El test de Ling es una herramienta muy útil que permite al audiólogo realizar una revisión de forma rápida y sencilla para descartar o confirmar la sospecha de hipoacusia, tanto en adultos como en niños. El resultado será corroborado, por supuesto, con otras pruebas convencionales.
El test de Ling permite realizar una revisión de forma rápida y sencilla para descartar o confirmar la sospecha de hipoacusia.
Su utilidad se basa en abordar habilidades como la detección, con la que se puede comprobar que la persona evaluada detecta sonidos a lo ancho del espectro del habla. También es útil para verificar que el paciente es capaz de discriminar entre sonidos diferentes y parecidos. Podríamos comprobar también la identificación de sonidos. Sin embargo, en ningún caso, se puede considerar una prueba de comprensión.
Otra de sus aplicaciones es la que tiene que ver con las relaciones entre señal-ruido y figura-fondo en los niños, que nos indicará cuál es su burbuja auditiva y permitirá conocer a qué distancia el niño puede percibir los sonidos y entender. Por tanto, es de gran ayuda, para los profesionales y los padres a la hora de valorar a aquellas personas que ya son usuarias de audífonos o implantes cocleares, permitiendo verificar cualquier modificación en los ajustes realizados.
En sus inicios, el autor de esta prueba pensó en seleccionar sonidos que representaran el espectro del habla, de 250Hz a 8000Hz, pero actualmente, esta comprobación se establece hasta los 4000Hz.
¿En qué consiste?
En sus inicios, su autor pensó en seleccionar sonidos que representaran el espectro del habla, de 250Hz a 8000Hz, siendo el mismo rango espectral evaluado en la audiometría convencional. Actualmente, esta comprobación se establece desde los 250Hz hasta los 4000Hz.
Los seis sonidos de Ling son: /a/, /u/, /i/, /m/, /s/, /sh/
¿Cómo aplicar correctamente la prueba de Ling?
Como se ha mencionado antes, esta prueba es válida tanto para niños como para adultos, pero es cierto que se suele llevar a cabo, fundamentalmente, en tratamientos infantiles. Para realizarla, inicialmente se debe decir cada sonido al lado del niño, cerca de los audífonos o implantes, procurando que se encuentre en un ambiente agradable y tranquilo. Luego se irá aumentando la distancia a un metro, después a dos y por último, hasta tres metros. Es muy importante que cuando se emita el sonido se utilice un tono de voz normal y asegurarse también de que no se estén dando pistas. Además, es fundamental que no se le dé entonación al sonido, sino que los seis sonidos se digan de forma neutral con la misma duración.
— Para la detección solamente se busca que reaccione ante el sonido emitido.
— Para comprobar la discriminación lo que se tendrá en cuenta es que sea capaz de diferenciar sonidos parecidos como s y sh.
— Si se quiere valorar la identificación, se le pedirá que repita exactamente un sonido en concreto.
No hay que olvidar que, en el caso de los niños, previamente se les debe enseñar y condicionarles indicándoles que repitan cada uno de los sonidos. Estos serán reforzados con un estímulo visual y siempre se deberá anotar todo el proceso.
En definitiva, es útil para supervisar cualquier cambio de audición o modificación en el rendimiento de los audífonos o implantes cocleares. Ayuda a los profesionales a predecir la discriminación, detección y la identificación de sonidos, así como a comprobar las distancias efectivas de escucha de los pacientes.
Desde Alain Afflelou Audiólogo animamos a todos los profesionales relacionados con la audición y el lenguaje a realizar estas pruebas válidas para niños y adultos que pueden ser un punto de partida ante una sospecha de pérdida auditiva o muy útil para comprobaciones de rendimiento de adaptaciones protésicas.