Diagnóstico y tratamiento de las exostosis del conducto auditivo externo

24/04/2025 | Comparte:
Autor/a: SEORL CCC | Dr. Mikel Barandiaran / Dr. Xabier Altuna
Las exostosis del conducto auditivo externo (CAE) son formaciones óseas benignas que afectan al canal óseo del conducto. Generalmente son bilaterales, sésiles y aparecen en las paredes anteroinferior y posterior. A nivel histopatológico están formadas por hueso compacto.

Etiología

Aunque la etiopatogenia no está clara, existe una gran cantidad de bibliografía que sugiere que las exostosis surgen como resultado de la exposición repetida al agua fría. La hipótesis más común es que la vasodilatación refleja prolongada y repetida en la parte profunda del conducto auditivo externo, causada por el agua fría, provoca un aumento de la tensión vascular y, por lo tanto, desencadena el crecimiento óseo al aumentar la actividad osteoblástica en individuos susceptibles, posiblemente para proteger el conducto auditivo externo o la membrana timpánica del frío. Además, cuanto menor sea la temperatura del aire y del agua, más prolongada será la hiperemia y más acelerado será el curso de la enfermedad.

Epidemiología

Considerada como la enfermedad de los surfistas o buceadores, las exostosis del conducto auditivo externo pueden ocurrir en cualquier persona con exposición repetida al agua fría, incluidos los nadadores y marineros de aguas frías.

El tratamiento de las exostosis es generalmente conservador. Limpieza del CAE periódico, recomendaciones para la práctica de deportes acuáticos y revisiones periódicas.

Algunos otólogos atribuyeron la causa de las exostosis, aunque poco clara, al vertido de agua en el oído.

Esta hipótesis fue reforzada por Van Gilse (1937), cuando implicó la temperatura del agua como el factor relevante. Así, concluyó que la diferente calidad del agua dulce y salada no era la causa, sino que la temperatura era el factor importante.

Varios estudios han asociado el grado de exostosis con el número de años que se practica el deporte, la frecuencia de inmersión, los síntomas del oído, el aumento de la edad y el sexo masculino, aunque el sexo no fue un factor en algún análisis multivariante.

Las exostosis graves generalmente aparecen después de una década de exposición repetida al agua fría, pero algunos casos se dan después de solo 3-4 años.

Además, la exposición al viento y el aumento asociado del enfriamiento por evaporación de la piel húmeda parecen influir también en la aparición y el crecimiento de la exostosis. Fabiani y cols. compararon a los individuos que practicaban diferentes deportes acuáticos y encontraron mayor prevalencia de exostosis en los navegantes. Este resultado se explicó por el aumento del enfriamiento por evaporación por el viento durante la navegación. King y cols. y Hurst y cols. hallaron una gravedad significativamente mayor en el oído derecho en los surfistas. Estos autores sospechaban que existía una asociación con la exposición más frecuente del oído derecho al viento dominante.

Finalmente, cabe señalar que en España el único estudio publicado es el de Atuna y cols. donde se indica que el 71,1% de la muestra practicaba algún deporte acuático o se sumergía con frecuencia en aguas frías, la edad media de la muestra era de 40 años y predominaba el sexo masculino.

Historia clínica

Habitualmente las exostosis de CAE son asintomáticas y son un hallazgo casual en la exploración otoscópica.

La historia clínica en el paciente con exostosis presenta unas peculiaridades que hay que tener en cuenta. Habitualmente es un varón, de raza blanca, de edad media (45- 55 años), que ya había tenido contacto con el otorrinolaringólogo por algún episodio previo de molestia ótica.

La clínica se produce porque la piel exfoliada no puede ser autoevacuada provocando la oclusión y la consecuente hipoacusia, acúfeno, plenitud. En caso de que esos detritus se infecten pueden provocar la otitis externa, edema de conducto con la otalgia asociada a hipoacusia. A su vez, el estrechamiento del CAE impide la fácil limpieza preventiva del acúmulo de detritus, así como la dificultad del tratamiento tópico con gotas antibióticas cuando se produce la infección.

Con una alta probabilidad el paciente practica algún tipo de deporte acuático (principalmente surf/windsurf/kitesurf, natación, buceo…) en aguas frías (< 19ºC) desde hace años y durante todo el año. La estenosis e irregularidad del CAE provoca que estos pacientes tengan sensación de taponamiento con una mínima entrada de agua en el oído, que se produce de forma habitual en la práctica de su deporte.

No es infrecuente encontrarse las exostosis en población «no acuática», ya que hasta en un 0,6% de la población puede formar exostosis sin estar relacionado con el agua.

La gran mayoría de los pacientes con exostosis no presentarán problemas óticos, pero en caso de presentarlos, habitualmente son ocasionales y pueden ser tratados satisfactoriamente.

El cuadro clínico habitual es el que se muestra en la Tabla 1.

Tabla 1. Clínica de las Exostosis
Otitis Externas de RepeticiónLimpieza de tapones de cera de repetición
Otorreas de RepeticiónLimpieza ótica dificultosa
Taponamiento ÓticoAcúfenos
Hipoacusia 

Exploración física

En la exploración clínica, otoscopia, encontraremos una estenosis del CAE debido a unas formaciones nodulares o seminodulares que producen una atrofia del epitelio que lo recubre. Esta atrofia produce que se vea un color blanquecino de la neoformación ósea subyacente y que con el contacto de alguna pequeña herramienta de limpieza del conducto tenga una sensibilidad elevada produciendo dolor al mínimo contacto.

Considerada como la enfermedad de los surfistas o buceadores, las exostosis del conducto auditivo externo pueden ocurrir en cualquier persona con exposición repetida al agua fría, incluidos los nadadores y marineros de aguas frías.

Las exostosis habitualmente son anteriores y posteriores (múltiples) y bilaterales. Puede existir alguna otra en la región superior o inferior. Suelen presentarse mediales al istmo del CAE.

Dependiendo del tamaño de estas, la visión de la membrana timpánica puede estar comprometida, ya que al crecer ocupan el espacio interno del CAE. El tamaño de las exostosis está directamente relacionado con el tiempo de práctica del deporte, tanto por cuanto hace cuánto que lo practica, como por los días que lo practica durante el año.

Es recomendable obtener fotos de la exploración del CAE ya que estas fotos pueden ser utilizadas en comparaciones en visitas posteriores del paciente o resultados quirúrgicos.

