Hipoacusias de transmisión en la primera infancia

01/07/2017 | Comparte:

Consecuencias de las Hipoacusias de transmisión en la primera infancia

Sus repercusiones en la adquisición y desarrollo de las habilidades auditivas

Las hipoacusias de transmisión se producen cuando se afecta o se daña el oído externo y/o medio en alguna de sus partes. Cuando éstas se producen en bebés o niños deben considerarse tanto los aspectos médicos como educativos para su tratamiento. El tratamiento médico generalmente corrige la hipoacusia, pero no siempre es posible que el efecto se produzca en un plazo breve.
Por Lidia Rosselló Martinelli, audióloga y directora de RV ALFA.

Los sistemas sensoriales presentan una elevada plasticidad durante el desarrollo, lo que resulta beneficioso ya que posibilita la adquisición de habilidades complejas como el lenguaje o la música. Sin embargo, esta plasticidad hace que el sistema nervioso sea especialmente vulnerable en este período.

Melissa L. Caras y Dan H. Sanes, del Center for Neural Science, en New York University, realizaron investigaciones, publicadas en 2015, sobre los déficits perceptuales prolongados como consecuencia de la privación sensorial (auditiva) transitoria. Identificaron una ventana muy definida en el desarrollo durante la cual una hipoacusia moderada afecta la maduración de las habilidades perceptuales auditivas que constituyen la base de la comunicación. Los resultados de sus trabajos en animales les permitieron inferir que los retrasos del habla y lenguaje asociados con hipoacusia transitoria o permanente en la infancia pueden atribuirse a deficiencias en los mecanismos de procesamiento auditivo.

La plasticidad cerebral consiste en períodos críticos u óptimos para la adquisición y desarrollo de determinadas funciones. Como explica Northern (2014), si el organismo es expuesto a determinadas experiencias durante el período crítico, éstas producen su máximo efecto sobre el desarrollo o aprendizaje. Si por el contrario, se expone a estas experiencias fuera del período crítico el efecto que producen sobre el individuo será reducido o nulo. Pasado el período crítico, el cerebro no presenta la misma habilidad para establecer conexiones neuronales con rapidez y facilidad.
Existen períodos críticos para cada comportamiento, y consisten en el momento específico de la vida de un organismo en el cual existe una sensibilidad aumentada para recibir determinadas experiencias. Uno de los períodos críticos más importantes es el de la adquisición del lenguaje.

Los bebés adquieren precozmente las complejas vocalizaciones durante períodos críticos como consecuencia de oír a los adultos a los que imitan y también a sí mismos.
La urgencia de la intervención temprana adecuada se debe a la evidencia que existe sobre los resultados de las estrategias de intervención en niños hipoacúsicos. Cuando la intervención se inicia una vez pasado el período crítico se requiere mayor esfuerzo para lograr un resultado más limitado en el desarrollo del lenguaje y las habilidades auditivas.

La estimulación auditiva precoz permite una organización cerebral adecuada. Cuando existe una hipoacusia, aunque sea de carácter transitorio, se produce una reorganización cerebral anómala.
Las habilidades auditivas explican cómo se procesa el lenguaje auditivamente. Estas habilidades se superponen, se interrelacionan y sólo se explican individualmente para estudiarlas y comprenderlas mejor. Ocurren simultáneamente y no de un modo necesariamente jerárquico. Van mucho más allá de la posibilidad de oír o no un determinado sonido.

El aprendizaje auditivo/lingüístico consiste en que el niño que se expone al sonido durante el período crítico, toma conciencia del mismo y conecta el sonido con el significado para empezar de manera progresiva a comprender el lenguaje cada vez más complejo, en situaciones de silencio y luego en condiciones auditivas más difíciles, en presencia de ruido de fondo, o de una señal degradada también por la distancia.
Tomemos como ejemplo la capacidad para comprender diferentes puntos de vista y emociones frente a un mismo hecho o la situación que se desarrolla cuando un niño es capaz de escuchar discusiones o conversaciones entre otros niños que se producen a cierta distancia y que no se dirigen a él intencionadamente. A través de las discusiones es capaz de captar posturas diversas ante una situación. La intensidad de estos estímulos suele ser suave debido a la distancia. Una hipoacusia de transmisión leve o moderada impide que esta información alcance el sistema auditivo del niño con intensidad suficiente como para que pueda captar esos matices contenidos en los estímulos que lo rodean.

