Calidad acústica de nuestras aulas ¿Dificultades de audición?
➟ La calidad acústica del ambiente en que se realiza el aprendizaje puede ser determinante a la hora de obtener mejores resultados. Así pretende demostrarlo un estudio realizado en la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa (FOOT) con una muestra de 42 estudiantes de entre 19 y 25 años. En esta investigación se han cruzado tanto las condiciones acústicas de diferentes aulas, como los hábitos que esta franja de edad tiene y cómo afectan a su audición.

Figura 1.
Micrófono omnidireccional Behringer ECM8000 para determinar el tiempo de reverberación.
Con los avances tecnológicos de los últimos años y su incorporación progresiva en nuestro día a día, se ha evidenciado una tendencia hacia una pérdida auditiva prematura, originada por el uso prolongado de auriculares o la exposición continuada a entornos con elevado ruido ambiental. Esta pérdida auditiva puede ocasionar problemas de aprendizaje, por lo que es esencial que los espacios en los que se desarrolle el mismo cuenten con óptimas características acústicas y que no contribuyan a aumentar la dificultad auditiva.
Es en este contexto donde se planteó y diseñó un estudio para determinar, por un lado, la calidad acústica de distintas aulas de la Facultat d’Òptica i Optometria de Terrassa (FOOT) y, por otro, la salud auditiva de una muestra significativa de estudiantes de la misma facultad. Se evaluó, pues, la idoneidad acústica de las aulas en el contexto de las capacidades auditivas de los estudiantes que las ocupan.

Figura 2.
Sonómetro UNI-T UT353BT para medir el ruido de fondo.
Métodos
Parámetros acústicos de las aulas
Para evaluar la calidad acústica de las distintas aulas se consideraron dos parámetros típicamente empleados en acústica: el tiempo de reverberación (RT), definido como el tiempo (en segundos) que transcurre desde que se interrumpe una señal acústica hasta que su intensidad disminuye en 60 decibelios (dB), y el ruido de fondo.
Para determinar el RT se utilizó el método del ruido interrumpido, empleando unos altavoces para generar el impulso sonoro y un micrófono omnidireccional Behringer ECM8000 con una interface de amplificación Steinberg CI1 para la recepción del mismo (Figura 1). El impulso sonoro se creó, almacenó y analizó mediante el software de acústica ARTA (http://www.artalabs.hr). Los valores obtenidos se compararon con el valor máximo de 0,5s que establece el Código Técnico de la Edificación (Ministerio de Fomento, 2019) para espacios desocupados, con mobiliario y con un volumen menor de 350m3.
El ruido de fondo, por su parte, se determinó mediante un sonómetro UNI-T UT353BT, con un rango de medida de 30 a 130 dB (A) y una precisión de ±1,5dB (A), realizándose una medida de 30s de duración (Figura 2). Los resultados de ruido de fondo se comparan con los establecidos por la curva de referencia Noise Criteria 25, que indica un valor máximo de 35 dB(A) para este tipo de espacios.
Para ambos parámetros se realizaron cinco medidas consecutivas en tres ubicaciones distintas en cada aula (Figura 3), obteniéndose valores promedio locales y globales.
Figura 3.
Localización de las medidas del tiempo de reverberación en las distintas aulas de estudio.




Salud auditiva de una muestra de estudiantes
Para evaluar la salud auditiva de una muestra representativa de estudiantes de la FOOT se empleó un audiómetro Interacoustics AD229B. Se determinó únicamente el umbral de audición tonal por vía aérea y mediante el método descendiente. Igualmente, todos los participantes respondieron a un cuestionario para conocer sus hábitos referentes a la utilización de auriculares, el volumen y los descansos, así como su exposición a ruido y su sensación auditiva en las aulas de la facultad.
RESULTADOS

