El Articulo

Creación de un sistema de teleaudiología

Desarrollo de un sistema integral de diagnóstico, intervención y tratamiento con prótesis auditivas. El proyecto de innovación del Ministerio de Educación y Formación Profesional pretende analizar la mayoría de los procesos en audiología protésica y qué aplicaciones reales se pueden realizar en la práctica cotidiana de manera telepráctica. El objetivo principal de este proyecto es la investigación de los procesos y sus técnicas para realizar cualquier proceso en teleaudiología desde una visión global, tanto con las aplicaciones y apps específicas disponibles en el mercado, como de otros procesos más especializados donde el fin siempre es que un paciente sea atendido por un profesional de la audiología protésica según la legislación vigente en cada país, en este caso en España. Justificación Se entiende por telemedicina la prestación de servicios de medicina a distancia. En áreas rurales o remotas donde no llegan muchos de los servicios médicos especializados requeridos por la comunidad, la telemedicina puede ser una alternativa viable y segura para facilitar el acceso a dichos servicios. En España, hay 14 provincias con un riesgo real de extinción demográfica y a estas zonas rurales no suelen llegar muchos servicios sanitarios de manera habitual. Existen dos problemáticas fundamentales que van en aumento y requieren medidas, por ello nos hemos decidido a llevar este proyecto a cabo: 1. En España existe un problema demográfico en las zonas rurales ya que, en estos momentos, hay 14 provincias con un riesgo real de extinción demográfica, es decir, con más del 80% de sus municipios con menos de 1.000 habitantes. A estas zonas rurales no suelen llegar muchos servicios sanitarios de manera habitual, por ejemplo servicios de audiología protésica, de tal manera que el ciudadano que necesita un diagnóstico y el uso de prótesis auditivas se tiene que desplazar donde existan estos servicios, con el coste económico, de transporte, de contaminación y de tiempo que todo ello conlleva. Además, se añade el problema de la curva demográfica en la que España cada vez tendrá más población de 65 años y mucha de ella en zonas rurales alejadas. 2. Además, según la Organización Mundial de la Salud, en el mundo hay 466 millones de personas con pérdida de audición discapacitante, lo que equivale a un 5% de la población mundial.  Los servicios de audiología casi nunca son viables en estas zonas alejadas con poca población dada su poca rentabilidad, por lo que habitualmente se dejan sin asistencia. Esta casuística se repite en países subdesarrollados, por lo que la cantidad de personas sin asistencia audiológica en todo el mundo es un porcentaje muy grande y se cuenta por millones, donde la mayoría son niños y población mayor de 65 años como dicta el estudio de la OMS. Breve resumen del proyecto Este proyecto está realizando un «análisis integral de las posibilidades telemáticas en audiología protésica» desde el punto de vista productivo-social, educativo y ambiental. Para ello, se ha desarrollado un «diseño de un sistema integral de teleaudiología» para aunar las tecnologías existentes y valorar qué aplicaciones se pueden realizar actualmente de manera telemática. Se trata de ver qué posibilidades de comunicación remota en audiología protésica se pueden llevar a cabo en diferentes situaciones de conexión (sincrónica-asincrónica, 5G, 4G, Wifi, 3G, etc.), con diferentes periféricos (ordenador de sobremesa, ordenador portátil, tablet, teléfono, cámaras remotas motorizadas, equipos de diagnóstico y programación de prótesis auditiva).Todo para averiguar qué asistencia remota audiológica se puede dar en comunidades alejadas (zonas rurales despobladas, países subdesarrollados, etc.) con las redes más avanzadas y con redes más primarias. Según la Organización Mundial de la Salud, en el mundo hay 466 millones de personas con pérdida de audición discapacitante, un 5% de la población mundial. Estudiantes y profesores del I.E.S. Albasit y del C.P.I.F.P. AYNADAMAR y el resto de miembros del proyecto en Granada. Salón de actos del C.P.I.F.P. AYNADAMAR. Mayo 2022. Alejandro Coscollano, Alberto Reyes y Luis Miguel Piqueras en el stand del proyecto de teleaudiologia y de DIATEC en AEDA 2022. Granada. Exterior de las instalaciones del I.E.S. Albasit. El sistema integral se ha diseñado para realizar sesiones de: — Tele-diagnóstico: realizar otoscopias, audiometrías, timpanometrías, otoemisiones acústicas, potenciales evocados auditivos y todas las pruebas audiométricas necesarias a distancia. — Tele-monitorización-comunicación: comunicación con un paciente a distancia de manera eficiente, realizando un estudio con diferentes sistemas, calidades de audio-vídeo. — Tele-adaptación: realizar programación de audífonos, implantes cocleares, implantes de oído medio a distancia. — Tele-fabricación: realización de moldes auditivos a medida y audífonos intracanales a medida con procesos de producción 3D. — Tele-asesoramiento: realizar un asesoramiento en higiene auditiva y de uso y funcionamiento de audífonos, implantes cocleares, y detección de averías a distancia. — Tele-rehabilitación: realizar rehabilitaciones logopédicas a distancia en diferentes fases tanto en pacientes pre-locutivos como en pacientes post-locutivos. Un mundo de posibilidades La elaboración de este proyecto de ingeniería telemática aporta nuevos abanicos y ventajas para un audiólogo protésico y a otros profesionales de la medicina si se aplica un sistema telemático con las características que proponemos: —Les facilita el poder desarrollar las tareas propias del puesto de trabajo desde cualquier lugar a través de las conexiones ofrecidas por internet. — Al no existir la necesidad de desplazamiento, ese tiempo se puede aprovechar en tratar a otros pacientes, en formación, etc. — Existe una mayor flexibilidad horaria, la cual beneficia tanto al trabajador como al paciente a la hora de fijar las citas. — Incrementa la productividad, ya que se podrá atender a un mayor número de pacientes y a pacientes más alejados. — Enriquece la atención al paciente «al instante» y en diferentes ubicaciones. — Cambiar información entre profesionales, incluso compartir intervenciones a distancia con un clínico especializado a un lado y un clínico auxiliar-paciente al otro lado. Ventajas en la educación y en la formación continua Algunas ventajas de la educación telemática en audiología protésica que se pueden aplicar a otras ramas de la formación profesional y a otros niveles educativos son: — Permite tener acceso a una educación sin necesidad de desplazarse al centro docente. Este es un punto muy importante para todos aquellos alumnos de zonas rurales alejados de núcleos urbanos. Es decir, ofrece la posibilidad de alcanzar a cualquier colectivo al desaparecer las barreras espaciotemporales, promoviendo que un mayor número de personas puedan acceder a la formación. — La educación telemática nos permite proporcionar educación al alumnado que por hospitalización, minusvalía o incapacidad, no puede desplazarse al centro educativo dando accesibilidad a los procesos formativos sin ninguna dificultad. — No solo ceñirse a realizar clases a distancia teóricas con presentaciones y videollamadas y chat, sino poder realizar prácticas desde casa. — Optimizar la gestión/administración escolar. — Universalidad, da acceso a una gran red de información en continuo proceso de actualización. — Flexibilidad en los horarios. — Económicamente, tanto el alumno como el profesorado evita gastos de desplazamiento. — Recursos compartidos con otros centros y profesionales. La elaboración de este proyecto de ingeniería telemática aporta nuevas ventajas para el audiólogo protésico y para otros profesionales de la medicina si se aplica un sistema telemático. Actores El grupo de trabajo se inició entre dos centros públicos que imparten el ciclo formativo de «Técnico Superior de Audiología Protésica», el I.E.S. Albasit de Albacete y el CPIFP Aynadamar de Granada. Entre los dos centros se comenzó un grupo de trabajo de telepráctica y telemática en audiología protésica desde el curso 2018-2019, para analizar el análisis de las diferentes tecnologías y el cómo influirán en nuestro campo. Para poder desarrollar toda esta tecnología telepráctica en este proyecto necesitábamos una empresa con mucha experiencia en el sector de la audiología y que además, estuviese motivada por el proyecto para encaminarlo al ofrecimiento de sus servicios. DIATEC ha sido la empresa elegida, ya que cumple con el requisito de fabricar y realizar servicios de mantenimiento, calibración y reparación de sistemas de electromedicina en audiología protésica audiológica (audiómetros, timpanómetros, analizadores de audífonos, medidas en oído real, etc.). Para esta empresa, este proyecto innovador y complejo técnicamente, supone un incentivo y les servirá en un futuro cercano para asesorar a sus clientes en este ámbito al conocer de primera mano las ventajas, requisitos e inconvenientes de este servicio, pudiendo ser la misma incluida por los clínicos que dan asistencia cuando acabe el proyecto en 2023.  Gráfica identificativa del proyectoCreación de un sistema integral de teleaudiología: diagnóstico, intervención y tratamiento. Condiciones previas Al crear el grupo de trabajo realizamos un análisis de las posibles soluciones para la problemática de la telepráctica, entre ellas estaba la tecnología remota para el diagnóstico y la programación de prótesis auditivas, usos éticos en teleaudiología, etc. Sin embargo, la tecnología, hace un lustro, no reunía las condiciones necesarias para llevar a cabo este servicio de forma viable (presupuesto, tecnología, formación, etc.). La inquietud ha seguido, y en el mundo de la audiología protésica y el de la comunicación, han ido avanzando algunas de las tecnologías que hemos ido analizando para que este proyecto fuera posible: — Audífonos que se conectan con el teléfono móvil. — Programación inalámbrica de audífonos y prótesis implantables. — Aparataje de electromedicina fácilmente conectable a los ordenadores. — Sistemas de comunicación audio-vídeo desde muy avanzados a básicos. — Sistemas de redireccionamiento remoto con diferentes complejidades (síncrono, asíncrono). Estudiantes y profesores del I.E.S. Albasit en DIATEC. Curso 2022-2023. Tareas del proyecto de innovación A. Recopilación de datos y síntesis  Se trata de una tarea que está siendo ardua, global y compleja por lo que se están realizando cuadernos de distintas temáticas para delimitar datos sobre todos los objetivos:  — Telepráctica, teleaudiología, criterios de selección candidatos, habilidades.  — Protocolos de trabajo remotos.  — Innovación educativa, motivaciones.  — Fases y diseños del nuevo servicio para llegar al mercado.  Se están realizando estudios de aplicaciones reales (zonas rurales, países deprimidos, clínicas a distancia por falta de profesionales, atender citas a distancia, coste económico, etc.) entre alumnado de los dos centros, contando con el asesoramiento de DIATEC.  Para poder desarrollar toda esta tecnología telepráctica en este proyecto se necesitaba una empresa con mucha experiencia en el sector de la audiología y que además, estuviese motivada por el proyecto. B. Desarrollo de entornos simulados  Esta tarea es fundamental ya que se están comprobando las tareas realizables en cada una de las sesiones remotas establecidas, aquí se analizan y se anotan cuales serán viables para llevarlas al mercado laboral y en qué condiciones, estas sesiones se han dividido en:  1. Tele-diagnóstico: realizar otoscopias, audiometrías, timpanometrías, otoemisiones acústicas, potenciales evocados auditivos y todas las pruebas audiométricas necesarias a distancia.  