El ruido excesivo es un elemento constante en el día a día de millones de personas en todo el mundo. A pesar de que a estas alturas sus efectos sobre los distintos ámbitos de la salud han quedado más que demostrados, todavía hay cierta impasibilidad entre la población cuando se trata de llevar a cabo acciones para prevenirlos. En este contexto, y en el marco del «Día Mundial de la Concienciación sobre el Ruido», GAES quiso poner el foco sobre cómo este incide negativamente en una de las necesidades más básicas del ser humano: el sueño. Los datos revelan que nos encontramos ante un problema de gran calado, ya que 3 de cada 4 personas en España (35 millones de personas) aseguran que no duermen bien a causa del ruido.
La información, extraída del Estudio GAES sobre la Salud Auditiva en España, también identifica a las mujeres como uno de los colectivos más afectados. De acuerdo con el documento, ellas notan más el efecto de los sonidos molestos sobre su sueño (77,5%) que los hombres (69,4%). Detrás de los ruidos que impiden el descanso nocturno están, principalmente, las fiestas de vecinos, o la presencia de bares, restaurantes y locales de ocio próximos al dormitorio, que por la noche afectan más a la gente en el interior de sus casas que el tráfico. Las personas de entre 60 y 80 años conforman el colectivo que más sufre por ello.
Tres de cada cuatro personas en España aseguran que no duermen bien a causa del ruido.
¿Pero qué efectos concretos tiene el ruido sobre el descanso? El estudio explica que el ruido fragmenta y reduce la continuidad del sueño, aminorando la cantidad total de tiempo en el que se duerme, lo cual tiene un impacto en el estado de alerta, el rendimiento en el trabajo y la calidad de vida. La salud mental tampoco se queda al margen, pues 1 de cada 3 españoles admite que el ruido excesivo les lleva a experimentar episodios de irritabilidad, ansiedad y agresividad. Las mujeres jóvenes son especialmente vulnerables al impacto psicológico: un 40% de ellas afirma que influye notablemente en su humor.
Carlos Cenjor, otorrinolaringólogo y presidente del comité científico de GAES, destaca que «los efectos de los sonidos sobre la audición no se anulan cuando nos vamos a dormir». Por ello, recuerda que es «necesario insistir en que los cuidados de la audición se tengan en cuenta también en horario nocturno para evitar una serie de consecuencias negativas en el descanso y la salud en general». Utilizar tapones a la hora de acostarse, situar la cama lejos de las ventanas que dan a la calle y emplear material insonorizante en las zonas de descanso pueden ser opciones viables para reducir el impacto del ruido.
Un 77,5% de las mujeres afirma que nota el efecto de los sonidos molestos sobre su sueño, frente a un 69,4% de los hombres que dice tener este problema.
La app Listen Responsibly de GAES es otra herramienta que puede ser de utilidad. Francesc Carreño, responsable del Área Social e Investigación en Audiología de la compañía, afirma que «con ella se puede hacer una medición de los sonidos que envuelven los lugares en los que se descansa para determinar si estos son aptos». Así, cualquier hogar puede estar preparado para defenderse del ruido.