Existen diversas clasificaciones para el estadiaje de la oclusión del CAE por parte de las exostosis (Tabla 2).

Tabla 2. Severidad de las Exostosis
GradoOBSTRUCCIÓN
0 (normal)0%
1 (mínimo)<33%
2 (moderado)34-66%
3 (severo)>66%

Pruebas complementarias

En el estudio preoperatorio la audiometría es obligatoria. La mayoría de los pacientes son normoyentes (promedio de tonos puros de la vía aérea alrededor de 20 dB), aunque pueden presentar un umbral diferencial auditivo (UDA) entre 7-15 dB, dando la sensación de taponamiento sin hipoacusia. En casos de obstrucción completa existe una hipoacusia de transmisión que puede llegar hasta los 60 dB.

Otro motivo por el que se requiere una audiometría preoperatoria es la comparación con la postoperatoria, ya que en algunas técnicas quirúrgicas puede existir sufrimiento coclear, principalmente en 4000Hz por el trauma acústico de las fresas quirúrgicas de alta velocidad o por otras complicaciones de lesión de cadena osicular o la membrana timpánica.

La tomografía axial computarizada (TAC) es la prueba de imagen preoperatoria de elección. Se utiliza por dos razones principales:

1. Valoración de la extensión medial de las exostosis en el CAE y valoración de la distancia entre la exostosis y el annulus timpánico.

2. Detallar el recorrido del nervio facial cerca del marco timpánico posterior. Debido a la obliteración del CAE y, precisamente por esa pérdida de referencias durante la cirugía hay que tener en mente la posición de la tercera porción del nervio facial. La parte más cercana se sitúa a unos 2 mm en la parte posteroinferior respecto al annulus timpánico. Esas relaciones son claramente previsibles estudiando el recorrido del nervio facial en el TAC.

3. Fundamentalmente en aquellos casos en los que existe hipoacusia transmisiva, el TAC nos servirá para descartar presencia de patología de oído medio concomitante.

Aunando el porcentaje de obliteración con las imágenes de TAC se ha ideado un sistema de estadiaje muy útil que se detalla a continuación (Tabla 3).

Tabla 3
Estadiaje mediante visibilidad otoscópica y radiológica
GRADOESTENOSISOTOSCOPIARADIOLOGÍA
Grado 0No estenosis100% pars tensa visibleSin estrechamiento del CAE
Grado IEstenosis media>75% pars tensa visible10-25% del CAE estrecho
Grado IIEstenosis moderada50-75% pars tensa visible25-50% del CAE estrecho
Grado IIIEstenosis severa25-50% pars tensa visible50-75% del CAE estrecho
Grado IVEstenosis casi total10-25% pars tensa visible75-90% del CAE estrecho
Grado VEstenosis total0% pars tensa visible90-100% del CAE estrecho

Diagnóstico diferencial

Las condiciones que potencialmente pueden producir sintomatología similar e imagen del TAC son los osteomas, el colesteatoma de CAE, la queratosis obturans, la otitis externa crónica difusa con fibrosis medial del CAE, la otitis externa maligna (no se debe obviar su diagnóstico en paciente inmunocomprometido, de edad adulto mayor, con mala evolución de una otitis externa en el que pueda tener exostosis, no excluyen esas exostosis como único diagnóstico) (Tabla 4).

Los osteomas suelen ser unilaterales, únicos, pediculados en base estrecha y posicionados laterales al istmo del CAE óseo, en las suturas timpanoescamosa o tipmanomastoidea.

Anatomopatológicamente los osteomas están formados de abundantes canales fibrovasculares rodeados por hueso cortical denso con un patrón laminar, en contra de patrón de crecimiento por aposición de hueso compacto de la exostosis.

Tabla 4
Diagnóstico diferencial de las condiciones con sintomatología similar
 ExostosisOsteomaColesteatomaQueratosis ObsturansFibrosis
Medial Cae
LocalizaciónBilateralUnilateralUnilateralUni/BilateralUni/Bilateral
Tejido asociado con la oclusiónProtuberancia de base amplia en el CAE, múltiplesPediculado, solitarioTejido blando con ocasional presencia de fragmentos de hueso en élTejido blando sin fragmentos de huesoTejido cicatrizal
Hueso alrededorEstenosis moderada50-75% pars tensa visible25-50% del CAE estrecho  
Calibre CAEEstechamiento del CAEEstrechamiento del CAESin cambiosEnsanchamiento
del CAE
Pseudofundus, fondo de saco

Las exostosis graves generalmente aparecen después de una década de exposición repetida al agua fría, pero algunos casos se dan después de solo 3-4 años.

Tratamiento de las exostosis

El tratamiento de las exostosis es generalmente conservador. Limpieza del CAE periódico, recomendaciones para la práctica de deportes acuáticos y revisiones periódicas.

Asimismo, tratamiento puntual de las otitis externas ocasionadas por las mismas. Cuando la exostosis es moderada a severa y/o produce sintomatología recurrente o permanente, se valorará la opción quirúrgica.

Indicación quirúrgica

La cirugía de la exostosis proporciona buenos resultados siempre que la indicación sea adecuada. La principal indicación quirúrgica son los síntomas derivados de la obstrucción mecánica del CAE, al tener escasa respuesta a tratamiento médico, algo relativamente frecuente dado que los tratamientos tópicos y la micro succión no son efectivos debido a la estenosis del canal auditivo por el crecimiento óseo.

Son también motivos de cirugía la hipoacusia de transmisión intermitente producida por obstrucción completa del conducto o por acumulación de detritus/cerumen o queratosis obturans que no pueden migrar y la sensación de taponamiento ótico. Algunos pacientes refieren otalgia y acúfenos, pudiendo ser también motivo de indicación de cirugía si los síntomas son muy invalidantes.

Generalmente, una obstrucción inferior al 60% no suele motivar una acumulación excesiva de cera ni residuos que puedan favorecer el desarrollo de otitis, por lo que a menudo no precisarán tratamiento. Si la obstrucción es superior al 80% la incidencia de otorreas con acumulación de cerumen o detritus, e hipoacusia de transmisión es mucho mayor, requiriendo frecuentemente cirugía.

Otra indicación, aunque menos frecuente, es la cirugía de exostosis como paso previo a una cirugía de oído medio tales como timpanoplastias o estapedotomías.

