Desde 2019, la UNESCO estableció el primer jueves de noviembre para la conmemoración del Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso. Con esta iniciativa se trata de dar visibilidad a un problema que, si bien ha existido siempre, con las nuevas tecnologías se ha agravado e incrementado. El objetivo de esta «celebración» es reconocer que «la violencia en el entorno escolar, bajo todas sus formas, atenta contra los derechos de los niños y los adolescentes, la salud y el bienestar», y trata de sensibilizar así, a toda la población sobre la necesidad de poner fin a esta lacra social.
Una reciente encuesta ha revelado que el 84,8 % de los españoles opina que un niño con discapacidad auditiva tiene más posibilidades de padecer acoso escolar.
Y no estamos ante una llamada de atención banal. Según datos de la ONG Bullying sin Fronteras, entre enero de 2021 y febrero de 2022 se registraron 11.229 casos de acoso escolar en España, una cifra muy preocupante que nos sitúa entre los países con un mayor nivel de incidencias de este tipo.
Además, según una revisión de estudios publicada en Laryngoscope, los niños y adolescentes con pérdida auditiva tienen un mayor riesgo de sufrir acoso escolar o bullying, debido a que su discapacidad les hace más vulnerables a estas edades.
Esta conclusión ha sido refrendada por una reciente encuesta que ha revelado que el 84,8 % de los españoles opina que un niño con discapacidad auditiva tiene más posibilidades de padecer acoso escolar, en gran medida, porque piensan que afecta a cómo los niños socializan con los demás.
Los expertos han puesto el foco en que estos menores tienen más dificultades para comunicarse con sus compañeros, lo que acentúa sus probabilidades de aislamiento, y se da también la circunstancia de que el problema suele pasar más desapercibido, camuflándose bajo la imagen de un niño tímido, callado y con dificultades para relacionarse con los demás.
Como sabiamente advertía Nelson Mandela «la educación es el arma más poderosa que puedes utilizar para cambiar el mundo» y es tarea de todos, en las escuelas y en los hogares, terminar con la violencia y el acoso desde nuestro papel en la sociedad.