Beneficios de usar el micrófono remoto
Hoy en día, la tecnología facilita muchos aspectos de la vida cotidiana. Sin embargo, cuando se trata de contribuir a mejorar una discapacidad, esta tecnología puede ser de gran ayuda para lograr una mayor calidad de vida. El micrófono remoto es uno de estos avances necesario para que las personas hipoacúsicas puedan oír con más claridad y menos esfuerzo en ambientes ruidosos, con reverberación o en los que la fuente de sonido se encuentra muy alejada.
Todos estamos familiarizados con los tres principales efectos por los que se recomienda el uso del micrófono remoto (MR), ya que deterioran la señal auditiva objeto de interés. Hablamos del ruido, la distancia y/o la reverberación. Para tener estos factores controlados y garantizar un entorno acústicamente adecuado a las personas con pérdida auditiva, sería recomendable mantener una relación señal-ruido de +15dB, un tiempo de reverberación entre 0.3 – 0.4s y tener en cuenta que la intensidad de la señal se reduce 3dB cada vez que se duplica la distancia. Mientras estos factores no puedan ser controlados sería recomendable el uso del MR para disminuir y/o eliminar sus efectos.
Utilizamos el término micrófono remoto para referirnos a las diferentes tecnologías que hoy en día existen para transmitir la información auditiva desde, principalmente, un emisor a uno o varios receptores. En el caso de las personas usuarias de prótesis auditivas, es recomendable que ambos oídos reciban la señal del emisor. Dicha tecnología también puede beneficiar a personas que, aunque tengan audición normal, tienen dificultades para percibir y atender la señal auditiva en circunstancias acústicamente adversas.
En aquellas situaciones en las que es primordial oír la información que se transmite y se dan algunos de los factores mencionados, sabemos que la persona con pérdida auditiva, incluso con sus prótesis, tendrá más dificultad para recibir el mensaje, por ello hay que poner los medios existentes y necesarios para que reciba la información y esta le llegue de forma clara.
A continuación comentaremos algunos motivos por los cuales el MR es beneficioso en las diferentes etapas de la vida, principalmente en los primeros 6 años de vida.
Todos sabemos la importancia de la detección e intervención temprana en un bebé que nace sordo o hipoacúsico. En el rango de 0 a 6 años existe un período crítico para el desarrollo de habilidades auditivas, comprendido entre los 3 y 3½ años (Madell, J). El bebé necesita oír bien cuanto antes a través de sus prótesis auditivas para, mediante la estimulación, poder desarrollar el lenguaje. Necesita estar oyendo durante todas las horas que esté despierto, incluso sería recomendable durante las horas de sueño como ocurre en normoyentes, pero por cuestiones técnicas no resulta muy práctico de momento.
Su corteza auditiva, que ha estado privada de sonidos y que está en desventaja con respecto a un niño que ha empezado a oír desde la semana 20 de desarrollo intrauterino, necesita empezar a recibir información constante de calidad que más adelante cobrará sentido, comprenderá y expresará. En entornos tranquilos a través de sus prótesis, la señal auditiva será aquella más próxima y, principalmente, la dirigida por parte de los adultos que le rodean.
En entornos ruidosos o donde haya distancia (en el coche o desde otra habitación, por ejemplo) la información que recibe es audible pero no inteligible y, por lo tanto, no le será útil al no poder tampoco reconocerla. Debemos ser conscientes de que es ahora cuando el bebé comienza a tener la experiencia auditiva gracias a la cual las áreas cerebrales encargadas de procesar esta información comenzarán a conformarse.
En un estudio realizado por Hart y Risley se mostró que el cociente intelectual y el número de palabras que los niños tenían a la edad de 3 años estaba muy relacionado con la cantidad de lenguaje que recibían. A la edad de 4 años los niños deben haber oído unos 46 millones de palabras. Hay que recordar que el 90% de lo que los niños normoyentes aprenden, ocurre de forma incidental y en esto los niños con pérdida auditiva están en gran desventaja. En un estudio reciente sobre el uso del MR en el hogar, Benítez-Barrera, Angley y Tharpe (2018) concluyeron que, usándolo, los niños con pérdida auditiva tenían una media de 11 palabras más por minuto que cuando no lo usaban, pudiendo suponer esto una exposición a 5300 palabras más al día.
Los estudios en relación a los beneficios y a la recomendación del MR se han centrado principalmente en niños en edad escolar. En parte de esta etapa, el niño continúa inmerso en el proceso de adquisición del lenguaje. Al mismo tiempo, se encuentra en un entorno competitivo y más complejo que le demanda una atención continuada en condiciones generalmente desfavorables por el ruido de la clase y la distancia del docente. En el aula, los niños con audición normal pueden estar atendiendo a lo que se refiere el profesor sin necesidad de mirarle a la cara. Un niño con pérdida auditiva que no utiliza MR está en desventaja, le será más difícil hacer lo mismo teniendo que mirar al profesor sin poder atender a lo que hace referencia.