En general se prefiere realizar en un primer tiempo la cirugía de canaloplastia y en un segundo tiempo la cirugía de oído medio, en especial en el caso de la cirugía de otoesclerosis u otros procedimientos que impliquen acceso al oído interno.

Aunque menos frecuente, también puede estar indicada la cirugía de la exostosis en paciente con mala adaptación del audífono al CAE.

Las exostosis habitualmente son anteriores y posteriores (múltiples) y bilaterales. Puede existir alguna otra en la región superior o inferior. Suelen presentarse mediales al istmo del CAE.

Contraindicación quirúrgica

A menudo se tratan de hallazgos incidentales en la otoscopia y en estos casos asintomáticos no está indicado el tratamiento quirúrgico.

En pacientes con comorbilidades médicas importantes en los que el riesgo anestésico sea mayor que el beneficio esperable, es preferible intentar un manejo conservador.

Resultados de la cirugía

Los pacientes presentan mejoría o total resolución de sus síntomas (retención de agua, hipoacusia, sensación de presión o taponamiento) entre un 70 y 90% de los casos, y de su calidad de vida.

La recurrencia de las exostosis ha sido descrita hasta en el 50% de pacientes que siguen practicando actividades con exposición a agua y viento frío que no usan protección, con una recurrencia media de los síntomas a los 10 años.

Sin embargo, con una buena técnica quirúrgica y con unos cuidados y recomendaciones postoperatorias este índice disminuye de forma considerable.

Técnica quirúrgica

El tratamiento quirúrgico consiste en la ampliación del CAE óseo extirpando las exostosis correspondientes hasta conseguir un CAE amplio y buena visión de la membrana timpánica.

Existen diversas técnicas descritas: mediante abordaje retroauricular o endoaural (por dentro del CAE); con microscopio o endoscopio; mediante anestesia local o general; mediante fresado, cincel o láser; realizando la eliminación completa de todas las exostosis del CAE, solo de pared anterior o solo de pared posterior.

Algunos autores describen como la canaloplastia mediante endoscopia produce menos complicaciones que el uso de microscopio, al ser un procedimiento mínimamente invasivo y permitir controlar la visión de la parte más distal de los instrumentos, presentar mejor cicatrización y menor necesidad de colocar injertos.

La variedad de técnicas muestra cómo, al contrario de lo que pueda parecer, el tratamiento quirúrgico de la exostosis no es sencillo y existen descritas numerosas complicaciones derivadas del mismo. Es necesario tener en cuenta la relación de las estructuras del oído con la posición del paciente para evitar daños colaterales de la intervención quirúrgica.

Los dos tipos de cirugía son:

— Cirugía mediante fresado

— Cirugía mediante osteotomo/cinzel

Tabla 5
Ventajas y desventajas de las técnicas quirúrgicas mediante osteotomo versus fresado
 BilateralUnilateral
VentajasMenor tiempo de recuperación. Cicatrización más rápida.
Menor daño coclear
Exéresis más precisa. Menor riesgo de lesionar estructuras adyacentes
DesventajasMayor riesgo de lesión de estructuras adyacentes por falta de referencias anatómicas y visualización: nervio facial, membrana timpánica, articulación temporomandibular. Un 9% de los casos se produce una perforación timpánicaMayor tiempo quirúrgico. Recuperación prolongada. Mayor dolor postoperatorio. Mayor riesgo de daño coclear (hipoacusia neurosensorial-trauma acústico y acúfeno). Un 2% producen estenosis del CAE
Estenosis del conducto auditivo externo (CAE)
Estenosis del conducto auditivo externo (CAE) 2

Complicaciones postoperatorias

Se ha observado que el 22% de los pacientes sometidos a esta cirugía presentan complicaciones menores, mientras que las complicaciones mayores ocurren en un 5% de los casos.

Estas complicaciones mayores incluyen:

— Estenosis del conducto auditivo externo (CAE).

— Prolapso de la articulación temporomandibular (ATM).

— Hipoacusia neurosensorial.

— Perforación timpánica persistente.

— Osteomielitis (excepcional).

— Exposición de celdas mastoideas.

Las complicaciones relacionadas con la cirugía representan el factor más importante para la falta de beneficio tras la intervención o incluso el empeoramiento de la calidad de vida de los pacientes

Perforación timpánica

EL tratamiento quirúrgico de la exostosis no es sencillo y existen descritas numerosas complicaciones derivadas del mismo.


Bibliografía

1. Granell J, Puig A, Benito E. Osteoma y exostosis del conducto auditivo externo: un diagnóstico clínico. Acta Oto-
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3. DiBartolomeo, JR. Exostoses of the external auditory canal. Ann Otol Rhinol Laryngol Suppl 1979; 88:2–20.


SEORL CCC
Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello

CV Autor

La SEORL-CCC nace en 1949, oficialmente, con el objetivo de reunir y agrupar a médicos con interés en la Otorrinolaringología, para fomentar el estudio teórico y práctico de la especialidad y de aquellas otras áreas científicas que tengan relación con esta rama de las ciencias médicas.

