entran Cañizares, viejo, y un compadre suyo.

Cañizares Señor compadre, señor compadre: el setentón que se casa con quince, o carece de entendimiento, o tiene gana de visitar el otro mundo lo más presto que le sea posible. Apenas me casé con doña Lorencica, pensando tener en ella compañía y regalo, y persona que se hallase en mi cabecera, y me cerrase los ojos al tiempo de mi muerte, cuando me embistieron una turbamulta de trabajos y desasosiegos; tenía casa, y busqué casar; estaba posado, y desposéme.

Compadre Compadre, error fue, pero no muy grande; porque, según el dicho del Apóstol, mejor es casarse que abrasarse.

Cañizares ¡Que no había que abrasar en mí, señor compadre, que con la menor llamarada quedara hecho ceniza!

Compañía quise, compañía busqué, compañía hallé, pero Dios lo remedie, por quién Él es.

Compadre ¿Tiene celos, señor compadre?

Cañizares Del sol que mira a Lorencita, del aire que le toca, de las faldas que la vapulan.

Compadre ¿Dale ocasión?

Cañizares Ni por pienso, ni tiene por qué, ni cómo, ni cuándo, ni adónde: las ventanas, amén de estar con llave, las guarnecen rejas y celosías; las puertas jamás se abren; vecina no atraviesa mis umbrales, ni los atravesará mientras Dios me diere vida. Mirad, compadre: no les vienen los malos aires a las mujeres de ir a lo jubileos ni a las procesiones, ni a todos los actos de regocijos públicos; donde ellas se mancan, donde ellas se estropean y adonde ellas se dañan, es en casa de las vecinas y de las amigas; más maldades encubre una mala amiga, que la capa de la noche; más conciertos se hacen en su casa y más se concluyen, que en una semblea.

Compadre Yo así lo creo; pero si la señora doña Lorenza no sale de casa, ni nadie entra en la suya, ¿de qué vive descontento mi compadre?

Cañizares De que no pasará mucho tiempo en que no caya Lorencica en lo que le falta; que será un mal caso, y tan malo, que en sólo pensallo le temo, y de temerle me desespero, y de desesperarme vivo con disgusto.

Compadre Y con razón se puede tener ese temer, porque las mujeres querrían gozar enteros los frutos del matrimonio.

Cañizares La mía los goza doblados.

Compadre Ahí está el daño, señor [com]padre.

Cañizares No, no, ni por pienso; porque es más simple Lorencica que una paloma, y hasta agora no entiende nada desas filaterías; y adiós, señor compadre, que me quiero entrar en casa.

Compadre Yo quiero entrar allá, y ver a mi señora doña Lorenza.

Cañizares Habéis de saber, compadre, que los antiguos latinos usaban de un refrán, que decía: Amicus usque ad aras, que quiere decir: «El amigo, hasta el altar»; infiriendo que el amigo ha de hacer por su amigo todo aquello que no fuere contra Dios; y yo digo que mi amigo, usque ad portam, hasta la puerta; que ninguno ha de pasar mis quicios; y adiós, señor compadre, y perdóneme.

Éntrase Cañizares.

Compadre En mi vida he visto hombre más recatado, ni más celoso, ni más impertinente; pero éste es de aquellos que traen la soga arrastrando, y de los que siempre vienen a morir del mal que temen.

Éntrase el compadre.

Salen Doña Lorenza y Cristinica.

Cristina Tía, mucho tarda tío, y más tarda Hortigosa.

[Doña] Lorenza Mas, que nunca él acá viniese, ni ella tampoco; porque él me enfada y ella me tiene confusa.

Cristina Todo es probar, señora tía; y, cuando no saliere bien, darle del codo.

Doña Lorenza ¡Ay, sobrina! Que estas cosas, o yo sé poco o sé que todo el daño está en probarlas.

Cristina A fe, señora tía, que tiene poco ánimo, y que, si yo fuera de su edad, que no me espantaran hombres armados.

Doña Lorenza Otra vez torno a decir, y diré cien mil veces, que Satanás habla en tu boca; mas ¡ay! ¿Cómo se ha entrado señor?

Cristina Debe de haber abierto con la llave maestra.

Doña Lorenza Encomiendo yo al diablo sus maestrías y sus llaves.

Entra Cañizares.

Cañizares ¿Con quién hablábades, doña Lorenza?

Doña Lorenza Con Cristinica hablaba.

Cañizares Miradlo bien, doña Lorenza.

Doña Lorenza Digo que hablaba con Cristinica: ¿con quién había de hablar? ¿Tengo yo, por ventura, con quién?

Cañizares No querría que tuviésedes algún soliloquio con vos misma, que redundase en mi perjuicio.

Doña Lorenza Ni entiendo esos circunloquios que decís, ni aun los quiero entender; y tengamos la fiesta en paz.

Cañizares Ni aun las vísperas no querría yo tener en guerra con vos; pero, ¿quién llama a aquella puerta con tanta priesa? Mira, Cristinica, quien es, y, si es pobre, dale limosna y despídele.

Cristina ¿Quién está ahí?

Hortigosa La vecina Hortigosa es, señora Cristina.

Cañizares ¿Hortigosa y vecina? Dios sea conmigo. Pregúntale, Cristina, lo que quiere, y dáselo, con condición que no atraviese esos umbrales.

Cristina ¿Y qué quiere, señora vecina?

Cañizares El nombre de vecina me turba y sobresalta; llámala por su proprio nombre, Cristina.

Cristina Responda: y ¿qué quiere, señora Hortigosa?

Hortigosa Al señor Cañizares quiero suplicar un poco, en que me va la honra, la vida y el alma.

Cañizares Decidle, sobrina, a esa señora, que a mí me va todo eso y más en que no entre acá dentro.

Doña Lorenza ¡Jesús, y qué condición tan extravagante! ¿Aquí no estoy delante de vos? ¿Hanme de comer de ojo? ¿Hanme de llevar por los aires?

Cañizares ¡Entre con cien mil Bercebuyes, pues vos lo queréis!

Cristina Entre, señora vecina.

Cañizares ¡Nombre fatal para mí es el de vecina!

Entra Hortigosa, y trai un guadamecí y en las pieles de las cuatro esquinas han de venir pintados Rodamonte, Mandricardo, Rugero y Gradaso; y Rodamonte venga pintado como arrebozado.

Hortigosa Señor mío de mi alma, movida y incitada de la buena fama de vuesa merced, de su gran caridad y de sus muchas limosnas, me he atrevido de venir a suplicar a vuesa merced me haga tanta merced, caridad y limosna y buena obra de comprarme este guadamecí, porque tengo un hijo preso por unas heridas que dio a un tundidor, y ha mandado la justicia que declare el cirujano, y no tengo con qué pagalle, y corre peligro no le echen otros embargos, que podrían ser muchos, a causa que es muy travieso mi hijo; y querría echarle hoy o mañana, si fuese posible, de la cárcel. La obra es buena, el guadamecí nuevo, y, con todo eso, le daré por lo que vuesa merced quisiere darme por él, que en más está la monta, y como esas cosas he perdido yo en esta vida. Tenga vuesa merced desa punta, señora mía, y descojámosle, porque no vea el señor Cañizares que hay engaño en mis palabras; alce más, señora mía, y mire cómo es bueno de caída, y las pinturas de los cuadros parece que están vivas.

Al alzar y mostrar el guadamecí, entra por detrás dél un galán; y, como Cañizares vee los retratos, dice:

Cañizares ¡Oh, qué lindo Rodamonte! ¿Y qué quiere el señor rebozadito en mi casa? Aun si supiese que tan amigo soy yo destas cosas y destos rebocitos, espantarse ía.

Cristina Señor tío, yo no sé nada de rebozados; y si él ha entrado en casa, la señora Hortigosa tiene la culpa; que a mí, el diablo me lleve si dije ni hice nada para que él entrase; no, en mi conciencia, aun el diablo sería si mi señor tío me echase a mí la culpa de su entrada.

Cañizares Ya yo lo veo, sobrina, que la señora Hortigosa tiene la culpa; pero no hay de qué maravillarme, porque ella no sabe mi condición, ni cuán enemigo soy de aquestas pinturas.

Doña Lorenza Por las pinturas lo dice, Cristinica, y no por otra cosa.

Cristina Pues por esas digo yo. ¡Ay, Dios sea conmigo! Vuelto se me ha el ánima al cuerpo, que ya andaba por los aires.

Doña Lorenza ¡Quemado vea yo ese pico de once varas! En fin, quien con muchachos se acuesta, etc.

