Cuando consumimos un medicamento siempre pensamos que es para mejorar nuestra salud y bienestar, y raras veces nos detenemos a considerar que estos podrían tener algún efecto secundario en el cuerpo debido a sus componentes o por la propia naturaleza del paciente.
Algunos productos ototóxicos solo afectan a la audición temporalmente y al suspenderlos el oído vuelve a la normalidad o mejora.
Este es el caso cuando hablamos de los fármacos ototóxicos, que son aquellos que pueden llegar a afectar al oído de la persona que los consume y que pueden constituir un factor de riesgo para la pérdida auditiva si se consumen de forma prolongada y excesiva.
La mayoría de las personas desconoce los efectos de estos medicamentos pues normalmente son recetados solo cuando son estrictamente necesarios y se emplean para tratar infecciones o enfermedades graves, sufridas por pacientes oncológicos, o con enfermedades cardíacas o renales, por lo que la mayor parte de la población nunca llega a consumirlos.
Sus efectos dependen de la intensidad de cada fármaco, algunos productos ototóxicos solo afectan a la audición temporalmente, mientras que en los casos más extremos es posible que se den efectos permanentes e incluso irreversibles en el oído interno.
Es importante destacar que existen varios factores que pueden ocasionar que el efecto de los medicamentos sea más grave, por eso al momento de recetarlos se debe tener en cuenta la edad del paciente, ya que los niños y ancianos suelen ser más propensos a sufrir sus efectos, si existe alguna predisposición genética o desconocimiento con respecto al estado de su oído.
También se debe tener en cuenta pacientes con insuficiencia renal o cardíaca, en especial si ya han tenido tratamientos con estos fármacos, y personas que hayan tenido lesiones auditivas con anterioridad.
Fármacos ototóxicos
Para estar prevenidos con respecto a estos medicamentos que pueden afectarnos de manera tan relevante, es necesario conocer cuáles son los fármacos que producen este efecto secundario.
A continuación detallamos los fármacos ototóxicos más comunes, y a los cuales se debe estar atento en el caso de que necesitar consumirlos.
En caso de que sea necesario el uso de medicamentos ototóxicos en un tratamiento, es importante consultar con un profesional de la audición para poder tomar medidas que minimicen sus efectos sobre la capacidad auditiva.
Medicamentos que pueden causar lesiones auditivas temporales:
— Ácido Acetilsalicílico: se encuentra en forma de Aspirina y son peligrosos en dosis muy elevadas o frecuentes. Se usa habitualmente como antiagregante plaquetario.
— Antimaláricos: presente en la quinina, la cloroquina, y la pirimetamina.
Medicamentos que pueden causar lesiones permanentes en el oído:
— Antibióticos aminoglucósidos: como la gentamicina, la estreptomicina, neomicina y netilmicina.
— Diuréticos de asa: entre ellos la piretanida, la bumetadina, y la furosemida.
— Citostáticos: como el cisplatino, la ciclofosfamida, la bleomicina, la vincristina y el carboplatino.
— Antibióticos macrólifos y sus derivados: aquí encontramos la clindamicina, la claritomicina, la eritromicina y la azitromicina.
— Antibióticos glucopeptídicos: entre ellos la vancomicina y la teicoplanina.
— Betabloqueantes: propanolol y practolol.
Si se ha de consumir algún medicamento que contenga estos principios activos, lo más adecuado es consultar con el médico y que este advierta al paciente sobre las posibles consecuencias.
Síntomas de pérdida auditiva
En el caso de que el paciente ya esté consumiendo algún medicamento ototóxico o si lo ingirió durante algún tiempo y le preocupa estar sufriendo sus efectos en la audición, detallamos una serie de los síntomas más comunes y que de detectarlos se debería acudir a un otorrino.
— Acúfenos o Tinnitus: en este caso el paciente comienza a notar zumbidos constantes en los oídos tras ingerir el medicamento.
— El paciente sufre daños en la cóclea, lo que afecta la calidad de su audición tanto unilateral como bilateralmente.
— El paciente puede experimentar pérdida del equilibrio, la cual se da por algún daño en la estructura interna del oído.