Publicado en:
GA #61

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La adaptación de audífonos correctamente programados brinda cierto grado de protección contra el retraso del lenguaje en edad preescolar. — El uso continuado de audífonos proporciona cierta protección contra el retraso del lenguaje y favorece el desarrollo auditivo. — Las dimensiones cualitativas de la intervención de los especialistas (audiólogos y logopedas) influyen en los resultados del lenguaje del niño. — Tanto el nivel de lenguaje receptivo como la audibilidad asistida influyen en las habilidades funcionales auditivas y de reconocimiento del habla de los niños. — Los niños con dificultades auditivas parecen tener un riesgo particular de sufrir retrasos en los aspectos estructurales, es decir, formales, del lenguaje. — La valoración fundamentada exclusivamente en puntuaciones normativas puede sobrestimar (yo diría que también subestimar) los resultados de los niños con dificultades auditivas. — Según las conclusiones de este estudio, los ajustes y prestaciones de la audibilidad asistida, el uso regular de los audífonos y las características del entorno lingüístico interactúan para moderar la influencia de la pérdida auditiva en los resultados de los niños. 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Este artículo es una adaptación personal de: https://audiologyblog.phonakpro.com/the-many-hats-pediatric-audiologists-must-wear/ Para saber más: Burigo, L. S. P., Quialheiro, A., de Paiva, K. M., dos Santos, T. V., Woide, L. K., Cigana, L. B., Massignani, J., & Haas, P. (2024). Hearing and Language Skills in Children Using Hearing Aids: Experimental Intervention Study. Journal of Personalized Medicine, 14(4), 372. https://doi.org/10.3390/jpm14040372 Moeller, M. P., Tomblin, J. B., & OCHL Collaboration (2015). Epilogue: Conclusions and Implications for Research and Practice. Ear and hearing, 36 Suppl 1(0 1), 92S–8S. https://doi.org/10.1097/AUD.0000000000000214. Sahli, a. s. (2024). Cochlear implantation in children with hearingloss. Current Research in Medicine and Health Sciences-2024, 57. Werker, J. F., & Hensch, T. K. (2015). Critical periods in speech perception: New directions. 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La Inteligencia Artificial (IA) está transformando diversas disciplinas y la Audiología no es una excepción. Desde la mejora de la calidad de los audífonos hasta la optimización de los diagnósticos o el desarrollo de nuevas herramientas terapéuticas, la IA se está posicionando como una tecnología clave en el tratamiento y gestión de los trastornos auditivos. A lo largo de estas líneas, vamos a mostrar cómo está influyendo en nuestro sector y cuál es su impacto directo en la evolución de la profesión. IA en audífonos: más allá de la amplificación Tradicionalmente, las prótesis auditivas han sido dispositivos de amplificación de sonido para ayudar a las personas con pérdida auditiva a escuchar mejor. Sin embargo, en la actualidad, los audífonos inteligentes no solo cumplen esta función, sino que también adaptan sus prestaciones al entorno auditivo y a las necesidades del usuario. Y ¿cómo lo hacen?: PERSONALIZACIÓN DEL AJUSTE La personalización es uno de los avances más significativos impulsados por la IA en la tecnología de los audífonos. Estos dispositivos, ahora, pueden ajustarse automáticamente a las diferentes situaciones acústicas, lo que significa que los usuarios no tienen que intervenir manualmente para cambiar configuraciones de volumen o modo. La IA permite que el audífono reconozca el entorno en el que se encuentra la persona (ruido de fondo, conversación en grupo, ruido ambiental, etc.) y adapte automáticamente los parámetros en tiempo real para mejorar la experiencia auditiva. Los audífonos inteligentes reconocen el entorno en el que se encuentra la persona y adaptan automáticamente los parámetros para mejorar la experiencia auditiva. Aquí juega un papel fundamental el conocido como machine learning, una parte la Inteligencia Artificial que a través de algoritmos, permite a los ordenadores identificar patrones a partir de la recopilación de datos masivos para tomar decisiones autónomas. El análisis constante de datos hace que estos sistemas se vuelven más rigurosos y eficientes. MEJORA DE LA DISCRIMINACION DEL HABLA Los audífonos equipados con IA también mejoran la capacidad de discriminación del habla. Esta tecnología permite que las nuevas prótesis auditivas diferencien entre la voz humana y los ruidos no deseados, lo que mejora la inteligibilidad del habla, incluso, en entornos ruidosos. Este proceso se realiza a través de las redes neuronales profundas (DNN), una tecnología que imita la forma en que el cerebro humano procesa la información y es capaz de aprender para tomar decisiones.  Las redes neuronales pueden reconocer patrones específicos en la señal auditiva y filtrar los ruidos molestos, lo que facilita la comprensión en entornos y situaciones de difícil audición. Por tanto, la configuración del audífono se adecua a las preferencias de cada usuario, al tipo de pérdida que padezca y a su estilo de vida. MONITORIZACIÓN Y ADAPTACIÓN CONTINUA Algunos modelos de audífonos inteligentes utilizan la IA para monitorear el comportamiento auditivo del usuario durante el día. Con el tiempo, la IA puede identificar patrones en el uso de la prótesis auditiva y realizar ajustes automáticos para optimizar el rendimiento. Además se conectan con plataformas en la nube para que los audiólogos accedan a los datos del audífono en tiempo real, con el fin de poder realizar ajustes remotos sin necesidad de que el paciente acuda a una visita física en el gabinete. La IA está revolucionando la forma en que se realizan las pruebas auditivas, ofreciendo resultados más rápidos, precisos y con menos intervención humana. Los audífonos inteligentes pueden incluir asistentes virtuales, monitorizar indicadores de salud auditiva o traducir idiomas de forma simultánea. Implante coclear con IA: el ajuste perfecto Los implantes cocleares también se han visto beneficiados por la IA, optimizando sus ajustes y su programación. Con esta tecnología, se adaptan los niveles de estimulación de los electrodos en el momento en que se produce el sonido y esto contribuye a mejorar la comodidad del usuario. Los algoritmos analizan la respuesta neural del paciente para optimizar los mapas de estímulos eléctricos en función de su percepción auditiva. Además, la IA permite un seguimiento remoto continuo, garantizando los ajustes