La nueva actualización del sistema operativo de Apple, iOS 18.1, ha incorporado la Hearing Aid Feature, una función que permite convertir los AirPods Pro 2 en audífonos. Realizando una breve prueba auditiva al usuario a través de una app, se mide el nivel de audición y se configura el audífono según la necesidad. Incorpora además un sistema de protección auditiva para evitar posibles daños por sonidos elevados. ¿Estamos ante una amenaza para los audiólogos o puede ser una oportunidad?
A finales del mes de octubre, el gigante tecnológico Apple lanzó una actualización de software para sus AirPods Pro 2. Básicamente, permite que los auriculares se conviertan en audífonos para adultos con un grado de pérdida auditiva de leve a moderado. En su carta de presentación, Apple alude a tres aspectos determinantes para justificar la conveniencia de esta nueva tecnología:
– Conciencia, ya que, según el fabricante, la forma en que se ha diseñado la prueba auditiva, controlando incluso el nivel de ruido en el que se realiza, puede permitir a millones de personas ser conscientes de que padecen una pérdida auditiva y simplemente activar el modo audífono en sus auriculares si su curva audiométrica lo requiere;
– Asistencia, dado que se trata de un dispositivo tecnológicamente avanzado que, por una parte, incorpora de forma inmediata el perfil audiométrico del usuario y proporciona la amplificación necesaria para una audición más clara y mejorada y por otra, utiliza recursos de la Inteligencia Artificial (Machine Learning), para realizar ajustes en tiempo real a lo largo del día en base a aprendizajes previos;
Muchas personas con pérdida auditiva asocian los audífonos al envejecimiento o a la discapacidad, lo que contribuye de forma determinante a posponer la adaptación.
Y por último, Prevención, puesto que incorpora una función de protección auditiva y atenuación para sonidos que no excedan los 110 dBA, que el propio usuario puede activar si lo desea, y que alcanza niveles de atenuación estimados de hasta 30 dB en función del modo de activación y del nivel de ruido ambiental.
La autorización otorgada por la FDA americana (Food and Drug Administration) para la comercialización de estos auriculares como dispositivos de ayuda auditiva ha puesto en estado de alerta al sector de los audífonos. Algunos expertos han señalado que este producto ofrece una alternativa menos «intimidante» que los audífonos convencionales y que, por este motivo, podrían conseguir que un mayor número de personas aborde sus problemas de audición a una edad más temprana. Muchas personas con pérdida auditiva asocian los audífonos al envejecimiento o a la discapacidad, lo que contribuye de forma determinante a posponer la decisión de adaptárselos.
No obstante, también parece obvio que estos dispositivos, como ocurre con los audífonos de venta libre, no son apropiados para todos los usuarios; los propios fabricantes los consideran adecuados para mayores de 18 años con pérdida auditiva de leve a moderada, es decir, para aquellas personas que por ejemplo necesitan una pequeña ayuda en situaciones muy concretas, pero que no consideran la posibilidad ni la necesidad de utilizar un dispositivo auditivo todo el día. En este sentido, algunos fabricantes que se han enfocado preferentemente en el mercado de audífonos de venta libre, consideran que los nuevos auriculares pueden suponer un impulso beneficioso para ellos. Blake Cadwell, director ejecutivo de la empresa de venta de audífonos online Soundly, considera que el hecho de que grandes empresas como Apple se involucren en el área de la salud auditiva puede ayudar mucho a crear conciencia entre las personas que tal vez nunca hayan reparado en su audición.
La mayoría de expertos consideran que la influencia de estos auriculares en la percepción de la hipoacusia y su estigma solo puede ser positiva.