Cristina ¡Ay, desgraciada, y en qué peligro pudiera haber puesto toda esta baraja!

Cañizares Señora Hortigosa, yo no soy amigo de figuras rebozadas ni por rebozar; tome este doblón, con el cual podrá remediar su necesidad, y váyase de mi casa lo más presto que pudiere, y ha de ser luego, y llévese su guadamecí.

Hortigosa Viva vuesa merced más años que Matute el de Jerusalén, en vida de mi señora doña… no sé cómo se llama, a quien suplico me mande, que la serviré de noche y de día, con la vida y con el alma, que la debe de tener ella como la de una tortolica simple.

Cañizares Señora Hortigosa, abrevie y váyase, y no se esté agora juzgando almas ajenas.

Hortigosa Si vuesa merced hubiere menester algún pegadillo para la madre, téngolos milagrosos; y, si para mal de muelas, sé unas palabras que quitan el dolor como con la mano.

Cañizares Abrevie, señora Hortigosa, que doña Lorenza, ni tiene madre, ni dolor de muelas; que todas las tiene sanas y enteras, que en su vida se ha sacado muela alguna.

Hortigosa Ella se las sacará, placiendo al cielo, porque le dará muchos años de vida; y la vejez es la total destruición de la dentadura.

Cañizares ¡Aquí de Dios! ¿Que no será posible que me deje esta vecina? ¡Hortigosa, o diablo, o vecina, o lo que eres, vete con Dios y déjame en mi casa!

Hortigosa Justa es la demanda, y vuesa merced no se enoje, que ya me voy.

Vase Hortigosa.

Cañizares ¡Oh vecinas, vecinas! Escaldado quedo aun de las buenas palabras desta vecina, por haber salido por boca de vecina.

Doña Lorenza Digo que tenéis condición de bárbaro y de salvaje; y ¿qué ha dicho esta vecina para que quedéis con la ojeriza contra ella? Todas vuestras buenas obras las hacéis en pecado mortal: dístesle dos docenas de reales, acompañados con otras dos docenas de injurias, ¡boca de lobo, lengua de escorpión y silo de malicias!

Cañizares No, no, a mal viento va esta parva; no me parece bien que volváis tanto por vuestra vecina.

Cristina Señora tía, éntrese allí dentro y desenójese, y deje a tío, que parece que está enojado.

Doña Lorenza Así lo haré, sobrina; y aun quizá no me verá la cara en estas dos horas; y a fe que yo se la dé a beber, por más que la rehúse.

Éntrase Doña Lorenza.

Cristina Tío, ¿no ve cómo ha cerrado de golpe? Y creo que va a buscar una tranca para asegurar la puerta.

Doña Lorenza, por dentro.

[Doña Lorenza] ¿Cristinica? ¿Cristinica?

Cristina ¿Qué quiere, tía?

Doña Lorenza ¡Si supieses qué galán me ha deparado la buena suerte! Mozo, bien dispuesto, pelinegro, y que le huele la boca a mil azahares.

Cristina ¡Jesús, y qué locuras y qué niñerías! ¿Está loca, tía?

Doña Lorenza No estoy sino en todo mi juicio; y en verdad que, si le vieses, que se te alegrase el alma.

Cristina ¡Jesús, y qué locuras y qué niñe[r]ías! Ríñala, tío, porque no se at[r]eva, ni aun burlando, a decir deshonestidades.

Cañizares ¿Bobear, Lorenza? Pues a fe que no estoy yo de gracia para sufrir esas burlas.

Doña Lorenza Que no son sino veras, y tan veras, que en este género no pueden ser mayores.

Cristina ¡Jesús, y qué locuras y qué niñerías! Y dígame, tía, ¿está ahí también mi frailecito?

Doña Lorenza No, sobrina; pero otra vez vendrá si quiere Hortigosa, la vecina.

Cañizares Lorenza, di lo que quisieres, pero no tomes en tu boca el nombre de vecina, que me tiemblan las carnes en oírle.

Doña Lorenza También me tiemblan a mí por amor de la vecina.

Cristina ¡Jesús, y qué locuras y qué niñerías!

Doña Lorenza Ahora echo de ver quién eres, viejo maldito; que hasta aquí he vivido engañada contigo.

Cristina Ríñala, tío, ríñala, tío; que se desvergüenza mucho.

Doña Lorenza Lavar quiero a un galán las pocas barbas que tiene con una bacía llena de agua de ángeles, porque su cara es como la de un ángel pintado.

Cristina ¡Jesús, y qué locuras y qué niñerías! Despedácela, tío.

Cañizares No la despedazaré yo a ella, sino a la puerta que la encubre.

Doña Lorenza No hay para qué: vela aquí abierta; entre, y verá como es verdad cuanto le he dicho.

Cañizares Aunque sé que te burlas, sí entraré para desenojarte.

Al entrar Cañizares, danle con una bacía de agua en los ojos; él vase a limpiar; acuden sobre él Cristina y Doña Lorenza, y en este ínterim sale el galán y vase.

Cañizares ¡Por Dios, que por poco me cegaras, Lorenza! Al diablo se dan las burlas que se arremeten a los ojos.

Doña Lorenza ¡Mirad con quién me casó mi suerte, sino con el hombre más malicioso del mundo! ¡Mirad cómo dio crédito a mis mentiras, por su […], fundadas en materia de celos, que menoscabada y asendereada sea mi ventura! Pagad vosotros, cabellos, las deudas deste viejo; llorad vosotros, ojos, las culpas deste maldito; mirad en lo que tiene mi honra y mi crédito, pues de las sospechas hace certezas, de las mentiras verdades, de las burlas veras y de los entretenimientos maldiciones. ¡Ay, que se me arranca el alma!

Cristina Tía, no dé tantas voces, que se juntará la vecindad.

De dentro.

Justicia ¡Abran esas puertas! Abran luego; si no, echarélas en el suelo.

Doña Lorenza Abre, Cristinica, y sepa todo el mundo mi inocencia y la maldad deste viejo.

Cañizares ¡Vive Dios, que creí que te burlabas! ¡Lorenza, calla!

Entran el Alguacil y los músicos, y el bailarín y Hortigosa.

Alguacil ¿Qué es esto? ¿Qué pendencia es ésta? ¿Quién daba aquí voces?

Cañizares Señor, no es nada; pendencias son entre marido y mujer, que luego se pasan.

Músicos ¡Por Dios, que estábamos mis compañeros y yo, que somos músicos, aquí pared y medio, en un desposorio, y a las voces hemos acudido, con no pequeño sobresalto, pensando que era otra cosa.

Hortigosa Y yo también, en mi ánima pecadora.

Cañizares Pues en verdad, señora Hortigosa, que si no fuera por ella, que no hubiera sucedido nada de lo sucedido.

Hortigosa Mis pecados lo habrán hecho; que soy tan desdichada, que, sin saber por dónde ni por dónde no, se me echan a mí las culpas que otros cometen.

Cañizares Señores, vuesas mercedes todos se vuelvan norabuena, que yo les agradezco su buen deseo; que ya yo y mi esposa quedamos en paz.

Doña Lorenza Sí quedaré, como le pida primero perdón a la vecina, si alguna cosa mala pensó contra ella.

Cañizares Si a todas las vecinas de quien yo pienso mal hubiese de pedir perdón, sería nunca acabar; pero, con todo eso, yo se le pido a la señora Hortigosa.

Hortigosa Y yo le otorgo para aquí y para delante de Pero García.

Músicos Pues, en verdad, que no habemos de haber venido en balde: toquen mis compañeros, y baile el bailarín, y regocíjense las paces con esta canción.

Cañizares Señores, no quiero música: yo la doy por recebida.

Músicos Pues aunque no la quiera.

El agua de por San Juan
quita vino y no da pan.
Las riñas de por San Juan
todo el año paz nos dan.
Llover el trigo en las eras,
las viñas estando en cierne,
no hay labrador que gobierne
bien sus cubas y paneras;
mas las riñas más de veras,
si suceden por San Juan
todo el año paz nos dan.

Baila.

Por la canícula ardiente
está la cólera a punto;
pero, pasando aquel punto,
menos activa se siente.
Y así, el que dice no miente,
que las riñas por San Juan
todo el año paz nos dan.

Baila.

Las riñas de los casados
como aquesta siempre sean,
para que después se vean,
sin pensar regocijados.
Sol que sale tras nublados,
es contento tras afán:
las riñas de por San Juan
todo el año paz nos dan.

Cañizares Porque vean vuesas mercedes las revueltas y vueltas en que me ha puesto una vecina, y si tengo razón de estar mal con las vecinas.