2. Tele-monitorización-comunicación: comunicación con un paciente a distancia de manera eficiente, realizando un estudio con diferentes sistemas, calidades de audio-vídeo.  3. Tele-adaptación: realizar programación de audífonos, implantes cocleares, implantes de oído medio a distancia.  4. Tele-asesoramiento: realizar un asesoramiento en higiene auditiva y de uso y funcionamiento de audífonos, implantes cocleares y detección de averías a distancia.  5. Tele-rehabilitación: realizar rehabilitaciones logopédicas a distancia en diferentes fases tanto en pacientes pre-locutivos como en pacientes post-locutivos.  6. Tele-fabricación: realización de moldes auditivos a medida y audífonos intracanales a medida con procesos de producción 3D. C. Comprobación entre centros  Esta fase se está realizando. Durante todo el proceso, se evalúan los procesos antes de realizar pruebas con pacientes y audiólogos protésicos reales, ya que las comprobaciones telemáticas y todos los procesos, primero se están llevando a cabo entre el I.E.S. Albasit y el CPIFP Aynadamar, y con el apoyo de todos los miembros de los dos centros y de la empresa DIATEC. El porqué de esto es obvio: no se puede comprobar algo con pacientes reales antes de haber realizado unos estudios previos y sus correspondientes validaciones. Para el proyecto se están efectuando comprobaciones en entornos reales con diferentes posibilidades de redes y de materiales. D. Protocolos de trabajo remotos  A la vez que se establecen los procesos A, B, y C, se realizará un cuaderno de protocolos de trabajo remotos, en el que se incluirá lo siguiente:  — Protocolos de conexión entre clínico y paciente.  — Comprobaciones antes de comenzar cualquier conexión remota.  — Qué softwares se pueden utilizar.  — Cómo realizar:  • Comunicación telemática.  • Diagnóstico telemático.  • Fabricación telemática. • Programación telemática.  • Rehabilitación telemática.  •Asesoramiento en uso, mantenimiento y averías de forma remota.  E. Comprobación de entornos reales  Se están efectuando comprobaciones en entornos reales, con diferentes posibilidades de redes y de materiales con el fin de evaluar las condiciones de materiales de electromedicina, redes (3G, 4G, 5G, Wifi), competencias del audiólogo protésico, paciente, otros clínicos, etc. Estas comprobaciones son fundamentales porque una vez comenzados los trabajos telemáticos en I.E.S. con miembros formados en esta disciplina, se tiene que generalizar a entornos reales. Se están utilizando empresas que colaboran en F.C.T. en ambos I.E.S., además de otras que se ajusten a los perfiles que colaboran con DIATEC. F. Innovación educativa  Debido a la naturaleza del proyecto se va a innovar en educación, realizando diferentes herramientas metodológicas innovadoras realizables en formación profesional:  — Clase invertida o Flipped Classroom. — Gamificación.  — Design Thinking. — Visual Thinking. — Talleres.  — Role Play.  — Aprendizaje basado en proyectos (ABP). Continuamente se están analizando nuevos productos y servicios para llevarlos al mercado, se intenta que los alumnos se motiven en el emprendimiento y ellos mismos analicen los nichos de mercado. G. Análisis de servicios al mercado. Vivero de empresas Continuamente se están analizando nuevos productos y servicios para llevarlos al mercado, se intenta que los alumnos se motiven en el emprendimiento y ellos mismos analicen los nichos de mercado que pueden ver en este campo, no solo con un servicio global de audiología a distancia, sino con otras categorías que el alumnado proponga durante el proceso.  Estudiantes y profesores del I.E.S. Albasit y del C.P.I.F.P. AYNADAMAR y el resto de miembros del proyecto en Albacete. Salón de actos del I.E.S. Albasit. Junio de 2022. Referencias Plan de recuperación 130 medidas frente al reto demográfico. Plan de Recuperación: 130 medidas frente al reto demográfico (miteco.gob.es). https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/deafness-and-hearing-loss American Speech-Language-Hearing Association. (2005). Audiologists Providing. Clinical Services via Telepractice: Technical Report [Technical Report]. Available from www.asha.org/policy. American Speech-Language-Hearing Association. (2005). Knowledge and Skills. Needed by Audiologists Providing Clinical Services via Telepractice [Knowledge and Skills]. Available from www.asha.org/policy. American Speech-Language-Hearing Association. (2005). Knowledge and Skills Needed by Speech-Language Pathologists Providing Clinical Services via Telepractice [Knowledge and Skills]. Available from www.asha.org/policy.

Audiología e Inteligencia Artificial

El concepto «Internet de las Cosas» (IoT), fue acuñado por primera vez hace más de 20 años, concretamente en 1999, por un profesor del Massachusetts Institute of Technology llamado Kevin Ashton. La idea era utilizar un sistema llamado M2M (Machine to Machine), de forma que dos dispositivos se comunicaran entre sí sin la intervención del ser humano, a través de sensores y chips que llevaban incorporados. Tras casi 25 años transcurridos el Internet de las Cosas, que puede revelar, activar y procesar diversa información en tiempo real sin la intervención humana, se ha convertido en una herramienta imprescindible en múltiples ámbitos y áreas profesionales por su alto nivel de eficiencia, rapidez y automatización. De hecho, ha contribuido de forma asombrosa al progreso de la humanidad del siglo XXI. Aunque el concepto de Internet de las Cosas se asocia muy a menudo a sectores como la construcción, las comunicaciones, o las fábricas y almacenes inteligentes del futuro, los beneficios de su aplicación en el área de la salud son incuestionables, ya que, según diversos estudios, mejoran considerablemente los procesos de análisis de datos en exactitud y rapidez, con lo que su aplicación generalizada podría reducir costes en los tratamientos e incluso hacer descender la tasa de mortalidad (Nozari, 2021). El «Internet de las Cosas» se basa en que dos dispositivos se pueden comunicar entre sí sin la intervención del ser humano, a través de sensores y chips. Pero para que el tratamiento de esta ingente cantidad de datos sea eficaz, es preciso contar con una herramienta lo suficientemente potente de procesamiento de la información. Aquí es donde entra en juego la Inteligencia Artificial, que permite analizar dichos datos y además tomar las decisiones oportunas en base al análisis, si se precisa. Así, las «cosas» conectadas a Internet, tienen que disponer también de sistemas de Inteligencia Artificial. El área de la medicina y de la salud tiene un enorme potencial para la aplicación del Internet de las Cosas. Puede utilizarse para sistemas de alerta o de emergencias, sistemas de atención remota al paciente, enfermedades crónicas, seguimientos en dietética y nutrición o cuidado geriátrico. Pueden medirse con precisión parámetros como el ritmo cardíaco, la presión sanguínea, el funcionamiento de los audífonos o, incluso, incorporar marcapasos «artificiales». Asimismo, hay sistemas que permiten analizar la efectividad de un medicamento e ir ajustando su dosificación o monitorizar a los pacientes que son dados de alta con enfermedades crónicas y comunes como dolencias respiratorias y cardíacas o diabetes.  No obstante, podría decirse que la Inteligencia Artificial como herramienta orientada al cuidado de la salud es un hallazgo relativamente reciente y se encuentra todavía en sus primeros años de desarrollo.  Así las cosas… ¿qué aplicaciones tendrá esta innovadora tecnología en el ámbito de la salud auditiva? Parece evidente que la Audiología tiene un enorme potencial para beneficiarse de todos estos avances, en parte porque se sustenta en una teoría mecanicista, de naturaleza numérica, con procedimientos basados en la medición y, por otro lado, porque implica un complejo proceso de toma de decisiones en base a dichas mediciones. Uno de los ámbitos de aplicación más evidentes en Audiología es el de diagnóstico, que se fundamenta en una serie de pruebas psicométricas, electrofisiológicas y electroacústicas. En general, el especialista dispone de un tiempo reducido para aplicar estas pruebas y además debe tener en cuenta las características particulares de cada paciente. El diagnóstico se realiza mediante la observación y análisis de los resultados de estas pruebas, para lo que se requiere destreza y experiencia, si bien dicha interpretación introduce también un factor de subjetividad e impide un análisis multifactorial más avanzado. Las limitaciones en el tiempo de prueba dificultan igualmente la obtención de datos multidimensionales de calidad para cada paciente. El Machine Learning, término anglosajón que se emplea para designar una disciplina del campo de la Inteligencia Artificial que, a través de algoritmos, dota a los ordenadores de la capacidad de identificar patrones con datos masivos y elaborar predicciones, puede facilitar herramientas flexibles y eficaces para hacer estimaciones en poco tiempo. Algunas de estas herramientas ya diseñadas y probadas han permitido, por ejemplo, seleccionar para un paciente concreto el estímulo más apropiado para obtener una estimación exacta de sus umbrales auditivos, así como determinar la frecuencia límite de una zona coclear muerta de alta frecuencia o personalizar el ajuste de un audífono.  La Inteligencia Artificial permite analizar gran cantidad de datos con exactitud y rapidez para tomar las decisiones oportunas de la forma más eficiente. Esta tecnología se ha probado también para el diagnóstico de patologías de oído externo y medio con el desarrollo de una aplicación móvil que permite tomar imágenes otoscópicas y enviarlas al especialista con una fiabilidad de entre el 81 y el 94%.  Otra clara muestra de su potencial de aplicación es el estudio genético. La combinación de datos relativos a las dificultades auditivas experimentadas por los individuos (en forma de cuestionario, por ejemplo) y la información genética, pueden permitir aislar nuevos genes relacionados con la pérdida auditiva. Mediante este procedimiento, Wells cruzó en 2019 los datos de 250.000 personas, lo que permitió identificar 44 nuevos loci o sitios genéticos potencialmente relacionados con la hipoacusia. La extrapolación de toda esta información para generar perfiles auditivos cruzada con otros datos de los pacientes puede permitir a la Inteligencia Artificial constituirse en una potente herramienta de pronóstico. El desarrollo de herramientas de cribado auditivo mediante aplicaciones móviles puede favorecer el acceso a la salud auditiva de un mayor número de personas, especialmente en aquellos países en los que no se dispone de suficiente equipamiento ni de personal cualificado. Igualmente, puede permitir detectar hipoacusias de transmisión en edad escolar en lugares en los que no se realiza ningún cribado auditivo con posterioridad al neonatal, como es el caso de España. Como puede apreciarse, la aplicación de la Inteligencia Artificial puede tener beneficios evidentes en el ámbito del diagnóstico audiológico. Podrían mencionarse muchos otros ejemplos, como el diagnóstico y tratamiento de los trastornos vestibulares, la predicción del pronóstico de una hipoacusia neurosensorial, la interpretación de los potenciales evocados, o la generación de algoritmos para el diagnóstico por imagen. La aplicación de la Inteligencia Artificial al ámbito de la rehabilitación auditiva merece también una mención especial, debido a que la introducción del ya citado Machine Learning está cada vez más generalizada, tanto en implantes cocleares como en audífonos. Las empresas especializadas en el desarrollo de prótesis auditivas siempre han «coqueteado» con las nuevas tecnologías. Ya hace varios años que algunos fabricantes empezaron a incorporar a sus dispositivos el «Internet de las Cosas» y que las prótesis auditivas cuentan con diferentes sistemas y accesorios de conectividad que han mejorado sensiblemente la calidad de vida de los pacientes con deficiencia auditiva.  