La detección de la audición, el examen del oído y las intervenciones básicas de atención auditiva y del oído pueden ser proporcionadas por proveedores de atención médica capacitados y no especializados en entornos clínicos o comunitarios.
Problema
A nivel mundial, más de 1.500 millones de personas experimentan algún grado de pérdida auditiva. De estos, se estima que 430 millones tienen pérdida auditiva discapacitante, una cifra que podría aumentar a más de 700 millones para 2050.
En los niños, casi el 60% de la pérdida auditiva se debe a causas que pueden prevenirse mediante medidas como la inmunización, la mejora de la atención materna y neonatal, el cribado y el tratamiento precoz de la otitis media.
Si no se trata, la pérdida de audición tiene un impacto negativo comunicación, desarrollo del lenguaje y el habla en los niños; cognición; educación; empleo; mental Salud; y las relaciones interpersonales.
A nivel mundial, menos del 20% de las personas necesitan oído y audición acceso a los servicios que necesitan. La pérdida de audición no tratada supone un coste anual de casi 1 billón de dólares. Éste incluye los costos relacionados con la atención médica, la educación, las pérdidas de productividad y los costos sociales.
La prevalencia de la hipoacusia incapacitante aumenta exponencialmente con la edad, pasando del 15,4% entre las personas de 60 años al 58,2% entre las mayores de 90 años. La pérdida auditiva no tratada puede ser responsable de más del 8% de los casos de demencia entre los adultos mayores.
Existe una escasez mundial de especialistas en audición, como como audiólogos y otorrinolaringólogos. Esta escasez es mayor en los países de ingresos bajos y medianos, donde la necesidad de estos servicios es mayor.