Doña Lorenza Aunque mi esposo está mal con las vecinas, yo beso a vuesas mercedes las manos, señoras vecinas.
Cristina Y yo también; mas si mi vecina me hubiera traído mi frailecico, yo la tuviera por mejor vecina; y adiós, señoras vecinas.

Fin deste entremés

1 comentario en “El viejo celoso (Entremés)”

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¿Cómo «VES» tu futuro?

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Objetivo: la formación en Audiología La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado del creciente aumento de personas con pérdida auditiva en todo el mundo, advirtiendo sobre las graves consecuencias que esta condición puede acarrear cuando no es tratada adecuadamente. Entre ellas destacan el aislamiento social, la depresión, la demencia y el Alzheimer. Estas preocupantes cifras también se hacen eco en Europa, donde más de 100 millones de personas se exponen diariamente a niveles de ruido perjudiciales para su salud auditiva, según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Ante el aumento de esta problemática, la Audiología Protésica emerge como una profesión de gran valor, ya que se encarga de devolver la capacidad de escucha a las personas y, por consiguiente, mejorar su calidad de vida. Además, esta especialidad ofrece una rápida incorporación al mercado laboral, convirtiéndose en una opción muy interesante dentro del ámbito sanitario. 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A medida que la demanda crece, surgen instituciones que, bajo falsos eslóganes, ofrecen una formación que no es oficial y solamente prepara para presentarse a las pruebas libres. La elección de una escuela debidamente autorizada y especializada es de vital importancia para obtener resultados óptimos. Las escuelas oficiales ofrecen mayores garantías y una mejor calidad de la enseñanza porque aportan un profesorado con dilatada experiencia y tutorizan a lo largo de toda la formación teórico-práctica, asegurando un aprendizaje sólido y efectivo. Durante años, la Vocalía de Audiología ha trabajado para revisar la oferta formativa existente en esta disciplina y acreditar la calidad y la fiabilidad de la formación. Han sido testigos de esfuerzos fallidos y de tiempo y dinero malgastados debido a una mala elección de la escuela. 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¿Estamos los audiólogos estresados?

Ha llegado el verano. Las consultas audiológicas ralentizan su ritmo hasta la llegada de agosto, por regla general, el mes con menos actividad audiológica en un país como España. Son las costumbres vacacionales impuestas, en buena medida, por la climatología. Siguiendo esta corriente, los audiólogos también anhelan su merecido descanso. Tras meses de consulta diaria, de trabajo sin cuartel, por fin se divisan unos días de asueto. Es el momento de descansar. En 2019 CareerCast.com incluyó en su inventario de «las 10 profesiones con menos estrés» a la audiología. Sin embargo, y más a estas alturas del año con el descanso a las puertas, muchos audiólogos sienten que esta clasificación no se corresponde con su realidad. Tras un análisis minucioso de estas listas se puede entender el «lugar privilegiado» de la audiología. Los investigadores que realizan estos rankings no pueden medir más que un grupo de aspectos de los temas que se están investigando. La elección de estos factores influye en los resultados. En este caso, los elementos analizados para categorizar el estrés en las profesiones son: viajes, plazos, competitividad, demandas físicas, condiciones ambientales, vida propia y/o ajena en riesgo, etc… Estudios específicos del ámbito de la audiología han concluido que la mayoría de los audiólogos describen sus condiciones de trabajo como desfavorables, con riesgo de agotamiento. Sin embargo, estudios específicos del ámbito de la audiología (Brannstrom et al., Manchaiah et al.) han concluido que la mayoría de los audiólogos describen sus condiciones de trabajo como desfavorables, lo que supone un riesgo de agotamiento. Los participantes de estos estudios percibían que el esfuerzo no se correspondía con la recompensa. Parece pues, que los audiólogos sufrimos de igual manera esta situación, que, a todas luces, apunta a ser un problema global en el siglo XXI. El último informe realizado por ADP® Research Institute, en 2022 concluye que el 66% de los trabajadores españoles experimentan estrés en el trabajo al menos una vez por semana. ¿Qué es el estrés ocupacional? Se denomina así a las reacciones físicas y emocionales nocivas que ocurren cuando las exigencias del trabajo no igualan las capacidades, los recursos o las necesidades del trabajador. Una situación de estas características puede deteriorar el clima organizacional. El estrés ocupacional es la segunda causa de baja laboral en Europa. Consecuencias de esta situación son el burnout, la fatiga por compasión y la reducida satisfacción por compasión. No es el objeto de este artículo el análisis crítico de la situación profesional de los audiólogos. Sin embargo, la revisión de estos estudios permite examinar los factores de riesgo que generan estrés y fatiga profesional a los que nos exponemos. Este artículo de revisión bibliográfica analiza las causas que contribuyen a desarrollar fatiga profesional en el momento actual. Siendo capaz de identificar sus características y los signos de alarma, será más fácil su prevención. El informe ADP® Research Institute de 2022 concluye que el 66% de los trabajadores españoles experimentan estrés en el trabajo al menos una vez por semana. Si bien ya existían análisis previos, desde 2019 han proliferado los estudios que examinan el estrés ocupacional de los audiólogos a través de variables como la satisfacción laboral y el efecto burnout en la profesión audiológica. En 2021 Diana C. Emanuel y Zimmermann publicaron dos artículos basados en entrevistas directas a audiólogos. Las encuestas, utilizaban cuestionarios de preguntas abiertas como por ejemplo: ¿cuáles son los principales impulsores de su estrés? El análisis de estas repuestas permitió inferir los factores mayoritariamente aludidos y ordenarlos de mayor a menor con relación al porcentaje de audiólogos que había mencionado esa causa: — Estrés asociado a la demanda de tiempo 68%. — Contacto con el paciente 54%. — Trámites administrativos 43%. — Finanzas 39%. — Falta de apoyo 32%. — Relaciones con los compañeros 25%. — Conciliación de vida laboral y familiar 18%. En 2012 Sevrn et al., investigaron el estrés ocupacional asociado a la profesión del audiólogo a través de dos herramientas: el Audiologist Occupational Stress Questionnaire (AOSQ; Severn, Searchfield y Huggard, 2012), desarrollado para evaluar los tipos y la gravedad del estrés ocupacional en audiólogos, y el ProQOL (versión 3) (The professional quality of life instrument, Stamm, 2015). En sus conclusiones se enumeran como factores de estrés y fatiga profesional aspectos encontrados en los estudios de 2021: — Demanda de tiempo. — Agotamiento, fatiga por compasión e insatisfacción por compasión. — Gestión audiológica. — Contacto con el paciente. — Protocolo clínico. — Responsabilidad del paciente. — Gestión administrativa y equipos. En todos los estudios se describe como factor más estresante la demanda de tiempo. Es sin duda el factor que ocasiona más estrés y, por ende, las consecuencias negativas. Este aspecto hace referencia a la escasez de tiempo para llevar a cabo el trabajo audiológico siguiendo las indicaciones de los protocolos (atención al paciente) y las gestiones administrativas derivadas de ese trabajo: anotación de historia clínica, rellenado de formularios, envío/recepción de correos, análisis de la información previa aportada por el paciente, consultas a laboratorios, elaboración de informes… Con relación a este aspecto, las investigaciones hablan de un fenómeno constante que el audiólogo debe afrontar y que en sí mismo aumenta la sensación de estrés: «el dilema ético». La falta de tiempo hace que el especialista tenga que decidir a menudo si reducir las pruebas y cuidados de sus pacientes a niveles más básicos para atender a los requerimientos administrativos, o proporcionar la mejor atención posible en detrimento de la gestión administrativa, o bien utilizando tiempo fuera de sus horarios laborales. Decíamos unas líneas más arriba que las consecuencias del estrés ocupacional asociado a las profesiones sanitarias (Magraith, 2005) y más concretamente a la audiología son el burnout, la fatiga por compasión y la reducción de la satisfacción por compasión. El estrés ocupacional es la segunda causa de baja laboral en Europa y consecuencias de esta situación son el burnout o la fatiga por compasión. La demanda de tiempo está directamente relacionada con la baja satisfacción por compasión y agotamiento. El estrés asociado al contacto con el paciente es el motivo más fuerte de la fatiga por compasión.  La fatiga por compasión resulta de presenciar de manera constante el trauma experimentado por otras personas: vivir el proceso de diagnóstico de un hijo o propio o ser testigos de los procesos de duelo y aceptación de patologías asociadas a la hipoacusia, arrastra consecuencias negativas para el audiólogo como el miedo, la angustia, la dificultad para dormir o la excitación. La satisfacción por compasión es el placer que uno obtiene al hacer bien su trabajo. La reducción de la satisfacción por compasión en especialidades sanitarias trae consecuencias negativas como: la reducción del placer y la satisfacción laboral, la negatividad hacia los demás, incluidos los compañeros, y el sentido reducido de la contribución al trabajo global del centro. Estrechamente unido a estos dos fenómenos encontramos el burnout identificado con el agotamiento, la reducción de la realización personal y profesional, los sentimientos de desesperanza, la desconexión y las dificultades para afrontar el trabajo o para hacerlo de manera efectiva (Stamm, 2009). Otro aspecto analizado en los estudios más recientes (Simpson, 2018) es el clima moral del entorno de trabajo. La percepción del clima moral en el trabajo incide en el nivel de estrés laboral. Cuando hablamos de clima moral nos referimos a la forma en que los valores impulsan la toma de decisiones sanitarias, respaldan la práctica ética e impactan en el entorno laboral de los trabajadores (Rodeny, 2006). Los estudios sugieren que, en general, los audiólogos sienten que trabajan en entornos éticos positivos. El tema más significativo asociado con un clima moral deficiente fue descrito como «presión para cumplir con los objetivos de ventas», si bien los audiólogos entendían y aceptaban la simbiosis entre la industria y el negocio, y la audiología. Otras conclusiones interesantes de estos estudios son las relacionadas con la población a la que se atiende. La asistencia a la población pediátrica genera mayores niveles de estrés en los audiólogos que la asistencia a la población adulta. Así mismo, los estudios concluyen que en los centros con mejor dotación de equipos y recursos se experimentan menores niveles de estrés laboral y que los audiólogos empleadores sufren más estrés laboral que los audiólogos empleados. Sin restar importancia a los factores aludidos hasta el momento, recuperemos el factor que más incide en los niveles de estrés laboral en audiología: las limitaciones de tiempo. Los audiólogos describen que son responsables de atender pacientes de forma consecutiva, en ocasiones al tiempo que se atienden visitas adicionales sin cita previa, se gestiona el papeleo asociado a estas visitas, las llamadas de pacientes y proveedores, la respuesta a correos electrónicos, la elaboración de informes a especialistas y pacientes y un largo etcétera de actividades paralelas a la consulta. La falta de tiempo es el mayor factor de estrés para el audiólogo porque debe decidir si reducir las pruebas y cuidados de sus pacientes o proporcionarles la mejor atención en detrimento de la gestión administrativa. Diana C. Emanuel concluye que, en estas condiciones, la atención óptima, basada en la evidencia y centrada en el paciente (por ejemplo, más tiempo dedicado al asesoramiento o para llevar a cabo medidas REM) resulta complicada de llevar a cabo, pues convive con otras tareas estresantes u onerosas que restan tiempo. A la vez, abre un debate planteando formas de solucionar o al menos aligerar este factor de estrés: ¿qué tareas de las descritas deseamos retener los audiólogos y cuáles preferimos delegar con el fin de reducir el estrés en nuestro lugar de trabajo? De acuerdo con la autora del estudio, la lógica dicta una división del trabajo para que las intervenciones sean eficientes, con roles en la consulta asociados con la formación, experiencia y salario. La figura del asistente encaja en un modelo diferente de servicio clínico en el que el audiólogo asume las competencias de la atención clínica y delega en el asistente las tareas administrativas gravosas, pero menos especializadas. Hay evidencia que sugiere que la profesión de la audiología necesita una revisión. Estudios de proyección de la fuerza laboral del audiólogo encontraron una deserción más alta de lo esperado de los audiólogos en la mitad de la carrera (Windmill et al.). Quick et al., (2016) concluyen que una cantidad moderada de estrés tiene un impacto positivo en la motivación y el rendimiento (estrés positivo o eustrés). Sin embargo, la exposición crónica a altos niveles de estrés tiene consecuencias a largo plazo en la salud mental y física. Quizá en el descanso estival podamos reflexionar sobre cuáles de los factores expuestos sentimos en nuestro día a día y de qué manera podemos modificar o reducir el estrés que nos provocan, siendo tal vez necesario replantearnos nuestro modelo de servicio o introducir ajustes en él. Referencias Severn MS, Searchfield GD, Huggard P. Occupational stress amongst audiologists: compassion satisfaction, compassion fatigue, and burnout. Int J Audiol. 2012; 51(1):3-9. doi:10.3109/14992027.2011.602366 Occupational stress and audiologists. Diana C. Emanuel, G. Muller April 2022. Audiologyon line. CV Autor: Sonia Bajo Audióloga / Audioprotesista Diplomada en Logopedia. Habilitación Tinnitus & Hyperacusis Therapy MC. Experta en Acúfenos e Hiperacusia, tratamiento TRT, Audiología Infantil y Tercera Edad en RV Alfa Centros Auditivos. Docente en el Máster de Audiología de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

