Las pérdidas auditivas asociadas a audiogramas verbales con el fenómeno «rollover» representan un desafío complejo en el ámbito de la Audiología. A diferencia de las pérdidas auditivas con audiogramas verbales comunes, los protocolos de adaptación convencional de audífonos no siempre son eficaces, ya que la respuesta auditiva del paciente no sigue los mismos principios que en otros tipos de pérdida.
En 1946, Carhart[1] publicó uno de los primeros artículos que abordó la relevancia de la audiometría verbal en el proceso de selección y adaptación de audífonos, resaltando la necesidad de este estudio para conocer las consecuencias funcionales de la hipoacusia.
Mejorar el acceso de una persona a los sonidos del habla es el principal objetivo para utilizar audífonos, por lo que comprender cómo discrimina el paciente antes de proporcionarle amplificación, es fundamental. Esta evaluación permite a los audiólogos realizar una mejor selección y ajuste de los dispositivos auditivos, lo que optimiza la rehabilitación auditiva y facilita la adaptación del paciente a su nueva realidad sonora.
Las consecuencias derivadas del fenómeno «rollover» en la adaptación de audífonos son múltiples y pueden impactar considerablemente en la experiencia del usuario.
Este artículo propone medidas para manejar las pérdidas auditivas con «rollover», con el fin de conseguir mejorar la adaptación de audífonos y optimizar los resultados de la rehabilitación auditiva.
El fenómeno conocido como «rollover» en Audiología ocurre cuando en la audiometría verbal, la capacidad para entender las palabras disminuye a medida que aumenta el volumen del sonido (Bess et al, 1977).
Este fenómeno suele estar relacionado con lesiones retrococleares (Katz[2] et al, 2017). En estos casos, se observa que, después de alcanzar el nivel máximo de discriminación, el porcentaje de palabras correctamente identificadas comienza a disminuir a medida que aumenta la intensidad de la señal presentada.

En situaciones ruidosas, el paciente puede experimentar fatiga auditiva con el uso del dispositivo y la calidad del sonido puede verse afectada con distorsión e incomodidad.

Las consecuencias derivadas del fenómeno «rollover» en la adaptación de audífonos son múltiples y pueden impactar considerablemente en la experiencia del usuario, ya que la comprensión del habla no alcanza el 100% ni siquiera en ambientes silenciosos. Dependiendo de la programación, la amplificación puede empeorar la comprensión a altas intensidades. Especialmente en situaciones ruidosas, el paciente puede experimentar fatiga auditiva con el uso del dispositivo y la calidad del sonido puede verse afectada, con distorsión, incomodidad y sensación de reverberación de los sonidos exteriores y de su propia voz, aun cuando se presentan a intensidades poco elevadas, si no se realizan los ajustes precisos.
Como consecuencia, los usuarios pueden percibir una disminución en la satisfacción con el rendimiento de los audífonos, lo que como ya es sabido, puede conllevar visitas recurrentes para ajustes, frustración y, eventualmente, el abandono del uso del dispositivo, lo que repercute negativamente en la rehabilitación auditiva del paciente y en su calidad de vida.

Katz describe la hipoacusia retrococlear como una pérdida auditiva que tiene su origen más allá de la cóclea, específicamente en las vías auditivas centrales, tales como el nervio auditivo o el tronco encefálico.
Esta afección se asocia frecuentemente con patologías que afectan a la conducción de las señales nerviosas provenientes del oído hacia el cerebro.
Las características más comunes de este tipo de hipoacusia son, dificultad de discriminación (incluso en ambientes tranquilos) que no correlacionan con los umbrales tonales, pérdida auditiva unilateral o pérdida auditiva asimétrica, acúfeno persistente y problemas de equilibrio o vértigo.
Entre las causas más habituales que dan lugar a este tipo de pérdida auditiva encontramos la neurinoma del acústico, anomalías vasculares, esclerosis múltiple, lesiones del tronco encefálico causadas por accidentes cerebrovasculares o infecciones, traumatismos, enfermedades neurodegenerativas o condiciones genéticas, como la neurofibromatosis tipo II asociadas a la aparición de Schwannomas (Prathap[3], 2023).
El diagnóstico de este tipo de hipoacusia es realizado por el ORL aplicando el principio de verificación cruzada (utilización de múltiples métodos y pruebas para validar un diagnóstico) y se realiza a través de pruebas de imagen (RM), estudio electrofisiológico (OAEs, PEATC), audiometría e impedanciometría, examen neurológico e incluso, en ocasiones, punción lumbar. Sin embargo, no es infrecuente que acudan a los centros audiológicos pacientes que fueron diagnosticados mucho tiempo atrás y no recuerdan la información con exactitud, o simplemente no aportan el informe del ORL y describen el diagnóstico de forma imprecisa. En estos casos, los audiólogos podemos encontrar en nuestra evaluación signos de sospecha de patología retrococlear.
Durante la anamnesis es importante detectar como indicio la concurrencia de los síntomas típicos de hipoacusia retrococlear mencionados. Además, el audiólogo puede encontrar pistas al realizar otras pruebas que ayuden a confirmar la sospecha, y al mismo tiempo, obtener información valiosa para la adaptación de audífonos en estos pacientes.

