Entrevista a la Dra. Antonia Angulo. Profesora titular de Anatomía y Embriología Humana de la Universidad de Alicante.
Investigación y docencia, mis dos grandes pasiones
Doctora en Medicina y Cirugía, especialista en Audiología y Audioprótesis, profesora titular de Anatomía y Embriología Humana, Antonia Angulo puede presumir de ser una de las mujeres que más ha destacado en el ámbito de la investigación y la docencia dentro de la Audiología.
Con 17 publicaciones y más de 50 ponencias nacionales e internacionales, dentro y fuera de nuestras fronteras se la conoce por ser autora y coautora respectivamente de los libros «Audioprótesis: Teoría y Práctica» (Masson, 1997, con tres reimpresiones) y «Audiología: Teoría y Práctica» (Egea Ediciones, 2017).
Fue una de las pioneras en alcanzar un puesto de responsabilidad en investigación y en la universidad.
Y es que, según un estudio realizado en 2017 bajo el sugerente título de Científicas en Cifras, editado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la ciencia española cuenta aún con una reducida presencia de mujeres en los cargos de gobierno de universidades y Organismos Públicos de Investigación (OPIs).
Solo un 21% de mujeres ocupa una cátedra de universidad y únicamente hay un 25% entre el profesorado de investigación, por lo que parece demostrarse que el «techo de cristal» se mantiene en la carrera investigadora.
Además, muestra que todavía encontramos brechas de género en el acceso a las ayudas a recursos humanos y proyectos de I+D+i que se financian en el marco del Plan Estatal.
Médico, docente, investigadora…, puedes presumir de una dilatada y variada experiencia profesional, ¿nos podrías señalar los momentos más importantes que han marcado tu carrera?
Creo que el primer momento fue mi niñez, pues desde que tengo uso de razón, claramente manifesté una vocación de ayudar a los demás.
Siempre me gustó jugar a ser enfermera y maestra con mis dos hermanos pequeños y las muñecas. Gracias al apoyo y motivación de mis padres para realizar todo lo que me propusiera en la vida, junto con unos resultados académicos bastante brillantes, finalicé en 6 años (1975-1981) los estudios universitarios de la licenciatura en Medicina y Cirugía en la Universidad de Granada.
Aunque me encantó ejercer como médico de familia en diversas poblaciones y centros de Granada y Alicante durante 2 años, sentí que quería y podía hacer algo más. Así surgió el segundo momento importante de mi carrera, ya que tuve la oportunidad de incorporarme a un grupo de investigación sobre el sistema auditivo en la Universidad de Alicante.
Obtuve una beca de formación de personal investigador del Ministerio de Educación y Ciencia para realizar mi doctorado en Medicina y Cirugía (1986). A continuación, mi trayectoria docente se empezó a perfilar accediendo a una plaza de profesor ayudante y, posteriormente, de Titular de Universidad (1989), como funcionario de carrera del Ministerio de Educación.
Considero que en 1997 hubo un tercer momento decisivo, al dejar de formar parte del grupo de investigación en neurociencias del sistema auditivo, ya que la Facultad de Medicina pasó a adscribirse a la nueva Universidad Miguel Hernández de Elche.
A partir de entonces, continué en la Universidad de Alicante y empecé a colaborar con el profesor doctor Nicolás Cuenca Navarro en investigaciones morfológicas sobre el sistema visual, concretamente en patologías neurodegenerativas de la retina.
Así mismo, mi docencia en el área de Anatomía y Embriología Humana fue ampliándose tras la implantación de nuevos grados según el sistema de enseñanza del Espacio Europeo de Educación Superior. También dirigí numerosos cursos de formación y especialización de títulos propios, como los de Experto en Audioprótesis y varias ediciones del Máster en Audiología General de la Universidad de Alicante (1987-2010).
Como colofón a mi carrera profesional, y cumpliendo el sueño de investigar en Audiología clínica aplicada, en 2016, obtuve una estancia sabática en el Instituto Bionics de Melbourne (Australia), donde colaboré en un proyecto sobre el «Efecto de la sordera en la integración audiovisual».
Dedicaste los primeros años a estudiar Medicina ¿en qué momento surge tu interés por la Audiología? ¿Tuviste alguna influencia familiar o profesional?
No tuve ninguna influencia familiar, pero sí contribuyó mi etapa investigadora al principio, más tarde la docente y también, en cierto modo, la profesional.
Podría decirse que hubo un encuentro fortuito con la Audiología y la Audioprótesis. Me explico. El que, casualmente, mi campo de investigación básica fuera en el sistema auditivo, requirió que profundizara en el estudio de toda su neuroanatomía y neurofisiología, así como en sus patologías y terapias que ya había dado durante la carrera de Medicina.