En el caso de que sea automedicación, aspecto que obviamente no se recomienda bajo ningún concepto, se ha de acudir a un doctor para una evaluación y asegurarse de que no haya consecuencias permanentes.
Utilizar fármacos que pueden tener efectos secundarios en el organismo es un riesgo, especialmente cuando no se cuenta con la supervisión de un médico, y es por ello que es fundamental que el profesional evalúe los pros y contras del uso de cualquier fármaco antes de ser consumido.
En la página siguiente podrás consultar una lista con los ototóxicos más frecuentes (tabla 1).
Tabla 1
Evitar los siguientes medicamentos por ser tóxicos para el oído. (Instituto de ORL Y CCC de Madrid, I O M ).
ANALGÉSICOS Y ANTIPIRÉTICOS | ANTINEOPLÁSTICOS | VARIOS |
Aspirina (salicilatos) y derivados. Cloroquina. Hidromorfona. Metadona. Óxido nitroso. Quinidina. Quinina (agua tónica). | Bleomicina. Cisplatino. Mostazas Nitrogenadas. Paclitaxel. | Ácido Valproico. Acitretina. Agalsidasa Alfa. Agalsidasa Beta. Anticonceptivos Orales. Belatacept. Boceprevir. Bortezomib. Capreomicina. Carbamazepina. Carbimida. Carboplatino. Claritromicina. Clorhexidina. Clorpromazina. Dapoxetina. Daunorubicina. Deferoxamina. Didanosina. Etacrínico ácido. Etretinato. Fludarabina, evitar tomar junto con Gentamicina. Fotemustina. Lacosamida. Mandelamina. Mefloquina. Mepiramina. Metronidazol. Mianserina. Mifamurtida. Nortriptilina. Pentobarbital. Perindopril. Practolol. Propiltiouracilo. Propranolol. Ribavirina. Ácido Salicilico. Sildenafilo. Tacrolimus. Topiramato. Triflusal. Vancomicina. Vinblastina Sulfato. Vincristina. Zalcitabine. Ziconotida. Zidovudina. |
ANTIBIÓTICOS OTOTÓXICOS | DIURÉTICOS | |
Amikacina. Ampicilina. Azitromicina. Cloranfenicol. Colistina. Cualquier Antibiótico Aminoglucósido. Dibekacina. Dihidroestreptomicina. Eritromicina. Estreptomicina. Gentamicina. Kanamicina. Minocilina. Neomicina. Netilmicina. Polimixina B. Ristocetina. Sisomicina. Tobramicina. Vancomicina. Viomicina. | Acetazolamida. Ácido Etacrínico. Bumetanida. Furosemida. Manitol. | |
CITOTÓXICOS | ||
Axitinib. Cabazitaxel. Carboplatino. Dasatinib. Lenalidomida. Oxaliplatino. Pentostatina. Rituximab. Sorafenib. Temozolamida. Tiotepa. | ||
ANTIREUMÁTICOS | PRODUCTOS QUÍMICOS | |
Ácido Mefenámico. Fenil-Butazonas. | Aceite de quenopodio. Alcohol. Arsénico y derivados. Azufre y derivados. Benzol. Bromato de potasio. Colorantes de anilina. Derivados órganos-fosforados. Varios. Ácido valproico. Acitretina. Agalsidasa alfa. Agalsidasa beta. Anticonceptivos orales. Belatacept. Boceprevir. Bortezomib. Capreomicina. Carbamazepina. Carbimida. Carboplatino Claritromicina Clorhexidina Clorpromazina Dapoxetina Daunorubicina. Deferoxamina. Didanosina. Monóxido de carbono. Nicotina (tabaco.) Nitrobenzol. Sales de mercurio. Sales de oro. Sales de plomo. Tetracloruro de carbono. | |
ANTIINFLAMATORIOS | ||
Ácido Acetilsalicílico (Aas). Ibuprofeno. Nabumetona. Naproxeno. |
CV Autor
Otólogo, Responsable de la Unidad de acúfenos y Director médico en el Instituto de
Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de Madrid (IOM).
Profesor colaborador del Departamento Ciencias
Médicas Clínicas de la Universidad San Pablo CEU.