Tabla 1.
Valores de tiempo de reverberación y de ruido de fondo globales para cada una de las aulas de estudio.
Tras la exploración del RT y del ruido de fondo, se encontró que ninguna de las cuatro aulas examinadas cumplía de forma estricta con los valores normativos, siendo el «auditorio» la que obtuvo valores más aproximados a los máximos estipulados, mientras que la sala de «dibujo» presentó los peores resultados en lo referente a RT y la sala «polivalente» los más deficientes en términos de ruido de fondo. Examinando el RT en las frecuencias del habla (de unos 1000 Hz a 3000 Hz), todas las aulas de estudio presentan valores aun más distantes de la normalidad, excepto el «auditorio». Por su parte, los valores de ruido de fondo evidenciaron diferencias a nivel local, con los más elevados situados cerca de las puertas, pasadizos o elementos generadores de ruido blanco como sistemas de ventilación de proyectores o de climatización (Tabla 1), como era de esperar.
Por lo que hace referencia a la salud auditiva, esta parte del estudio contó con la participación de 42 estudiantes de la FOOT (31 mujeres), con una edad de 19 a 25 años. Los resultados auditivos mostraron que un gran porcentaje de los estudiantes presentaba un umbral de audición situado dentro de la normalidad. Sin embargo, un 78% evidenció pérdida auditiva de 25 dB o más en alguna de las frecuencias, principalmente en las agudas.
El cuestionario reveló que, en general, ni los hábitos de utilización de auriculares (volumen, tiempo de exposición, descansos), ni el entorno acústico de los participantes, eran óptimos, con un alto porcentaje de respuestas que indicaban una exposición prolongada a niveles sonoros elevados. Al preguntar sobre la percepción subjetiva de la calidad acústica de las aulas donde se realiza la docencia, en su mayoría indicaron una dificultad media-baja para seguir/entender el discurso del docente, si bien algunas respuestas subrayaron un excesivo ruido de fondo y una inadecuada oratoria por parte del docente (mala inteligibilidad del habla). En estos casos, las estrategias adoptadas consisten en cambiarse de ubicación dentro del aula, para acercarse a la fuente sonora (orador) y alejarse de las fuentes de ruido.
CONCLUSIONES
El presente estudio pone de manifiesto que, sea cual sea el umbral de audición del oyente, el espacio puede repercutir negativamente en la trasmisión y comprensión del mensaje oral. Las estrategias que se adoptan para mejorar estos aspectos se ven condicionadas por la variación de los parámetros acústicos dentro de un mismo espacio y no siempre son las más adecuadas.
Para mejorar las condiciones acústicas de las aulas se pueden diseñar cambios estructurales relativamente económicos, como recubrir alguna de las paredes con material absorbente altamente poroso, romper la continuidad de superficies planas extensas, instalar cortinas delante de los ventanales, etc. Paralelamente, se debe fomentar la higiene acústica, reduciendo el tiempo y volumen de uso de auriculares, realizando descansos periódicos y evitando la exposición prolongada a ambientes con ruidos elevados, además de recomendar revisiones auditivas periódicas.
REFERENCIAS
Carrión A (1998). Diseño acústico de espacios arquitectónicos. Ediciones UPC.
Código Técnico de la Edificación (2019). Documento Básico. Protección frente al ruido DB-HR. Ministerio de Fomento.
Rodríguez A (2015). Determinación de los umbrales de audición en la población española. Patrones de normalidad de la totalidad del espectro auditivo humano. Universidad Autónoma de Madrid.
Widén SE, Möller C, Kähäri K (2018). Headphone listening habits, hearing threshold sand listening levels in Swedish adolescents with severe to profound HL and adolescents with normal hearing. Int J Audiol, 57(10):730-736.
AUTORES

GENIS CARDONA
AUDIOPROTESISTA
Doctor en Optometría y Ciencias de la Visión por la Universidad de Manchester.
Profesor de Óptica y Optometría, UPC, Terrassa.

CARLA VILLARES
ÓPTICA – OPTOMETRISTA
Graduada en Óptica y Optometría, UPC, Terrassa.