En cualquier adaptación es recomendable tener un protocolo establecido en el centro auditivo para guiarnos durante todo el proceso, máxime si se trata de niños pequeños. De nuestra correcta praxis dependerá su buen acceso al mundo sonoro.
A continuación, los pasos a seguir desde que recibimos al niño y a su familia en el centro.
Por la Fundación Oír Es Clave.


1º
Recogida de información: de la anamnesis nos interesa saber si el niño pasó el cribado auditivo al nacer; si hay antecedentes familiares de pérdida auditiva a edades tempranas; qué respuestas auditivas se observan en el niño, y en el caso de traer un diagnóstico del ORL si se conoce el origen de la pérdida; si ha padecido otitis y algún tratamiento auditivo médico-quirúrgico; si hay alguna patología asociada y qué información en relación a su audición tienen otros profesionales (ORL, pediatra, logopeda, maestros…).

2º
Pruebas audiológicas: Otoscopia o video otoscopia (visualización del CAE y membrana timpánica): se realizará de forma rápida para pasar a las pruebas en las que requerimos de la colaboración del niño. Cualquier anomalía se describirá en el informe para que sea valorada por el especialista.
Timpanometría y reflejo estapedial (estado del oído medio): si la audiometría que vamos a efectuar es de observación del comportamiento, podemos después de la otoscopia realizar la timpanometría. Pero en el caso de realizar audiometría por refuerzo visual o juego, recomendamos hacerla después de las pruebas para aprovechar al máximo el tiempo de colaboración del niño.
Audiometría: en función de la edad y nivel de desarrollo del niño realizaremos la audiometría por observación del comportamiento (0-7 meses), con refuerzo visual (8 meses-2´5 años) o condicionada con juego (2´5-5 años). Podemos encontrar niños con 5 años realizando audiometrías convencionales como adultos. Y niños con otras patologías asociadas haciendo audiometrías que no corresponden a su edad cronológica. Para poder obtener una información fiable, es importante que los profesionales que guíen la audiometría conozcan los hitos normalizados del desarrollo. Nos interesa tener resultados de la audiometría por vía aérea de cada oído por separado, audiometría por vía ósea (enmascarada si es necesario), logoaudiometría o en su defecto pruebas de detección y recepción verbal. En función de la edad del niño, de sus capacidades y colaboración, vamos a poder tener o no toda la batería de pruebas. Si estas pruebas subjetivas pueden ser comparadas con otras objetivas y con la apreciación de las personas de su entorno, obtendremos una visión clara del estado de su audición.

3º
Redacción del informe y explicación de resultados: la familia recibirá tanto los resultados como un informe detallado de las pruebas realizadas, la impresión diagnóstica y las recomendaciones. En este último apartado indicaríamos el uso de audífonos si lo consideramos necesario, pero es el especialista ORL quien realiza la prescripción de los audífonos como tratamiento a su pérdida auditiva.

4º
Información a la familia del tipo de prótesis y del proceso de adaptación: se da información de las características que han de cumplir las prótesis y la familia decidirá entre varias opciones que recomiende el audiólogo. Por ejemplo, audífono retroauricular BTE con molde blando a medida, con entrada auxiliar y con bobina inductiva. Además con cierre y codos pediátricos si el niño es menor de tres años de edad. Se les informará de las visitas al centro para ir ajustando la programación de las prótesis. Es importante dar tiempo a los familiares para que analicen la información con tranquilidad. Así mismo, se les informará de cómo obtener el certificado de discapacidad y de las ayudas económicas del Estado para obtener las prótesis y otras ayudas técnicas.

5º
Toma de impresión para la elaboración de los moldes y RECD: una vez esté la familia decidida a seguir con el proceso, les citamos para tomar las impresiones que darán lugar a los moldes y mediremos también la diferencia del oído del niño con respecto al acoplador 2cc. Tomar esta medida antes, nos ahorrará tiempo el día de la primera programación que dedicaremos a seguir con explicaciones a los padres.

6º
Pre-programación de las prótesis: con los datos de la pérdida auditiva, la medida en oído real, las características del audífono y molde, y el software actualizado del fabricante, podemos realizar una pre-programación antes de citar a la familia en el centro, comprobando la ganancia y la salida máxima en el analizador de audífonos.

7º
Primera programación: se colocan las prótesis en los oídos del niño y se observan sus respuestas. Se explican a los padres o al niño (según la edad) más detalles de su funcionamiento, cuidado y mantenimiento.

8º
Seguimiento: durante los dos meses siguientes a la primera programación, las visitas serán frecuentes para comprobar cómo va el proceso de adaptación y hacer los cambios pertinentes. En cabina se realizarán las pruebas audiológicas con cada prótesis por separado y a la vez para validar la adaptación. Una vez consolidada la programación, es importante citarles al menos una vez cada 6 meses para revisar los audífonos y al año para revisar la audición. Si no se conoce la etiología de la pérdida auditiva, y se sospecha que pueda fluctuar, será conveniente revisar la audición de forma trimestral.