Aplicación clínica de las otoemisiones acústicas en niños y adultos

En septiembre de 2022, la Sociedad Británica de Audiología (B.S.A.), publicó un documento con recomendaciones para la aplicación clínica de las Otoemisiones Acústicas. Dicho documento fue revisado en febrero de este mismo año e incluye información detallada acerca de los protocolos de recogida de la información, así como de su interpretación y sus aplicaciones clínicas. Dado el interés que las otoemisiones acústicas han despertado siempre en la comunidad audiológica desde su descubrimiento a finales de los años 70, el presente artículo resume la información más relevante recogida en este documento. 1. Breve recorrido histórico El profesor David Kemp informó por primera vez de la presencia de Otoemisiones Acústicas (OEA) en 1978 (Kemp, 1978). Las OEA se describieron como sonidos de origen coclear que pueden grabarse a través de un micrófono colocado en el conducto auditivo externo. El movimiento de las células ciliadas externas sensoriales (CCE) de la cóclea produce estos sonidos a medida que dichas células responden dinámicamente a la estimulación auditiva (Kemp, 2002). Esta estimulación tiene que pasar por el oído medio para llegar al oído interno, donde la energía asociada con la actividad de las células ciliadas externas viaja en dirección inversa a través del oído medio para registrarse como OEA en el canal auditivo externo. Por lo tanto, la estimulación y detección exitosas de OEA en un canal auditivo permeable significa un alto grado de funcionamiento del oído medio e interno. La estimulación exitosa de OEA en un canal auditivo permeable significa un alto grado de funcionamiento del oído medio e interno. Las OEA se utilizan en todo el mundo para el cribado auditivo de los recién nacidos. Los hallazgos de la investigación también respaldan otras aplicaciones clínicas en niños y adultos, como la confirmación del estado auditivo como parte de una batería de pruebas, el diagnóstico de pérdida auditiva, la identificación y el diagnóstico del trastorno del espectro de neuropatía auditiva, la evaluación del procesamiento auditivo y, también, el seguimiento longitudinal y evaluación del efecto de los fármacos ototóxicos. Hay al menos cuatro conceptos erróneos relacionados con la aplicación clínica de las OEA: 1. Las OEA solo son útiles para la prueba de audición en recién nacidos; aunque esta es su aplicación más común, los OEA también tienen un papel importante en el diagnóstico y manejo de muchas patologías, que afectan a todos los grupos de edad atendidos en audiología. 2. Las OEA de diagnóstico solo se pueden analizar como «Pasa» o «No pasa»; esto es apropiado para el enfoque de detección. Sin embargo, el análisis de diagnóstico detallado puede proporcionar más información que puede ser clínicamente útil como parte de una batería de pruebas de diagnóstico o al monitorear diferentes cambios en las respuestas de frecuencia para indicar daño coclear progresivo. Los OEA tienen un papel importante en el diagnóstico y manejo de muchas patologías, que afectan a todos los grupos de edad atendidos en audiología. 3. Las OEAT (Otoemisiones acústicas transitorias) y los PD (Productos de Distorsión) aportan la misma información; en general, esto es correcto para las aplicaciones de detección, pero no para las aplicaciones de diagnóstico. Cada una de estas pruebas se relaciona con un aspecto diferente de la función de las células ciliadas externas, ya que se generan a través de diferentes mecanismos. Por lo tanto, a veces pueden complementarse entre sí. 4. Las OEA proporcionan la misma información que la audiometría de tonos puros; las OEA y la audiometría de tonos puros son medidas muy diferentes de la función auditiva. Aunque las OEA normales a menudo se asocian con una sensibilidad auditiva normal y las OEA anormales con pérdida auditiva, las OEA anormales pueden registrarse en personas con umbrales de tonos puros normales y, por el contrario, las OEA normales pueden registrarse en personas con pérdida auditiva. Las OEA y la audiometría de tonos puros brindan información complementaria.  También vale la pena señalar que las OEA no son una verdadera medida de «audición». Junto con otras medidas auditivas objetivas, las OEA ofrecen una verificación cruzada para las pruebas audiológicas conductuales de diagnóstico. 2. Objetivos: Este procedimiento recomendado por la BSA tiene como objetivo fundamental aclarar la medición, el análisis y la interpretación de los hallazgos de OEA en diferentes entornos clínicos y poblaciones, así como proporcionar orientación para las aplicaciones clínicas comunes de las OEA, que incluyen: 1) Examen de audición de niños o adultos. 2) Monitoreo de la audición para evaluar el daño coclear causado por agentes ototóxicos o ruido. 3) Evaluación diagnóstica o diagnóstico diferencial de poblaciones de pacientes en riesgo de disfunción coclear, tales como: a. Disfunción auditiva sensorial versus neural en el trastorno del espectro de neuropatía auditiva, trastorno del procesamiento auditivo, o neuroma del acústico. b. Pérdida auditiva no orgánica (simuladores). c. Pacientes que no cooperan y son difíciles de evaluar (con deterioro cognitivo o discapacidad, por ejemplo). 3. Tipos y clasificaciones de OEA: 3.1. Clasificación basada en estímulos: La clasificación original y convencional de las OEA se basaba en si requerían un estímulo para provocar una respuesta o si estaban presentes de forma espontánea. De esta forma, la clasificación consistía en: 1. OEA espontáneas: registradas en el conducto auditivo externo sin presentación de estímulo. 2. OEA evocadas, que a su vez se clasifican en: a. OEAT (transitorias): OEA provocadas por la presentación de un clic de banda ancha o, con menor frecuencia, un estímulo tonal de ráfaga. b. Productos de Distorsión (PD): OAE evocadas por la presentación de dos tonos puros estrechamente vinculados presentados simultáneamente. c. OEA. Estímulo-Frecuencia (SFOAE): provocadas por un estímulo de tono puro y detectadas por la diferencia vectorial entre la forma de onda del estímulo y la forma de onda registrada utilizando métodos como la técnica de supresión intercalada. Esta clasificación simple es muy utilizada. Sin embargo, implica que todas las OEA proporcionan la misma información en relación con la función coclear y solo se diferencian por el tipo de estímulo evocador (Probst, Lonsbury-Martin & Martin, 1991), pero realmente no es así. 3.2. Clasificación basada en la fuente: Las otoemisiones acústicas evocadas surgen de una combinación de dos mecanismos fundamentalmente diferentes, a saber, la reflexión coherente lineal y los mecanismos de distorsión no lineal (Shera y Guinan, 1999): — Fuente de reflexión: este es el modelo de generación principal para OEAT y SFOAE en niveles bajos, donde las emisiones se generan por el reflejo de la onda viajera de la alineación normal pero imperfecta de las células ciliadas externas. — Fuente de distorsión: este es el principal modelo de generación de PD. Aquí es donde las áreas de la membrana basilar estimuladas por dos tonos (la frecuencia más baja ‘f1’ con nivel de estímulo L1 y la frecuencia más alta ‘f2’ con nivel de estímulo L2) se superponen, generándose así múltiples distorsiones de «intermodulación».  4. Equipamiento: Los equipos disponibles comercialmente para OEAT y APD se pueden clasificar como de «detección o screening» o «de diagnóstico».  