Si bien, como se ha mencionado, se han hecho importantes avances tecnológicos en estos dispositivos a lo largo de los años, lo cierto es que sigue siendo imperativo mejorar su rendimiento en el mundo auditivo real. Por tanto, quizá la aplicación más apasionante de la Inteligencia Artificial en el campo de la Audiología está relacionada con la investigación de los complejos mecanismos subyacentes a la experiencia auditiva. Esta es también su aplicación más prometedora, ya que las técnicas de Machine Learning pueden conducir a un mejor conocimiento del sistema auditivo, de forma que las prótesis puedan replicar o incluso mejorar funciones que normalmente se atribuyen a este sistema. Esta tecnología se ha probado para el diagnóstico de patologías de oído externo y medio, ya que permite tomar imágenes otoscópicas y enviarlas al especialista con una fiabilidad del 81 al 94%. Los fabricantes de dispositivos ya han empezado a introducir, aún con ciertas limitaciones, sistemas predictivos y de análisis de datos procedentes de la Inteligencia Artificial. Así, las prótesis auditivas realizan ajustes automáticamente analizando los entornos auditivos del paciente, de forma que el modelo de amplificación se mantiene siempre actualizado y aprende continuamente de resultados y datos previos. Para ello, puede utilizar básicamente dos sistemas, ambos procedentes de la Inteligencia Artificial. El primero de ellos, utiliza las llamadas redes neuronales profundas (DNNs en inglés), y se ha aplicado para mejorar la inteligibilidad tanto en audífonos como en implantes cocleares. En el caso de los audífonos, el sistema aprende de forma automática a partir del análisis de datos de millones de escenas auditivas de la vida real para organizar, equilibrar y priorizar los estímulos auditivos con vistas a mejorar la sensación sonora y la inteligibilidad, y realiza todo este proceso de forma instantánea. En cuanto a los implantes, se han implementado sistemas de redes neuronales profundas para mejorar la inteligibilidad en ruido. Para ello, las señales de voz en ruido se descomponen en unidades de tiempo-frecuencia y se configura un conjunto de características verificadas psicofísicamente, que se introducen en una red neuronal profunda para así seleccionar canales de frecuencia con una mejor relación señal/ruido. Este pre-procesamiento de la señal de entrada ha demostrado mejorar significativamente la inteligibilidad con implante coclear, incluso cuando la voz del interlocutor no es familiar. Los desarrolladores de esta red neuronal han limitado la potencia y la memoria requerida para su modelo, de forma que pueda implementarse también en dispositivos móviles. El segundo de estos sistemas, diseñado en las prótesis para favorecer la inteligibilidad y el confort auditivo partiendo de la Inteligencia Artificial, consiste en un aprendizaje activo con procesos gaussianos para rastrear las preferencias individuales de cada usuario a través del tiempo. Los estudios más recientes focalizan sus esfuerzos en un modelo que sea capaz de combinar ambos sistemas, es decir, la capacidad de procesamiento de las redes neuronales profundas, con una adaptación personalizada y adaptativa fundamentada en la recogida continua de datos de cada usuario.  Las redes neuronales profundas, diseñadas para la eliminación del ruido, llegarán en poco tiempo a analizar entornos acústicos complejos tal y como lo haría el cerebro, separando las fuentes sonoras y convirtiendo así el habla en ruido en habla en silencio, es decir, convirtiendo en realidad el sueño de todo usuario de prótesis auditivas. Estos sofisticados sistemas de eliminación de ruido ya han sido probados en laboratorio y han demostrado que la inteligibilidad de los usuarios de audífonos puede igualar o incluso mejorar a la de los individuos con audición normal. No obstante, la eficacia de estos sistemas aún no se ha probado en situaciones acústicas reales. Y aquí aparece uno de los retos principales: conseguir que la Inteligencia Artificial, ejerciendo una especie de «control cognitivo», pueda monitorizar la capacidad del cerebro para desarrollar una atención selectiva a los estímulos.  La aplicación de la Inteligencia Artificial al ámbito de la rehabilitación auditiva a través del Machine Learning está cada vez más generalizada, tanto en implantes cocleares como en audífonos. Los investigadores consideran esto un reto asumible; en primer lugar, porque parece ser que nuestro cerebro infiere la fuente de sonido que nos interesa, a partir de las relaciones entre nuestra actividad neuronal registrada y nuestros posibles centros de interés. En segundo lugar, porque aparentemente todas estas grabaciones o registros que permiten identificar la fuente sonora de interés podrían obtenerse gracias a un simple electrodo colocado dentro del canal auditivo, que podría integrarse fácilmente en un audífono.  Otros entornos relacionados con la Audiología protésica en los que se están desarrollando investigaciones basadas en la Inteligencia Artificial son, por ejemplo, el tratamiento y pronóstico de las hipoacusias profundas, la traducción automática de la lengua de signos o el tratamiento de los acúfenos a partir de marcadores biológicos fiables. La inteligencia Artificial abre así todo un abanico de posibilidades de aplicación en dispositivos auditivos que aún no nos atrevemos ni a imaginar. A la vista de todo lo expuesto, cabe preguntarse cómo se plantean los expertos la Audiología de las próximas décadas. Para ellos, la utilización de nuevas tecnologías basadas en la Inteligencia Artificial conducirá a un modelo de mayor calidad y accesibilidad, en el que el bienestar de cada paciente se determinará a partir de un exhaustivo análisis de datos de diferente procedencia. Para garantizar su éxito, será imprescindible aunar esfuerzos y crear infraestructuras adecuadas, así como desarrollar un código deontológico que incluya todas las consideraciones éticas inherentes a una buena práctica en la era digital (evitar actividades fraudulentas, preservar la privacidad, definir responsabilidades, etc.). Los audiólogos podrán atender a un mayor número de pacientes, desviando ciertos procesos de toma de decisiones a herramientas diseñadas a tal fin y concentrándose en las decisiones más complejas. Se generalizará la utilización de accesorios de soporte, incluidos los smartphones, para la evaluación y el tratamiento, que utilizarán complejos algoritmos para asesoramiento y seguimiento.  Puede que esta sea la Audiología de un futuro no demasiado lejano. De hecho, podríamos imaginar un escenario en el que los vínculos entre la audición artificial y la audición biológica permitieran gestionar una red eficaz de cuidado auditivo a nivel mundial y avanzar en los desafíos más complejos de la investigación sobre el sistema auditivo. La aplicación más apasionante de la Inteligencia Artificial a la Audiología está relacionada con la investigación de los complejos mecanismos subyacentes a la experiencia auditiva. Referencias Aldaz, G, Puria S, Leifer LJ. Smartphone-based system for learning and inferring hearingaid settings. J Am Acad Audiol. 2016;27:732-749. DOI: 10.3766/jaaa.15099. 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Beneficios de la audiometría extendida en altas frecuencias

Las frecuencias altas extendidas, por encima de los 8 kHz, representan una parte del espectro auditivo humano que normalmente no es valorado en los gabinetes audiológicos. Sin embargo, realizar una audiometría de estas frecuencias en determinados casos, puede ser de gran utilidad para prevenir una pérdida auditiva mayor o para detectar de forma precoz posibles disfunciones cocleares. En audiología se habla de «audición normal» cuando los umbrales audiométricos tonales entre 125-8000 Hz se encuentran dentro de valores de normalidad. La audiometría tonal es la prueba básica para el diagnóstico de la hipoacusia a pesar de que es sabido que un audiograma tonal convencional no predice aspectos fundamentales de la capacidad auditiva como la comprensión del habla, especialmente si esta se produce en ambientes sonoros desfavorables. El oído humano capta sonidos desde 20 Hz hasta 20.000 Hz. Sin embargo, la audiometría clínica, se limita a medir hasta 8 kHz. Por encima de esta frecuencia entramos en lo que se denomina «zona de alta frecuencia» o «audiograma extendido en altas frecuencias» (en adelante en este texto EHF, Extended High Frequencie). Las frecuencias evaluadas en esta zona son 9,10,11.2, 12.5, 14, 16, 18 y 20 kHz si bien las frecuencias específicas disponibles, pueden depender de la marca y el modelo del audiómetro. En población pediátrica se ha demostrado cómo la percepción insuficiente de las EHF tiene efectos negativos en la producción del habla y en el desarrollo del lenguaje, condicionando su progreso. Rara vez en la exploración clínica convencional, estas frecuencias son evaluadas. Moore (2017) enumeró los argumentos y mitos más aludidospara rechazar el estudio de esta zona frecuencial: – Hay poca energía de señal por encima de 8 KHz. – No hay evidencia de que las altas frecuencias sean útiles. – Los umbrales de HF obtenidos por el método tradicional son poco fiables. – Los audiómetros/auriculares solo alcanzan 8 KHz. – Alargará el tiempo de exploración. Estos argumentos son refutables analizando la evidencia científica. La investigación demuestra que hay información perceptualmente relevante en las frecuencias más altas, incluida aquella que afecta a la inteligibilidad del habla. Cada vez más estudios avalan el importante papel de la percepción de las EHF en la identificación de las cualidades de la voz, localización de la fuente de habla, identificación del hablante y la comprensión del habla en ruido y en entornos reverberantes (Trine & Monson, 2020). Los estudios destacan la mejoría de la discriminación en ruido cuando se realizan mejoras en la percepción de EHF (Levy et al., 2015). También es importante para percibir la calidad del sonido de la música. En población pediátrica se ha demostrado cómo la percepción insuficiente de las EHF tiene efectos negativos en la producción del habla, en el desarrollo del lenguaje y en la ratio de aprendizaje de palabras, condicionando su progreso. No solo los adultos, sino también los niños, se benefician perceptualmente del acceso a las EHF (Flaherty et al., 2021). En comparación con los niños con audición normal, aquellos con pérdida auditiva en EHF se ven privados de la estimulación de todo el espectro auditivo. Esta experiencia auditiva degradada durante la infancia se asocia con una percepción más pobre y / o con un desarrollo auditivo retrasado. En relación a la fiabilidad de los umbrales obtenidos en la audiometría de EHF, la evidencia muestra que, incluso en niños pequeños, los resultados son altamente comparables a la variabilidad de umbral en las frecuencias estándar. En relación a la fiabilidad de los umbrales obtenidos en la audiometría de EHF, de nuevo la evidencia (Mishra et al., 2022) muestra que, incluso