Después, cuando en 1986 empecé a impartir clases sobre Anatomía e Histología del sistema visual a la primera promoción de la diplomatura de Óptica y Optometría en la Universidad de Alicante, pensé que para aquellos futuros ópticos (que además de gafas venderían y adaptarían audífonos) podría ser de utilidad proporcionarles algunos conocimientos fundamentales sobre el sistema auditivo, ya que ambos son sistemas sensoriales muy importantes para la comunicación. ¡Fue todo un acierto! Al curso siguiente, D. Miguel Gimeno Ivorra, Director Gerente del antiguo Laboratorio de Acústica y Electrónica Médica (LAEM, S.A., más tarde, INDO-LAEM), con sede en Alicante, contactó con nosotros en la Universidad de Alicante para establecer un convenio de colaboración en cursos de formación sobre Audioprótesis.
Nuestros estudiantes quedaron encantados y cada año la demanda por dichos cursos fue creciendo de tal forma que fuimos ampliando horas en estos contenidos. Gracias al excelente trabajo y dedicación de todos los profesores participantes, terminamos publicando el libro «Audioprótesis: Teoría y Práctica» (Masson, 1997).
Su prólogo fue escrito por el Sr. Gimeno, por méritos propios, al haber tenido aquella brillante idea para colaborar y contribuir en esa formación tan necesaria en España en aquellos momentos.
Todas estas circunstancias me despertaron un especial interés y pasión por la Audiología y me llevaron a formar parte de la Asociación Española de Audiología (AEDA), donde llegué a adquirir el compromiso y responsabilidad de ser su presidenta del 2008 al 2014. También formé parte de la Federación Europea de Asociaciones de Audiología (EFAS) y de la Sociedad Internacional de Audiología (ISA), participando en sus reuniones y congresos.
Has participado también en numerosos trabajos de investigación ¿Cuáles han sido tus retos principales?
El mundo de la investigación científica es un continuo reto que engancha y nunca tiene fin. Tras cada hallazgo siempre surgen nuevas preguntas e hipótesis. Al principio, cuando empecé como becaria sin ninguna experiencia, me costaba trabajo imaginar que los estudios que hacía en animales sirvieran para el ser humano.
Al cabo de un tiempo, comprendí que esa investigación básica es imprescindible para que los óptimos resultados y conclusiones se puedan extrapolar y utilizar en investigaciones clínicas.
A veces pueden transcurrir entre 10 y 20 años hasta que determinados estudios pueden dar sus frutos finales y logran ser aplicados al ser humano, bien en forma de un tratamiento, de un método de diagnóstico, o para comprender la causa de una enfermedad.
Recuerdo que mis primeros trabajos en la vía auditiva de la rata albina Wistar, utilizando la técnica histológica de la plata reducida de Cajal y el método de impregnación argéntica de Golgi, contribuyeron, junto a otros muchos hallazgos de numerosos autores mundiales, a un mejor conocimiento de las conexiones neuronales en determinadas regiones nerviosas del sistema auditivo.
En última instancia, todo ello es imprescindible para entender mejor cómo se realiza el procesamiento auditivo central humano o analizar la eficacia de un implante coclear.
La investigación, la docencia, la divulgación de conocimiento mediante publicaciones ¿Qué es lo que más te ha apasionado de tu profesión?
¡Difícil pregunta! Supongo que no vale decir que yo me apasiono con todo ¿verdad? Si tengo que elegir uno de ellos, quizás sea la docencia porque me permite transmitir mi propia pasión a otras personas. Me gusta predicar con el ejemplo, enseñar cómo aprender.
El hacernos preguntas sobre todo en esta vida, y encontrar las posibles respuestas, es la mejor forma de progresar y crecer como persona y como profesional.
Como mujer ¿crees que tuviste más difícil progresar en tu carrera profesional o consideras que estuviste siempre en igualdad de condiciones que tus compañeros?
Ha llovido mucho desde mis comienzos y hoy en día la sociedad y el ambiente laboral ha cambiado bastante, afortunadamente. Sinceramente, creo que por ser mujer, esposa y madre de dos hijas me fue más difícil progresar en mi carrera profesional, sobre todo, en los primeros años.
Las oportunidades para viajar al extranjero y «hacer currículum» por la vía rápida (es decir, obtener méritos para optar a plazas de profesorado funcionario) eran más fáciles para los hombres y solteras sin hijos, al menos en mi campo de trabajo.
A pesar de todo, tuve la posibilidad de seguir una alternativa algo más lenta para obtener mis logros profesionales, compatibilizándolo con mi vida familiar y disfrutando de ella, que también era una de mis prioridades.