Con el equipo de detección o cribado se requiere un control mínimo por parte del técnico, con una toma de decisiones «automática» con respecto a la forma de onda del estímulo y la forma de onda de la respuesta. El dispositivo informa con un «Pasa» o «No Pasa» cuando se alcanzan los criterios mínimos de parada preestablecidos. El equipo de detección de OEA está diseñado para que la grabación sea rápida. Junto con otras medidas auditivas objetivas, las OEA ofrecen una verificación cruzada para las pruebas audiológicas conductuales de diagnóstico. Con el equipo OEA de diagnóstico, el técnico tiene más control sobre la configuración del equipo. Además, puede ver la forma de onda del estímulo y la respuesta, así como otros parámetros, como los niveles de ruido, el número de artefactos y el límite de rechazo de estos. También puede decidir cuándo comenzar y finalizar la grabación o extender el tiempo de prueba para alcanzar la calidad de grabación deseada. Las pruebas con fines de diagnóstico suelen llevar más tiempo que las pruebas de detección. 5. Preparación y verificación: El equipo debe tener un registro de calibración documentado de manera oportuna según la recomendación del fabricante (p. ej. anualmente). También se requieren pruebas eléctricas y de seguridad periódicas de acuerdo con los protocolos establecidos. Del mismo modo, las sondas nuevas deben configurarse y verificarse según las instrucciones del fabricante. Antes de usar una sonda OEA por primera vez, se recomienda realizar una verificación de calibración de la misma para mantener como referencia su rendimiento original y realizar después comprobaciones periódicas. Previamente al inicio de cada evaluación, es recomendable igualmente comprobar el correcto funcionamiento del altavoz y del micrófono, verificar que la sonda no está obstruida y colocar al paciente el adaptador desechable adecuado al volumen de su canal. Aunque las sondas para la captación de OEA no son sensibles al ruido eléctrico, los campos eléctricos podrían inducir ruido en los circuitos sensibles de detección de OEA, por lo que debe evitarse la proximidad a instalaciones eléctricas potentes. Las OEA se pueden registrar de forma eficaz en una habitación tranquila y no es necesario que se realicen en una habitación insonorizada (Gorga et al., 2000, Cone-Wesson et al., 2000). Sin embargo, se deben minimizar las fuentes de ruido acústico ambiental (cerrar la puerta de la sala de prueba, solicitar que las personas en la sala de prueba se abstengan de hablar, apagar cualquier equipo o ventilador ruidoso innecesario) y ubicar al paciente lejos de cualquier generador de ruido. Las otoemisiones acústicas evocadas surgen de una combinación de dos elementos fundamentalmente diferentes: la reflexión coherente lineal y los mecanismos de distorsión no lineal. 6. Instrucciones para el paciente: El registro de OEA no requiere que el paciente esté despierto, consciente o proporcione respuestas a los estímulos. Todo lo que se precisa es poder colocar la sonda en el canal auditivo del paciente de forma segura y que el paciente permanezca quieto y en silencio durante la prueba. Los bebés se examinan mejor mientras duermen o, si están despiertos, en un estado de máxima relajación. Antes de iniciar el registro de OEA, el técnico debe proporcionar al paciente una breve explicación del procedimiento: 1. Se colocará una pequeña sonda con una punta blanda en el conducto auditivo externo. 2. No es necesario que el paciente escuche los sonidos ni que diga si los escucha. La máquina grabará automáticamente los sonidos producidos por los oídos. 3. El paciente solo necesita sentarse en silencio y relajarse mientras se realiza la prueba. 4. Se recuerda al paciente que, en la medida de lo posible, se abstenga de moverse, hablar o masticar durante el procedimiento. 7. Protocolos de prueba: Pueden variar según los equipos. La BSA presenta una tabla con los parámetros básicos en relación con las características de los estímulos y la recogida de datos. A modo de ejemplo, se muestra el protocolo para el registro de OEAT (ver tabla1). 8. Aplicaciones clínicas: En el último apartado del documento, se aporta mayor detalle sobre las aplicaciones clínicas de estos registros, mencionadas previamente en el punto 2. La utilización de las otoemisiones y, más concretamente, de los productos de distorsión para monitorizar la ototoxicidad, cobra especial relevancia. El daño coclear causado por fármacos ototóxicos, como los antibióticos aminoglucósidos y los fármacos antineoplásicos como el cisplatino, afecta inicialmente a las células ciliadas externas en el giro basal de altas frecuencias de la cóclea antes de extenderse hacia el extremo apical. Este daño selectivo hace que la prueba de PD sea una herramienta de monitorización muy efectiva, ya que es capaz de evaluar el daño temprano de células ciliadas de alta frecuencia, antes de que las frecuencias del habla se vean afectadas y, probablemente también, antes de la aparición de la pérdida auditiva audiométrica. La justificación específica para el uso de PD en lugar de OEAT es la capacidad de monitorear la función de las células ciliadas externas para frecuencias superiores a aproximadamente 4000 Hz, donde aparecen originalmente los efectos ototóxicos. Los PD son registros rápidos, seguros, objetivos y adecuados para el seguimiento de niños y adultos con enfermedades graves que no pueden proporcionar resultados fiables y válidos en la audiometría tonal subjetiva convencional o de alta frecuencia. Por último, se presenta un cuadro de resultados con tres posibles escenarios, en el que se relacionan los resultados obtenidos en las otoemisiones acústicas con los registrados en la audiometría de tonos puros convencional, no sin antes aclarar que los resultados de las OEA y los de la audiometría de tonos puros concuerdan en la mayoría de los casos. Es decir, las OEA son normales en pacientes con audiometría de tonos puros normales, y anormales en pacientes con pérdida auditiva en la audiometría de tonos puros.  Los escenarios descritos son los siguientes: Escenario 1. Resultados normales en la audiometría tonal + OEA normales: Las otoemisiones confirman función coclear normal (células ciliadas externas) en pacientes con sensibilidad auditiva normal. Con el equipo de detección o cribado se requiere un control mínimo por parte del técnico y la toma de decisiones es «automática» con respecto a la forma de onda del estímulo y la de la respuesta. Escenario 2. Resultados normales en la audiometría tonal + OEA anormales: Una vez confirmada la funcionalidad normal del oído medio, las OEA anormales evidencian una disfunción temprana o leve de las células ciliadas externas. Los OEA pueden tener una amplitud anormalmente reducida o no estar presentes en algunas o todas las frecuencias de prueba. La disfunción del oído medio que no afecta a los umbrales de tonos puros puede también afectar a las OEA. La medición del oído medio (impedanciometría) es útil para confirmar la afectación del oído medio o para confirmar la disfunción coclear. Escenario 3. Resultados anormales en la audiometría tonal + OEA normales: Resultados indicativos de: a) Problema técnico con la audiometría de tonos puros. b) Deterioro cognitivo o similar (el paciente no entiende o no puede realizar la tarea). c) Falsa pérdida de audición (simulador). d) Disfunción coclear que afecta solo a las células ciliadas internas. e) Disfunción auditiva en el espectro de la neuropatía auditiva. Extraído de: BSA OD104-120 v2 (01/09/2022, review 13/02/2023). Recommended Procedure – Clinical Application of Otoacoustic Emissions (OAEs). CV Autor Myriam González Audióloga / Audioprotesista Licenciada en Pedagogía y Máster de Logopedia. Técnico Superior en Audiología Protésica. Especializada en Audiología Infantil y Evaluación de los trastornos del PAC en RV Alfa Centros Auditivos.Docente en el Máster de Audiología de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