perfectos. IA en el diagnóstico auditivo: precisión y eficiencia El diagnóstico temprano de los trastornos auditivos es fundamental para una intervención eficaz. La IA está revolucionando la forma en que se realizan las pruebas auditivas, ofreciendo resultados más rápidos, precisos y con menos intervención humana. Pero, ¿de qué estamos hablando exactamente?: LAS EVALUACIONES AUDITIVAS AUTOMATIZADAS El machine learning se ha aplicado en el análisis de datos audiométricos con un elevado rango de eficacia. Las pruebas tradicionales como las de umbral auditivo, requieren que un audiólogo evalúe los resultados. Sin embargo, el uso de algoritmos para analizar los audiogramas puede detectar y catalogar rápidamente si la pérdida auditiva es conductiva, neurosensorial o mixta. Además, las redes neuronales profundas son capaces de identificar anomalías en los registros de otoemisiones acústicas y potenciales evocados auditivos con una sensibilidad superior al diagnóstico humano. En consecuencia, se facilita la automatización del proceso y su fiabilidad. Los sistemas basados en IA están permitiendo diagnósticos audiológicos remotos y automatizados con informes detallados y sin intervención de un audiólogo. Con ellos se pueden realizar pruebas auditivas online o en entornos de «telemedicina», utilizando algoritmos que estudian las respuestas del paciente e interpretan los resultados para ofrecer un diagnóstico preliminar y pautar recomendaciones. Además, la IA puede identificar patrones y tendencias en los datos de los pacientes que podrían pasar inadvertidos en una evaluación de rutina, lo que aumenta la precisión del diagnóstico.     Diagnóstico de enfermedades relacionadas con la audición La IA no solo mejora la detección de la pérdida auditiva, sino que también ayuda a identificar enfermedades auditivas subyacentes que podrían ser difíciles de detectar en una etapa incipiente. Esta tecnología puede analizar imágenes de la cóclea o de la vía auditiva central para detectar signos tempranos de patologías como la otitis media, la otosclerosis o, incluso, los trastornos neurológicos que afectan al procesamiento auditivo. La Inteligencia Artificial tiene el potencial de mejorar el procesamiento auditivo central, es decir, la forma en que el cerebro interpreta y comprende los sonidos. MONITOREO Y ADAPTACIÓN A PACIENTES Otro avance importante es el uso de la IA en el monitoreo remoto de pacientes. Con el aumento de la «telemedicina» y las consultas online, la IA permite a los profesionales de la salud auditiva supervisar el progreso de sus pacientes sin necesidad de que estos se desplacen a la clínica. A través de dispositivos conectados como audífonos y otros sensores auditivos, los datos sobre la audición del paciente pueden ser enviados automáticamente a una plataforma online, donde los algoritmos de IA analizan los resultados y ofrecen indicaciones personalizadas o alertan a los profesionales sobre cualquier cambio significativo en la condición del paciente. Rehabilitación a la carta La IA permite diseñar programas de rehabilitación auditiva personalizados, utilizando modelos predictivos basados en el historial clínico y el rendimiento auditivo del paciente. Por medio de apps con algoritmos de aprendizaje, se puede tratar al paciente con terapias auditivas a su medida. Otras aplicaciones de la IA Si todo lo anterior supone una auténtica revolución en la Audiología como la conocíamos hasta el momento, las posibilidades que se abren de cara al futuro no resultan menos prometedoras. ¿Curiosidad por saber hacia dónde se orientan las nuevas aplicaciones de la IA en el sector? Te lo contamos: IA EN LA MEJORA DEL PROCESAMIENTO AUDITIVO CENTRAL La mayoría de las tecnologías actuales se centran en la mejora del procesamiento auditivo periférico, es decir, la amplificación del sonido. Sin embargo, la IA también tiene el potencial de mejorar el procesamiento auditivo central, es decir, la forma en que el cerebro interpreta y comprende los sonidos. Los investigadores están explorando su uso para entrenar algoritmos que simulen esta capacidad del cerebro. Esto podría abrir nuevas posibilidades en el tratamiento de trastornos del procesamiento auditivo central (APD), que afectan a personas con audición normal pero que manifiestan dificultades para comprender el habla en situaciones complejas. Las redes neuronales profundas son capaces de identificar anomalías en los registros de otoemisiones acústicas y potenciales evocados auditivos con una sensibilidad superior al diagnóstico humano. IA EN EL TRATAMIENTO DE TINNITUS El tinnitus o acúfeno es un trastorno auditivo complejo que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque no existe cura, la IA está ganando terreno en su tratamiento a través de la creación de terapias auditivas personalizadas. Los audífonos que cuentan con esta prestación pueden generar sonidos terapéuticos diseñados específicamente para contrarrestar el acúfeno de un paciente, proporcionando un alivio individualizado. Además, la IA puede adaptarse a la respuesta del paciente, ajustando continuamente los estímulos auditivos en función de la efectividad del tratamiento. INTEGRACIÓN DE IA CON OTRAS TECNOLOGÍAS EMERGENTES La integración de la IA con otras tecnologías emergentes, como la realidad aumentada (RA) o la realidad virtual (RV), también apunta a importantes transformaciones en la Audiología. Por ejemplo, mediante RA o RV, los pacientes podrían realizar ejercicios de rehabilitación auditiva en entornos inmersivos que simulasen situaciones de la vida real. Los algoritmos de IA podrían analizar las respuestas del paciente a estos ejercicios, proporcionando datos que serían utilizados para individualizar aún más el tratamiento y mejorar la rehabilitación auditiva. Como se deduce de todo lo expuesto, la Inteligencia Artificial está desempeñando un papel fundamental en la Audiología que va desde la mejora de la calidad de los audífonos hasta la optimización de los diagnósticos y tratamientos. La capacidad de la IA para personalizar la experiencia auditiva, automatizar evaluaciones y mejorar el seguimiento de los pacientes está llevando a nuestro sector hacia una nueva era de precisión, eficiencia y accesibilidad. Aunque aún estamos en las primeras etapas de su aplicación, el potencial de la IA para perfeccionar la forma en que diagnosticamos y tratamos los trastornos auditivos parece ilimitado y promete ofrecer soluciones cada vez más innovadoras y efectivas para aquellos que viven con pérdida auditiva.

