¿Qué opinan otros expertos de nuestra profesión?

30/05/2016 | Comparte:

Otorrinolaringología, geriatría, psicología y logopedia: cuatro campos que interactúan con la audiología.

Debido a su carácter multidisciplinar, nuestra profesión entronca de lleno con otras especialidades médicas. Por eso, en este número, hemos querido incluir diversas opiniones que expertos de otras parcelas como otorrinolaringología, geriatría, psicología y logopedia tienen sobre nosotros.

Os reproducimos a continuación las entrevistas que hemos mantenido con ellos.

Diferentes puntos de vista, en una misma conversación, que demuestran la necesidad de un óptimo acoplamiento de nuestras respectivas funciones.

ENTREVISTA 1

DR. ALEJANDRO HARGUINDEY ANTOLI-CANDELA

Otorrinolaringólogo y Director del Instituto ORL Antoli-Candela

Coordinador de Servicios de ORL en HM Hospitales

Profesor Colaborador en la Universidad San Pablo CEU

¿Cuál es la opinión que tiene del trabajo de los audioprotesistas?

Actualmente tanto la formación como la práctica de los audioprotesistas es muy amplia. En muchos casos no sólo se dedican a las prótesis acústicas sino que son verdaderos colaboradores como audiólogos.

En muchos centros cualificados, además, se superespecializan en tratamientos como la hiperacusia, los acúfenos, el entrenamiento auditivo o programación de implantes.

¿Qué necesita del audioprotesista para su trabajo?

La seguridad de que el trabajo que va a realizar es el adecuado a cada paciente, ofreciendo aquella alternativa que más se ajuste a sus necesidades y obteniendo el mayor resultado de la propuesta.

¿Ha  colaborado  con  algún  audioprotesista  en  alguna ocasión?

Sí, claro. Creo que la colaboración otorrino-audioprotesista es importante, tanto por problemas locales que pudieran existir (eccemas cutáneos, perforaciones, tapones de cera, etc.), como por la patología causante de la hipoacusia. Así podemos dar expectativas reales al paciente.

La colaboración con audioprotesistas de referencia nuestros es habitual.

¿Considera factible sinergias entre su profesión y la labor del audioprotesista?

Creo que es evidente que son dos profesiones que deben interactuar necesariamente. Nosotros tenemos una mayor colaboración con un centro especializado (RV Alfa), donde la comunicación es importante y fluida.

¿Posible ejemplo de una sinergia?

Pues muchas veces la audiometría tonal y verbal nos dan información auditiva de los umbrales del paciente y con ella se pueden hacer la pr ta de audioprótesis adecuada.

Sin embargo, en pacientes con hidrops coclear o Enfermedad de Ménière, donde además se combinan otros síntomas (presión ótica, distorsión sonora, acúfenos, mareos), el conocimiento de esto ayuda a que la programación sea lo más correcta posible. Esto se puede aplicar a otras patologías auditivas.

¿Qué diferencias encuentra entre su labor profesional y la de un audioprotesista?

La diferencia es clara. La labor del otorrino es de diagnóstico de una patología, tratamiento si lo hay o consejo al paciente. El audioprotesista con esa información debe intentar conseguir el mejor beneficio o rendimiento de las prótesis para el paciente.

ENTREVISTA 2

MONTSE DÍAZ

Psicóloga clínica. Máster en Neurociencia y Biología del Comportamiento

Especialista en Neuropsicología Infantil, Orientación y Mediación Familiar

Terapeuta Auditiva Método SENA en Centro Integral San Lorenzo

Profesora de Atención al Hipoacúsico en el Módulo TSAP de ISEP-CEU

¿Qué le aporta el audioprotesista a su trabajo diario?

Por mi trabajo necesito conocer la valoración auditiva de un niño de forma exhaustiva para poder realizar el trabajo psicopedagógico con mayor eficacia.

