Las modificaciones acústicas buscan dar respuesta a las exigencias por parte de los usuarios de conseguir un sonido lo más natural posible en sus audífonos. Entre las opciones que dependen del molde destacamos el venting o ventilación, que es una abertura en el cuerpo de la carcasa para comunicar la cavidad residual del canal con el exterior. Con ella se reducen los sonidos amplificados de baja frecuencia. Podemos encontrar muchos tipos de venting en los moldes, aunque los más usados son: venting paralelo, venting de rama lateral y venting de escalón.
Es habitual que los pacientes se quejen con frecuencia del volumen y la claridad con la que perciben el sonido a través de sus audífonos. Aunque se les haya asesorado ampliamente sobre las expectativas razonables, siempre habrá quien espere que los audífonos obren un milagro. En general y dentro de los límites de cada caso, partimos de la premisa de que una menor amplificación de baja frecuencia se aprecia como «menos ruidosa» -con un descenso en los «picos» que se perciben como menos altos- y la amplificación de alta frecuencia adicional se entiende como «fidelidad del sonido».
Cuando el audiólogo realice la selección de opciones acústicas, generalmente, se buscará el sonido más natural y confortable para el paciente. Casi todos los audífonos digitales de última generación tienen la posibilidad de seleccionar la forma más correcta y precisa en los moldes. El resultado será igual o incluso mejor que el que se obtiene con los dispositivos más convencionales, proporcionando un sonido más suave y cómodo para el usuario. Es recomendable guiarse por la «Tabla de Efectos y Modificaciones Clásicas» (publicada por Microsonic®) porque nos ayudará a optimizar todas las posibilidades y a obtener muy buenos resultados a nivel acústico. Es importante tener en cuenta que algunas opciones como la longitud del tubo, de la ventilación o del CAE, pueden no estar anatómicamente disponibles para ser modificadas y el audiólogo debe conocerlo y saber cómo aplicarlas de la forma más efectiva posible.
El paciente, normalmente, espera que su nuevo audífono sea lo más parecido al anterior aunque mejorado, y si el audiólogo utiliza bien todas sus herramientas, el usuario notará claramente una gran diferencia. Así pues, nuestras habilidades como profesionales de la audición son fundamentales para asegurar que las expectativas del paciente sean lo más realistas posibles.
Los avances actuales en moldes comenzaron con la ventilación. La mayoría de las ventilaciones permiten que la energía de diferentes frecuencias se libere a través de ellas. La función general de la ventilación es lograr los siguientes resultados:
• Reducción de la sensación de «taponamiento» causada por el uso de un molde.
• Reducción de la resonancia producida por el audífono y el molde.
• Mejora de la claridad del habla.
Se recomienda (dependiendo de si la pérdida auditiva lo permite o no) que la mayoría de los moldes tengan al menos una pequeña ventilación para aliviar el efecto de presión (ventilación paralela de 0,8 mm∅) y así permitir la adaptación y comodidad del paciente. Una ventilación de este diámetro no tendrá prácticamente ningún efecto en la respuesta frecuencial en un sistema de amplificación total.
Los laboratorios pueden proporcionar, si el audiólogo lo requiere, ventilaciones en los moldes de diferentes configuraciones; paralelas, diagonales, externas, Iros, Libby Horn, filtros, etc. La estadística nos indica que la ventilación paralela es la preferida acústicamente. Sin embargo, algunos estudios demuestran que los diferentes tipos de ventilaciones de modificación acústica no son usados por desconocimiento.
Autora
ANABEL JIMÉNEZ
AUDIOPROTESISTA
Especialista en Protección Auditiva y Otoplásticas Pediátricas.
Directora de NovaPro Audiología.
Web: www.nova-pro.es