Sordera Súbita

¿Qué es la sordera súbita? La pérdida súbita de audición neurosensorial (oído interno), comúnmente conocida como sordera súbita, se produce como una pérdida rápida e inexplicable de la audición, ya sea de pronto o en el transcurso de varios días. Ocurre porque algo no funciona en los órganos sensoriales del oído interno y, normalmente, afecta a un solo oído. Las personas con sordera súbita a menudo descubren que han perdido la audición al despertarse por la mañana. Algunos pacientes se dan cuenta cuando intentan usar el oído en el que han perdido la audición, por ejemplo, al ir a hablar por teléfono. Otros, notan un sonido explosivo y fuerte, como un «pop», justo antes de perder la audición. Las personas con este trastorno también pueden manifestar algunos otros síntomas como sensación de plenitud en el oído, mareos o un timbre o zumbido en los oídos, como un tinnitus. A veces, los pacientes con sordera súbita no consultan al médico enseguida porque piensan que su pérdida de audición se debe a alergias, sinusitis, cera que tapa el conducto auditivo u otros problemas médicos comunes. Sin embargo, los síntomas de sordera súbita se deben considerar como una emergencia médica y se debe consultar con el otorrino de inmediato. Aunque aproximadamente la mitad de las personas con sordera súbita recuperan parte o toda su audición espontáneamente, por lo general en el transcurso de una a dos semanas desde el inicio de los síntomas, retrasar el diagnóstico y el tratamiento (cuando esté justificado) puede disminuir la eficacia de este. Por el contrario, recibir el tratamiento adecuado en tiempo y forma aumenta en gran medida la posibilidad de que se recupere al menos parte de la audición. Los expertos calculan que, cada año, la sordera súbita afecta a entre una y seis personas de cada 5000. Sin embargo, la cantidad real de nuevos casos anuales podría ser mucho mayor, ya que este trastorno, a menudo, no se llega a diagnosticar. La sordera súbita le puede ocurrir a personas de cualquier edad, pero con mayor frecuencia afecta a adultos de entre 45 a 55 años. ¿Qué causa la sordera súbita? Son varios los trastornos que afectan al oído y pueden causar sordera súbita, pero solo alrededor del 10% de las personas diagnosticadas presentan una causa identificable. Algunos de estos trastornos son: — infecciones. — trauma en la cabeza. — enfermedades autoinmunes. — exposición a ciertos medicamentos para tratar el cáncer o infecciones graves. — problemas de circulación de la sangre. — trastornos neurológicos, como la esclerosis múltiple. — trastornos del oído interno, como la enfermedad de Ménière. Los expertos calculan que, cada año, la sordera súbita afecta a entre una y seis personas de cada 5000 pero la cantidad real de nuevos casos podría ser mayor porque, a menudo, no se llega a diagnosticar. La mayoría de estas causas vienen junto con otros problemas médicos o síntomas que llevan al diagnóstico correcto. Otro factor que se debe considerar es si la pérdida de audición ocurre en uno o ambos oídos. Por ejemplo, los tumores en el nervio auditivo deben descartarse como la causa si la sordera súbita ocurre solo en un oído. En cambio, una enfermedad autoinmune puede causar sordera súbita en uno o ambos oídos. ¿Cómo se diagnostica la sordera súbita? Si nuestro paciente tiene síntomas de sordera súbita, debemos descartar una pérdida de audición conductiva, la pérdida de audición debida a una obstrucción en el oído por líquido o cera, previa consulta con el otorrinolaringólogo. Si al examinarle su médico no detecta una causa obvia e identificable para la sordera súbita, se deberá hacer una audiometría de tonos puros en el transcurso de unos días desde el inicio de los síntomas para identificar cualquier pérdida de audición neurosensorial. Una señal clara de sordera súbita sería que nuestro paciente presentara una pérdida de al menos 30 decibelios en tres frecuencias consecutivas en menos de 72 horas. Una disminución de este tipo en la audición puede hacer que una conversación suene como un susurro. Los pacientes podrían tener cambios más sutiles y repentinos en su audición, y su diagnóstico requeriría otras pruebas para tratar de determinar la causa subyacente. Estas pueden incluir análisis de sangre, pruebas de imágenes (por lo general, una resonancia magnética) y pruebas de equilibrio. ¿Cómo se trata la sordera súbita? El tratamiento más común para la sordera súbita son los corticoesteroides, sobre todo cuando no se conoce la causa. Los esteroides se usan para tratar varios problemas médicos y su función es reducir la inflamación y la hinchazón, y ayudar al cuerpo a combatir enfermedades. Anteriormente, los esteroides se recetaban en forma de pastillas. En 2011, un ensayo clínico financiado por el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD) demostró que las inyecciones intratimpánicas de esteroides (a través del tímpano) eran tan eficaces como los esteroides orales. Después de este estudio, los médicos comenzaron a recetar inyecciones intratimpánicas de esteroides directas en el oído medio, de donde el medicamento pasa al oído interno. Las inyecciones se pueden poner en los consultorios otorrinolaringólogos y son una buena opción para las personas que no pueden tomar esteroides orales o que quieren evitar sus efectos secundarios. Si la pérdida de audición es grave, no responde al tratamiento y ocurre en ambos oídos, se le puede recomendar el uso audífonos o incluso, que valore los implantes cocleares. Los esteroides deben comenzar a usarse tan pronto como sea posible para obtener el mejor beneficio, e incluso, puede que se recomienden antes de obtener los resultados de todas las pruebas. Si el tratamiento se retrasa de dos a cuatro semanas, las probabilidades de revertir o disminuir la pérdida de audición permanente disminuye. Si a nuestro paciente se le detecta una causa subyacente de la sordera súbita, es posible que necesite tratamientos adicionales, por ejemplo, si fue causada por una infección el tratamiento pasaría por tomar antibióticos; si fuera el resultado de los efectos secundarios de un medicamento tóxico para el oído habría que revertirla con otro medicamento; si la causa es una enfermedad autoinmune que hace que el sistema inmunitario ataque al oído interno, quizá haya que tomar medicamentos para suprimir el sistema inmunitario. Si la pérdida de audición es grave, no responde al tratamiento y ocurre en ambos oídos, se le puede recomendar el uso audífonos (para amplificar el sonido) o incluso, que valore los implantes cocleares (para estimular directamente las conexiones auditivas en el oído que van al cerebro). ¿Qué investigaciones se están llevando a cabo sobre la sordera súbita? Se sabe muy poco acerca de las causas de la mayoría de las sorderas súbitas. Los investigadores están considerando diferentes tipos, factores de riesgo y causas, por ejemplo, cómo los cambios en el oído interno, tales como una alteración en el flujo sanguíneo o una inflamación, pueden contribuir a la pérdida de audición. También están probando nuevas formas de utilizar las tecnologías de imágenes para ayudar a diagnosticar la sordera súbita y potencialmente detectar sus causas. Fuente NIDCD National Institute on Deafness and Other Communication Disorders.