en niños pequeños, los resultados son altamente comparables a la variabilidad de umbral en las frecuencias estándar y son consistentes con las normas clínicamente aceptadas. Así mismo, es un error afirmar que los audiómetros o auriculares no miden más allá de 8000 Hz. Nos hemos acostumbrado a usar audiómetros (y audiogramas) con 8 KHz como frecuencia de prueba más alta. Sin embargo, el audiómetro comercial comenzó con capacidad de evaluar EHF. En 1914 Western Electric presentó su modelo 1-A, que medía desde 32 hasta 16.384 Hz.Posteriormente por razones de diseño y calibración, los fabricantes acotaron hasta 8 Khz. En la actualidad, la mayoría de los fabricantes de audiómetros cuenta con equipos o módulos para ellos con la capacidad técnica de evaluar EHF por vía aérea. No obstante, en ocasiones, el argumento para no medir este rango de frecuencias suele ser: «para qué evaluarlo si no hay herramientas para mejorarlo», haciendo referencia a las limitaciones electroacústicas de los audífonos, que impiden actuar más allá de 5-10 Khz dependiendo del modelo y potencia. Siendo esto cierto, a continuación se analizarán situaciones en las que es importante la exploración de EHF y los expertos recomiendan su uso como herramienta habitual en la exploración audiológica. Audiometría de EHF en el diagnóstico precoz de hipoacusia por ototóxicos. Una de las aplicaciones más comunes de la audiometría de EHF es monitorear los efectos secundarios de los medicamentos ototóxicos, pues pueden causar daños irreversibles en el oído interno. Hablamos principalmente de antibióticos aminoglucósidos, cisplatino y carboplatino, estos últimos utilizados en tratamientos contra el cáncer. El diagnóstico precoz de daños en el oído por medicamentos ototóxicos permite examinar cambios terapéuticos para minimizar o prevenir la pérdida auditiva permanente y los trastornos del equilibrio. Los resultados muestran que la audiometría en EHF es el método más efectivo, frente a otros como la audiometría convencional y los DPOAE, para detectar estos daños. La audiometría de EHF permite diagnosticar la pérdida auditiva en poco tiempo y monitorear la evolución. La detección temprana de la afectación auditiva no solo alerta a los médicos, sino que también brinda la oportunidad de equilibrar los efectos terapéuticos de los medicamentos ototóxicos convencionales y contra el cáncer que conllevan riesgo de pérdida auditiva permanente.  Audiometría de EHF en población con antecedentes de otitis. La otitis media es una enfermedad común que afecta a alrededor del 80% de los niños en su infancia. Numerosos estudios sugieren la relación entre pérdida auditiva neurosensorial e infecciones crónicas del oído medio, concluyendo que la otitis media crónica puede conducir a disfunción coclear (Amamli, 2017). Sharma et al., en 2012, realizaron un estudio sobre audiometría de alta frecuencia en individuos con otitis media efusiva para analizar los umbrales en EHF. Los resultados mostraron que la sensibilidad auditiva se ve más afectada en ciertas frecuencias (10000, 12000 y 16000 Hz). La pérdida auditiva en EHF está más presente en sujetos con antecedentes de otitis media. Se han encontrado umbrales de audición en EHF más pobres en niños mayores con antecedentes de otitis que parecen estar relacionados con el tiempo pasado con este problema en el oído. Como se apuntó unas líneas más arriba, la pérdida auditiva en EHF ralentiza el desarrollo de la percepción del habla en el ruido. En estos niños, la mejora en SRT con la edad es más lenta que en los niños con audición normal en estas frecuencias. Los niños con mayor riesgo de evolución a pérdida auditiva neurosensorial son aquellos que han requerido tratamiento con drenajes en repetidas ocasiones. Por todo esto, la audiometría en EHF debe considerarse como parte del seguimiento a largo plazo en estos pacientes lo que permitirá monitorizar los cambios en sus umbrales en EHF como medio de detección precoz de disfunciones cocleares. Una de las aplicaciones más comunes de la audiometría de EHF es monitorizar los efectos secundarios de los medicamentos ototóxicos que pueden causar daños irreversibles en el oído interno. Audiometría de EHF en la detección precoz de hipoacusia inducida por ruido «La pérdida de audición inducida por ruido (en adelante NIHL Noise Induced Hearing Loss) se reconoce como la discapacidad prevenible más común y la segunda causa principal de pérdida auditiva después de la presbiacusia. La NIHL es permanente e irreversible, pero prevenible». Según el estudio de Mehrparvar et al. (2014), la audiometría en EHF es la prueba más sensible para la detección de pérdida auditiva en personas expuestas a ruido, en comparación con otros métodos utilizados como la audiometría convencional y la OAEs. Recientemente se ha comprobado que las frecuencias por encima de 8000Hz son más sensibles al ruido, por lo que en los oídos con mayor exposición a este, el empeoramiento de los umbrales en EHF ocurre antes que en el rango de frecuencia convencional. En marzo de 2022, la OMS alertó de que más de mil millones de personas de entre 12 y 35 años corren el riesgo de perder audición debido a la exposición prolongada y excesiva a música alta y otros ruidos recreativos de alto volumen. Por otro lado, los habitantes en las ciudades industrializadas tienen más probabilidades de padecer algún tipo de deficiencia auditiva.  La audiometría de alta frecuencia se propone como un examen complementario de fácil acceso, importante para detectar tempranamente la pérdida de audición en una población cada vez más expuesta a ruidos nocivos no solo por motivos laborales. Audiometría de HF en pacientes con riesgo de hipoacusia de origen genético o autoinmune Existen pacientes con riesgo de desarrollar hipoacusia neurosensorial al presentar enfermedades autoinmunes que conllevan la aparición de hipoacusia o por factores genéticos (Valiente et al., 2015). Numerosos estudios asocian umbrales afectados en EHF antes de que este deterioro sea visible en el audiograma convencional recomendando la evaluación audiológica de EHF para diagnosticar de forma temprana una posible pérdida auditiva. En algunos casos, esto permitirá que los especialistas indicados puedan valorar modificaciones en el tratamiento en curso o agregar una terapia para prevenir una posible progresión de la pérdida auditiva (Lasso de la Vega et al., 2016). Aún en el caso de que no sea posible evitar la aparición o progresión de la pérdida en esta población con factores de riesgo, la detección precoz permitirá tomar medidas para paliar sus efectos lo antes posible. La otitis media es una enfermedad común que afecta a alrededor del 80% de los niños en su infancia; existen estudios que han encontrado umbrales de audición en EHF más pobres en niños mayores con antecedentes de esta dolencia en el pasado. Pacientes con audiograma normal y dificultades elevadas en comprensión en ruido: Hidden Hearing Loss Muchas personas con audiograma normal expresan dificultad para entender el habla en ambientes ruidosos llegando a incapacitarle en determinadas situaciones. Es una queja común. Como ejemplo, 25.3 millones de estadounidenses tienen dificultades auditivas, pero no discapacidad auditiva (Edwards, 2020). La disminución de los umbrales en EHF puede ser una de las explicaciones a este fenómeno en oyentes de audición «clínicamente normal». Srikanta Mishra (2022) ha realizado amplios estudios sobre hipoacusia en EHF concluyendo que «la pérdida auditiva en EHF podría ser el eslabón perdido entre un audiograma normal y las OAE ausentes o anormales y las quejas de escucha en ruido». El término pérdida auditiva oculta (en adelante HHL, Hidden Hearing Loss) fue introducido por primera vez por Yeend et al. HHL hace referencia a aquellos casos en los que se detecta disminución en la percepción del habla en presencia de ruido a pesar de que los umbrales auditivos del audiograma convencional son normales. Si bien este tipo de déficit puede tener un origen multifactorial, estudios recientes (Korhman et al., 2020, Kotsopoulos 2022), asocian la HHL a daños en la cóclea no perceptibles en el audiograma por su redundancia o daños en la sinapsis entre células ciliadas internas y las fibras del nervio auditivo (Lieberman 2015). De acuerdo a Majidpour, aunque el resultado de la audiometría en EHF no podrá predecir el rendimiento del habla en ruido, el rendimiento deficiente del habla en ruido está fuertemente asociado con los umbrales hallados en EHF. Por ello, la audiometría en esta zona frecuencial forma parte de las pruebas diagnósticas de HHL junto con pruebas verbales en ruido y cuestionarios como el Hearing Handicap Inventory. El tratamiento propuesto para este tipo de problema es el uso de audífonos. Los audífonos en adaptación abierta, con mínima ganancia y herramientas avanzadas de reducción de ruido y micrófonos direccionales han demostrado ser altamente efectivos para casos de pérdida auditiva oculta. También esta población se puede aprovechar de ayudas técnicas como sistemas de FM y micrófonos remotos. Audiometría en EHF en pacientes con acúfenos crónicos y audiograma normal La asociación entre el acúfeno crónico y la pérdida auditiva es de sobra conocida. Una parte significativa de los pacientes con acúfenos (65%) presenta alteraciones en los umbrales auditivos medidos en la audiometría convencional. Sin embargo, existe un porcentaje considerable de pacientes sin alteración en estos umbrales que experimentan acúfenos.  Numerosos estudios han encontrado umbrales por debajo de lo normal en EHF en este grupo de pacientes. Estos hallazgos sugieren que la audiometría EHF es un complemento útil en la evaluación de pacientes con acúfenos teniendo en cuenta el valor terapéutico de explicar la etiopatogenia del acúfeno dentro del counseling a este perfil de pacientes con audiogramas «dentro de lo normal». En conclusión existen claros motivos para realizar audiometrías más allá de 8000 Hz. La audiometría de EHF permite una mayor comprensión diagnóstica y abre oportunidades de actuación al audiólogo como los estudios para la detección temprana, el monitoreo de pacientes con factores de riesgo, la prevención con protección auditiva y la intervención con dispositivos. Un paciente consciente de tener pérdida en EHF se concienciará para realizar revisiones regulares. La detección de umbrales por debajo de lo normal en EHF reforzará las indicaciones de uso de protectores auditivos y de ayudas técnicas cuando sea indicado (Moore et al., 2017). Ayudará con argumentos de venta relacionados con las ventajas de las diferentes gamas en reductores de ruido, direccionalidad y trasposición o compresión frecuencial. La incorporación al protocolo de evaluación en los casos pertinentes es fácil y debe considerarse a la vista de su utilidad y los beneficios, mejorando en último término la calidad de los servicios ofrecidos por nuestro centro. Muchas personas con audiograma normal expresan dificultad para entender el habla en ambientes ruidosos llegando a incapacitarle en determinadas situaciones. La disminución de los umbrales en EHF puede ser una de las explicaciones a este fenómeno. Bibliografía Applications of extended high-frequency audiometry: a narrative review. June 2021. Auditory and Vestibular Research 30. Rodríguez Valiente A, et al. Audiometría con extensión en altas frecuencias (9.000-20.000 Hz). Utilidad en el diagnóstico audiológico. Acta Otorrinolaringol Esp. 2015.  Majidpour A, Shahbazi MH, Kohansal B, Nazeri A. Applications of Extended High-Frequency Audiometry: A Narrative. Review. 2021; 30 (3).