Vertiente médica y audiológica

En presencia de una hipoacusia de transmisión el tratamiento debe incluir un enfoque médico y un enfoque audiológico-educativo. Ambos son complementarios y no pueden sustituirse. La patología que provoca una hipoacusia de transmisión suele remitir mediante tratamiento médico o quirúrgico recuperando la audición hasta valores normales. Pero también se debe prestar atención al impacto de esta hipoacusia, generalmente transitoria, en la adquisición del lenguaje y de las habilidades auditivas. Es función de los audiólogos y logopedas valorar e implementar el tratamiento necesario para potenciar el desarrollo de estas habilidades mientras persiste la hipoacusia o favorecer la normalización de estas funciones una vez restituida la audición.

Las infecciones de oído son la causa más común de hipoacusias conductivas en niños y los problemas de audición derivados de las mismas. El promedio de pérdida auditiva como consecuencia de una infección es de 25 dB, pero puede alcanzar hasta 50 dB (Northern & Downs, 2014).
Si bien la mayoría de las hipoacusias conductivas en niños son susceptibles de tratamiento médico o quirúrgico y responden bien al tratamiento, existen también alteraciones congénitas que pueden obedecer a malformaciones y generalmente no pueden ser tratadas hasta que el crecimiento de los huesos del cráneo lo permitan.

La incidencia de problemas de aprendizaje es mucho más elevada en niños con antecedentes de otitis recurrentes durante los primeros meses/años de vida. La existencia de hipoacusia, aunque sea transitoria, durante el primer año de vida puede causar alteraciones en la habilidad de figura-fondo auditivo, problemas de atención prolongada y del desarrollo del lenguaje y aprendizaje (Rance, 2014). Por otro lado, Nozza (2006) señaló la dificultad de estos niños para discriminar fonemas aislados, debido a que aún una leve hipoacusia hace necesaria una relación señal ruido más favorable que la que existe en los entornos de comunicación habituales. No sólo es necesario intervenir precozmente desde ambas vertientes, médica y audiológica, sino que esta intervención debe continuar incluso cuando la audición ha vuelto a niveles normales.

Una situación que requiere especial atención es la presencia de una hipoacusia de transmisión como consecuencia de una otitis, por ejemplo, pero que afecta a un niño con una hipoacusia neurosensorial. En este caso, la hipoacusia neurosensorial estará corregida mediante amplificación, alcanzando unos objetivos de audibilidad idóneos de acuerdo al grado y características de la pérdida auditiva. El logro de estos objetivos permite la llegada del espectro completo del habla al cerebro. El componente de transmisión aumenta la hipoacusia aunque sea de manera transitoria, modificando los requerimientos de amplificación necesarios para que la misma información auditiva llegue al cerebro del niño. Los audífonos deben ajustarse verificando y validando los resultados y bajo un estricto seguimiento de la evolución de la hipoacusia.

Otro grupo de población especial es el de los niños con hipoacusia unilateral o hipoacusia bilateral leve o moderada, no usuarios de amplificación. Si bien esta situación de hipoacusia en si misma ya requiere consideración por las limitaciones que supone para la recepción de la señal, por ejemplo en presencia de ruido de fondo o habla a distancia, cuando además se añade un componente de transmisión, el aumento de la dificultad se multiplica afectando de manera significativa a los procesos de aprendizaje y desarrollo de habilidades auditivas y lingüísticas.

Ejemplo de un caso

Helena tiene 4 años y padece otitis de repetición desde los 5 meses de edad. Asiste a un colegio bilingüe. Desde el punto de vista médico, el ORL indicó la colocación de drenajes transtimpánicos, pero la niña presenta los conductos auditivos externos muy estrechos y no ha sido posible su colocación. Unos meses más tarde la madre consulta a otro ORL y se repite la situación. El tamaño de sus conductos impide que puedan colocarse los drenajes con garantías suficientes. Continúa con tratamiento para la otitis y se fijan nuevas fechas de control con el ORL.