Pérdidas auditivas con «rollover»; cómo mejorar la adaptación en el gabinete

Las pérdidas auditivas asociadas a audiogramas verbales con el fenómeno «rollover» representan un desafío complejo en el ámbito de la Audiología. A diferencia de las pérdidas auditivas con audiogramas verbales comunes, los protocolos de adaptación convencional de audífonos no siempre son eficaces, ya que la respuesta auditiva del paciente no sigue los mismos principios que en otros tipos de pérdida. En 1946, Carhart[1] publicó uno de los primeros artículos que abordó la relevancia de la audiometría verbal en el proceso de selección y adaptación de audífonos, resaltando la necesidad de este estudio para conocer las consecuencias funcionales de la hipoacusia. Mejorar el acceso de una persona a los sonidos del habla es el principal objetivo para utilizar audífonos, por lo que comprender cómo discrimina el paciente antes de proporcionarle amplificación, es fundamental. Esta evaluación permite a los audiólogos realizar una mejor selección y ajuste de los dispositivos auditivos, lo que optimiza la rehabilitación auditiva y facilita la adaptación del paciente a su nueva realidad sonora. Las consecuencias derivadas del fenómeno «rollover» en la adaptación de audífonos son múltiples y pueden impactar considerablemente en la experiencia del usuario. Este artículo propone medidas para manejar las pérdidas auditivas con «rollover», con el fin de conseguir mejorar la adaptación de audífonos y optimizar los resultados de la rehabilitación auditiva. El fenómeno conocido como «rollover» en Audiología ocurre cuando en la audiometría verbal, la capacidad para entender las palabras disminuye a medida que aumenta el volumen del sonido (Bess et al, 1977). Este fenómeno suele estar relacionado con lesiones retrococleares (Katz[2] et al, 2017). En estos casos, se observa que, después de alcanzar el nivel máximo de discriminación, el porcentaje de palabras correctamente identificadas comienza a disminuir a medida que aumenta la intensidad de la señal presentada. En situaciones ruidosas, el paciente puede experimentar fatiga auditiva con el uso del dispositivo y la calidad del sonido puede verse afectada con distorsión e incomodidad. Las consecuencias derivadas del fenómeno «rollover» en la adaptación de audífonos son múltiples y pueden impactar considerablemente en la experiencia del usuario, ya que la comprensión del habla no alcanza el 100% ni siquiera en ambientes silenciosos. Dependiendo de la programación, la amplificación puede empeorar la comprensión a altas intensidades. Especialmente en situaciones ruidosas, el paciente puede experimentar fatiga auditiva con el uso del dispositivo y la calidad del sonido puede verse afectada, con distorsión, incomodidad y sensación de reverberación de los sonidos exteriores y de su propia voz, aun cuando se presentan a intensidades poco elevadas, si no se realizan los ajustes precisos. Como consecuencia, los usuarios pueden percibir una disminución en la satisfacción con el rendimiento de los audífonos, lo que como ya es sabido, puede conllevar visitas recurrentes para ajustes, frustración y, eventualmente, el abandono del uso del dispositivo, lo que repercute negativamente en la rehabilitación auditiva del paciente y en su calidad de vida. Katz describe la hipoacusia retrococlear como una pérdida auditiva que tiene su origen más allá de la cóclea, específicamente en las vías auditivas centrales, tales como el nervio auditivo o el tronco encefálico. Esta afección se asocia frecuentemente con patologías que afectan a la conducción de las señales nerviosas provenientes del oído hacia el cerebro. Las características más comunes de este tipo de hipoacusia son, dificultad de discriminación (incluso en ambientes tranquilos) que no correlacionan con los umbrales tonales, pérdida auditiva unilateral o pérdida auditiva asimétrica, acúfeno persistente y problemas de equilibrio o vértigo. Entre las causas más habituales que dan lugar a este tipo de pérdida auditiva encontramos la neurinoma del acústico, anomalías vasculares, esclerosis múltiple, lesiones del tronco encefálico causadas por accidentes cerebrovasculares o infecciones, traumatismos, enfermedades neurodegenerativas o condiciones genéticas, como la neurofibromatosis tipo II asociadas a la aparición de Schwannomas (Prathap[3], 2023). El diagnóstico de este tipo de hipoacusia es realizado por el ORL aplicando el principio de verificación cruzada (utilización de múltiples métodos y pruebas para validar un diagnóstico) y se realiza a través de pruebas de imagen (RM), estudio electrofisiológico (OAEs, PEATC), audiometría e impedanciometría, examen neurológico e incluso, en ocasiones, punción lumbar. Sin embargo, no es infrecuente que acudan a los centros audiológicos pacientes que fueron diagnosticados mucho tiempo atrás y no recuerdan la información con exactitud, o simplemente no aportan el informe del ORL y describen el diagnóstico de forma imprecisa. En estos casos, los audiólogos podemos encontrar en nuestra evaluación signos de sospecha de patología retrococlear. Durante la anamnesis es importante detectar como indicio la concurrencia de los síntomas típicos de hipoacusia retrococlear mencionados. Además, el audiólogo puede encontrar pistas al realizar otras pruebas que ayuden a confirmar la sospecha, y al mismo tiempo, obtener información valiosa para la adaptación de audífonos en estos pacientes. Fig. 2Prueba de fatiga de reflejo negativa. El reflejo no decae tras 10 segundos de presentación del estímulo. © Imagen: interacoustics.com Las características más comunes de la hipoacusia retrococlear son dificultad de discriminación, pérdida auditiva unilateral o asimétrica, acúfeno persistente y problemas de equilibrio o vértigo. El reflejo estapedial es una contracción del músculo estapedio en respuesta a un estímulo sonoro fuerte. Los umbrales de aparición del reflejo se encuentran ente 70-90 dB por encima de los umbrales por vía aérea (Metz, 1952). Se mide en frecuencias de 500, 1000, 2000 y 4000 Hz, (si bien es común encontrar la ausencia del reflejo en esta frecuencia en umbrales normales). Su ausencia o alteración puede indicar problemas en el oído medio, cóclea o vías nerviosas. En la hipoacusia coclear, los reflejos estapediales pueden activarse a niveles más bajos de estimulación debido al reclutamiento, mientras que en la hipoacusia retrococlear, los reflejos suelen estar elevados o ausentes, incluso en oídos con audición normal o pérdidas leve (Katz, 2015). En el caso de presencia de reflejos, la sospecha puede ser confirmada mediante otra prueba de rápida y fácil realización con el impedanciómetro: la prueba de fatiga del reflejo estapedial o «Tone Decay». La prueba evalúa la capacidad del reflejo estapedial para mantenerse en presencia de un estímulo sonoro continuo. El objetivo de esta prueba es observar si el reflejo estapedial se mantiene o disminuye a lo largo del tiempo, cuando se aplica un estímulo sonoro continuo 10 dB por encima del umbral en que apareció el reflejo, durante 10 segundos (usualmente 500 Hz o 1000 Hz). Si la respuesta del reflejo disminuye a la mitad de su magnitud original durante los 10 segundos de estimulación, el test se considera positivo para fatiga del reflejo estapedial