Nutrición y pérdida auditiva

¿Influyen nuestros hábitos alimenticios en nuestras posibilidades de perder audición? Todo parece indicar que, en cierta medida, sí. De hecho, la hipoacusia se está convirtiendo en un importante problema de salud pública, y es una de las principales causa de discapacidad permanente, por delante incluso de otras enfermedades como la demencia, la diabetes o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Según la OMS, su incidencia está aumentando de forma significativa, sin que por el momento, ni sociedad, ni organismos de salud pública estén especialmente preocupados.  Implementar hábitos saludables en nuestro día a día para poder vivir más y con mejor calidad se ha convertido en una constante en la sociedad actual. Fruto de esta inquietud, se han llevado a cabo diversos estudios que sostienen que existe interacción entre la nutrición y la salud auditiva. Los resultados aún no son concluyentes pero abren la puerta al desarrollo de una terapia nutricional que proteja frente a la pérdida auditiva ligada al envejecimiento o a la predisposición genética. Las causas de pérdida auditiva se han estudiado en numerosas ocasiones, han sido descritas según diferentes clasificaciones y pueden ser de muy diversa índole: la edad, la exposición al ruido, la genética, enfermedades o patologías varias de oído interno y medio, entre otras.  La hipoacusia se está convirtiendo en un importante problema de salud pública y es una de las principales causa de discapacidad permanente, por delante de la demencia o la diabetes. La relación real entre nutrición y pérdida auditiva es un hallazgo relativamente reciente. La nutrición es la ciencia que investiga e interpreta la relación entre los nutrientes y otras sustancias presentes en los alimentos con la salud, crecimiento, reproducción y enfermedades de un organismo. Todo ello a través de varios procesos diferentes que tienen lugar en dicho organismo, como son la ingesta, la absorción, la asimilación, la biosíntesis, el catabolismo y la excreción. Se sabe, por ejemplo, que varias afecciones relacionadas con el síndrome metabólico están condicionadas por estos factores nutricionales, y parece que la audición podría estarlo también. Así, sería importante identificar los elementos nutricionales que pueden contribuir a «proteger» el sistema auditivo y aquellos que puedan considerarse de riesgo para, de este modo, preservar en lo posible la condición auditiva o incluso mantenerla si ya se ha detectado una pérdida, evitando un daño mayor. Uno de estos hallazgos parte de la idea de que los hábitos alimenticios condicionan la vulnerabilidad del oído interno a los cambios que en él pueden producirse por la edad. Uno de ellos, por ejemplo, es la formación de radicales libres, que también se forman en el oído interno y son un elemento clave para desencadenar una pérdida auditiva, ya que generan una vasoconstricción que conduce a la destrucción de las células ciliadas internas. Los antioxidantes como las vitaminas, que inhiben la formación de radicales libres, podrían tener un papel importante en la prevención y el tratamiento de la pérdida auditiva. La falta de vitamina D se ha vinculado con la pérdida auditiva, ya que podría afectar a la microcirculación en la cóclea y a la mineralización de la cadena osicular. Algunos estudios han relacionado la hipoacusia con la vitamina A, C, y E. También el Magnesio ha sido identificado como un elemento que, en sinergia con las vitaminas A, C, y E, puede contribuir al mantenimiento de los umbrales auditivos. Se ha reportado además que la falta de vitamina B puede favorecer una pérdida auditiva. Frente a las vitaminas y minerales, la ingesta elevada de carbohidratos, grasas y colesterol parece tener un efecto negativo en la audición, ya que al aumentar el riesgo cardiovascular, lo hace también el riesgo de alteración del flujo sanguíneo en la cóclea. Un reciente estudio desarrollado en los Estados Unidos y publicado en 2019, relaciona la obesidad en adolescentes (otro gran problema de salud pública) con un mayor riesgo de pérdida auditiva. El estudio concluye que la obesidad en adolescentes se asocia con un raro incremento de las posibilidades de tener hipoacusia en altas frecuencias o de presentar «muescas» o escotomas en determinadas frecuencias, pero no parece estar relacionada con los umbrales auditivos en las frecuencias conversacionales. En conjunto, los estudios desarrollados hasta el momento parecen sustentar la posibilidad de que la ingesta de ciertos nutrientes tiene efectos en la salud auditiva. Entre ellos, se encuentran las vitaminas A, B (concretamente B2, B9 y B12), C y E. También se hace referencia a ciertos minerales como el Magnesio y el Selenio, aunque en este particular no existe consenso, ya que ciertos estudios concluyen que la relación entre Magnesio y audición no es estadísticamente significativa.  Es interesante resaltar que los efectos de estos nutrientes podrían ser diferentes en función del sexo; en el caso de las mujeres, parecen registrarse mejores umbrales auditivos cuando los niveles de retinol y vitamina B12 son elevados, o cuando aumenta el consumo de carne roja, algo que no ocurre en el caso de los hombres, en los que la mayor ingesta de carne roja no se relaciona con una variación en los umbrales auditivos. No obstante, los propios autores son cautelosos con sus conclusiones, dado que la carne roja no solo es portadora de vitamina B12 y retinol, sino también de otros muchos nutrientes y proteínas. La falta de vitamina D, por su implicación en el metabolismo del calcio, también se ha relacionado con la pérdida auditiva, ya que podría afectar a la microcirculación en la cóclea y a la mineralización de la cadena osicular. De hecho, algunas investigaciones relacionan la falta de vitamina D con la hipoacusia de aparición súbita, e incluso plantean nuevas líneas de investigación, argumentando que los pacientes con este tipo de pérdida auditiva que mejor respondieron al tratamiento fueron aquellos que tenían niveles elevados de vitamina D y, por tanto, podría ser de utilidad combinar los tratamientos convencionales con un aporte suplementario de dicha vitamina. Los factores nutricionales se han relacionado también con las posibilidades de desarrollar tinnitus (acúfenos). Daws et al., en su estudio publicado en Ear and Hearing, señalaron que junto con múltiples factores de otra índole, una ingesta alta de vitamina de B12, junto con una dieta rica en proteínas, se asocia con un riesgo menor de padecer tinnitus. Sin embargo, las dietas ricas en hierro, calcio y grasas, parecen asociarse a un mayor riesgo. Además, señalaron que estas conclusiones no podían extrapolarse al riesgo de padecer pérdida auditiva.  El ser humano es omnívoro y, por tanto, ingiere nutrientes de muy diversos tipos en una sola comida. No obstante, a pesar de sus evidentes limitaciones por la imposibilidad de controlar el efecto de algunos nutrientes, los estudios desarrollados hasta el momento parecen arrojar algo de luz acerca de las potenciales interacciones entre nutrientes, sexo, factores ambientales, predisposición genética u otros factores individuales de riesgo a la hora de desarrollar una pérdida auditiva. Queda mucha investigación por hacer, pero a la vista de la importancia que la hipoacusia ha adquirido como problema de salud pública, podría ser de interés el desarrollo de un patrón nutricional para su prevención. Artículos de interés Dawes, P. et al. (2020) Relationship Between Diet, Tinnitus, and Hearing Difficulties. Ear&Hearing. Doi; 10.1097/AUD.0000000000000765. Ghazavi, H. et al. (2019) Investigation of vitamin D levels in patients with Sudden Sensory-Neural Hearing Loss and its effect on treatment.Am J Otolaryngol. Doi: 10.1016/j.amjoto.2019.102327. Jung, S.Y. et al. (2019) Association of nutritional factors with hearing loss. Nutrients. Doi: 10.3390/nu11020307. Kabagambe, E.K., Lipworth,L. et al. (2018) Erythrocyte folate, serum vitamine B12, and hearing loss in the 2003-2004 National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES). N. J. Clin. Nutr.DOI: 10.1038/s41430-018-0101-6. Las imágenes que ilustran este artículo corresponden al videojuego Homo Machina de exploración en 2D, inspirado en las ilustraciones médicas del Dr. Fritz Kahn. Homo Machina permite a los jugadores descubrir el trabajo de un gran artista al mismo tiempo que brinda una visión general completa del funcionamiento interno de nuestro cuerpo. © Darjeeling - Arte France - Feierbband, 2018. Disponible para iOS y Android. Myriam González Audióloga / Audioprotesista CV Autor Licenciada en Pedagogía y Máster de Logopedia.Técnico Superior en Audiología Protésica.Especializada en Audiología Infantil y Evaluación de los trastornos del PAC en RV Alfa Centros Auditivos.Docente en el Máster de Audiología de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

Oído musical… ¿se nace o se hace?

Está demostrado que escuchar música desde que se es un bebé produce una activación de la corteza cerebral, concretamente de las zonas frontal y occipital. Esto contribuye, entre otros beneficios, a aumentar la capacidad de memoria, la atención y la concentración de los niños, a mejorar su habilidad para resolver problemas matemáticos o a fomentar la creatividad y la imaginación infantil. Si además esta actividad se combina con el baile, se estimularán los sentidos, el equilibrio y el desarrollo psicomotor. Por este motivo, la educación musical en los niños ha adquirido un papel muy relevante en los últimos años.  La iniciación auditiva en la música comienza en el vientre de la madre ya que, desde los cinco meses de gestación, el bebé es capaz de distinguir voces y sonidos. Según los expertos, la iniciación auditiva en la música comienza en el vientre de la madre, ya que, desde los cinco meses de gestación, el bebé es capaz de distinguir voces y sonidos. Es a través de la voz de su madre y de las canciones que ella le tararea, como el pequeño puede sentir la vibración de las resonancias del canto. También está demostrado que cuando en el entorno de la madre se escucha música clásica el bebé la percibe, y contribuye a que se sienta más tranquilo y relajado. Los primeros años de vida del niño van a ser clave para ayudarle y reforzarle en la adquisición del oído musical, por lo que se le debe continuar ofreciendo estímulos melodiosos. Como en casi todos los aprendizajes, la imitación juega un papel fundamental. Para ello, es necesario convivir con la música el mayor tiempo posible y fomentar el gusto por las melodías y los instrumentos. Los padres, en estas edades, son un fuerte referente, y sus acciones condicionarán las de los pequeños, que intentarán copiarles en busca de su aprobación. Es el momento de introducir instrumentos sencillos con los que el niño se sienta cómodo y que le inciten a reproducir ritmos y melodías fáciles de recordar, como las canciones infantiles. Una vez inculcado el gusto por la música y desarrollado el oído musical, la edad recomendada para que los niños comiencen a tocar un instrumento oscila entre los tres y los cinco años, ya que en este período la evolución neuronal permite un aprendizaje mucho más rápido y natural. Seguro que a todos nos vienen a la mente esos pequeños genios musicales que fueron Beethoven y Mozart, que tocaban con gran virtuosismo la clave, el violín o el piano con tan solo cuatro y seis años respectivamente, haciendo gala de un privilegiado sexto sentido musical.