La madre consulta al audiólogo, en busca de otra opinión. Le preocupa la presencia constante de la infección en los oídos, no así la hipoacusia de transmisión que presenta, debido a su carácter transitorio. Confía en que una vez superada la otitis, el umbral de audición se normalizará y desaparecerán las dificultades auditivas actuales. Refiere que la niña presenta dificultad para comprender el habla en ambientes ruidosos, que necesita que se le repita la información presentada verbalmente, que es inquieta…
Se realiza el estudio audiológico confirmando la existencia de una hipoacusia de transmisión bilateral moderada, con timpanogramas planos bilateralmente.

En general se ven comprometidas sus habilidades para procesar la información auditiva como consecuencia de la hipoacusia persistente y continuada desde la primera infancia. Estas dificultades se reflejan en su habla, lenguaje y conducta.
El aprendizaje incidental se ve afectado por la dificultad para escuchar a distancia (habla en voz baja) y en presencia de ruido de fondo. Además, la educación bilingüe aumenta las exigencias auditivas.

Ante la imposibilidad actual de mejorar los niveles de audición mediante la colocación de drenajes, se opta por iniciar un programa de estimulación auditiva que favorezca el desarrollo de las habilidades auditivas. El objetivo principal es facilitar el acceso a la información acústica del habla para desarrollar el lenguaje oral aprovechando el período crítico, con máxima plasticidad cerebral para el desarrollo de estas habilidades, ya que más allá de ese período no se desarrollarán con la misma eficacia.
Por tanto, en caso de persistir las otitis y la imposibilidad de colocar drenajes, se sugiere la colocación de audífonos de modo transitorio para permitir el acceso de los estímulos auditivos al cerebro dentro del período crítico.

En las pruebas verbales se alcanza una discriminación del 100% apenas se supera el umbral de recepción verbal. El hallazgo audiológico más significativo fue el compromiso de la inteligibilidad en presencia de ruido de fondo. Las pruebas verbales con ruido reflejan un descenso brusco de inteligibilidad en cuanto la relación señal ruido comienza a ser desfavorable:
RS/R = -10 discriminación del 15% en ambos oídos (RS/R = 0 discriminación del 85% en ambos oídos). En valores normales esta diferencia no debería ser mayor del 20%, siendo en este caso del 70%.

El estudio se completa con la valoración de habilidades auditivas y del lenguaje utilizando la prueba de Ling, el GASP, el ITPA, el registro fonológico inducido, etc. La respiración es predominantemente bucal.
Los resultados demuestran la dificultad o imposibilidad para detectar determinados fonemas a partir de una corta distancia, confusión de fonemas, necesidad de apoyo visual para discriminar, modificación del punto y modo de articulación de algunos fonemas. El ITPA revela niveles inferiores a los esperados para su edad en todos los ítems auditivos.