En su opinión, puede ser un punto de partida para que millones de personas, que de otro modo difícilmente habrían entrado en un centro auditivo, tengan la posibilidad de evaluar su audición por primera vez.
Aun así, y partiendo de la consideración generalizada de esta tecnología como un referente para favorecer una mayor conciencia sobre la salud auditiva, no parece claro que el uso de auriculares en una reunión de amigos, en una conferencia o en una cena de trabajo vaya a normalizarse a corto plazo. La aprobación de la FDA se produjo después de un estudio clínico con 118 sujetos con pérdida auditiva de leve a moderada que en conjunto mostró buenos resultados, aunque algunos usuarios puntualizaron que no utilizarían los dispositivos durante todo el día, y que los adaptadores de goma o silicona les resultaban incómodos por no estar hechos a medida.
A la vista de todas estas opiniones, no parece que el sector de la atención audiológica de calidad, con atención presencial, se vea ni mucho menos amenazado. Si los expertos han llegado a esta conclusión en el mercado norteamericano, no cabe duda de que en España podemos también tomarla en consideración, máxime cuando, según un estudio de 2023, cerca del 80% de los españoles somos usuarios de dispositivos de telefonía con sistema operativo Android. Obviamente esto solo marca una diferencia significativa a corto plazo, dado que con toda probabilidad, y estas son las reglas de la competencia, otros fabricantes desarrollarán en breve dispositivos similares. El director ejecutivo de Starkey, entrevistado hace unos días por Audiology Worldnews, manifiesta no sentirse preocupado en absoluto. Según su opinión, Apple ya venía anunciando este nuevo producto desde hacía tiempo y no ha pillado al mercado por sorpresa. Señala además que la influencia de estos auriculares en la percepción de la hipoacusia y su estigma solo puede ser positiva. Y su punto de vista es compartido actualmente por la mayoría de los expertos.
Nicole Laffan, audióloga y profesora de la Universidad de Northeastern, coincide con esta opinión, en el sentido de que considera estos nuevos dispositivos como un primer impulso para tomar conciencia de la pérdida auditiva, alentando a las personas a hacerse una prueba de audición adecuada por parte de un profesional cualificado y también a informarse pormenorizadamente sobre las opciones disponibles para ellos.
Puntualiza además que, aunque los AirPods y otros dispositivos de venta libre pueden ser más asequibles, carecen de la tecnología y sobre todo de la personalización de los audífonos tradicionales. Desde este punto de vista, y este aspecto es importante, los usuarios de audífonos de venta libre no están optimizando la funcionalidad de los dispositivos que adquieren, dado que con mucha probabilidad, ni el diagnóstico, ni la selección, ni el ajuste, son los adecuados.
El 63% de los potenciales usuarios de audífonos de venta libre reconocen que no disponen de suficiente información para tomar una decisión sobre su uso.
Si, como parece conveniente, se consideran los nuevos AirPods Pro2 como un dispositivo más, con sus particularidades, dentro del mercado de audífonos de venta libre, cabe preguntarse qué ha sido en estos dos años de los audífonos llamados OTC (Over-The-Counter). Con la aprobación de la FDA en 2022, parecía iniciarse una nueva «era dorada» para la salud auditiva, con precios que a veces podían ser incluso menos de la mitad del coste de los audífonos comprados en centros auditivos especializados y sin el requisito a veces tedioso de acudir a estos centros.

Según un estudio publicado en Digital Trends en mayo de 2024, basado en datos de enero de este mismo año, el mercado de venta libre de audífonos en los Estados Unidos valía solo 123 millones de dólares. Si se considera un costo promedio de 1.000 dólares, esto supondría que solo se vendieron 123.000 dispositivos desde su aprobación por la FDA, lo que, traducido en porcentaje de población «objetivo», supondría un exiguo 0,35%.
Pero, al margen de estas cifras, lo que preocupa a los expertos es que quienes optan por los audífonos de venta libre pueden correr el riesgo de empeorar su pérdida auditiva. Todos ellos coinciden en que existe mucha confusión a la hora de determinar qué pacientes deberían utilizar audífonos de venta libre. En una encuesta reciente, se concluyó que el 63% de los potenciales usuarios manifestaron no disponer de suficiente información para tomar una decisión.
Parece que los candidatos reales para estos dispositivos son aquellos que no son realmente conscientes de que tienen pérdida auditiva. Si la sociedad estuviera más sensibilizada hacia la importancia de la salud auditiva, la evaluación de la audición se iniciaría hacia los 65 años y sería posible identificar un sector más amplio de población «objetivo». Sin embargo, cuando la mayoría de los pacientes empiezan a evaluar su audición o tienen sospecha de pérdida auditiva ya quedan fuera del rango de adaptación adecuado para estos dispositivos.

