Desde Alain Afflelou creen que la prestación que más ha revolucionado el mercado ha sido la relacionada con la reducción del ruido automático en diferentes ambientes.
Un importante avance que permite mejorar la sonoridad del usuario, consiguiendo su plena audición. Y que ha contribuido de forma directa al aumento de facturación de la cadena.
¡A mayor satisfacción, más ventas!
La prestación auditiva que más ha beneficiado tanto a audiólogos como a usuarios ha sido la incorporación de soluciones tecnológicas basadas en la disminución del ruido ambiental en diferentes entornos sonoros. Unos novedosos avances que consecuentemente han mejorado la capacidad auditiva del usuario, otorgándole la posibilidad de conseguir una audición plena y confortable; requiriendo además menos intervención por parte del audioprotesista.
Anteriormente la mayoría de los pacientes que llevaban adaptados audífonos sin esta prestación se encontraban con gran dificultad para entender correctamente el habla de otras personas en ambientes donde había ruido de fondo como, por ejemplo, centros comerciales, restaurantes, cafeterías o cuando estaban inmersos en conversaciones múltiples.
En la actualidad, esta prestación ha ayudado mucho a todos los agentes involucrados en el sector de la audiología, ya que les ha facilitado el trabajo en muchos aspectos.
Y es que el reductor de ruidos por ambientes es capaz de diferenciar el entorno donde se encuentra el usuario y de realizar ajustes de forma automática en su audífono, reduciendo los sonidos de fondo y enfatizando las frecuencias conversacionales para mejorar su entendimiento.
De esta manera, se logra que los sonidos le lleguen de una manera clara y nítida, aumentando enormemente su comodidad y deleite. Como consecuencia directa de esta plena satisfacción del cliente, los audiólogos tienen que realizar menos ajustes en los audífonos y reciben menos quejas; con lo que se simplifica el proceso de la adaptación.
PACIENTES NUEVOS
Esta prestación es también muy útil en usuarios que se inician, por primera vez, en el uso de audífonos, tanto en el proceso de venta como en la adaptación. Y es que hay que tener en cuenta que las personas con pérdida de audición están acostumbradas a experimentar un mundo de silencio artificial, y una de sus mayores preocupaciones a la hora de adaptarse unos audífonos es la correcta aceptación de todos esos sonidos que antes no oían o, sí los oían, eran muy suaves.
En el momento en el que se les explica esta novedosa prestación que actualmente tienen los audífonos sus reticencias y temores disminuyen, por lo que están más predispuestos a dar el paso de adaptarse. Una situación que también facilita la adaptación propia del usuario a sus nuevos audífonos, ya que el cambio en la audición y la nueva percepción de los sonidos se hacen de forma progresiva.