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En muchos países, los requisitos del equipo para pruebas auditivas o de equilibrio se describen en las normas IEC /ISO o ANSI, incluidas las series IEC 60645, ISO 389 y ANSI S3. Algunos de ellos han modificado ligeramente estas pautas. La norma que siguen los técnicos en NATUS MEDICAL SPAIN es la ISO 389-1:1998 que ha sido recientemente reemplazada por la ISO 389-1:2017. Como se mencionó anteriormente, la calibración adecuada del equipo determina la calidad de los resultados en sus pruebas. Igualmente, los equipos/patrones utilizados para realizar la calibración deben estar graduados correctamente de acuerdo con los estándares establecidos. Así mismo, el proveedor del servicio debería disponer de una copia de los certificados de cada uno de sus patrones calibrados en caso de ser requeridos. Para la calibración de los equipos de evaluación auditiva y equilibrio se utilizan varios patrones/equipos verificados/calibrados. 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Los más destacados son: a) Estigma laboral: con mucha frecuencia nuestros pacientes tienen que hacer frente a la discriminación en su puesto de trabajo, básicamente debido a prejuicios y a percepciones erróneas sobre su capacidad para desempeñar tareas laborales varias. Dichos prejuicios y percepciones pueden tener manifestaciones de diferente índole, que van desde la negación de oportunidades de empleo hasta la falta de promoción laboral dentro de una misma empresa o a la exclusión de actividades laborales debido a la carencia de adaptaciones adecuadas. 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Britanny y Donald recopilaron esa información en su estudio preguntando directamente a los implicados sobre sus experiencias reales. Los investigadores diseñaron entrevistas cualitativas que permitieran a los entrevistados relatar sus experiencias, entre las que se registraron las del investigador principal, también hipoacúsico. Esta particularidad favoreció, según los investigadores, una interacción que eliminaba la barrera jerárquica entre entrevistador y entrevistado, y que ayudaba a asegurar que la percepción del estigma se entendía y se describía siempre desde el punto de vista del que la padece. En el estudio se entrevistó a 30 personas, 18 hombres y 12 mujeres, todos ellos con pérdida auditiva al menos moderada, y cuyas edades oscilaban entre los 18 y los 79 años. 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La atención a la diversidad y la concienciación sobre la discapacidad deben inculcarse desde el inicio, lo que apunta al sistema educativo como garante de la concienciación colectiva. Hasta aquí las estrategias de confrontación del estigma de la pérdida auditiva desde un punto de vista personal. Preguntando a los implicados sobre otras estrategias que podrían abordarse desde una perspectiva más global, se mencionan las siguientes: a) Educación y concienciación pública: la atención a la diversidad y la concienciación sobre la discapacidad deben inculcarse desde el inicio, lo que apunta al sistema educativo como uno de los primeros agentes responsables de la concienciación colectiva. Asimismo, las personas con pérdida auditiva que desempeñan profesiones con cierta visibilidad y responsabilidad pública o institucional, así como las organizaciones dedicadas a la salud auditiva en sus diferentes acepciones, pueden desempeñar un papel fundamental al compartir sus experiencias y ofrecer información precisa que permita combatir estereotipos y prejuicios. b) Promoción de la inclusión y los derechos de las personas con discapacidad auditiva: desde una perspectiva más estrictamente institucional, resulta de vital importancia promover políticas y medidas legislativas que preserven los derechos de las personas con hipoacusia. La responsabilidad institucional radica también en impulsar políticas de creación de entornos más accesibles y libres de discriminación, promoviendo los recursos necesarios en entornos sociales y laborales (señalética en instituciones públicas y centros educativos, inversiones en mejor aislamiento acústico de oficinas y aulas, instalación de sistemas de ayuda auditiva, etc.). El presente estudio pone de manifiesto que, sin lugar a dudas, las personas con pérdida auditiva sufren un estigma que se fundamenta en una «devaluación» que experimentan muchas personas con discapacidad. Y la cuestión es que el estigma afecta a la comunicación y a la interacción entre la persona con hipoacusia y aquella que no la tiene. 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La responsabilidad institucional radica también en impulsar políticas de creación de entornos más accesibles, promoviendo los recursos necesarios en entornos sociales y laborales. Aparentemente, la sociedad empieza lentamente a tomar conciencia de esta problemática. El 3 de Marzo se celebra internacionalmente el Día Mundial de la Audición y estos han sido sus objetivos de comunicación principales este año: 1. Llamar la atención sobre las mentalidades y las ideas erróneas frecuentes en el tejido comunitario y entre los proveedores de atención de salud con respecto a los problemas de oído y de audición. 2. Ofrecer información exacta y basada en la evidencia para transformar la manera como el gran público percibe los problemas de oído y de audición. 3. Exhortar a los países y a la sociedad civil a combatir las ideas erróneas y las posturas estigmatizantes respecto de la hipoacusia como paso crucial para lograr un acceso equitativo al cuidado del oído y la audición. En conclusión, está claro que las estrategias individuales servirán a cada persona con discapacidad para poder afrontar sus desafíos de cada día con mayor o menor efectividad. Pero, sin duda, son las estrategias globales las que contribuirán con determinación a la aceptación social, a la inclusión y, en resumidas cuentas, a avanzar con paso firme en el camino hacia la igualdad de oportunidades. Las estrategias globales son las que contribuirán a la aceptación social, a la inclusión y a avanzar en el camino hacia la igualdad de oportunidades. Fuente: Brittany N. Lash& Donald W. Helme (2020) Managing Hearing Loss Stigma: Experiences of and Responses to Stigmatizing Attitudes & Behaviors. Southern Communication Journal, 85:5, 302-215, DOI: 10.1080/1041794x.2020.1820562 CV Autor Myriam GonzálezAudióloga / Audioprotesista Licenciada en Pedagogía y Máster de Logopedia. Técnico Superior en Audiología Protésica. Especializada en Audiología Infantil y Evaluación de los trastornos del PAC en RV Alfa Centros Auditivos. Docente en el Máster de Audiología de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