lo que indica la presencia de una patología retrococlear. Fig. 3Prueba de fatiga de reflejo positiva. El reflejo decae más del 50% tras 10 segundos de presentación del estímulo. © Imagen: interacoustics.com Sin embargo, como se ha explicado unas líneas más arriba, la ausencia de reflejo es una característica de las hipoacusias retrococleares, por lo que de nuevo nuestro tema original, comportamiento «rollover» de la audiometría verbal, será uno de los indicadores de patología retrococlear más claros para el audiólogo. El audiólogo debe estructurar su intervención considerando la gestión de expectativas por parte del paciente. Antes se han descrito algunos de los problemas que encuentran los audiólogos cuando realizan la adaptación de este tipo de perfil audiométrico. Los algoritmos convencionales utilizados para el cálculo de ganancia en las medidas REM suelen generar disconfort cuando se activan los audífonos en hipoacusias de este perfil. Por otro lado, existen escasas publicaciones con recomendaciones específicas para afrontar el desafío que supone este tipo de adaptación. Ferechozkwoski[4] et al. (2024), han estudiado diferentes configuraciones de compresión en audífonos y su efecto en la adaptación de pacientes con audiometrías verbales con presencia de «rollover». Su estudio concluyó que los mejores resultados para prevenir el fenómeno «rollover» en niveles de habla superiores al nivel conversacional normal (punto a partir del cual la discriminación desciende), se obtenían al aplicar compresión con amplitud alta (CR 5:1) y tiempos de ataque y recuperación largos (Sweet-Spot Slow). En niveles de entrada suaves y normales, los resultados de aplicar esta estrategia frente a otras, no mostraban ventajas, de manera que proponían una opción híbrida de aplicación de estrategias convencionales (NAL-NL.2) en niveles suaves y medios y Sweet-Spot Slow en niveles de entrada superiores. No obstante, es recomendable la lectura del artículo mencionado para una comprensión integral de este criterio, el cual debe ser considerado, en cualquier circunstancia, como una propuesta. Asimismo, al igual que con todos los cambios implementados en la programación de estos pacientes, es fundamental verificar. Será necesario proporcionar de forma controlada y progresiva la ganancia, entendiendo que es probable que finalmente la ganancia proporcionada quede por debajo de la prescrita por los métodos convencionales. Herramientas como COX nos ayudarán a identificar el efecto de los cambios realizados en la programación, en el confort y en la discriminación. En el caso de hipoacusias asimétricas en las que uno de los oídos presente mejor discriminación que otro, se sugiere proponer al paciente el uso del control de volumen o aplicaciones móviles para que, en situaciones complejas o en presencia de entradas altas en las que el oído con «rollover» no ayude o interfiera, se limite o anule la señal por dicho oído. Esta misma herramienta se propondrá si el paciente detecta fatiga por el uso de la amplificación, proponiéndole reducciones de volumen en los momentos que no sea imprescindible. Sin embargo, la efectividad de estas medidas, pueden ser limitadas si las vías neuronales están significativamente comprometidas. No existe una fórmula mágica que pueda cambiar una condición inicialmente desfavorable. Por consiguiente, cuando el especialista (ORL) recomienda la adaptación de audífonos, el audiólogo debe estructurar su intervención considerando desde el principio otros aspectos. En el caso de hipoacusias asimétricas en las que uno de los oídos presente mejor discriminación que otro, se sugiere proponer al paciente el uso del control de volumen o de aplicaciones móviles. En primer lugar, es muy importante la gestión de expectativas. Se sugiere proporcionar al paciente la información necesaria para que comprenda las limitaciones de su hipoacusia, destacando que la simple adaptación de audífonos no constituirá la única intervención propuesta. Es importante explicar la importancia de realizar entrenamiento auditivo como parte de un programa de rehabilitación auditiva, fundamental para facilitar la adaptación del paciente a su pérdida auditiva. Además, es recomendable informar inicialmente sobre la necesidad de complementar la adaptación de audífonos con otros dispositivos de asistencia auditiva, tales como los sistemas FM y accesorios de conectividad, que mejorarán su participación en las actividades diarias. Será conveniente desarrollar estrategias de comunicación efectivas en su entorno por lo que se recomienda incluir a los familiares en el proceso. Advertencias antes de comenzar a hablar, favorecer la lectura labial y realizar los ajustes necesarios en el hogar como colocar avisos visuales de timbres y alarmas, pueden mejorar la comodidad y la seguridad del paciente, ayudándole a mantener su independencia. Para las personas con hipoacusia retrococlear, las interacciones sociales pueden ser difíciles, pero este tipo de relación es vital para el bienestar emocional, por lo que los expertos proponen que se promueva una comunicación abierta con amigos y familiares sobre la condición. Los encuentros sociales podrán requerir planificación, como elegir lugares más tranquilos para seguir disfrutando de una vida social activa. La implicación activa de familiares y amigos resulta fundamental para crear un ambiente de empatía y apoyo que favorezca la adaptación del paciente a sus requerimientos de comunicación. Por último, al igual que en otras patologías auditivas, en algunos casos la pérdida auditiva retrococlear puede afectar al bienestar emocional, causando aislamiento, frustración y desánimo. No podemos dejar de lado en estos casos la necesidad de recomendar el trabajo con especialistas que les ayuden a abordar las dificultades psicológicas que puedan producirse. En conclusión, es imprescindible que el audiólogo sea capaz de identificar de manera temprana la presencia de una hipoacusia retrococlear con evidencia de «rollover», ya que el enfoque de toda su intervención estará determinado por esta condición. Para las personas con hipoacusia retrococlear, las interacciones sociales pueden ser difíciles y la implicación activa de familiares y amigos es fundamental. [1]              . Carhart, R. (1946). Tests for selection of hearing aids. The Laryngoscope, 56(12), 607-616. https://doi.org/10.1288/00005537-194612000-00004 [2]              . Katz, J. (Ed.). (2015). Handbook of clinical audiology (7th ed.). Wolters Kluwer. [3]              . Prathap, U. (2023). Retrocochlear disorders: Understanding the causes and diagnostic approaches. Journal of Communication Disorders, Deaf Studies & Hearing Aids, 11(4). [4]              . Fereczkowski, M. Sánchez-López, RH. Christiansen, S. Neher, T. Amplitude Compression for Preventing Rollover at Above-Conversational Speech Levels. Trends in Hearing. 2024;28. doi:10.1177/23312165231224597. Sonia BajoAudióloga / Audioprotesista CV Autor Técnico Superior en Audiología Protésica.Diplomada en Logopedia.Habilitación Tinnitus & Hyperacusis Therapy MC.Experta en Acúfenos e Hiperacusia, tratamiento TRT, en RV Alfa Centros Auditivos.Docente en el Máster de Audiología. Universidad Europea Miguel de Cervantes.
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