En este sentido es fundamental el informe que realiza el audioprotesista para conocer el alcance real de la pérdida auditiva, la necesidad de prótesis, las mejoras que se pueden obtener y la calidad de la audición.

Además en el trabajo con adultos es preciso conocer el origen y proceso de pérdida que ha tenido el paciente, por lo que es ideal acompañar al audioprotesista en la adaptación para superar el duelo que supone, en algunas ocasiones, la pérdida auditiva.

¿Cuál es la opinión que tiene del trabajo de los audioprotesistas?

Creo que son profesionales que con la formación adecuada pueden realizar un trabajo importante entre el diagnóstico médico que realiza el otorrino y la puesta en marcha de las medidas de adaptación que necesita el paciente. Es importante también para una detección temprana de determinadas pérdidas auditivas.

Sin duda, son profesionales capacitados para solucionar las dificultades que supone la adaptación protésica en determinados pacientes como los de avanzada edad o los niños.

¿Qué necesita del audioprotesista para su trabajo?

Un informe claro, exhaustivo y práctico para conocer el grado de pérdida, los restos auditivos y las mejoras que se consiguen con la medida protésica, además de conocer cuáles son las necesidades de rehabilitación funcional del paciente.

¿Considera factible sinergias entre su profesión y la labor del audioprotesista?

Sin duda, éste es el futuro al que debemos aspirar los profesionales: colaboración y trabajo en equipo. Es un campo de estudio con un desarrollo todavía temprano, pero creo que las sinergias son posibles poniendo esfuerzo para comprender las funciones de cada uno. El trabajo de cada uno puede resultar muy complementario.

¿Posibles ejemplos de sinergias?

Se me ocurren muchos ejemplos, como realizar conjunta- mente con el audioprotesista la adaptación protésica de una persona con un trauma auditivo, ya que hay que valorar el impacto psicológico que supone este cambio en la vida del paciente.

Por eso, es conveniente estar junto al profesional en el proceso inicial de toma de contacto. Un buen afrontamiento del duelo es importante para el éxito.

También podemos ayudar a la aceptación de la adaptación en pacientes adultos, haciendo una labor conjunta; o trabajando con familias de niños sordos para informar y superar el proceso de duelo por la discapacidad.

¿Conoce realmente cuáles son las competencias de un audioprotesista?

Sí, profesionalmente soy docente, pero creo necesario dar a conocer las funciones y las capacidades que estos profesionales tienen para lograr un conocimiento de su trabajo y sus competencias.

La visión está cambiando pero todavía falta divulgación de su importante trabajo.

ENTREVISTA 3

DR. CUENLLAS DÍAZ

Especialista en Geriatría

¿Qué le aporta el audioprotesista a su trabajo diario?

Creo que el audioprotesista puede aportar mucho al cuidado del anciano, ya que la presbiacusia es muy común en este segmento de edad.

¿Cuál es la opinión que tiene del trabajo de los audioprotesistas?

Mi opinión con respecto al trabajo del audioprotesista es muy positiva, ya que los ancianos casi siempre presentan un rechazo a este tipo de prótesis.

¿Considera factible sinergias entre su profesión y la labor del audioprotesista?

Creo que pueden existir grandes sinergias, todavía no exploradas, ya que considero que siempre en la presbiacusia hay un déficit en el diagnóstico, y en un porcentaje muy elevado un rechazo a la prótesis. Con una buena sinergia se puede lograr una mayor efectividad en el tratamiento.

¿Posibles ejemplos de una sinergia?

La presencia de una consulta geriátrica en el diagnóstico y apoyo al audioprotésico.

¿Conoce realmente cuáles son las competencias de un audioprotesista?

En profundidad, tengo que reconocer que no conozco mucho sus competencias, me imagino que será el lograr una buena adaptación a la prótesis.