En el mundo en el que te mueves ¿crees que existe un predominio de la figura masculina o, por el contrario, es un ámbito en el que se puede decir que hay un equilibrio de «poder» entre hombres y mujeres?
Indudablemente, hoy en día se están viendo los resultados de una gran labor legislativa en pro de la igualdad en el mundo académico e investigador de la Universidad española. Me refiero a la igualdad no solo entre géneros, sino también adaptando el acceso de personas con diferentes tipos de dificultades (físicas, psíquicas, sensoriales, circunstancias familiares especiales, maternidad, etc.), a los estudios y puestos de trabajo.
Algunos estudios estadísticos realizados por el Observatorio para la Igualdad entre Mujeres y Hombres de la Universidad de Alicante reflejan que aunque en los cargos directivos más elevados sí que se ha alcanzado la paridad, existen todavía puestos directivos intermedios con un mayor predominio de los hombres respecto a las mujeres.
Como referente nacional e internacional que eres en el mundo de la Audiología ¿Qué te aporta esa «fama»?
¡Muchas gracias por tenerme en tan alta estima!, pero no me considero un referente nacional y mucho menos internacional en la Audiología. El que sea conocida (que no «famosa») en ciertos ámbitos me honra y me llena de satisfacción y orgullo.
Solo he procurado aprender mucho de los expertos y hacer lo mejor posible mi labor para aportar un granito de arena al desarrollo de la Audiología.
Crees que el audiólogo ¿nace o se hace?, es decir, ¿Qué parte debe haber en él de vocación y qué porcentaje de formación?
Pienso que un buen profesional de la Audiología nace con una vocación que le impulsa a formarse continuamente a lo largo de toda su vida.
Esto es imprescindible para mejorar buscando día a día la excelencia en su trabajo. Yo diría que tanto la vocación como la formación deben estar presentes al 50%.
Desde tu amplia perspectiva ¿Cómo ves el futuro de la Audiología?
Prometedor, aunque a una velocidad muy lenta. Cuando miro hacia atrás en el tiempo, veo que se han hecho muchas cosas en nuestro país, pero en otros se han hecho muchísimas más.
Por mi trabajo docente e investigador he tenido la oportunidad de conocer de cerca cómo es la Audiología en Bélgica y en Australia, y como poco, nos llevan 30 años de ventaja en muchos aspectos.
Empezando porque poseen estudios universitarios superiores de Audiología y hacen investigación básica y clínica en esta disciplina. Además, poseen un sistema de salud (pública y privada), que incorpora completos servicios de Audiología, complementando a los de Otorrinolaringología.
Esto permite que a todos los recién nacidos se les realicen estudios auditivos y se les aplique un protocolo de seguimiento en los casos de pérdidas de audición, facilitando el tratamiento con audífonos o con implantes cocleares. Y muchos más avances y beneficios que aún en España están comenzando o no existen.
¡Ojalá pudiera ver el futuro! Pero algo indiscutible es que el progreso de la Audiología, como el de cualquier campo, es una labor de equipo y requiere profesionales bien formados y con buenos apoyos institucionales y económicos.
Eres coautora del libro «Audiología: Teoría y Práctica». ¿Cuál crees que es su aportación principal al sector de la Audiología con respecto a los que ya se habían publicado?Este es el «hermano mayor» de mi primer libro y marca la diferencia en relación a otros textos sobre Audiología en lengua española.
Creo que aporta una nueva visión integral incorporando muchos aspectos que a veces no se incluyen o se tratan superficialmente en otras publicaciones.
Cada uno de los autores ha sabido aportar en los capítulos las claves principales para comprender los temas que se tratan, así como documentar con numerosas figuras y una amplia bibliografía todos los contenidos. En cuanto a la edición, es un lujo contar con un libro de esta calidad y originalidad.
Acabas de estrenar tu jubilación anticipada, pero eres una persona muy activa e inquieta, ¿qué nuevos proyectos tienes en mente para esta nueva etapa?
¡Me conoces muy bien, no paro quieta! Me gustan los retos, las nuevas experiencias y aquí me tienes, accediendo a la amable solicitud para realizar esta entrevista, además de algún que otro artículo para esta revista y otras publicaciones, no solo sobre Audiología.
Seguiré haciendo algunas colaboraciones puntuales en cursos, charlas, congresos, etc. Además, tengo inquietudes personales para seguir aprendiendo y mejorando otros idiomas, retomar mi práctica del piano, viajar todo lo que pueda, disfrutar de mi familia y amigos, y por supuesto, cuidar mi salud, que es el bien más preciado que cada uno tenemos.