Gestión de un gabinete audioprotésico

Has terminado de estudiar y quieres montar tu propia empresa, pero ¿por dónde empezar? Cuántas veces la experiencia profesional no es suficiente para dirigir correctamente un gabinete auditivo y provoca el «fracaso» empresarial por no saber gestionar el centro de trabajo. Se habla mucho de formación y poco de cómo, a nivel empresarial, fomentar unas correctas compras o desarrollar un marketing adecuado para con tu negocio. A continuación, te asesoraremos acerca de ciertos puntos que debes tener en cuenta para gestionar tu centro auditivo de forma acertada y productiva. Para gestionar un gabinete necesitamos conocer la legislación sobre las regulaciones establecidas en materia de salud auditiva, siendo las normas autonómicas las que instauran las bases generales sobre la autorización de gabinetes de audiología protésica. Se exige que se tengan unos métodos de trabajo para corregir la pérdida auditiva a través de la adaptación de prótesis, conocidos como PNT’s, y serían los siguientes: Análisis de audición: pruebas que se le van a realizar a los pacientes y qué medidas de trabajo se van a tomar en el gabinete de audición.  Compra de productos: se remite a la forma en la que se gestionan la recepción y envío de los audífonos, especificando de qué manera se produce esto. Adaptación de audífonos: cuánto tiempo emplearemos en ella para gestionar también la duración de la sesión con cada paciente. Para gestionar un gabinete necesitamos conocer la legislación sobre las regulaciones establecidas en materia de salud auditiva. Entrega al cliente: se debe de reflejar qué materiales y qué tipo de documentos se le dan al usuario acerca de la adaptación y qué funcionalidad tiene para evitar conflictos por falta de comprensión. Verificación de la adaptación: siempre se debe comprobar que el cliente está adecuadamente adaptado y para esto se deben tomar notas de qué medios usamos, las visitas marcadas y guiadas, etc.  Información al cliente del manejo de los audífonos: se debe detallar qué recomendaciones de uso damos a nuestros pacientes a la hora de la adaptación y para el adecuado mantenimiento de sus prótesis de audición. Cita para revisión: se debe tener un calendario de visitas para poder realizar una adaptación de los audífonos satisfactoria a nuestros pacientes, y se debe anotar qué se realiza en cada sesión. Mantenimiento del gabinete: es conveniente que el paciente vea el procedimiento de limpieza y desinfección del gabinete entre pacientes. Mantenimiento y limpieza de los instrumentos: cuando se realizan pruebas audiológicas se usan ciertos equipos específicos que siempre deben estar calibrados y funcionando correctamente para que los resultados de las pruebas sean seguros y fiables. Se establece por ley que deben ser calibrados una vez al año. Limpieza del establecimiento: hay que llevar un control de la limpieza de nuestra tienda. Un centro auditivo no deja de ser un centro sanitario y como tal, debe ofrecer unas condiciones higiénicas adecuadas. Higiene del personal: en este apartado se recuerda que hay que acudir al puesto de trabajo aseados y cuidando la imagen personal.  El coste de producción es aquel que se necesita para generar bienes y está relacionado con el producto a fabricar. 1. Costes de producción Un aspecto importante a destacar en la gestión de un gabinete es el control de los costes derivados de nuestra actividad. El coste de producción es aquel que se necesita para generar bienes y está relacionado con el producto a fabricar. La información requerida por la empresa se basa en los costes e ingresos necesarios dependiendo del valor de los productos, así como en los costes e ingresos de las decisiones futuras. Se clasifican por categorías:  — Los componentes de un producto.  — La relación con el volumen y la producción.  — La cabida para asociar un producto.  — El departamento donde se incurrieron.  — Las actividades que se realizan. — La fecha en que se van a cargar los costes y cuándo se ingresará.  — La relación entre la toma y control de decisiones y los planes que se llevarán a cabo. Los costes de producción son los necesarios para llevar a cabo un propósito. La diferencia entre el coste y el ingreso de producción indica el beneficio bruto, por lo cual, la finalidad económica de una empresa está relacionada con el ingreso y el coste de producción de los productos vendidos.  El coste de producción tiene dos características: la primera es que para elaborar bienes se debe gastar y esto significa que se va a originar un coste; y la segunda es que los costes deben ser tan bajos como sea posible, eliminando todo aquello que no se necesite. Es recomendable tener un esquema de mantenimiento aceptable que eliminaría quizás el 80% del riesgo de roturas de artículos. Aun así, no es aconsejable la compra de audífonos de calidad baja para reducir el coste de la materia prima, es preferible recortar gastos por otro lado. En la mayoría de los países y, sobre todo, en aquellos en vías de desarrollo, se analiza la importancia del coste de producción, ya que una variación en el precio de venta tendrá un impacto inmediato sobre el beneficio bruto. Por consiguiente, las variaciones o aumentos en los precios de venta, con frecuencia son vistos como la variable que cobra más importancia junto con el coste de la materia prima, en especial cuando existen grandes variaciones del precio. Otro aspecto importante a tener en cuenta en este apartado es el flujo de caja, ya que es la clave en los estudios de los costes y la rentabilidad. Estos análisis son buenos para entender el flujo de dinero que se produce en una empresa. El beneficio bruto de un proyecto es la diferencia entre el ingreso y el gasto generado para producirlo, almacenarlo y liquidarlo, incluyendo la reserva de depreciación y las garantías que se deben dar con el producto. Los costes de producción se pueden dividir en dos apartados; variables y fijos: A. Costes variables: son proporcionales a la producción. — La mano de obra. — El componente principal. — Supervisión, servicios y mantenimiento. — Regalías y patentes. — Embalaje B. Costes fijos: son independientes de la producción. — Costes para la inversión y costes indirectos como puede ser la depreciación. — Seguros, financiación y otros gravámenes. — Impuestos. — Gastos básicos como pueden ser I+D, contabilidad o consultoría. — Costes de dirección y administración. — Costes de ventas y distribución. Además de lo expuesto también están los costes semi-variables que son aquellos que no son ni fijos, ni están relacionados con la producción. 2. Gestión de proveedores, fichas, cuadros comparativos Para poder iniciar cualquier actividad, las empresas necesitan aprovisionarse de ciertos materiales y prestaciones como pueden ser seguros, telefonía, materias primas, etcétera. Y para ello, se necesita el contacto con proveedores, los cuales serán los que nos abastecerán de los productos necesarios para vender en nuestra empresa. El beneficio bruto de un proyecto es la diferencia entre el ingreso y el gasto generado para producirlo, almacenarlo y liquidarlo, incluyendo la reserva de depreciación y las garantías que se deben dar con el producto. Para dar con el adecuado, se debe de realizar un proceso de selección de distintos proveedores que se ajusten a nuestras necesidades y, normalmente, esto se realiza en el departamento de compras. La finalidad de esta selección es realizar una lista con las compañías que fabriquen el producto que más nos convenga para solicitarles información sobre los mismos y poder elegir el que más nos interese. Antes de decidir dicho proveedor, se debe de tener en cuenta si la materia prima que queremos ofertar es de la calidad que deseamos para poder competir con el resto de los centros auditivos, ya que no todas las marcas de audífonos tienen el mismo resultado ni la misma calidad. No es aconsejable tener a un solo proveedor; es preferible distribuir nuestras compras entre varios distribuidores para que la empresa no se quede sin abastecimiento si uno falla o si surge un problema con el mismo. Dar con los proveedores adecuados no tiene un gran coste económico para la empresa, solamente se empleará el tiempo dedicado por las personas encargadas de la selección y en un futuro, puede ser un ahorro para la empresa si se acierta con el idóneo. Antes de comenzar la búsqueda hay que saber cuáles son los productos que se necesitan