Prueba de fatiga de reflejo negativa. El reflejo no decae tras 10 segundos de presentación del estímulo. © Imagen: interacoustics.com
Las características más comunes de la hipoacusia retrococlear son dificultad de discriminación, pérdida auditiva unilateral o asimétrica, acúfeno persistente y problemas de equilibrio o vértigo.
El reflejo estapedial es una contracción del músculo estapedio en respuesta a un estímulo sonoro fuerte. Los umbrales de aparición del reflejo se encuentran ente 70-90 dB por encima de los umbrales por vía aérea (Metz, 1952). Se mide en frecuencias de 500, 1000, 2000 y 4000 Hz, (si bien es común encontrar la ausencia del reflejo en esta frecuencia en umbrales normales).
Su ausencia o alteración puede indicar problemas en el oído medio, cóclea o vías nerviosas. En la hipoacusia coclear, los reflejos estapediales pueden activarse a niveles más bajos de estimulación debido al reclutamiento, mientras que en la hipoacusia retrococlear, los reflejos suelen estar elevados o ausentes, incluso en oídos con audición normal o pérdidas leve (Katz, 2015).
En el caso de presencia de reflejos, la sospecha puede ser confirmada mediante otra prueba de rápida y fácil realización con el impedanciómetro: la prueba de fatiga del reflejo estapedial o «Tone Decay». La prueba evalúa la capacidad del reflejo estapedial para mantenerse en presencia de un estímulo sonoro continuo. El objetivo de esta prueba es observar si el reflejo estapedial se mantiene o disminuye a lo largo del tiempo, cuando se aplica un estímulo sonoro continuo 10 dB por encima del umbral en que apareció el reflejo, durante 10 segundos (usualmente 500 Hz o 1000 Hz). Si la respuesta del reflejo disminuye a la mitad de su magnitud original durante los 10 segundos de estimulación, el test se considera positivo para fatiga del reflejo estapedial lo que indica la presencia de una patología retrococlear.

Prueba de fatiga de reflejo positiva. El reflejo decae más del 50% tras 10 segundos de presentación del estímulo. © Imagen: interacoustics.com
Sin embargo, como se ha explicado unas líneas más arriba, la ausencia de reflejo es una característica de las hipoacusias retrococleares, por lo que de nuevo nuestro tema original, comportamiento «rollover» de la audiometría verbal, será uno de los indicadores de patología retrococlear más claros para el audiólogo.

El audiólogo debe estructurar su intervención considerando la gestión de expectativas por parte del paciente.
Antes se han descrito algunos de los problemas que encuentran los audiólogos cuando realizan la adaptación de este tipo de perfil audiométrico. Los algoritmos convencionales utilizados para el cálculo de ganancia en las medidas REM suelen generar disconfort cuando se activan los audífonos en hipoacusias de este perfil. Por otro lado, existen escasas publicaciones con recomendaciones específicas para afrontar el desafío que supone este tipo de adaptación.
Ferechozkwoski[4] et al. (2024), han estudiado diferentes configuraciones de compresión en audífonos y su efecto en la adaptación de pacientes con audiometrías verbales con presencia de «rollover». Su estudio concluyó que los mejores resultados para prevenir el fenómeno «rollover» en niveles de habla superiores al nivel conversacional normal (punto a partir del cual la discriminación desciende), se obtenían al aplicar compresión con amplitud alta (CR 5:1) y tiempos de ataque y recuperación largos (Sweet-Spot Slow). En niveles de entrada suaves y normales, los resultados de aplicar esta estrategia frente a otras, no mostraban ventajas, de manera que proponían una opción híbrida de aplicación de estrategias convencionales (NAL-NL.2) en niveles suaves y medios y Sweet-Spot Slow en niveles de entrada superiores. No obstante, es recomendable la lectura del artículo mencionado para una comprensión integral de este criterio, el cual debe ser considerado, en cualquier circunstancia, como una propuesta. Asimismo, al igual que con todos los cambios implementados en la programación de estos pacientes, es fundamental verificar.
Será necesario proporcionar de forma controlada y progresiva la ganancia, entendiendo que es probable que finalmente la ganancia proporcionada quede por debajo de la prescrita por los métodos convencionales. Herramientas como COX nos ayudarán a identificar el efecto de los cambios realizados en la programación, en el confort y en la discriminación.