¿Existe relación entre audición y lenguaje?

Todos los seres vivos tienen la capacidad de comunicar, es decir, intercambiar información con el fin de enviar o recibir un mensaje concreto. Si bien, lo que a los humanos nos diferencia del resto de las especies animales, es que nosotros podemos realizar esta comunicación a través de un canal oral, y para ello, empleamos un «código» de signos verbales, la lengua. Este código es compartido por todos los individuos de una misma comunidad atendiendo a la zona geográfica en donde viven, además de a aspectos culturales, educativos y sociales, entre otros, y está regido por unas reglas o normas lingüísticas, que son iguales para toda la comunidad de hablantes. Pero, ¿sabías que no es posible desarrollar el lenguaje oral correctamente si existe algún problema auditivo?  Tal y como recoge Palacios (2014), en el momento del nacimiento, la maduración tanto de los órganos de los sentidos como de sus vía y estructuras cerebrales correspondientes, tienen todavía camino por recorrer hasta llegar a los niveles característicos de los adultos, aunque el desarrollo completo se da en el plazo de semanas o meses.  Para que una persona logre adquirir buenas competencias comunicativas debe tener un correcto desarrollo evolutivo desde los primeros momentos de su vida, desde que nace. Por tanto, para que una persona logre adquirir buenas competencias comunicativas debe tener un correcto desarrollo evolutivo desde los primeros momentos de su vida, desde que nace. Algunos de los hitos más relevantes en el desarrollo evolutivo de un niño entre los 0 y los 6 años, atendiendo a aspectos de desarrollo motriz, cognitivo, lenguaje y social, se presentan a continuación. — En cuanto a su desarrollo motriz, desde apenas los primeros meses de vida (en torno a los 3) el bebé, en la mayoría de los casos, muestra ya que es capaz de sostener la cabeza y levantarla levemente, se incorpora con ayuda sobre los 4 o 5 meses y sin ella sobre los 6 o 7 meses, edad a la que también le salen sus primeros incisivos. Progresivamente, se va preparando para empezar a gatear (sobre los 10 meses sus rodillas y brazos ya tienen suficiente fuerza como para sostenerle durante el gateo) y sobre los 12 meses, comienza a caminar, primero con apoyo y más tarde sin él. Según Palacios y Mora (2014), se controlan antes las partes del cuerpo que están más próximas a la cabeza y al eje corporal que las más distantes. Por otro lado, hablamos de desarrollo de la motricidad gruesa, para acciones musculares más globales, como controlar el movimiento de los brazos, posición del cuerpo o gatear o andar, y de motricidad fina para las habilidades que implican a los músculos más pequeños del cuerpo, por ejemplo, manipular objetos, hacer la pinza con los dedos o abrocharse un botón. El bebé primero va desarrollando las habilidades de motricidad gruesa progresivamente y más tarde, sobre los 4 o 5 años comienza a dominar habilidades de la motricidad fina.  — Por otro lado, en apenas dos o tres meses desde su nacimiento, es capaz de responder a estímulos visuales, teniendo clara preferencia por los que se muestran organizados sobre los que no lo están. Por ejemplo, a los tres meses reconoce diferentes caras y manifiesta su preferencia por los rostros conocidos. Aproximadamente a los 6 meses, está muy cercano a alcanzar valores visuales similares a los de un adulto y sobre los 9, distingue rostros alegres, tristes, de enfado o sorpresa. — En lo que a la parte auditiva respecta, la cóclea está totalmente formada a las 24 semanas de gestación, con lo que un bebé que aún está en el útero ya es capaz de percibir estímulos sonoros, lo que le permite un mejor reconocimiento y preferencia por la voz de la madre tras el nacimiento. Así, es capaz de atender a estímulos sonoros, e incluso, hace ciertas discriminaciones auditivas con precisión y demuestra predilección por la voz humana frente a otros sonidos, o puede distinguir un tono más alto y agudo de lo habitual en una frase corta y dirigida hacia él o una exageración de la vocalización. Desde muy temprano, discrimina sonidos muy semejantes como /ba/ y /pa/ y gira los ojos y la cabeza en dirección a la fuente sonora. Sobre los 3 meses comienza a distinguir el tono emocional de las expresiones (alegría vs enfado) y en torno a los 6 usa el sonido para estimar la distancia a la que se encuentran los objetos de su entorno. Un estudio de Winkler et al. (2003) demostró que, usando un método de respuestas eléctricas cerebrales, los recién nacidos segregan las líneas de sonido que se presentan de forma simultánea, por ejemplo, la voz de la madre y otros ruidos, permitiéndoles organizar toda la información auditiva entrante en función del origen del sonido. Esta separación se considera un paso crucial a la hora de identificar los objetos del entorno y su presencia en recién nacidos pone de manifiesto que estas habilidades ya están presentes en el momento del nacimiento. La cóclea está totalmente formada a las 24 semanas de gestación, con lo que un bebé que aún está en el útero ya es capaz de percibir estímulos sonoros y reconocer la voz de su madre. — También desde los primeros días de vida se ve que son sensibles al dolor y a los cambios de temperatura, y sobre los 3 o 4 meses distinguen los olores que son agradables de los que no lo son y perciben diferencias de sabor. Además, se introducen en la boca los objetos del entorno que pueden manipular con sus manos para repasar su superficie con los labios y la lengua y, después, examinarlos con la vista. — En relación al lenguaje, las primeras emisiones vocálicas aparecen ya desde el nacimiento aunque hasta los 3 meses de vida son exclusivamente para mostrar relación con su entorno mediante respuestas automáticas que expresan hambre, sueño o dolor, entre otros estados. A partir de aquí comienza la etapa de interacción comunicativa que irá creciendo a medida que él se vaya desarrollando. Primero se ve una etapa, alrededor de los 3 meses conocida como «laleo o gageo» en la que el bebé comienza a experimentar su capacidad vocal y juega con sus emisiones, en clara conexión con el entorno y mostrando predisposición a la interacción. Progresivamente, va modulando sus emisiones hasta que sobre los 8 meses ya se evidencia una clara existencia de balbuceo canónico, donde realiza emisiones que presentan una estructura silábica, aún muy básica pero que refleja ya la capacidad que posee de emitir sonidos agrupados y repeticiones de los mismos, como por ejemplo /mama/, /papa/ o /tatata/. En los últimos meses del primer año aparece la «protoconversación», mostrándose capaz de encadenar varias sílabas y hacer variaciones entonativas para comunicar un mensaje. Las «protopalabras» son esas primeras palabras que aparecen en el bebé en las cuales se ve claramente la intención comunicativa con otros individuos y con el medio que le rodea, aunque todavía se trata de sistema muy incipiente. Progresivamente, irá depurando y dando forma a su lenguaje, de manera que, en torno a los 24 meses, tiene un vocabulario aproximado de 200 palabras, sobre los 4 años presenta un lenguaje altamente comprensible y alcanza el desarrollo lingüístico completo alrededor de los 7 años. Todo lo que el pequeño va aprendiendo a lo largo del día de manera paulatina, se sedimenta durante la fase del sueño rem, por eso es de vital importancia que además de que el bebé duerma mucho, su ciclo de sueño sea bueno, que tenga calidad. Desarrollo del niño de 0 a 6 años De 0 a 6 mesesDe 6 a 12 mesesDe 12 a 24 mesesDe 2 a 4 añosDe 4 a 6 añosMotrizLevanta la cabeza y se prepara para gatear.Gatea y es capaz de dar algunos pasos y levanta los brazos.Anda y se mantiene en pie sin apoyo.Aprende a montar en bici y en patinete.Salta, trepa, baila.CognitivoAtiende a estímulos sonoros y visuales.Tiene un juguete favorito, desarrolla independenciay curiosidad.Muestra interés por objetos como juguetes y libros de fieltro.Señala o escoge dos imágenes iguales. Utiliza la Tablet de forma autónoma.Empareja formas geométricas sencillas.LenguajeSe comunica a través del llanto, las risas y los balbuceos.Dice sus primeras palabras.Comienza a unir palabras.Ha desarrollado el lenguaje casi por completo. Expresa emociones y sentimientos.SocialDependía totalde los padres.Es capaz de interaccionar con otros niños.Va perdiendo el apego por los padres.En esta etapa se desatan las rabietas.Disfruta de los juegos en grupo. Cada niño tiene sus propios ritmos dentro del desarrollo evolutivo, por lo que se debe ser relativamente flexible con los plazos en la adquisición de los hitos del desarrollo y tratar de no alarmarse si alguno de esas metas se cumple con algo de demora sobre los tiempos establecidos de manera estandarizada. No obstante, los primeros indicadores que han de tenerse en cuenta para saber si el desarrollo se está dando de forma adecuada o no son la orientación visual y la auditiva. Por ejemplo, estaríamos ante un trastorno cuando el niño no se gira hacia el adulto que le habla en los primeros meses de vida, no busca contacto visual o no reacciona a su nombre cuando se le llama. Existen algunos signos que pueden alertarnos sobre un déficit auditivo durante los primeros meses de vida como que no reaccione o no se asuste ante estímulos sonoros fuertes (portazos o palmadas cerca de él); si tras los primeros meses de vocalizaciones sonoras, en torno a los 6 meses, deja de producirlas y desaparece por tanto el balbuceo; si no muestra signos de interacción cuando el adulto se dirige concretamente a él haciendo, por ejemplo, el juego de «cucú-tras»; o si no responde girando la cabeza o realizando una emisión vocal cuando se le llama por su nombre o suena un ruido.  Durante los primeros meses de vida, existen algunos signos que pueden alertarnos de un déficit auditivo, como que no se asuste ante estímulos sonoros fuertes o si desaparece el balbuceo. Ante la presencia de una hipoacusia transmisiva a consecuencia de varias otitis medias (OM) recurrentes, se produce un retroceso del lenguaje o una latencia mayor en su adquisición con respecto a los hitos del desarrollo lingüístico, ya que el sonido no puede atravesar correctamente las cavidades auditivas y no consigue llegar adecuadamente hasta el oído interno para, posteriormente, enviarlo al córtex auditivo a través de la vía auditiva central, con el fin de ser procesado e integrado correctamente. Por supuesto, ocurre también un retraso en la adquisición de las competencias lingüísticas y una alteración en el desarrollo evolutivo normal ante la presencia de una hipoacusia neurosensorial no diagnosticada precozmente, aunque en ocasiones, si se trata de una hipoacusia leve o moderada, sobre todo si se presenta monoauralmente, es posible que pase desapercibida durante los primeros años de vida de este niño. Afortunadamente, hoy en día existen programas específicos de cribado neonatal en los hospitales en los que se incluye la prueba de Potenciales Evocados Auditivos (PEA), con el fin de realizar de manera precoz un diagnóstico lo más acertado posible ante la existencia de una probable hipoacusia y poder así, poner en marcha una intervención terapéutica lo más pronto y eficazmente posible. Y entonces, ¿por qué es importante la detección precoz de una hipoacusia en un niño y qué tiene que ver con el lenguaje?  