conseguir, cuánta cantidad se necesita y qué tipo de calidad queremos ofrecer, comparando artículos similares o de iguales propiedades. En cuanto a audífonos se refiere, lo más aconsejable es ir solicitando mercancía «bajo pedido»; o sea, cuando entre un paciente en la tienda, se entrega un presupuesto y si este nos lo acepta, se procede a su encargo para evitar acumular mercancía permitiendo así una adecuada gestión de la empresa y no comprar por comprar, sobre todo si estás empezando y no tienes una cartera de clientes. Hay varios puntos de partida para la búsqueda del proveedor ideal y los peores contratiempos se producen al inicio de la actividad, ya que se debe de emplear una gran cantidad de tiempo para encontrar los adecuados. Si por el contrario, la empresa lleva un tiempo en funcionamiento y no está contenta con los proveedores que tiene, debe empezar de nuevo con una criba en el análisis de la selección. Por último, otra situación que nos puede llevar al punto de partida es el querer ampliar el número de proveedores para poder comparar acuerdos comerciales, evaluar y seleccionar otro producto distinto. Las formas más frecuentes para recabar información de los proveedores son las visitas programadas con comerciales o a través de la solicitud de catálogos de los productos a las empresas, para poder comparar con los de las que ya conocemos. Una vez se hayan valorado todas estas cosas, se procede a la reducción y selección del proveedor que más puede interesar, descartando los que no encajen con lo que se busca, bien sea por afinidad o por la calidad del producto, de esta forma, reducirás considerablemente las opciones hasta alcanzar lo que deseas. No es aconsejable tener a un solo proveedor; es preferible distribuir nuestras compras entre varios distribuidores para que la empresa no se quede sin abastecimiento. Como se viene diciendo hasta el momento, los pedidos han de estar distribuidos entre los pocos proveedores seleccionados para asegurarte de que siempre tendrás producto si uno de ellos no cumple con lo que debiese. De esta forma se evita un desabastecimiento de la empresa con el consiguiente perjuicio económico o descontento del cliente por no obtener lo deseado en el momento preciso. Es aconsejable cotejar en un cuadro o un Excel las características de los proveedores preseleccionados para así proceder a la selección de aquel que ofrezca un producto con las mejores condiciones y la mejor relación-calidad precio. Se debe de tener fichas, tanto de los proveedores como de los clientes, y para eso se necesita un correcto almacenamiento de datos. Existen leyes que regulan el tratamiento de los datos personales, y en el caso de la salud, es necesario tener en cuenta la Ley Orgánica 15/1999 de Protección de Datos para establecer un sistema que cumpla la misma. Es muy importante que se cumpla esta reglamentación, ya que las sanciones son elevadas. Asimismo, las fichas deben estar guardadas en un fichero bajo llave y solo deben ser utilizadas por el personal que trabaje en el establecimiento; nunca se deben facilitar los datos a terceros. También se debe contar con un plan de tratamiento de incidencias, ya que por ley, se deben tener hojas de reclamaciones a disposición de los pacientes, lo que a su vez nos lleva a planificar el tratamiento y gestión de dichas hojas. Por lo tanto, es conveniente describir qué pasos se han de seguir si hay una reclamación por parte de un cliente o en caso de incidencia con el material empleado, así como las medidas a tomar ante un uso inadecuado del mismo. Esta ley también obliga a tener un libro donde se detalle cuáles son las prescripciones que realizamos a nuestros pacientes. Cualquier cambio que se haga debe quedar registrado y firmado por el gerente o el director de la tienda. Es conveniente describir qué pasos se han de seguir si hay una reclamación por parte de un cliente o en caso de incidencia con el material empleado. 3. Documentos de los diferentes impuestos de Hacienda y cumplir con el calendario fiscal pertinente Como en cualquier país, los tributos (dinero que los ciudadanos están obligados a pagar por ley) son parte esencial para que un Estado pueda funcionar y mantener así todas las necesidades públicas que se requieran. Dichos tributos se clasifican en: impuestos, tasas y contribuciones especiales. Destacamos en este apartado los impuestos, ya que son los más importantes pues a través de ellos se costean necesidades colectivas y se basan en el poder económico de los ciudadanos. Tanto si eres autónomo como sociedad, deberás tener también en cuenta este gasto, y no solo las facturas. Los principales impuestos que hay en España son los siguientes (los textos normativos que se citan a continuación están disponibles en la web de la Agencia Tributaria por si deseas profundizar en ellos): A. Impuestos directos: — Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (Ley 35/2006 de 28 de noviembre y Real Decreto 439/ 2007 de 30 de marzo). — Impuesto sobre la Renta de no Residentes (Real Decreto Legislativo 5/2004, de 5 de marzo y Real Decreto 1776/2004, de 30 de julio). El IVA carga las prestaciones de bienes y servicios efectuadas por empresarios y profesionales y también las importaciones dentro y fuera de la Unión Europea. — Impuesto sobre Sociedades (Ley 27/2004, de 27 de noviembre y Real Decreto 634/2015, de 10 de julio, por el que se aprueba el Reglamento) Recae en el beneficio que se logra de una actividad empresarial a nivel de sociedades. Pertenece al beneficio neto. — Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (Ley 29/1987, de 18 de diciembre, y Real Decreto 1629/1991, de 8 de noviembre). — Impuesto sobre el Patrimonio Ley 19/1991, de 6 de junio.  B. Impuestos indirectos: — Impuesto sobre el Valor Añadido, IVA (Ley 37/1992, de 28 de diciembre, y Real Decreto 1624/1992, de 29 de diciembre). — Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (Real Decreto Legislativo 1/1993, de 24 de septiembre y Real Decreto 828/1995, de 29 de mayo). — Renta de Aduanas (Reglamento (UE) 952/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 9 de octubre de 2013). — Impuestos Especiales (Ley 38/1992, de 28 de diciembre y Real Decreto 1165/1995, de 7 de julio). Hay que cumplir con el calendario fiscal que comienza en el mes de abril, y al llegar el período de declaración en los meses de mayo a junio del año posterior, se tiene que restar todo lo que se ha ido pagando en el año en concepto de retenciones. La obligatoriedad de mostrar autoliquidaciones periódicas según el impuesto y el obligado tributario puede ser: — Cada tres meses: para trabajadores individuales en estimación objetiva o directa, sociedades, profesionales y entes sin personalidad jurídica. — De forma anual: para trabajadores individuales, sociedades, profesionales y entes sin personalidad jurídica con altos ingresos (empresas grandes) y para sujetos pasivos del IVA, que lleven de forma obligatoria los libros registro a través de la Sede electrónica de la AEAT y las Administraciones públicas, incluida la Seguridad Social. 4. El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y el recargo de equivalencia El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es el impuesto indirecto que más relevancia tiene y afecta a las ventas, de modo que recae sobre las personas que compran un artículo. El recargo de equivalencia es un tipo de IVA que se aplica a pequeños comercios, ya sean comunidades de bienes o personas físicas, pero nunca se aplica a sociedades. A diferencia del IRPF, el IVA no se aplica de manera individual, por lo que es igual para todas las personas que adquieren un producto o servicio. El IVA carga las prestaciones de bienes y servicios efectuados por empresarios y profesionales y también las importaciones dentro y fuera de la Unión Europea. Eso sí, quienes se relacionan con Hacienda y deben pagar las cuotas son los empresarios y profesionales, que no son los que sostienen en su patrimonio el impuesto. Entonces, los que realmente pagan este impuesto son los consumidores finales, que pagan el IVA, generalmente, incluido ya en el precio del artículo o servicio que adquieren. Si hablamos de las Islas Canarias lo que se aplica en esta zona es el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC), por lo tanto no pagan IVA porque ya se aplica este impuesto que es similar. Tampoco se paga el IVA en Ceuta y Melilla, que se sustituye por el Impuesto sobre la Producción, los