Mareo postural perceptivo persistente: diagnóstico y tratamiento

El mareo postural perceptual persistente es un fenómeno relativamente frecuente al que hace relativamente pocos años se ha puesto nombre. 

Este tipo de mareo, conocido también por sus siglas MPPP, es un trastorno vestibular, funcional y crónico del sistema nervioso. A lo largo de 20 años se ha ido reuniendo información sobre este problema y sus pacientes, pero solo recientemente ha sido definido como una patología específica.

Síntomas

Se caracteriza por la presencia de un tipo de vértigo no rotatorio, el cual aparece acompañado por inestabilidad persistente. Su presencia se prolonga de manera crónica durante más de 3 meses, con una periodicidad no siempre diaria y con diferentes grados de severidad e intensidad.

El paciente notará un incremento del problema en las posturas erguidas y al realizar movimientos, tanto activos como pasivos. También provocan una exacerbación acusada los estímulos visuales en movimiento como la televisión o la ejecución de tareas visuales que exigen precisión como la lectura, jugar a videojuegos o los patrones visuales complejos.

Se desconocen cuáles son las causas exactas del trastorno, aunque se asocia a una mala adaptación crónica a ciertos eventos, por ello se incluye entre los trastornos funcionales.

Una de las características más llamativas es que suele derivar de un proceso concreto que provoca vértigo agudo, mareos o desequilibrios.

Otras causas de vértigo pueden ser:

— VPPB (Vértigo Posicional Paroxístico Benigno): Es una afección del oído interno en la que pequeños cristales (otolitos) dentro del órgano del equilibrio se desplazan a lugares donde no deberían estar, lo que provoca una sensación súbita de vértigo intenso y desequilibrio al cambiar de posición, como al girar la cabeza o levantarse de la cama.

— Enfermedad de Ménière: Es un trastorno del oído interno que afecta el equilibrio y la audición. Los síntomas incluyen episodios recurrentes de vértigo severo, pérdida auditiva fluctuante, zumbidos en los oídos (acúfenos o tinnitus) y sensación de presión en el oído afectado.

— Accidente cerebrovascular: También conocido como ictus o derrame cerebral, ocurre cuando hay una interrupción del flujo sanguíneo al cerebro debido a la obstrucción o ruptura de un vaso sanguíneo. Los síntomas varían según la región cerebral afectada, pero pueden incluir mareos intensos, pérdida del equilibrio y dificultades para mantenerse en pie.

— Neuritis vestibular: Es una inflamación del nervio vestibular en el oído interno, que es responsable del equilibrio. Provoca una sensación intensa de vértigo, mareos, náuseas y problemas de equilibrio.

— Ataques de pánico con mareos: Son episodios de miedo intenso o ansiedad que se presentan de manera abrupta y alcanzan su punto máximo en unos minutos. Pueden ir acompañados de síntomas físicos, como mareos, palpitaciones, sudoración y sensación de asfixia.

— Migraña vestibular: Es una forma de migraña que afecta al sistema vestibular en el oído interno. Provoca episodios de vértigo intenso, desequilibrio, náuseas y vómitos, que pueden durar horas o incluso días.

— Latigazo cervical: Ocurre cuando la cabeza y el cuello se mueven bruscamente hacia adelante y hacia atrás, como en un accidente automovilístico. Puede causar mareos, dolor de cabeza, dolor en el cuello y problemas de equilibrio.

— Conmoción cerebral: Es una lesión cerebral traumática que resulta de un golpe en la cabeza o un movimiento brusco del cerebro dentro del cráneo. Los síntomas incluyen mareos, confusión, pérdida de equilibrio, dolor de cabeza y, en algunos casos, pérdida temporal de la conciencia.

Además, los síntomas del MPPP provocan una alteración funcional importante y no son atribuibles a otra enfermedad. Por otra parte, es infrecuente que el proceso se desarrolle de manera gradual, progresiva y ajena a la existencia de un factor desencadenante. Destacar también que un aspecto que complica el diagnóstico es que este problema puede convivir con otros trastornos vestibulares.

Una de las características más llamativas es que suele derivar de un proceso concreto que provoca vértigo agudo, mareos o desequilibrios. 

Se trata, en cualquier caso, de un mareo subjetivo y fóbico, pero real. Es decir, no se lo inventa el paciente, sucede realmente, aunque es generado por una reacción aberrante del cerebro y no por un proceso puramente orgánico.

¿Cómo se diagnostica?

A tenor de lo explicado, es comprensible considerar esta disfunción como una de complicado diagnóstico. Para llegar a él resulta imprescindible contar con un excelente y detallado historial clínico. Además, es imprescindible incluir un examen otoneurológico completo.

Se desconocen cuáles son las causas exactas del trastorno, aunque se asocia a una mala adaptación crónica a ciertos eventos, por ello se incluye entre los trastornos funcionales.

Al presentarse el síndrome, no resulta infrecuente el predominio de rasgos que eclipsan el mareo en sí. Por ello, a menudo, los pacientes se ven obligados a acudir a diferentes especialistas antes de ser correctamente diagnosticados. Ante cualquier indicio o sospecha aconsejamos acudir a una clínica especializada en trastornos vestibulares.

¿Cuál es el tratamiento del mareo postural perceptivo persistente?

El punto de partida se apoya en la psicoeducación. Además, el especialista decide si es necesario o no añadir algún tipo de rehabilitación vestibular o rehabilitación mediante Realidad Virtual.

— Control de la postura estática y dinámica.

— Asimilación de la información en la orientación espacial.

— Regeneración de mecanismos corticales superiores.

El Mareo Postural Perceptual Persistente (MPPP) es, en definitiva, un problema de salud molesto, duradero y muy difícil de diagnosticar. Sin embargo, su posterior tratamiento permite solucionarlo, o mejorar los síntomas, cuando se cuenta con el apoyo médico adecuado.