Hoy en día aún existe cierta controversia sobre la importancia de la adaptación de un audífono en el oído contralateral cuando el implante es unilateral.
Surgen recelos sobre la posibilidad de integrar la información acústica proporcionada por el audífono con la información eléctrica proporcionada por el implante coclear. es que se sigue dudando sobre si el uso del audífono puede interferir en el desarrollo auditivo del oído con implante coclear o si, en estos casos, es necesario programar de forma diferente el audífono.
Por Lidia Rosselló y Rosa Junguitu, de RV ALFA.
Actualmente, nadie pone en duda la importancia de la implantación coclear, cuando la estimulación con audífonos resulta insuficiente para lograr una comprensión verbal óptima y, en el caso de los niños pequeños, comprometa el desarrollo de su lenguaje. Tampoco se cuestiona la importancia de la estimulación binaural en la adaptación infantil de audífonos y su influencia decisiva en el desarrollo de las habilidades auditivas superiores (procesamiento central de la información auditiva). Pero todavía hoy existe cierta controversia sobre la adaptación de un audífono en el oído contralateral cuando el implante es unilateral.
Sin embargo, la presencia de audición funcional en el oído contralateral al implante, con restos auditivos suficientes, no debe ser privada de estimulación auditiva.
En los niños pequeños la ausencia de respuesta a 90 dB en los potenciales evocados auditivos, y la falta de respuestas evidentes en las pruebas subjetivas, no significa que no existan restos auditivos útiles para ser estimulados.
Como ocurre en las adaptaciones unilaterales en presencia de hipoacusia bilateral, o en pacientes con hipoacusia unilateral sin estimulación, la ausencia de audición binaural implica un grave déficit en la discriminación del habla en ruido, en la localización de sonidos y otras habilidades auditivas.
La capacidad de localizar sonido está directamente relacionada con la capacidad de percibir sonido en ambos oídos, y más concretamente, con la audición de frecuencias graves.
Las diferencias de tiempo e intensidad de la señal, que llega a cada oído, permiten al cerebro determinar la procedencia del sonido en el plano horizontal. Su localización no sólo es importante por motivos de seguridad, sino que en el caso de pacientes que se apoyan de la lectura labial, les permite ubicar a la persona que habla y, de esa manera, facilitar la comprensión del mensaje.
La discriminación en ambiente de ruido o en situaciones auditivas desfavorables resulta afectada por tres factores principales:
EL EFECTO SOMBRA DE LA CABEZA (head diffraction)
El sonido llega con mayor intensidad al oído que esté más cerca de la fuente, de modo que el cerebro puede seleccionar y atender al oído con mejor SNR (ratio señal-ruido) para una mejor comprensión del habla.
EL DESENMASCARAMIENTO BINAURAL (binaural squelch)
el cerebro detecta un desfase de tiempo entre dos señales que puede utilizar para reducir el efecto de degradación del habla que produce el ruido. Los im- plantes no reproducen con fiabilidad los patrones temporales del habla, por lo que esta condición está limitada en estos casos.
LA REDUNDANCIA BINAURAL (binaural redundancy)
El cerebro combina la señal de habla que llega de los dos oídos para generar una representación central que predomine sobre el ruido.
El uso de audífono con implante coclear permite desarrollar o preservar, si ya existían, las habilidades binaurales. Los resultados que se obtienen están relacionados directamente con la edad de adaptación y con el tiempo transcurrido desde la instauración de la hipoacusia. Se trata de evitar la privación auditiva estimulando la vía, para lograr su máximo desarrollo que además resultará beneficioso de cara a una segunda implantación o a su preparación para un futuro avance tecnológico.
Los resultados son buenos cuando hay presencia de restos auditivos hasta 1000Hz. Diversos estudios (Ching, 2004) afirman que no existen diferencias significativas entre pacientes con audición en todas las frecuencias y aquellos que sólo conservan restos hasta 1000Hz, para las habilidades de localización de sonido y discriminación en ruido.
El tiempo que transcurre entre el primer y segundo implante produce un desfase entre ambos oídos que se torna irreparable si es superior a 1 ó 2 años. El uso continuo de audífono permite la estimulación de la vía auditiva, y aunque no se logre un resultado óptimo en los casos de hipoacusias profundas, la integración del sonido ante un segundo implante será más favorable.
Es de vital importancia el uso de audífono durante los primeros años de vida (periodo de mayor plasticidad neural) para lograr el desarrollo las vías auditivas, especialmente a nivel cortical.
El tiempo que transcurre entre el primer y segundo implante produce un desfase entre ambos oídos que se torna irreparable si es superior a 1 ó 2 años. El uso continuo de audífono permite la estimulación de la vía auditiva, y aunque no se logre un resultado óptimo en los casos de hipoacusias profundas, la integración del sonido ante un segundo implante será más favorable.
Es de vital importancia el uso de audífono durante los primeros años de vida (periodo de mayor plasticidad neural) para lograr el desarrollo las vías auditivas, especialmente a nivel cortical.
Las adaptaciones bimodales (implante más audífono) exigen un ajuste óptimo del audífono, teniendo en cuenta la audición con el implante coclear. Posteriormente a la implantación, y una vez que se haya alcanzado un mapa estable (transcurridos unos 3 meses desde la implantación) se realizará un ajuste fino del audífono, realizando un “test de equilibrio de la sonoridad” (loudness balancing test) para encontrar la ganancia que produzca la misma sensación de intensidad respecto al oído implantado.
De esta manera, se conseguirán los mejores resultados con el uso de ambos dispositivos. Este protocolo sólo se pude utilizar estrictamente a partir de los 6 años de edad, por la necesidad de colaboración del paciente.
Si se produce un empeoramiento de los resultados con el audífono en una adaptación bimodal exitosa será necesario valorar si ha llegado el momento de realizar un segundo implante. En este sentido, una prueba verbal que ha demostrado ser relevante es la de escucha dicótica. Se presenta habla (frases) a 70 dB SPL y ruido a +10 y + 15 SNR (preferiblemente, bable noise). El ruido se presenta a 60° azimuth en el lado del implante y el habla a 60° azimuth en el lado del audífono. Si en los resultados con el implante coclear sólo, o en la situación implante más audífono, apenas hay diferencias o incluso se produce un empeoramiento del resultado en la situación con audífono, se aconseja la segunda implantación.
Los avances tecnológicos, tanto en audífonos como en implantes, las nuevas estrategias de programación, la mayor velocidad y calidad en el procesamiento de la señal, la incorporación de la tecnología de los audífonos a los implantes cocleares.
Permiten la posibilidad de conectar accesorios inalámbricos a ambos dispositivos de manera simultánea abre una nueva vía de integración de la señal que se traduce en un mayor aprovechamiento de la audición bimodal.