Para que el desarrollo del lenguaje en el niño se dé correctamente debe existir una percepción sensorial del sonido, del habla, a través del órgano auditivo, y además, un feedback, una interacción entre él y otros individuos. Si el niño no tiene acceso auditivo, es imposible que pueda reconocer qué es lo que se le pregunta o qué instrucción se le está dando de forma verbal, no podrá relacionar la imagen acústica con la visual, no tendrá acceso al juego simbólico y a la capacidad de pensamiento abstracto. Además, las neuronas cerebrales predestinadas a realizar tareas auditivas y algunas de las destinadas a funciones del lenguaje pasarán a formar parte de otras áreas, normalmente las visuales, y una vez esta migración celular esté afianzada, será muy difícil volver a restaurarla. En presencia de déficit sensorial auditivo no diagnosticado y no intervenido precozmente, se estará ante un niño o un adulto que no es capaz de comprender tampoco los signos extralingüísticos correctamente. Pensar en el desarrollo evolutivo del niño desde un punto de vista global nos hará darnos cuenta de que los humanos empleamos nuestro lenguaje oral para mucho más que hablar; lo empleamos para comunicar y lo hacemos a través de las palabras y las oraciones, pero también lo efectuamos a través de signos extralingüísticos como son las inferencias, los gestos kinestésicos, las metáforas o las anáforas, entre otros elementos. En presencia de déficit sensorial auditivo no diagnosticado y no intervenido precozmente, se estará ante un niño o un adulto que no es capaz de comprender todos estos signos extralingüísticos correctamente y, por tanto, estaremos ante un déficit en la correcta y completa comunicación. Para que el desarrollo del lenguaje en el niño se dé correctamente debe existir una percepción sensorial del sonido a través del órgano auditivo y, además, una interacción entre él y otros individuos. Bibliografía Agüero, I., Cárdenas, C., Koch, K. y Mirabal, M. (2010). Diagnóstico tardío de hipoacusia congénita en preescolares que asisten al instituto de educación especial: audición y lenguaje. Facultad de Medicina, Universidad Central de Venezuela. Maracay, Estado Aragua, Venezuela. Academia de Biomédica Digital. Vol 42, ISSN 1317-987X. Benito-Orejas, J.L., Peribáñez-Giraldo, S., Sánchez-Rosso, A. L. y Santiago-Pardo R. B. (2021). Impacto de la hipoacusia unilateral en el desarrollo del lenguaje. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología. Vol 41, Issue 2, (pp 93-104). Benito-Orejas, J.L., Sánchez-Rosso, A. L. y Santiago-Pardo R. B, Muñoz, M. F. y Grupo Serendipia (Grado en Logopedia, Facultad de Medicina, Universidad de Valladolid). (2017). Desarrollo del lenguaje en niños con detección temprana de hipoacusia bilateral neonatal.FIAPAS. Vol 170, 2019. Carballo Labella, N. (2008). El desarrollo evolutivo de los niños y niñas de 0 a 3 años. Implicaciones educativas.Cuadernos de Docencia – Revista Digital de la educación, 2 (1), 1-6. 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Hipoacusia mínima en niños… ¿o quizá no tan mínima?

Las primeras publicaciones sobre hipoacusias unilaterales en niños, hace 25 años, despertaron gran interés en la comunidad médica y audiológica. Gracias a ellas, la atención dejó de concentrarse exclusivamente en los niños con pérdidas auditivas severas y profundas y se diversificó considerablemente, incluyendo hipoacusias más leves, de otros grados y tipos. Muchos niños con hipoacusia mínima sin diagnosticar «sobreviven» en el sistema educativo con evidentes problemas escolares, que difícilmente pueden resolverse sin llegar a su origen. Antes de estos primeros estudios, los profesionales consideraban que las hipoacusias leves y moderadas (y en esta categoría cabe incluir las hipoacusias unilaterales) no tenían una repercusión relevante en el aprendizaje ni en el desarrollo. Sin embargo, los datos de estas incipientes investigaciones demostraron que los niños con grados mínimos de hipoacusia permanente o transitoria se encontraban en claro riesgo de presentar problemas de aprendizaje o de conducta. Aunque pueda parecer increíble y pese a haber experimentado algunos avances notorios en este terreno, estos problemas todavía persisten en gran medida, y aún existe cierto desconocimiento sobre esta hipoacusia y sus consecuencias, así como algo de polémica sobre qué niños de los que presentan hipoacusia mínima requieren una intervención por parte de los especialistas, qué tipo de intervención es la más efectiva o qué medidas preventivas podrían ponerse en práctica para evitar las dificultades de aprendizaje que se presentan en muchos de estos casos. Para poder avanzar en la revisión de este tema, es importante hacer referencia al trabajo de Bess (1998), precursor de estos estudios, que definió por primera vez las diferentes categorías de hipoacusia que puede englobar la denominación de «hipoacusia mínima», a saber: — Hipoacusias neurosensoriales bilaterales con una media de umbral tonal vía aérea entre 20 y 40 dBHL bilateral, con una media de GAP óseo-aéreo de no más de 10 dB en las frecuencias 1000, 2000 y 4000 Hz. — Hipoacusia neurosensorial unilateral con una media de umbral tonal vía aérea ≥20 dB HL en el oído afectado en las frecuencias 500, 1000 y 2000 Hz y una media de GAP óseo-aéreo de no más de 10 dB en las frecuencias 1000, 2000 y 4000 Hz. La media de los umbrales tonales por vía aérea en el oído no afectado debe ser ≤15 dB HL. — Hipoacusia neurosensorial de alta frecuencia, con umbrales tonales de vía aérea >25 dB HL en dos o más frecuencias por encima de 2000 Hz(por ejemplo, 3000, 4000, 6000, 8000 Hz), en uno o en los dos oídos, con un GAP óseo-aéreo en 3000 y 4000 Hz no mayor de 10 dB.  Las hipoacusias unilaterales, a las que se ha prestado en los últimos años especial atención, no siempre forman parte de esta clasificación; algunos autores las consideran como una entidad aparte de las hipoacusias mínimas. Pese a haber experimentado algunos avances notorios en este terreno, aún existe cierto desconocimiento sobre la existencia de esta hipoacusia y sus consecuencias. Históricamente, estos grados de hipoacusia se han definido de diferentes formas, utilizándose también otros términos como hipoacusias leves o hipoacusias moderadas, de modo que la terminología tampoco ha estado exenta de polémica. En este sentido, Bess siempre destacó que, a pesar de las implicaciones de todos estos términos, el hecho de que la pérdida auditiva sea mínima, leve o moderada, no significa en absoluto que su repercusión en el aprendizaje para algunos niños sea igual de mínima o leve. Más bien hace hincapié en que dicha terminología alude exclusivamente al grado de hipoacusia y no a sus consecuencias. ¿Cuáles son entonces las repercusiones de estas pérdidas mínimas?  Los estudios realizados por Bess y sus colaboradores evaluaron estas repercusiones diferenciando las hipoacusias unilaterales y las hipoacusias bilaterales.  En el primero de estos estudios, el grupo de investigación liderado por Bess trató de caracterizar el impacto psicoeducativo de la hipoacusia unilateral comparando con un grupo control de audición normal. Así, su estudio comenzó en los 80, con un grupo de 60 niños con hipoacusia unilateral, llegando a la alarmante revelación de que aproximadamente un tercio de estos repetían al menos un curso en la escuela y casi el 50% repetía un curso o necesitaba apoyo escolar o extraescolar. El estudio de Bess fue replicado en varias ocasiones en los años posteriores en Estados Unidos y también en Europa y tan solo un par de estudios no encontraron diferencias estadísticamente significativas en el rendimiento académico entre los niños con pérdida unilateral y los niños con audición normal. De este modo, y considerando que cada vez estaba más probada la repercusión de la hipoacusia unilateral en el rendimiento escolar, empezaron a planificarse estudios más exhaustivos que permitieran identificar factores condicionantes de estas dificultades, como déficits cognitivos, auditivos o de habla y lenguaje. Así, muchos de estos trabajos demostraron que los niños con hipoacusia unilateral obtenían puntajes más bajos en percepción del habla que sus pares de audición normal, tanto en ambiente ruidoso como en ambiente silencioso, si bien en la primera situación la diferencia entre los dos grupos se incrementaba.  Los estudios realizados sobre el desarrollo del habla y del lenguaje no muestran sin embargo diferencias significativas entre los dos grupos, aunque sí se detecta un mayor porcentaje de niños con retraso de lenguaje respecto al grupo control en edades más tempranas, entre 15 y 62 meses. Una hipótesis probable a este respecto es que las diferencias en el desarrollo del lenguaje van disminuyendo a medida que los niños van creciendo y acceden a la educación primaria. En el caso de los niños con hipoacusia bilateral, la mayor parte de los estudios se han orientado a la evaluación de la influencia de las condiciones acústicas del aula y del ruido ambiental en la percepción del habla y en el aprendizaje, y se han centrado en evaluar aspectos como la reverberación o el ruido de fondo. En conjunto, todos los estudios realizados en esta dirección resaltan una evidente diferencia en la percepción auditiva entre los niños con hipoacusia bilateral y los niños con audición normal, que se materializa en una mayor dificultad para entender el habla en unas condiciones acústicas que simulan las condiciones de un aula escolar tipo. La causa real de esta dificultad no se conoce con seguridad; sin embargo, podrían subyacer ciertos cambios cocleares que afectan al procesamiento temporal y espectral del habla de los niños con hipoacusia. Esta última hipótesis precisa una mayor investigación que incluya también la consideración de otras habilidades psicoacústicas en el estudio. En los países anglosajones y en muchos países de América del Sur se realiza un cribado auditivo durante la primera etapa de escolarización y está implementado dentro del propio contexto escolar. Desde el punto de vista audiológico, parece haber consenso entre los especialistas; la actuación en cada uno de estos casos debe ser evaluada individualmente, dado que, aunque aparentemente todos los niños con hipoacusia mínima parecen tener mayor riesgo de encontrarse con dificultades académicas, no está claro qué niños necesitarán algún tipo de apoyo y qué niños no.  