2014 -2024 Fiesta de aniversario

Celebramos diez años de compromiso e ilusión. Y por fin llegó el tan deseado día de la celebración de nuestro décimo aniversario. Amaneció despejado, luminoso, un precioso día de febrero. Las primeras horas fueron una mezcla de nervios e ilusión para que todo saliera a la perfección, tal y como nuestros notables invitados merecían. A las 13:30, con puntualidad británica, comenzaron a llegar los primeros asistentes al lugar elegido para la ocasión: el Rincón Secreto de Salvador Bachiller, un encantador espacio clandestino que ni te imaginas cuando accedes a una de las tiendas más emblemáticas de la firma situada en pleno barrio de Salamanca. La decoración y el ambiente nos trasladaron mágicamente a un salón de té inglés en el que se respiraba una atmósfera distendida y de celebración. El evento logró reunir, una vez más, a todos los representantes del sector de la Audiología que, de nuevo, nos mostraron su cariño, su apoyo incondicional y su reconocimiento como publicación líder del mercado. Eduardo Morán, Decano del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas y subdirector de Gaceta Audio, dedicó unas entrañables palabras a todos los presentes, en agradecimiento por la acogida y fidelidad demostradas en estos diez años. Desde su lanzamiento, la revista se ha destacado como una fuente de conocimiento, investigación y divulgación en el campo de la Audiología, bajo un compromiso firme de excelencia e innovación. Con una década de constante trabajo y superación a sus espaldas, el equipo editorial y los colaboradores de la revista afrontan el futuro con renovada determinación y entusiasmo, comprometidos para seguir siendo líderes muchos años más. Y así quisieron subscribirlo: al son de la Traviata, como ya es tradición, elevaron las copas para brindar por todo lo compartido hasta hoy y por aquello que está por venir. Después de degustar una deliciosa tarta conmemorativa del 10º aniversario, los asistentes pudieron participar en un taller práctico de cócteles y experimentar preparando los mejores combinados, al más puro estilo «Tom Cruise» en la famosa película de los 90’. Finalmente, cóctel en mano, pudimos disfrutar de la música y de la compañía, apurando un extraordinario día para el recuerdo. ¡Gracias a todos por compartirlo con nosotros! Nos acompañaron los responsables de las principales compañías de la Audiología en España: Bernafon, CGCOO, Diatec, GN Hearing Care, Lyceum, Natus Medical, Oticon, RV Alfa, WS Audiology y colaboradores. Cóctel en mano, pudimos disfrutar de la música y de la compañía, apurando un extraordinario día para el recuerdo.