ENTREVISTA 4

MARTA HERNÁNDEZ LÓPEZ

Logopeda. Experta Clínica en Logoterapia y en Atención Temprana

Maestra Especialista en Audición y Lenguaje

Directora del Centro de Recuperación Integral Peñalara

Profesora de Audición y Comunicación Verbal en el Modulo TSAP de ISEP-CEU

¿Qué le aporta el audioprotesista a su trabajo diario?

Una buena adaptación audioprotésica es imprescindible para el éxito de la rehabilitación auditiva, logopédica y foniátrica.

¿Cuál es la opinión que tiene del trabajo de los audioprotesistas?

Los profesionales de la audioprótesis están, en general, cada vez más cualificados para ejercer su labor. En los últimos años se ha pasado de la figura que “suministraba” prótesis auditivas al profesional con profundo conocimiento sobre las consecuencias de la sordera, metodologías y adaptación.

¿Qué necesita del audioprotesista para su trabajo?

Que sea consciente de las implicaciones en el desarrollo del ser humano que tiene la capacidad auditiva, y de cómo con su intervención no sólo actúa sobre la audición, sino sobre el desarrollo intelectual, lingüístico y emocional.

¿Considera factible sinergias entre su profesión y la labor del audioprotesista?

Sí, compartir los mismos principios y objetivos son la base de esta sinergia.

¿Posibles ejemplos de sinergias?

Informar de la valoración del rendimiento audioprotésico y de cómo se reflejan los avances logrados a nivel de la terapia auditiva.

Además, si se pusieran en común los sonidos del habla en los que, desde el trabajo logopédico, se aprecian mayores dificultades, se avanzaría buscando el mejor aprovechamiento de las frecuencias relacionadas con esos fonemas.

Es necesario aumentar la comunicación entre ambos profesionales, ya que actualmente es escasa sino pertenecen al mismo organismo, público o privado.

¿Conoce realmente cuáles son las competencias de un audioprotesista?

Sí. Participo como docente en el ciclo formativo que les habilita como tal; y eso, junto a mi trabajo como logopeda en niños con discapacidad auditiva, me ha dado la posibilidad de conocer más de cerca su labor.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar

El Sistema Auditivo I

En el ser humano, al igual que en otros seres vivos, existen sistemas sensoriales (conjunto de receptores periféricos y conexiones nerviosas centrales) que hacen posible una relación con el mundo exterior y con el propio medio interno para garantizar su supervivencia. Extraído del libro, Audiología: Teoría y Práctica. Capítulo 2. Anatomía funcional y fisiopatología de los sistemas auditivo, vestibular y fonador. Diferentes estímulos (mecánicos, químicos, luminosos y de presión), que son percibidos por los respectivos receptores sensoriales específicos (auditivo, vestibular, visual, táctil, olfativo, gustativo, viscerales y músculo-tendinosos), son transformados (función de transducción) en mensajes nerviosos o impulsos eléctricos transmitidos por las neuronas. Esta información se analiza, integra e interpreta de forma conjunta a nivel del sistema nervioso central, estableciéndose una estrecha relación entre todos los sistemas sensoriales. Dicha interrelación se inicia durante el desarrollo prenatal y continúa a lo largo de la vida postnatal, especialmente en los primeros años, por existir una mayor plasticidad nerviosa y gran facilidad para el aprendizaje. Cuando se producen deficiencias en alguno de los clásicos sentidos, el sistema nervioso trata de compensar o suplir la falta de información desarrollando mecanismos de adaptación aún poco conocidos. Cuanto antes se detecte y se trate el problema adecuadamente, los resultados de la rehabilitación tendrán más posibilidades de éxito, sobre todo en los casos de deficiencias en los órganos de los sentidos considerados principales para la comunicación humana, como son la visión y la audición (Haines, 2013; Marco y Matéu, 2003; Purves, 2015). El sistema auditivo humano, en coordinación con el de fonación, hace posible el aprendizaje del lenguaje hablado. Conceptos funcionales El proceso fisiológico de la audición humana es realizado gracias a las estructuras anatómicas del sistema auditivo. Los sonidos producidos por fuentes sonoras del medio ambiente o del propio aparato fonador, son captados por el oído externo, transmitidos por el oído medio y percibidos por el oído interno del aparato auditivo periférico. Los estímulos nerviosos, generados tras la transformación de los estímulos sonoros, son analizados e interpretados de forma cognitiva y emocional por estructuras del sistema nervioso central (vías auditivas centrales y otras regiones encefálicas) hasta ser considerados como sensaciones sonoras conscientes, con un significado concreto condicionado por factores socioculturales aprendidos (Haines, 2013; Purves, 2015; Saldaña y Merchán, 1998). Figura 1 Vista anterior de una sección en el plano frontal de la cabeza en imagen de resonancia magnética, con la localización relativa de las partes anatómicas del aparato auditivo periférico. 1Encéfalo: Lóbulo parietal5Pabellón auricular9Cóclea2Lóbulo temporal6CAE10Aparato vestibular3Troncoencéfalo7Tímpano11Trompa de Eustaquio4Hueso temporal: Peñasco8Cavidad timpánica y huecesillos Además, esas sensaciones sonoras pueden desencadenar una determinada respuesta, o bien, ser almacenadas en la memoria para que, en una nueva exposición a los mismos estímulos sonoros, puedan ser recordados y reconocidos. Si son sonidos correspondientes al habla, el ser humano es capaz de aprenderlos y reproducirlos mediante su sistema fonador con autocontrol motor, auditivo y visual. El sistema auditivo humano, en coordinación con el de fonación, hace posible el aprendizaje del lenguaje hablado, capacidad que le diferencia de otras especies animales y favorece la comunicación oral con sus semejantes. La comunicación también se consigue por otros medios en los que no interviene la audición ni la voz, como por ejemplo el lenguaje escrito, el lenguaje de signos, los gestos faciales y corporales, el tacto, la vista, etc. (Davis, 2010; Haines, 2013; Purves, 2015). Conceptos filogenéticos Como consecuencia de un origen filogenético común y un desarrollo evolutivo posterior de las diferentes especies animales, algunas partes de sus aparatos periféricos comparten regiones (como el laberinto del oído interno) en el interior de los huesos temporales del cráneo. Sin embargo, cada una tiene características anatómicas y funcionales distintas e independientes para realizar una percepción de estímulos específicos de la audición y del equilibrio (Purves, 2015; Williams, 1998). Algunos animales, como los murciélagos y los delfines, utilizan la audición para guiarse por medio de una «visión sonora» o «localización por el eco». Los sistemas sensoriales auditivo y vestibular se sitúan simétricamente en la cabeza. Cada uno está constituido por sus aparatos periféricos (derecho a izquierdo, con los órganos sensoriales y otras estructuras) y por un conjunto de células nerviosas conectadas entre sí, que forman las respectivas vías sensoriales centrales localizadas en ambos lados del encéfalo. Los órganos sensoriales de los dos sistemas tienen semejanzas funcionales y evolutivas con otros mecanorreceptores constituidos por células ciliadas que son estimuladas por desplazamientos de sus cilios. La función del equilibrio para mantener una postura ante el efecto de la fuerza de la gravedad es la más básica y primitiva en la escala filogenética de las especies animales. Más tarde se añaden especializaciones para la función auditiva en animales más evolucionados. Desde el simple estatocisto de la medusa y la línea lateral de los peces y de algunos anfibios (especializados para percibir movimientos transmitidos por los medios acuáticos), se evoluciona hacia una diferenciación, la lagena de las aves y la cóclea de los mamíferos, que perciben vibraciones sonoras transmitidas por medios aéreos en la superficie terrestre (Gil-Carcedo, 2011; Suárez y cols., 2007). Para que fuera posible esta adaptación evolutiva, surgieron estructuras rudimentarias en ciertos anfibios y reptiles (tetrápodos) que equivalen a las del oído medio. Una membrana timpánica superficial conecta con unos huesecillos para transmitir las vibraciones aéreas a los líquidos del laberinto del oído interno. El primer esbozo de un conducto auditivo externo (CAE) y de relieves cutáneos con función de pabellón auricular aparecen en los reptiles cocodríleos y en las aves. Estas partes del oído externo varían en dimensiones y morfologías, según los diversos mamíferos, para mejorar la captación de sonidos procedentes de fuentes sonoras en el aire (Gil-Carcedo, 2011). Algunos animales, como los murciélagos y los delfines, utilizan la audición para guiarse por medio de una «visión sonora» o «localización por el eco». Al mismo tiempo que emiten sonidos, oyen dichas ondas sonoras reflejadas por cuerpos sólidos del medio ambiente. En casos de ceguera, algunos humanos son capaces de desarrollar esta habilidad y consiguen detectar por ecolocalización los obstáculos y cualquier objeto que esté a su alrededor (Kolarik y cols., 2014). Conceptos anatómicos topográficos Los huesos temporales derecho e izquierdo forman parte de la base y de las paredes laterales del cráneo. Dentro de su porción petrosa o peñasco, existen complicadas cavidades y conductos que forman el laberinto óseo del oído interno. Este contiene el líquido perilinfático (perilinfa) que rodea a un conjunto de sacos y tubos de paredes epiteliales denominado laberinto membranoso, el cual a su vez contiene el líquido endolinfático (endolinfa). En una posición anterior y medial (próxima a la línea media de la cabeza) se encuentra la cóclea o caracol, y en una posición posterior y lateral (o externa) está el aparato vestibular. Los límites óseos de la cavidad timpánica del oído medio, situada lateralmente al oído interno, también están labrados en el peñasco del temporal. Está ocupada por el aire que le llega a través de la trompa auditiva de Eustaquio, localizada ligeramente anterior e inferior respecto al oído medio, la cual comunica a cada lado con la cavidad nasofaríngea dispuesta en la línea media de la cabeza. En el oído medio se encuentran los huesecillos martillo, yunque y estribo, articulados entre sí y sostenidos por ligamentos y músculos, ver Figuras 1-4 (Drake y cols. 2015; Schünke y cols., 2015; Suárez y cols., 2007; Williams, 1998). Figura 2 Vista superior de la cavidad craneal (izquierda) y de la sección transversal de la cabeza (derecha) a la altura del peñasco del hueso temporal. 1Sección altura del Peñascodel hueso temporal5Cavidad timpánicay huesecillos8CAE porcióncartilaginosa2Cóclea6Trompa de Eustaquio9Troncoencéfalo3Aparato vestibular7CAE, parte ósea10Cerebelo4Orificio del CAI (izq.) paso del nervio estatoacústico VIII par11Lóbulo occipital cerebral Para poder comprender por qué ciertas patologías de cabeza y cuello pueden causar complicaciones en algunas de las regiones del aparato auditivo o viceversa, es importante conocer cuáles son las estructuras anatómicas próximas con las que existen determinadas relaciones espaciales (Tabla 1, Figuras 1-4) (Poch, 2006; SEORL, 2011; Suárez y cols., 2007). Embriología y malformaciones El proceso del desarrollo y crecimiento