Tuboplastia con balón: la solución para la obstrucción de la Trompa de Eustaquio.
La Tuboplastia con balón es un procedimiento mínimamente invasivo destinado a tratar problemas relacionados con la Trompa de Eustaquio, el conducto que conecta el oído medio con la parte posterior de la nariz y la parte superior de la garganta. Su función principal es ventilar el oído medio y equilibrar la presión entre el oído y la atmósfera exterior.
Al ser un procedimiento mínimamente invasivo, la recuperación suele ser rápida y las complicaciones son mínimas.
Cuando esta trompa se obstruye los pacientes pueden experimentar una serie de síntomas molestos tales como sensación de taponamiento, pérdida auditiva y mareos, lo que en ORL llamamos «disfunción tubárica».
Qué es la disfunción tubárica
La disfunción tubárica, también conocida como «disfunción de la Trompa de Eustaquio», es la condición que hace referencia a la incapacidad de la Trompa de Eustaquio para abrir y cerrar correctamente; básicamente, no cumple su función fisiológica.
Causas
Puede estar causada por varios factores, tales como:
· Infecciones del oído medio o del tracto respiratorio superior.
· Alergias.
· Reflujo ácido que afecta la garganta y la Trompa de Eustaquio.
· Cambios en la presión atmosférica (como los experimentados durante un vuelo en avión).
· Tumores o masas que bloquean la Trompa de Eustaquio.
Síntomas
Sus síntomas incluyen, pero no se limitan a:
· Sensación de taponamiento en el oído.
· Pérdida auditiva.
· Dolor de oído.
· Zumbidos o ruidos en el oído (acúfenos).
· Mareos o problemas de equilibrio.
· Indicaciones
La Tuboplastia con balón se realiza cuando otros tratamientos para la obstrucción de la Trompa de Eustaquio no han sido efectivos, por ejemplo, medicamentos y maniobras, tales como la de Valsalva o Toynbee.
La Tuboplastia con balón representa una alternativa efectiva para aquellos pacientes que sufren de disfunción de la Trompa de Eustaquio, brindando alivio a los síntomas molestos y mejorando la calidad de vida
Esta técnica puede ofrecer un alivio duradero a aquellos pacientes que sufren de síntomas persistentes y especialmente molestos.
Cómo se lleva a cabo este procedimiento
El procedimiento de Tuboplastia con balón se lleva a cabo utilizando anestesia local o general según cada caso. Se introduce un pequeño balón montado en un catéter a través de la nariz y se guía hasta la abertura de la Trompa de Eustaquio.
Una vez en posición, el balón se infla delicadamente dilatando la trompa y permitiendo que el aire fluya una vez más entre el oído medio y la nariz. Posteriormente, el balón se desinfla y se retira, dejando la Trompa de Eustaquio abierta.



Beneficios de la Tuboplastia con Balón
La Tuboplastia con balón ha demostrado ser un procedimiento efectivo y seguro. Mejora significativamente los síntomas de la obstrucción de la Trompa de Eustaquio proporcionando una mejora sustancial en la calidad de vida de los pacientes.
Pruebas preoperatorias
Antes de realizar esta técnica, como con cualquier procedimiento médico, se requiere de una evaluación preoperatoria completa para minimizar riesgos y para confirmar que el paciente es un candidato adecuado.
A continuación, se detallan algunas de las pruebas y evaluaciones que se pueden llevar a cabo:
1. Historial médico y examen físico:
Historial médico: revisión detallada de la historia clínica del paciente, incluyendo condiciones médicas previas, medicaciones actuales, alergias y cirugías previas.
Examen físico: un examen físico completo, especialmente centrado en el oído, la nariz y la garganta.
2. Exámenes de laboratorio:
Análisis de sangre: pueden incluir un hemograma completo, pruebas de coagulación y pruebas de función renal y hepática.
Pruebas de coagulación: para descartar trastornos de la coagulación que podrían complicar el procedimiento.
3. Pruebas de Imagen:
Tomografía Computarizada (TC) o Resonancia Magnética (RM): para obtener imágenes detalladas del área y evaluar la anatomía de la Trompa de Eustaquio y las estructuras circundantes.
4. Audiometría:
Prueba de audición: para evaluar la audición del paciente y determinar el nivel de pérdida auditiva.
5. Evaluación de la Trompa de Eustaquio:
Timpanometría: para evaluar la movilidad del tímpano y la presión en el oído medio.
Tubomanometría: para evaluar la función de la Trompa de Eustaquio.
6. Evaluación de Alergias:
Pruebas de Alergia: para identificar cualquier alergia que pueda afectar las vías respiratorias y contribuir a los problemas de la Trompa de Eustaquio.
7. Consultas Médicas:
Consulta con Anestesiología: para evaluar los riesgos anestésicos y determinar el tipo de anestesia más adecuado.
Consulta con Otorrinolaringología: para discutir el procedimiento, sus riesgos, beneficios y alternativas.

Recuperación y cuidados post-tratamiento
Después del procedimiento nuestro equipo le proporcionará indicaciones claras para el cuidado postoperatorio. Estas directrices incluyen: evitar sonarse la nariz con fuerza, no volar ni bucear y, en general, no llevar a cabo actividades que puedan suponer un cambio brusco de presión atmosférica durante un período de tiempo determinado.
La mayoría de los pacientes pueden retomar sus actividades normales en un corto plazo de tiempo siguiendo siempre todas las recomendaciones médicas para asegurar una recuperación completa y efectiva.
Posibles riesgos y contraindicaciones
Aunque esta técnica se considera segura y efectiva, como cualquier intervención médica, tiene sus riesgos y contraindicaciones potenciales. Es fundamental que los pacientes estén plenamente informados antes de decidirse por este tratamiento para tomar decisiones conscientes y minimizar complicaciones.
Riesgos
1. Infecciones: como con cualquier procedimiento, existe un riesgo de infección postoperatoria. Sin embargo, este riesgo es relativamente bajo y se pueden prescribir antibióticos como medida preventiva.
2. Hemorragia: puede ocurrir sangrado durante o después del procedimiento, aunque en la mayoría de los casos es leve y se resuelve por sí solo.
3. Dolor o molestias: los pacientes pueden experimentar dolor, molestias o sensación de plenitud en el oído después del procedimiento, lo cual suele ser temporal.
4. Eficacia limitada: en algunos casos, el procedimiento puede no resultar tan efectivo como se esperaba en mejorar la función de la Trompa de Eustaquio.
Contraindicaciones

1. Anatomía anormal: pacientes con anomalías anatómicas significativas en las áreas relacionadas pueden no ser candidatos adecuados para el procedimiento.
2. Infecciones activas: si existen infecciones activas en el oído, la nariz o la garganta, es probable que el procedimiento se deba posponer hasta que se resuelvan.
3. Condiciones de salud subyacentes: ciertas condiciones de salud, como problemas de coagulación o enfermedades cardíacas, pueden aumentar los riesgos asociados con el procedimiento y deben ser evaluadas cuidadosamente.
4. Expectativas no realistas: los pacientes que tienen expectativas no realistas sobre los resultados del procedimiento pueden no ser candidatos adecuados.