Si una persona presenta ya una pérdida moderada o su inteligibilidad se ha visto afectada en alguna medida, es muy probable que su experiencia con uno de estos dispositivos sea decepcionante. Esto podría explicar la elevada tasa de devolución que se ha registrado en el mercado de venta libre, que se mueve en cifras entre el 24 y el 34%, aunque podría ser incluso mayor, cercana al 50%.
Lo que preocupa a los expertos es que quienes optan por los audífonos de venta libre pueden correr el riesgo de empeorar su pérdida auditiva.
Estar dentro del rango de adaptación establecido por la FDA (de leve a moderada) no es fácil y es prácticamente imposible saberlo sin una evaluación auditiva profesional. Las pruebas auditivas que realizan estos dispositivos tienen limitaciones en este sentido ya que normalmente ofrecen ajustes en tres bandas de frecuencias (graves, medios y agudos), pero carecen de los ajustes específicos de frecuencia necesarios para una pérdida auditiva compleja.
Las recomendaciones a los usuarios que están considerando comprar unos audífonos de venta libre nos conducen una vez más al punto de partida; poner en valor el asesoramiento profesional. El mejor consejo, según los expertos, es tratar de que un profesional evalúe la audición, de forma que el paciente sepa cuál es su situación real y pueda controlar la progresión de su salud auditiva con el tiempo.
El informe de la GAO (Government Accountability Office), publicado recientemente en un blog de la FDA, no refleja tampoco que los audífonos de venta libre hayan marcado la diferencia en el tratamiento de la pérdida auditiva que el Congreso de los Estados Unidos esperaba. No obstante, dicho informe refleja alguna conclusión esperanzadora, como que el interés de los consumidores en el tratamiento de la pérdida auditiva aumentó inicialmente después de la emisión de la norma de la FDA sobre los audífonos de venta libre y, lo que es más llamativo, que se incrementó también el interés por asistir a gabinetes audiológicos especializados. Parece que los usuarios prefirieron trabajar con profesionales de la salud auditiva en persona en lugar de comprar sus audífonos por internet y que frecuentemente sentían inseguridad a la hora de comprar estos productos sin la supervisión de un profesional.
Si la sociedad estuviera más sensibilizada con la salud auditiva, la evaluación de la audición se iniciaría hacia los 65 años y sería posible identificar un sector más amplio de población «objetivo».
Sin duda, estas conclusiones que parten del mercado norteamericano son claramente extrapolables a nuestro país, en el que la venta de audífonos a través de internet ha tenido, hasta el momento, un impacto bastante discreto en el mercado.
No obstante, esta tendencia podría revertirse a medio plazo ya que algunas publicaciones anuncian la previsible incursión de los grandes fabricantes de audífonos en este mercado emergente a través de acuerdos con grandes empresas de audio.
En resumen, podría considerarse que el mercado de venta libre de audífonos no ha experimentado el éxito que sus defensores vaticinaban en un primer momento; tratándose de la salud, el potencial usuario de prótesis auditivas necesita estar bien informado y acude a los profesionales para obtener esta información. Parece evidente que, al menos a medio plazo, la audiología «biológica» y el tratamiento «persona a persona» está lejos de desaparecer, y que lo imprescindible en este momento es la formación permanente de los audiólogos para poner a disposición de sus pacientes la mayor efectividad y rentabilidad que puedan proporcionar las nuevas tecnologías.
Los profesionales de la salud auditiva parecen valorar positivamente las incursiones de estas grandes potencias tecnológicas en el mercado de los audífonos, defendiendo la idea de que «hay sitio para todos» y de que la involucración de grandes empresas en un problema de salud pública que en pocos años se considerará de primer orden, puede contribuir a desestigmatizar la pérdida auditiva y a normalizar su evaluación y tratamiento.


Referencias:
Wix, Peter (2024, octubre) Apple’s hearin gaid feature is no forbidden fruit – Starkey President sees the positives. Audiology Worldnews.
Contreras, Cesáreo (2024, septiembre) Apple’s AirPods Pro 2 will feature a clinical grade hearing aid function. Can they give hearing a big improvement? Northeastern Global News.
Koh, Sara (2024, noviembre) AirPods Pro 2 doubles as hearing aids, widens access to hearing health tech. The Straits Times (Singapore).
Kim, Juliana (2024, septiembre) FDA approves some Apple AirPods to be used as hearing aids. National Public Radio USA
Alexiou, Gus (2024, octubre) Will Apple’s New Air Pods Hearing Health Suite Disrupt The Hearing Aid Market? FORBES.

Audióloga / Audioprotesista
CV AUTOR:
Licenciada en Pedagogía y Máster de Logopedia.
Técnico Superior en Audiología Protésica.
Especializada en Audiología Infantil y Evaluación de los trastornos del PAC en RV Alfa Centros Auditivos.
Docente en el Máster de Audiología de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.