Un estudio concluye que el nivel socioeconómico de los adolescentes influye en sus hábitos de escucha. Cuanto menor es el nivel, peores son los hábitos.
Un estudio holandés ha determinado que los adolescentes con un nivel socioeconómico bajo son más propensos a tener malos hábitos de escucha en comparación con adolescentes de niveles socioeconómicos más altos. Las conductas arriesgadas estaban asociadas a mayores probabilidades de tener malos hábitos de escucha que las conductas seguras.

Por otro lado, en el estudio, la edad, el sexo y los niveles educativos no eran factores significativos en estos malos hábitos de escucha.
Dichos hábitos se calificaban de malos o buenos según el ruido semanal al que estaban expuestos. Los datos sobre factores sociodemográficos y las conductas tradicionales de riesgo para la salud se obtuvieron con cuestionarios.
En el grupo de estudio, un 10,5% de los participantes superaba el 50% de la exposición al ruido recomendada y un 4,8% el 100%.
Los participantes del estudio provenían del «Generation R Study», un estudio prospectivo de cohorte de nacimiento basado en la población, llevado a cabo en Róterdam, Países Bajos. A los adolescentes de entre 12 y 17 años que acudieron al centro de investigación del Centro Médico Erasmus entre mayo de 2017 y septiembre de 2019 se les invitó a participar en este subestudio. Se desarrolló una aplicación móvil para medir de forma objetiva los hábitos de escucha de música de 314 adolescentes.
El estudio, titulado «The association of sociodemographic factors and risk behavior with unsafe use of personal listening devices in adolescents» (La asociación de factores sociodemográficos y conductas arriesgadas con el mal uso de dispositivos de escucha personales en adolescentes), se publicó en la International Journal of Environmental Health Research.

Los adolescentes con un nivel socioeconómico bajo son más propensos a tener malos hábitos de escucha en comparación con adolescentes de niveles socioeconómicos más altos.
Referencias
International Journal of Environmental Health Research