El cribado neonatal puede no ser suficientemente sensible como para detectar pérdidas auditivas de grado leve, a excepción de las unilaterales más severas. Parece evidente, entonces, que en todos estos casos es preciso realizar un seguimiento exhaustivo de su evolución (por parte del especialista ORL y del audiólogo) y del desarrollo del lenguaje, la socialización, y más concretamente, las habilidades auditivas, para que, en caso de que se detecten dificultades, se establezcan protocolos y estrategias de intervención bien definidas que pueden ir desde indicaciones para minimizar el efecto del ruido de fondo en las aulas e indicaciones para el profesorado, hasta la colocación de drenajes transtimpánicos, la adaptación de audífonos o la utilización de sistemas de micrófono remoto. En la introducción a este artículo se hacía referencia al desconocimiento que aún hoy día hay acerca de la existencia de esta hipoacusia y sus consecuencias; de hecho, muchos niños con hipoacusia mínima sin diagnosticar «sobreviven» en el sistema educativo con evidentes problemas escolares, que difícilmente pueden resolverse sin llegar a su origen. Se suelen abordar con ayudas extraescolares de logopedia o lectoescritura, en las que prioritariamente se trabaja el output (problemas de pronunciación, articulación, vocabulario, etc.), cuando el input nunca se ha explorado Evidentemente, para poder realizar el seguimiento de estos casos y diseñar protocolos de intervención, es fundamental que sean detectados cuanto antes. En los países anglosajones, por ejemplo, y en muchos países de América del Sur, se realiza un cribado auditivo durante la primera etapa de escolarización. Este cribado se implementa dentro del propio contexto escolar o en gabinetes o clínicas concertados para ello. En España, desafortunadamente, no existe esta posibilidad, y el único cribado auditivo que se realiza de forma sistemática es el del recién nacido; con posterioridad, la audición de los niños no vuelve a explorarse de forma sistemática. Los pequeños con hipoacusia mínima, a veces, presentan dificultades de aprendizaje muy similares a las de otros niños con problemas diferentes, por lo que la pérdida de audición puede quedar «enmascarada». Cabe preguntarse si estas hipoacusias mínimas de las que se habla en este artículo pueden estar ya presentes en el nacimiento, en cuyo caso, ya serían detectadas en el cribado neonatal. Pues la realidad es, por una parte, que el cribado neonatal puede no ser suficientemente sensible como para detectar pérdidas auditivas de grado leve (a excepción de las unilaterales más severas), incluso aunque estén presentes en el nacimiento, y que, por otra parte, muchas de estas hipoacusias mínimas no están presentes en el nacimiento y se desarrollan con posterioridad. Las causas pueden ser muchas, incluso puede darse el caso de que la etiología sea desconocida, pero entre las más frecuentes se encuentran las otitis serosas recurrentes, muy frecuentes en niños de educación infantil y primeros cursos de educación primaria. Dado que el cribado auditivo escolar no es una opción en nuestro país, al menos en la actualidad, quizá es importante exponer algunos síntomas que pueden alertar de la existencia de una hipoacusia mínima o que al menos sugieren la conveniencia de realizar un estudio auditivo para contribuir al diagnóstico.  Los niños con hipoacusia mínima presentan a veces dificultades de aprendizaje muy similares a las de otros niños que no tienen pérdida auditiva sino otro tipo de dificultades y necesidades educativas, y por tanto, puede ocurrir que la hipoacusia quede «enmascarada» por esa sintomatología similar. A continuación se describen ciertos comportamientos o características que pueden hacernos sospechar de la existencia de una hipoacusia mínima: — Tirarse de las orejas o presionarlas, tocar las orejas o los oídos, en general. — Catarros frecuentes, dolores de garganta o enfermedades de las vías respiratorias altas. — Problemas de comportamiento (falta de atención). — Inquietud, nerviosismo, no poder permanecer en la silla. — Distracciones frecuentes, especialmente cuando hay mucho ruido en la clase o cuando hay ruido de fondo (otros niños por el pasillo, obras en la calle, tráfico, etc.). — Demanda frecuente de repetición de la información («¿Qué has dicho?»). — Bajo rendimiento académico. Como se ha mencionado anteriormente, algunos de estos síntomas se presentan también en niños con otras dificultades, mientras que otros son más específicos de los niños con hipoacusia. En realidad, la presencia de cualquiera de estos síntomas podría justificar, al menos, la realización de una exploración auditiva por parte del especialista como parte del protocolo de diagnóstico. Habitualmente, estas hipoacusias mínimas permanecen más «latentes» en el entorno familiar por ser un ambiente más controlado para el niño. Además, habitualmente estas hipoacusias mínimas permanecen más «latentes» en el entorno familiar próximo, por ser un ambiente más amable y controlado para el niño, pero se evidencian en el ámbito escolar, en el que las condiciones auditivas se complican de forma manifiesta. Al hilo de la «latencia» de las hipoacusias mínimas en el entorno familiar, un interesante estudio publicado recientemente en el International Journal of Pediatric Otorhinolaringology (2021), realizado en Polonia, concluye que los padres, habitualmente, subestiman los problemas auditivos de sus hijos, pero tienen mayor facilidad para detectarlos si la pérdida afecta a las frecuencias conversacionales o si es al menos moderada o bilateral. Siendo esto así… ¿Qué medidas podrían aplicarse para mejorar la comunicación en los niños con hipoacusia mínima? En primer lugar, para todos estos niños es importante ver la cara del orador; no es que realicen una lectura labial consciente y eficaz, pero tener al orador enfrente proporciona información adicional para descifrar el mensaje. Es importante no hablar de espaldas o cerca de una ventana en la que se produzcan reflejos o la cara quede en sombra. Si se tiene la sensación de que el niño no ha entendido el mensaje, debe reformularse con otras palabras que reflejen la idea central a transmitir, lo que proporcionará claves para descifrarlo más fácilmente.  Por otra parte, la información importante debe expresarse verbalmente y por escrito (en el caso del aula, preferiblemente en la pizarra). Además, cualquier elemento que contribuya a reducir el nivel de ruido en la clase (pelotas de tenis en las patas de las sillas y de las mesas, por ejemplo), permitirá mejorar la relación señal/ruido y contribuirá a mejorar la inteligibilidad. A modo de conclusión, las estadísticas más recientes señalan que alrededor del 15% de los niños del mundo en edad escolar tienen hipoacusias transitorias o leves que, a pesar de su denominación, pueden interferir en su comunicación, sus relaciones psicosociales y su aprendizaje, lo que provoca una clara afectación del rendimiento escolar. Muchas de ellas, por no decir la mayoría, no son detectadas ni tratadas, debido entre otras cosas a la inexistencia de un protocolo universal de cribado auditivo en edad escolar. Dado que los estudios realizados hasta el momento evidencian las dificultades que estos niños presentan, especialmente en la inteligibilidad en ruido y en el desarrollo de otras destrezas auditivas de procesamiento, parece recomendable incluir un estudio auditivo en el protocolo de valoración de los niños con dificultades escolares. Las estadísticas más recientes señalan que alrededor del 15% de los niños en edad escolar tienen hipoacusias transitorias o leves que pueden interferir en su comunicación y su aprendizaje, lo que provoca una clara afectación del rendimiento escolar. Bibliografía Ansari, M. (2021) Hearing screening program for school going children in India: necessity, justification, and suggested approaches. The Egyptian Journal of Otolaryngology.Doi:10.1186/s43163-021-00182-x. 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Notas *Las imágenes de este artículo han sido creadas artificialmente usando Lexica® una iA capaz de generar imágenes a partir de lo que escribimos. Myriam GonzálezAudióloga / Audioprotesista CV Autor: Licenciada en Pedagogía y Máster de Logopedia.Técnico Superior en Audiología Protésica.Especializada en Audiología Infantil y Evaluación de los trastornos del PAC en RV Alfa Centros Auditivos.Docente en el Máster de Audiología de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

Implantes cocleares en niños con síndrome de Pendred

La implantación coclear es un tratamiento eficaz y satisfactorio para la pérdida auditiva profunda o grave en niños con síndrome de Pendred o a los que los amplificadores tradicionales les aportan beneficios muy limitados, explica el estudio estadounidense. El estudio concluyó que, si se interviene pronto, los implantes cocleares permiten un desarrollo cognitivo y del habla en los niños con síndrome de Pendred comparable al de la población infantil con una audición normal, de manera que los pacientes pueden aprender en un entorno educativo convencional. El síndrome de Pendred Este síndrome es una enfermedad genética, relativamente rara, que se caracteriza por la discapacidad auditiva neurosensorial entre profunda y grave y por la malformación de algunos huesos del oído interno. Los implantes cocleares permiten un desarrollo cognitivo y del habla en los niños con síndrome de Pendred comparable al de la población infantil con audición normal. Información sobre el estudio El estudio recibió la aprobación del Consejo de Revisión Institucional del Centro Médico de la Universidad de Misisipi. A partir de una base de datos previa sobre pacientes pediátricos con implante coclear, el estudio identificó a todos los que tenían el acueducto vestibular dilatado y síndrome de Pendred y que se habían sometido a una implantación coclear entre 2003 y 2007. En todos ellos, los audífonos ya no tenían el efecto deseado en el oído del implante y los umbrales audiométricos de su pérdida auditiva neurosensorial estaban en los rangos de leve a profunda y de grave a profunda. Las edades en el momento de la implantación eran variadas, desde nueve meses hasta siete años, con una edad media de cuatro años. A cuatro pacientes les colocaron un implante unilateral, mientras que en cinco pacientes los implantes fueron bilaterales. De los cinco bilaterales, a cuatro se los implantaron de forma simultánea y a uno, de forma secuencial, es decir, primero un oído y, cuatro meses después, el otro. El estudio, «Cochlear implantation in patients with Pendred syndrome» (Implantación coclear en pacientes con síndrome de Pendred), se publicó en la American Journal of Otolaryngology–Head and Neck Medicine and Surgery. Fuente Medical Dialogues y American Journal of Otolaryngology–Head and Neck Medicine and Surgery.
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