Discapacidad auditiva y éxito no son incompatibles. La historia demuestra, a través de las vidas de estos personajes ilustres, admirados y afectados por la hipoacusia, que querer es poder.
GOYA. La sordera como fuente de creatividad
Uno de los pintores españoles más destacados, precursor de la pintura contemporánea. En 1793, contrajo una misteriosa enfermedad (posiblemente síndrome de Susac) que le provocó fuertes dolores de cabeza, alucinaciones y vértigos. Los síntomas fueron remitiendo, pero le quedó como secuela una completa sordera. Esto le llevó a evolucionar hacia un nuevo tipo de pintura más expresivo y personal que el anterior.

HELEN KELLER. Una vida dedicada a la superación

Escritora y activista política estadounidense (1880/1968). Su vida es un ejemplo de superación y tenacidad. Con tan solo 19 meses, una enfermedad le dejó sordociega. Pese a las dificultades que esto suponía, consiguió aprender a hablar, escribir y leer, y se graduó en la Universidad.
LUDWIG VAN BEETHOVEN. El entusiasmo no tiene barreras
Comenzó a perder audición a los 28 años hasta quedar completamente sordo a los 48. Lejos de abandonar la música, compuso su, quizá, más famosa sinfonía, la nº 9, cuando ya casi no podía oír.

EDISON. Un inventor que cambió el mundo

Es uno de los inventores más prolíficos. La sordera parcial que padecía como consecuencia de una escarlatina provocó que le expulsaran de la escuela por falta de interés. Su madre asumió su educación y consiguió inspirar en él la curiosidad sin límites que le caracterizó.
MARLEE BETH. Hollywood también es sordo
Actriz estadounidense. A los 18 meses perdió su capacidad auditiva por una enfermedad. Su primera película, Hijos de un dios menor, le valió un Globo de Oro y el Oscar a la mejor actriz, siendo la primera y única mujer sorda de la historia de los premios en recibirlo.
