La rehabilitación auditiva: clave en la hipoacusia unilateral
Durante estos años dedicada a la rehabilitación auditiva, he podido tratar multitud de pacientes con diferentes edades y tipos de hipoacusia pero, he de confesar, que tengo dos debilidades: la (re)habilitación con niños y los pacientes con pérdidas de audición unilaterales.
Por este motivo, me voy a centrar en estos últimos, las hipoacusias unilaterales, es decir, cuando la pérdida auditiva se localiza en un solo oído y el otro tiene audición normal.
La pérdida de audición puede estar presente desde el nacimiento (congénita) o puede aparecer a lo largo de la vida (adquirida) por diferentes motivos: infecciones, pérdida súbita, traumatismos, enfermedad de Ménière, tras intervenciones quirúrgicas, etc.
Los principales problemas para este tipo de pacientes son la comprensión del habla en ruido, la habilidad de localizar los sonidos y el poder entender a más distancia. Se encuentran en una evidente situación de desventaja cuando se les habla por el lado donde está afectada la audición (requiere de mayor esfuerzo escuchar por un solo oído).
Son varias las soluciones auditivas para las hipoacusias unilaterales: audífono, sistema cros o sistema de FM. El audiólogo le ayudará a elegir la mejor opción en función de las características del paciente y del tipo de pérdida.
El entrenamiento auditivo consta de dos partes: la primera transcurre durante el proceso de elección protésica, ya que tras la adaptación nos aseguraremos de que el paciente está sacando el máximo rendimiento posible de su prótesis, comunicándoselo a su audiólogo, y si no fuera así, habría que valorar otra alternativa; la segunda, consiste en hacer que los pacientes, tras la adaptación audiprotésica, sean conscientes de lo que les aporta cognitivamente esta estimulación, haciendo rehabilitación auditiva en sesiones semanales y en casa. El objetivo es que puedan llegar a entender lo mejor posible para que, en situaciones auditivas más adversas, se desenvuelvan con menos problemas.
Mucho se ha escrito sobre la importancia y beneficios de la estimulación auditiva, y como muestra de ello, a continuación expongo el caso de un paciente que recuerdo con especial cariño.Hipoacusia neurosensorial severa unilateral (O.D.)
Caso práctico

Varón de 32 años de edad, hipoacusia neurosensorial severa en oído derecho desde el nacimiento.
Decidió ponerse un audífono porque refería problemas en situaciones de ruido cuando le hablaban por ese oído y no entendía a intensidad baja.
En principio, se le ofreció la posibilidad de probar un sistema cros por los años de pérdida auditiva sin estimular y la escasa capacidad de entender que resultó en la audiometría verbal (25% de discriminación máxima). Pero para este paciente era importante el factor estético, así que se decidió probar con un audífono y hacer entrenamiento auditivo para valorar.
El comienzo del entrenamiento no fue fácil porque, como es habitual, su sensación era de percibir ruidos, lo notaba todo muy alto y no entendía. Es común que en esta fase los pacientes «tiren la toalla», por ello es importante trabajar las expectativas.
Es fundamental que entiendan que al principio sucederá algo que no esperan, como se ha dicho tantas veces «escuchamos con el cerebro» y este necesita un tiempo para adaptase a los cambios.
Empezamos a trabajar enmascarando el oído izquierdo para que identificara elementos cerrados. A las sesiones siempre acudía un familiar para poder hacerlo durante la semana en casa. Fue muy constante tanto en el uso durante todo el día del audífono como en los ejercicios que le aconsejaba hacer, y pronto pudimos empezar con reconocimiento de sílabas y palabras.
En esta fase del entrenamiento somos conscientes de cuáles son los fonemas en los que presenta más dificultad, ya que repetidamente los sustituye o los omite. Aquí se hace un análisis con matriz de consonantes para saber si el error es en el punto de articulación, en el modo, en la sonoridad… y así informar a su audióloga para que modifique la calibración en determinadas frecuencias si fuera necesario y poder seguir trabajando.
A este paciente se le facilitaron ejercicios con las consonantes que confundía para que, enmascarando el oído con audición normal o poniendo ruido de fondo cerca de este oído, trabajara habilidades auditivas a través del audífono. Siempre aconsejo que, mientras se realiza esta tarea, se cierren los ojos, favoreciendo que el único estímulo al que preste atención sea el auditivo, mejorando así la concentración y la memoria.
Durante algunas sesiones usamos para la rehabilitación un micrófono conectado al audífono. El paciente se situaba dentro de una cabina insonorizada y, a través del mismo, trabajamos comprensión auditiva con diferentes oraciones y textos.
Finalmente, cuando su habilidad auditiva había mejorado notablemente, en las últimas sesiones nos centramos en la conversación a través del teléfono móvil, con muy buenos resultados.
En la siguiente revisión audiológica, tras realizar la audiometría tonal, se repitió la audiometría verbal y la mejora en la discriminación en su oído afectado fue de un 65%.
Por último, pueden leer el testimonio de este paciente en el que refleja lo que ha supuesto en su vida el uso del audífono.
«Comencé a usar audífono hace casi tres años debido a la gran insistencia de mi familia en que lo probara, y desde el principio comprendí que iba a significar una mejora en calidad de vida. Para mí ha supuesto un cambio radical en situaciones tan cotidianas como poder identificar el origen de un sonido cuando voy por la calle o mantener conversaciones con ruido de fondo o en el coche, algo que anteriormente me costaba un esfuerzo tremendo. Antes de usar audífono era también un gran inconveniente mantener reuniones de trabajo, ya que debía colocarme estratégicamente para poder oír a todo el mundo, algo que me generaba estrés y desconfianza. El cambio en mi día a día ha sido muy grande y beneficioso, y cuando no lo llevo siento que me falta algo».
Conclusión
Señalar que es fundamental el entrenamiento auditivo en este tipo de pacientes y que los resultados, obviamente, dependerán de muchos factores; edad, grado de hipoacusia, tiempo de evolución, capacidad de discriminación, etc.
Autora:

Mª Ángeles Rueda
Pedagoga y Logopeda
Lic. Pedagogía y Diplomada en Logopedia.
Diplm.ª Terapia Auditiva Verbal, UAGB.
Rehabilitadora Auditiva (hipoacusia infantil, entrenamiento auditivo y desorden
del procesamiento auditivo central) en RV ALFA (Madrid).
https://www.rvalfa.com/