Entender el habla en ruido exige un esfuerzo mental, esfuerzo que se va a ver incrementado cuando se padece pérdida auditiva, y va aumentando al agravarse la hipoacusia y/o al elevarse el nivel de ruido.
No es fácil tener una medida objetiva del esfuerzo cognitivo, ya que no es una prueba que forme parte del protocolo de estudios audiológicos, ni la podemos hacer en nuestros centros con los equipos de los que disponemos, pero estudios realizados por investigadores como Kahneman en 1973 o Kramer en 1997, relacionaron las variaciones del diámetro de la pupila con la cuantificación del esfuerzo en tareas complejas como entender el habla en ambiente ruidoso.
La base de esta prueba es la acción del sistema nervioso simpático sobre la dilatación de la pupila. Este sistema se activa en situaciones de estrés, de emergencia o de ejercicio físico, ya que nos prepara para la acción, y también aumenta los latidos del corazón y dilata las pupilas. Se ha demostrado que la pupilometría es un indicador sensible y válido para evaluar la carga cognitiva.
Al utilizar la pupilometría en nuestros estudios, lo que queremos medir es la variación del tamaño de la pupila cuando tenemos que entender una frase en ruido y lo hacemos comparando los resultados con dos audífonos o con estrategias diferentes de procesamiento de la señal.
La base de esta prueba es la acción del sistema nervioso simpático sobre la dilatación de la pupila. Este sistema se activa en situaciones de estrés, de emergencia o de ejercicio físico, ya que nos prepara para la acción, y también aumenta los latidos del corazón y dilata las pupilas.
Se ha demostrado que la pupilometría es un indicador sensible y válido para evaluar la carga cognitiva.
Al utilizar la pupilometría en nuestros estudios, lo que queremos medir es la variación del tamaño de la pupila cuando tenemos que entender una frase en ruido y lo hacemos comparando los resultados con dos audífonos o con estrategias diferentes de procesamiento de la señal.
La prueba se realiza en una cabina sonoamortiguada para controlar el ruido de fondo que estará proporcionado por cuatro altavoces que presentan la señal de cuatro conversaciones simultáneas. Se utiliza el habla como ruido de fondo y medimos la dilatación de la pupila cuando solo hay ruido de fondo, lo que indica la línea de base.
El resultado de este estudio con los audífonos Oticon More ha mostrado una reducción del esfuerzo de escucha de un 30% al comparar el esfuerzo necesario con el mismo audífono sin MoreSound Intelligence y con MoreSound Intelligence.