En el caso de hipoacusias asimétricas en las que uno de los oídos presente mejor discriminación que otro, se sugiere proponer al paciente el uso del control de volumen o aplicaciones móviles para que, en situaciones complejas o en presencia de entradas altas en las que el oído con «rollover» no ayude o interfiera, se limite o anule la señal por dicho oído. Esta misma herramienta se propondrá si el paciente detecta fatiga por el uso de la amplificación, proponiéndole reducciones de volumen en los momentos que no sea imprescindible.
Sin embargo, la efectividad de estas medidas, pueden ser limitadas si las vías neuronales están significativamente comprometidas. No existe una fórmula mágica que pueda cambiar una condición inicialmente desfavorable. Por consiguiente, cuando el especialista (ORL) recomienda la adaptación de audífonos, el audiólogo debe estructurar su intervención considerando desde el principio otros aspectos.
En el caso de hipoacusias asimétricas en las que uno de los oídos presente mejor discriminación que otro, se sugiere proponer al paciente el uso del control de volumen o de aplicaciones móviles.
En primer lugar, es muy importante la gestión de expectativas. Se sugiere proporcionar al paciente la información necesaria para que comprenda las limitaciones de su hipoacusia, destacando que la simple adaptación de audífonos no constituirá la única intervención propuesta. Es importante explicar la importancia de realizar entrenamiento auditivo como parte de un programa de rehabilitación auditiva, fundamental para facilitar la adaptación del paciente a su pérdida auditiva. Además, es recomendable informar inicialmente sobre la necesidad de complementar la adaptación de audífonos con otros dispositivos de asistencia auditiva, tales como los sistemas FM y accesorios de conectividad, que mejorarán su participación en las actividades diarias.
Será conveniente desarrollar estrategias de comunicación efectivas en su entorno por lo que se recomienda incluir a los familiares en el proceso. Advertencias antes de comenzar a hablar, favorecer la lectura labial y realizar los ajustes necesarios en el hogar como colocar avisos visuales de timbres y alarmas, pueden mejorar la comodidad y la seguridad del paciente, ayudándole a mantener su independencia.
Para las personas con hipoacusia retrococlear, las interacciones sociales pueden ser difíciles, pero este tipo de relación es vital para el bienestar emocional, por lo que los expertos proponen que se promueva una comunicación abierta con amigos y familiares sobre la condición. Los encuentros sociales podrán requerir planificación, como elegir lugares más tranquilos para seguir disfrutando de una vida social activa. La implicación activa de familiares y amigos resulta fundamental para crear un ambiente de empatía y apoyo que favorezca la adaptación del paciente a sus requerimientos de comunicación.

Por último, al igual que en otras patologías auditivas, en algunos casos la pérdida auditiva retrococlear puede afectar al bienestar emocional, causando aislamiento, frustración y desánimo. No podemos dejar de lado en estos casos la necesidad de recomendar el trabajo con especialistas que les ayuden a abordar las dificultades psicológicas que puedan producirse.
En conclusión, es imprescindible que el audiólogo sea capaz de identificar de manera temprana la presencia de una hipoacusia retrococlear con evidencia de «rollover», ya que el enfoque de toda su intervención estará determinado por esta condición.
Para las personas con hipoacusia retrococlear, las interacciones sociales pueden ser difíciles y la implicación activa de familiares y amigos es fundamental.
[1] . Carhart, R. (1946). Tests for selection of hearing aids. The Laryngoscope, 56(12), 607-616. https://doi.org/10.1288/00005537-194612000-00004
[2] . Katz, J. (Ed.). (2015). Handbook of clinical audiology (7th ed.). Wolters Kluwer.
[3] . Prathap, U. (2023). Retrocochlear disorders: Understanding the causes and diagnostic approaches. Journal of Communication Disorders, Deaf Studies & Hearing Aids, 11(4).
[4] . Fereczkowski, M. Sánchez-López, RH. Christiansen, S. Neher, T. Amplitude Compression for Preventing Rollover at Above-Conversational Speech Levels. Trends in Hearing. 2024;28. doi:10.1177/23312165231224597.

Audióloga / Audioprotesista
CV Autor
Técnico Superior en Audiología Protésica.
Diplomada en Logopedia.
Habilitación Tinnitus & Hyperacusis Therapy MC.
Experta en Acúfenos e Hiperacusia, tratamiento TRT, en RV Alfa Centros Auditivos.
Docente en el Máster de Audiología. Universidad Europea Miguel de Cervantes.