La discapacidad auditiva a examen en los centros de mayores

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que un tercio de las personas mayores de 65 años en todo el mundo experimenta algún grado de pérdida de audición. Este porcentaje aumenta con la edad, y se confirma que uno de cada dos mayores de 85 años presenta este déficit sensorial. En el contexto global de las dolencias que padecen las personas de edad avanzada, la pérdida auditiva emerge como una de las afecciones crónicas más prevalentes en la población geriátrica, superada únicamente por la artritis, las enfermedades cardíacas y la hipertensión. Es por ello que la OMS incide en la necesidad de abordar este problema de salud pública asociado al envejecimiento de la población. La característica principal de quienes ingresan en centros de la tercera edad es la alteración funcional asociada a la disminución de la fuerza y el equilibrio, a los cambios cognitivos y al deterioro en las AIVD (actividades instrumentales de la vida diaria). En estas condiciones, la viabilidad de una vida autónoma resulta impracticable y los cuidados especializados requeridos no pueden ser proporcionados en el entorno domiciliario. Se estima que entre el 70 y el 90% de los mayores residentes en los centros de la tercera edad tienen algún grado de discapacidad auditiva. Asimismo, como se comentaba al inicio, la creciente longevidad y el perfil de mayor edad de los residentes en estos centros evidencia una incidencia cada vez más alta de pérdida auditiva. Se estima que entre el 70 y el 90% de los mayores residentes en los centros de la tercera edad tienen algún grado de discapacidad auditiva. Las investigaciones[1] sobre este grupo de población revelan la existencia de comorbilidad con deterioro cognitivo. Según un estudio sobre el deterioro cognitivo y la demencia en residencias españolas, la prevalencia global de esta última es del 61,7 %, y del 14,3% en el caso del deterioro cognitivo leve. Es esencial vincular esta información con las consecuencias asociadas a la hipoacusia no tratada, tanto en el ámbito físico como en el psicosocial, manifestándose a través de: — Aislamiento social, pues la dificultad para escuchar conlleva una disminución de la participación en conversaciones y actividades sociales, lo que genera incomunicación y soledad. — Depresión y ansiedad. El aislamiento social y la dificultad para comunicarse pueden aumentar el riesgo de sufrir ambos trastornos. — Disminución de la calidad de vida, limitando las actividades diarias y reduciendo la independencia. — Alteraciones en el equilibrio y mayor incidencia de caídas[2]. La pérdida auditiva puede afectar al equilibrio y multiplica por tres el riesgo de lesiones asociadas con estos incidentes. — Problemas de comunicación. La hipoacusia dificulta las conversaciones, especialmente en entornos ruidosos. — Deterioro cognitivo. El riesgo de demencia se multiplica por cinco cuando la pérdida auditiva es severa; por tres, si la hipoacusia es moderada; y por dos, ante hipoacusias leves. — Fatiga auditiva. La tensión para escuchar que se produce en la hipoacusia no tratada en entornos difíciles como las residencias, incide negativamente en la comunicación y aumenta el aislamiento. Los problemas cognitivos presentes en esta población hacen que disminuya el esfuerzo para prestar atención a las conversaciones del entorno. A pesar de la prevalencia y las significativas consecuencias asociadas a la discapacidad auditiva dentro de este colectivo dicha discapacidad está subestimada en entornos residenciales. Esto se ve reflejado en tres aspectos fundamentales: la carencia de protocolos, la falta de preparación del personal destinado a atender eficazmente esta discapacidad, así como en la escasa atención prestada a las condiciones en las que se desarrolla el intercambio comunicativo en dichos entornos. Las investigaciones ponen de manifiesto la inclinación del personal de las residencias y de las familias a no reconocer la importancia de la pérdida auditiva en pacientes con demencia, atribuyendo las dificultades en la comunicación en exclusiva a esta última. Como resultado, en estos pacientes no se aplican con tanta asiduidad las soluciones auditivas que habitualmente se consideran en otras circunstancias. Por este motivo, se propone la implementación de planes de atención especializada en las residencias. No obstante, para que estos planes sean eficaces, es imperativo que en los protocolos de ingreso se identifique la discapacidad y se definan las medidas a adoptar para cada usuario. Este plan incluiría: — Identificar a los residentes con discapacidad auditiva. Si el personal de la residencia