Servicios y las Importaciones en Ceuta y Melilla (IPSI). Los empresarios pueden deducir dicho impuesto abonando en la adquisición de bienes y servicios lo que incorporen a su actividad profesional o de trabajo. Con esto se controla que se cumpla con los tributos, pues los empresarios tendrán así gran interés en expedir facturas de sus compras para poder justificar sus deducciones. Este impuesto se regula mediante la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, y en el Real Decreto 1624/1992, de 29 de diciembre. Estos textos están disponibles en la web de la Agencia Tributaria si se necesita más información. En este apartado también hay exenciones, es decir, operaciones en las que no surge el deber de tributar. Es el caso de la hospitalización y asistencia sanitaria pública, dentistas, asistencia social, educación en la infancia y juventud… Existen distintos tipos de IVA: un tipo impositivo general del 21% (ciertos complementos auditivos llevan este impuesto, como pueden ser productos específicos para limpieza de audífonos, pastillas secantes, etc.); y dos que tienen reducción del 10% y del 4% que se atribuyen a ciertos bienes o servicios de uso general o de primera necesidad. El 10% se aplica, entre otros, a la vivienda, gafas y lentillas, audífonos, tapones de baño o anti-ruido, moldes a medida o a ciertos transportes o servicios de hostelería. Por su parte, el 4% se aplica a alimentos básicos (fruta, leche, huevos…) libros, medicinas, vehículos para personas con discapacidad, etc. El IVA se caracteriza por ser un impuesto de gran capacidad de recaudación y es general y neutro. Desde la perspectiva redistributiva, el IVA no entiende de circunstancias personales y grava por igual a todos las personas, pero se puede compensar a través de un adecuado nivel de provisión pública de bienes y servicios mediante una diferenciación de tipos de gravamen que reduzcan la carga fiscal sobre los artículos de primera necesidad, sometiendo a los artículos de alta ostentación a una mayor cuota que para el resto. Recargo de equivalencia Es un tipo de IVA que se aplica a pequeños comercios, ya sean comunidades de bienes o personas físicas, pero nunca se aplica a sociedades. No se atribuye a actividades de comercios grandes, servicios o empresas industriales. Si un 20% o más de la facturación se realiza a autónomos o empresas se tiene que aplicar el régimen general de IVA y no el recargo de equivalencia. Aunque hay excepciones que nos permiten eludir este régimen, por ejemplo si más del 20% de nuestra facturación se realizará a autónomos o empresas se puede aplicar el régimen general del IVA en el ejercicio fiscal siguiente. Se puede mantener entonces en el período del año fiscal siguiente siempre y cuando mantengamos este porcentaje, pudiéndose justificar con las facturas y documentos correspondientes. Y si se realiza una venta, es el proveedor del producto el que repercute el recargo de equivalencia. Sucede igual que con el IVA, con la particularidad de que se añade por separado al IVA y según el tipo impositivo quedando de la siguiente manera: — Para el tipo de IVA del 21%, el recargo es del 5,2%. — Para el tipo de IVA del 10%, el recargo es del 1,4%. — Para el tipo de IVA del 21%, el recargo es del 0,5%. En definitiva, en la factura se verá reflejada la base imponible, el IVA y, en función de este impuesto, un recargo de equivalencia que también se calcula sobre la base imponible. 5. Aplicación específica de programas informáticos de gestión y facturación. Un programa de facturación es un software informático que sirve para gestionar y controlar el envío, recepción de facturas y servicios entre autónomos y compañías, permitiéndote crear y enviar facturas a tus clientes de manera sencilla e intuitiva. Un programa de facturación es un software informático que sirve para gestionar y controlar el envío y recepción de facturas entre autónomos y compañías, de manera sencilla e intuitiva. Toda gestión y economía de una empresa o de un autónomo debe de estar documentada, tanto por motivos contables como fiscales, y se justifica todo movimiento de la compañía a través de las facturas (documento legal que acredita un intercambio de bienes o servicios). Los programas de facturación incluye plantillas de factura con todos los contenidos principales que dicta la normativa de facturación, que engloba lo siguiente: — Fecha de emisión y el número que se le asigna por defecto a la factura. — Datos personales tanto del que emite como del que recibe dicha factura. — Los impuestos que se deban aplicar, tanto el IVA como el IRPF. — Cuota tributaria y el importe total. — Descripción de las operaciones incluyendo los servicios que se prestan con el precio unitario antes de impuestos y número de unidades para que se pueda calcular la base imponible correctamente. Así mismo, un programa destinado a la facturación puede incluir además, elementos en la factura para promocionar la profesionalidad de la empresa o del autónomo. Otro dato para destacar es el diseño de la factura, ya que hace de la misma un instrumento no solo estéticamente bonito, sino también más flexible, que permite modificar parte de la estructura de la plantilla, sin alterar sus contenidos obligatorios. La contabilidad es un aspecto esencial de la facturación: facilita con ello, los registros, tanto de gastos como de ingresos, y los balances de cómo está progresando la empresa. Cabe decir también que toda factura debería ir firmada y sellada como garantía y autenticidad de esta. Además de la emisión de facturas, los programas de facturación también permiten administrar otras cosas esenciales para un autónomo, como puede ser: — El registro de los gastos de la empresa (tickets, recibos, facturas de proveedores…). — Sistema OCR (Reconocimiento Óptico de Caracteres) para registrar información esencial de los gastos. — Lista de proveedores y clientes. — CRM de clientes (CRM es la sigla utilizada para Customer Relationship Management) que es el conjunto de estrategias de negocio y tecnologías enfocadas en la relación con el cliente. — La emisión de presupuestos, albaranes, facturas en otros idiomas, facturas multidivisa, facturas impagadas o facturas de abono. El objetivo de todo esto es poder facilitar toda la información relacionada con la empresa y así poder controlar, centralizar y procesar todo el papeleo que concierne al negocio, ya que no hay factura posible que no esté relacionada con un proveedor o un paciente. De este modo, los softwares ofrecen una visión general relacionada con la actividad económica de la empresa, como los proveedores, los clientes, los impuestos, las compras o las ventas.  Es relevante que se tengan en cuenta estos componentes y otros criterios a la hora de elegir un programa adecuado de facturación para el establecimiento, ya que la contabilidad es un aspecto esencial de la facturación. Facilitan con ello, los registros tanto de gastos como de ingresos y los balances de cómo está progresando la empresa, tanto de manera negativa como positiva. Toda gestión de una empresa o de un autónomo debe de estar documentada, tanto por motivos contables como fiscales, y se justifica a través de las facturas. Por lo tanto, dichos informes ayudan a llevar un mejor control del balance de la situación del centro auditivo, así como de los gastos y beneficios o de los costes de la empresa al final del ciclo contable, permitiendo así tener una mejor supervisión del negocio y con ello, poder tomar decisiones más fructíferas. Referencias digitales https://www.hacienda.gob.es/esES/Areas%20Tematicas/Impuestos/Impuestos/Paginas/Impuestos.aspxhttps://www.audioprotesistas.org/es/normativa/309https://www.audioprotesistas.org/es/normativa/292https://www.audioprotesistas.org/upfiles/normatives/files/A28055.pdfhttps://www.iberley.es/resoluciones/resolucion-vinculante-direccion-general-tributos-v2966-21-23-11-2021-11555085https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2001-3128https://eugdspace.eug.es/bitstream/handle/20.500.13002/262/%C3%93scar%20S%C3%A1iz%Blanco.pdf?sequence=1&isAllowed=yhttps://coooaoptometria.com/2013/12/30/guia-de-funcionamiento-de-los-establecimientos-sanitarios-de-audioprotesis/Libro «El sonido y la audición» de Widex, tercera edición de 2007 CV autor: Fátima Cambón Audióloga / Audioprotesista Técnico Superior en Audiología Protésica. Gerente de Auris Audición e Visión. Escritora colaboradora del libro Gestión de Empresas.