Hoy le llega el turno a la famosa acumetría. Una técnica de evaluación auditiva, muy subjetiva, pero tremendamente útil para guiarnos en esas primeras pruebas que hacemos a nuestros pacientes. Nos permite comparar resultados y nos orienta sobre el tipo de lesión.
¿Estáis seguros de aplicar correctamente esta práctica?
Existen diferentes test y procedimientos que os pueden ayudar a valorar la pérdida auditiva que tenéis delante, tanto a nivel instrumental como vocal.
A la hora de cuantificar la audición de mis pacientes, siempre tengo la duda de si lo hago de la manera más precisa.
¿Cómo puedo comparar mis resultados para asegurarme al cien por cien?
Existen unas pruebas muy útiles, englobadas en la técnica de la acumetría, que aunque no os lo parezca, os pueden ayudar a ser más precisos en vuestro diagnóstico. Estos procedimientos, como muchos otros, son maltratados por la tecnología y relegados a un segundo plano, ya que existen equipos más avanzados que nos permiten realizar éstas y muchas otras pruebas con más posibilidades de análisis.
No obstante, sólo debemos tener en cuenta que las pruebas audiométricas tonal, verbal y la anamnesis son tan
subjetivas que conviene tener cuidado a la hora de valorarlas. ¿Por qué no realizar más pruebas que refuten el resultado de las mismas?
¡Esta es la gran valía de la acumetría!
Con ella podemos cuantificar el grado de audición de nuestros pacientes de forma no demasiado precisa pero útil.
PRUEBAS DE LA ACUMETRÍA
Las pruebas más comunes que la componen son:
a) INSTRUMENTAL: podemos utilizar los siguientes test, que detallamos a continuación, utilizando diapasones.
Test de Rinne
Ideado por el otólogo Friedrich Heinrich Adolf Rinne (1819-1868), natural de Vlotho (Alemania). Este test no fue reconocido hasta después de su muerte, cuando los otólogos Friedrich Bezold y August Lucae publicaron su trabajo en 1880. Sirve para diferenciar entre dos tipos de hipoacusia: hipoacusia de
percepción y de transmisión.
El procedimiento consiste en hacer vibrar un diapasón de 256, 512 y 1024 ciclos sobre la apófisis del mastoides del paciente, de forma que la vibración se transmita por vía ósea, hasta que éste ya no sea capaz de escucharla. Entonces se coloca el diapasón frente al conducto auditivo externo, para que la vibración se transmita por vía aérea (a través del tímpano y la cadena osicular). Los resultados que podemos tener son:
• Rinne positivo: si el paciente oye mejor por vía aérea. Es típico de las personas sanas o con hipoacusias de percepción, en cuyo caso la percepción por ambas vías se ve disminuida.
• Rinne negativo: si el paciente oye mejor por vía ósea. Es típico de las hipoacusias de transmisión.
Test de Weber
Desarrollado por E.H. Webber (1795- 1878) nacido en Wittenberg (Alemania). Consiste en aplicar el diapasón por vía ósea, pero en los dos oídos simultáneamente; lo que se logra al aplicarlo en la línea media del cráneo (sobre la frente, huesos nasales o inb)
b) VOCAL: La acumetría vocal utiliza la palabra hablada para obtener la primera impresión de la capacidad auditiva del paciente. No es muy exacta, pues la intensidad de nuestra fonación varía con el menor descuido; pero a pesar de ello tiene cierta utilidad ya que mientras hacemos la anamnesis podemos ir descubriendo cómo oye nuestro paciente a distintas intensidades.
En este test con nuestra propia voz se debe tener en cuenta que la palabra cuchicheada (55dB) es comprendida sin dificultades por un individuo normaoyente a 4 metros.
OTRAS PRUEBAS ADICIONALES
Test de Bing
Tiene como objetivo determinar si la persona padece una pérdida auditiva conductiva. Se procede como en el test de Rinne pero cuando el paciente deje de oír por vía ósea se tapa el conducto auditivo externo. Suele ser un método utilizado para descartar pruebas de Rinne falsas. Los resultados que podemos obtener son:
• Bing positivo: si el paciente oye de nuevo el sonido por vía ósea tras tapar el conducto auditivo. Audición normal.
• Bing negativo: si el paciente no oye de nuevo por vía ósea tras tapar el conducto auditivo. Hipoacusia.
Test de Gellé
En esta prueba se compara la audición por vía ósea mediante un diapasón colocado en el mastoides, primero sin aplicar hiperpresión en el conducto auditivo externo y después con compresión de sonido en el conducto auditivo externo con una pera de Politzer1 . Los resultados que podemos obtener son:
• Gellé positivo: vuelve a percibir el sonido por vía ósea cuando aplicamos hiperpresión. Normal.
• Gellé negativo: No vuelve a percibir el sonido por vía ósea cuando aplicamos hiperpresión. Problemas en la cadena osicular.
“Las pruebas audiométricas tonal, verbal y anamnesis son subjetivas y hay que saber valorarlas. No son muy precisas, pero sí útiles”