desconoce la existencia o el alcance de la pérdida auditiva de un residente, es poco probable que se implementen las prácticas necesarias para atender a esta discapacidad, tales como adoptar mejores conductas de comunicación, valorar la posibilidad de adaptación de audífonos o controlar las variables del entorno que puedan dificultar la escucha (ruido de fondo, etc.). Investigaciones sobre salud auditiva en las residencias detectaron que el 64% de los audífonos de los residentes no funcionaba correctamente y que el 86% de sus usuarios necesitaba ayuda para cuidarlos. — Solucionar las causas reversibles (tapón de cerumen, tapón epidérmico, otitis, etc.) y promover planes de revisión y limpieza de CAES en los residentes. Moore et al; encontraron que el 65% de los residentes de su estudio presentaban cerumen que ocluía más del 50% del CAE. Tras su eliminación, los participantes tuvieron una mejora significativa estadísticamente en su estado mental y sus umbrales auditivos. — En la atención a los residentes que utilizan audífonos, es esencial incorporar la gestión y cuidado de estos dispositivos dentro de la planificación de sus necesidades. Se recomienda documentar la autonomía del paciente en el mantenimiento y colocación de los audífonos. En casos de dependencia, se sugiere establecer una rutina diaria para que el personal se encargue de la colocación y mantenimiento. — Es necesaria la adaptación de audífonos o dispositivos de asistencia en aquellos usuarios con discapacidad auditiva no tratada, ya que los beneficios están probados, mejorando la comunicación con los especialistas que les atienden, sus cuidadores, otros residentes y familiares. En numerosos estudios se ha destacado el uso insuficiente de audífonos entre los pacientes de residencias. Aquellos que contaban con estos dispositivos, no los utilizaban de manera adecuada. Por otro lado, muchos residentes con pérdida auditiva que podrían beneficiarse de su uso, no disponían de ellos. La incapacidad de los usuarios para encargarse del mantenimiento y uso de los audífonos por su deterioro físico o cognitivo subyace tras estos datos. Investigaciones sobre el cuidado de la salud auditiva en las residencias de mayores[3]detectaron que el 64% de los dispositivos propiedad de los residentes no funcionaba correctamente y que el 86% de los residentes que poseían audífonos, necesitaba ayuda para cuidarlos. La clave para afrontar este desafío es la adecuada capacitación del personal y la asignación del tiempo necesario para la realización de estas tareas asumiéndolas como una responsabilidad más dentro de los cuidados que se proporcionan. Tras analizar los diversos estudios sobre esta situación, se llega a la conclusión de que hay falta de capacitación en estas labores. El 80% de los empleados de residencias expresan la necesidad de recibir más formación sobre audífonos, su manejo y cuidado[4]. Se propone [1] como imprescindible la instrucción del personal en los siguientes aspectos relacionados con las prótesis auditivas: — Estilos, partes y funciones de los audífonos e implantes. — Cómo colocar/quitar. — Baterías/Cargadores (almacenamiento, peligros de ingestión de baterías, tipos, colocación…). — Protocolos de mantenimiento. — Solución de problemas de los audífonos y dispositivos implantables. — Retroalimentación: explicación de causas y prevención. — Expectativas realistas sobre los audífonos. — Procedimientos para evitar la pérdida de los audífonos. En la atención a los residentes que utilizan audífonos es esencial incorporar la gestión y cuidado de estos dispositivos dentro de la planificación de sus necesidades. El último aspecto a considerar en relación con la discapacidad auditiva en las residencias se refiere a las condiciones en las que se desarrolla el intercambio comunicativo. En estos centros, la atención a menudo se produce en entornos ruidosos. Los residentes pasan muchas horas de la jornada en áreas comunes con tráfico de personas y ruido: televisión, carritos de equipos, comunicación entre cuidadores, conversaciones entre residentes, etc. En un estudio realizado por Wenstein (2018)[5], el nivel medio de ruido encontrado en las áreas comunes fue de 64 db y el pico de ruido a la hora de comer fue superior a 90 db. Estos índices de ruido suponen un desafío en la comunicación para cualquiera. Como se menciona unas líneas más arriba, la prevalencia de deterioro cognitivo en los mayores residentes en estos centros es alta. Mc Creedy et3 al. indican que esto se traduce en una menor capacidad para adaptarse al habla degradada por el ruido. Es por ello que esta población puede ser especialmente vulnerable al no entender el habla en