A lo largo de una jornada escolar, el esfuerzo continuado que se centra en tratar de no perder información se traduce en fatiga auditiva, estrés, problemas de concentración y memoria, desconectando antes y no integrando sólidamente los contenidos impartidos. Esta situación podría ser más favorable con el uso del MR que anularía los efectos negativos del ruido, la reverberación y la distancia. También es importante que el niño escuche los comentarios en voz alta de sus compañeros y para ello existen micrófonos adicionales. Por último, en clase existe la posibilidad de un sistema grupal de amplificación que beneficiaría a todos los niños, independientemente de donde se sienten, y al profesor al no tener que elevar la voz. Además de en el aula, se pueden ver al final de este artículo muchos otros entornos en los que usar el Micrófono Remoto.
Avanzando en edad, pasamos a la adolescencia y edad adulta, etapas en las que cambian las necesidades pero se siguen dando los mismos factores que dificultan el acceso a la información de interés. Entornos en los que la persona con pérdida auditiva está en desventaja pueden ser auditorios, aulas, puesto de trabajo, restaurantes, sala de reuniones… en los que estaría indicado el uso del MR para evitar la fatiga auditiva y poder competir en condiciones de mayor igualdad.
También en la etapa final de la vida, tercera y cuarta edad, las personas con pérdida auditiva podrían beneficiarse del uso del MR. Conforme pasan los años, la mayoría de nuestros mayores van viendo reducidas capacidades que hasta ese momento les permitían desenvolverse con normalidad y sin necesidad de ningún apoyo. En relación al procesamiento de la señal auditiva, puede que en determinados entornos (asistencia a talleres y clases, restaurantes, TV…), incluso con sus audífonos, tengan dificultades, apareciendo antes el cansancio, ocultando no haber entendido y evitando ciertas situaciones. Por ello, para seguir teniendo una vida social activa, e igual de importante, un cerebro activo, podría ser beneficioso el uso del MR.
Desde el inicio del tratamiento protésico, el audiólogo tiene que informar de la existencia de estas ayudas auditivas para que los padres, la persona con problemas de audición o sus familiares, tengan en mente una posible inversión mayor a corto plazo mientras no existan ayudas públicas que las cubran. A veces, por cuestiones económicas, es preferible adquirir una prótesis de gama inferior pero que cubra las necesidades auditivas y poder contar también con el MR. Actualmente, los niños tienen que contar con este sistema en el colegio pero también deberían tener la oportunidad de beneficiarse del mismo en el resto de contextos. En el caso de los adultos, deben valorar el uso del MR una vez se hayan adaptado a sus prótesis auditivas y conozcan aquellos entornos en los que siguen teniendo dificultades.
Bibliografía
American Academy of Audiology Clinical Practice Guidelines: Remote Microphone Hearing Assistance Technologies for Children and Youth Birth-21 Years (2008, actualizado en abril 2011); disponible en www.audiology.org
Anderson, K. (2010). Listening and Learning in a Sea of Noise, ASHA-November 20. Recuperado de https://www.asha.org/Events/…/2010/SC23-Anderson-Karen-5/
Benítez-Barrera, C.R., Angley, G.P.,&Tharpe, A.M. (2018). Remote microphone system use at home: Impact on caregiver talk, Journal of Speech-Hearing-Language Research, 1-11.
Estabrooks, W., Maclver-Lux, K., Rhoades, E.A. (2016) Assistive Hearing and Access Technologies and Auditory-Verbal Therapy, Auditory-Verbal Therapy for young children with hearing loss and their families and the practitioners who guide them (pp. 201-218). San Diego: Plural Publishing.
Wright, N., (2016) How to use a remote microphone to reconnect patients to their favorite activities.The Hearing Review. Recuperado de http://www.hearingreview.com/2016/06/use-remote-microphone-reconnect-patients-favorite-activities/
Zenker, F., (2005) Estrategias para mejorar la audibilidad en el aula. Auditio. Recuperado de http://www.auditio.com/docs/pdf/audibilidadaula.pdf
Audiólogos de referencia en el estudio de estos sistemas
Arthur Boothroyd, Ph. D. http://www.arthurboothroyd.com/
Carol Flexer, Ph. D. http://www.carolflexer.com
Jane Madell, Ph. D. http://www.janemadell.com/
Linda M. Thibodeau, Ph. D. http://www.utdallas.edu/~thib
Autora
Leticia Gómez
Audióloga y Logopeda
Audióloga en Asociación Alexander Graham Bell Internacional (antes Fundación Oír es Clave).
Máster y Experto en Audiología, Universidad de Salamanca.
http://www.fundacionoiresclave.org/