ambientes ruidosos, lo que junto con otras condiciones que también pueden estar presentes (depresión, dolor crónico) disminuyen la motivación para esforzarse en atender. Es un objetivo para las residencias controlar el ruido en las instalaciones. Medidas como utilizar materiales absorbentes en las áreas comunes, disponer de lugares tranquilos más privados para actividades conversacionales y tener en cuenta la disposición del mobiliario pueden mejorar en parte este aspecto. Sin embargo, las investigaciones evidencian la relevancia del modo de comunicación de los cuidadores, quienes parecen desconocer el impacto del ruido de fondo. La capacitación del personal asistencial vuelve a ser indispensable en este punto, siendo necesaria la concienciación e instrucción en estrategias de comunicación con personas con discapacidad auditiva. Un resumen de estas serían[6]: — Llamar la atención del usuario antes de comenzar a hablarle, tocándole con suavidad el hombro o alzando la mano. — Conocer (todo el personal) el modo de comunicación preferido por el paciente (verbal, escrito, apoyado en lectura labial, lengua de signos…). — Posicionarse frente al paciente cuando se le hable, preferiblemente a la altura de los ojos antes de comenzar. — No girar la cabeza durante la conversación, ni empezar a andar mientras se sigue hablando. — Evitar la comunicación en entornos ruidosos, intentar retirarse antes de la comunicación a zonas menos expuestas al ruido. — Complementar el discurso con lenguaje gestual. — Estar atento a las expresiones faciales del residente que puedan hacer sospechar que no está entendiendo. — Buscar la iluminación de la cara. Intentar que la luz directa o la de lámparas ilumine la cara de la persona que va a hablar con el residente para facilitar el apoyo de la lectura labial. — Hablar ligeramente más alto de lo normal y más despacio, realizando paradas entre frases largas. — Dar pistas si se cambia de tema de conversación, con frases como «ahora te voy a hablar de…». Un cambio de tema sin aviso previo puede confundir al residente. — Utilizar un lenguaje sencillo. Tsuruoka et al. estudiaron la calidad de vida de los mayores con discapacidad auditiva en las residencias. Este estudio concluía que la calidad de vida de los residentes aumentaba con el uso de audífonos. El sentimiento de felicidad era alto cuando se habían adaptado a su instalación y habían logrado tener buena relación con el personal y otros residentes. Es indudable la importancia de la comunicación para este logro. Es necesaria la adaptación de audífonos a aquellos residentes con discapacidad auditiva no tratada, ya que sus beneficios están demostrados. Los profesionales con una trayectoria prolongada habrán experimentado situaciones en las que, tras proporcionar atención durante años a alguno de sus pacientes, estos hayan ingresado en residencias. Es común que posterior a este cambio, la familia lleve los audífonos a revisión. Es igualmente común comprobar el deterioro del audífono por deficiente mantenimiento y la reducción del número de horas en los datos de uso. Poniendo en valor el servicio que los audioprotesistas proporcionamos en el ámbito de la salud auditiva y analizando las dificultades que se dan en las residencias, todos los estudios revisados en este artículo concluyen que la figura del audioprotesista debería estar presente en el equipo multidisciplinar que atiende a los usuarios de residencia, con funciones de formación del personal y asesoría. Habida cuenta del impacto de la pérdida auditiva en la salud y el bienestar de los adultos mayores y la alta incidencia de discapacidad auditiva entre los residentes, es importante proporcionar la mejora en la atención audiológica a esta población vulnerable para maximizar su calidad de vida. Una residencia con personal colaborador y formado en la atención a la discapacidad auditiva marcaría la diferencia. Puede ser este un propósito del audioprotesista: ofrecer este tipo de servicios a las residencias de su entorno. Bibliografía [1] «Prevalencia de deterioro cognitivo y demencia en residencias españolas». López et al. [2] Lin et al. 2012 [3] Hearing: Loss Why does it matter for Nursing Homes? McCreedy el al; 2018. [4] Geriatric Audiology. Wenstein, 2013. [5]  «Hearing Loss in Nursery Homes» Weinstein. 2018. [6] «Nursing Management of hearing Impariment […]» Adams-Wendling et al; 2008. Sonia Bajo CV Autor Técnico Superior en Audiología Protésica.Diplomada en Logopedia.Habilitación Tinnitus & Hyperacusis Therapy MC.Experta en Acúfenos e Hiperacusia, tratamiento TRT, en RV Alfa Centros Auditivos.Docente en el Máster de Audiología Universidad Europea Miguel de Cervantes.