corporal, en el que intervienen factores hereditarios, individuales y ambientales, es continuo, mensurable y predecible, con una progresión céfalo-caudal en el tronco, y próximo-distal en las extremidades. En condiciones normales, la velocidad del crecimiento es variable, siendo más rápido desde la fecundación hasta el primer año y también durante la adolescencia. Existen curvas de crecimiento diferenciadas para cada sistema orgánico ya que no evolucionan ni maduran al mismo tiempo. El sistema nervioso es bastante inmaduro al nacer, con actividad predominantemente refleja, pero crece y se desarrolla a gran velocidad en los primeros años de vida, para declinar en la etapa preescolar y estabilizarse hacia la pubertad. El aumento de la masa encefálica en los primeros años determina el crecimiento del cráneo. Así, en el primer año triplica su peso, con un aumento del perímetro craneano de 12 cm. En el recién nacido el peso del cerebro representa aproximadamente un 10% del peso corporal, en el adulto solo un 2%. La mielinización de fibras nerviosas es esencial para conducir correctamente los impulsos nerviosos. Esta se inicia hacia el cuarto mes fetal y se completa cerca de los 6 años de vida. Las últimas fibras en mielinizarse son las de centros superiores, corteza cerebral y tálamo. El tono muscular (evidencia de conexión entre sistema nervioso y muscular) está en el recién nacido aumentado, observándose una flexión generalizada. Esta hipertonía es máxima en el primer trimestre, para luego disminuir hasta alcanzar un grado máximo de hipotonía entre el primero y segundo año de edad. Figura 3. Vista lateral de los huesos de la cabeza y el cuello. Porciones del hueso temporal del cráneoHuesos del cráneo1Escamosa5Ala mayor del esfenoides2Cigomática6Frontal3Timpánica7Parietal4Mastoidea8OccipitalHuesos de la caraHuesos del cuello9Nasal14Hioides10Cigomático15Vértebras cervicales11Maxilar  12Mandibular  13Articulación temporomandibular   Fases iniciales del desarrollo embrionario normal El embrión unicelular o cigoto, con 23 pares de cromosomas, se forma tras la fecundación del óvulo por el espermatozoide, con la fusión de sus núcleos y recombinación del material genético haploide (23 cromosomas) de cada uno de los progenitores. Durante las 24 horas posteriores a la fecundación, en su recorrido por el interior de la trompa de Falopio desde la ampolla hacia la cavidad uterina, se produce la primera mitosis y el cigoto pasa a ser bicelular. Por sucesivas divisiones celulares surgen nuevas células madre que forman un agregado compacto, de progresivo mayor tamaño, llamado mórula. A los 5 ó 6 días de gestación ocurre la implantación en el endometrio de la mórula (de unas 20 células) en el endometrio, la cual se transforma en blastocisto por la aparición en su interior de un espacio relleno de líquido que dará lugar a la cavidad vitelina del embrión. A los 7 u 8 días, una agrupación de unas 30 células madre forman el macizo celular interno o embrioblasto situado a un lado del blastocisto. Por un continuo proceso de diferenciación y especialización (segunda semana de desarrollo), dichas células se disponen en 2 capas (hipoblasto y epiblasto) dando lugar a un disco embrionario bilaminar. Las restantes células de la pared del blastocisto forman el trofoblasto, del que derivará la placenta (Sadler, 2012). A los 14 ó 15 días, el blastocisto se transforma en la gástrula por la aparición de las cavidades amniótica y celómica y del embrión trilaminar, con las 3 hojas embrionarias o capas blastodérmicas: ectodermo, mesodermo y endodermo. De ellas derivarán, tras progresivas especializaciones morfológicas y funcionales de sus células, los tejidos básicos (histogénesis) que forman todos los órganos (organogénesis) de los sistemas orgánicos del cuerpo: tejido epitelial, de soporte (conjuntivo o conectivo, adiposo, cartilaginoso y óseo) y muscular y nervioso, los cuales estarán presentes en algunas de las partes del sistema auditivo. Según el tipo de tejido originado o derivado de cada una de las 3 hojas embrionarias, su localización y evolución durante el desarrollo embrionario, se irán formando las diferentes estructuras definitivas del sistema auditivo y vestibular (Tablas 2 y 3). Una vez formadas las principales estructuras corporales durante el periodo embrionario humano (los dos primeros meses de gestación, equivalentes a 8 semanas cumplidas tras la fecundación), siguen creciendo y madurando durante el tiempo de desarrollo fetal, que abarca desde el inicio de la novena semana hasta el nacimiento, sobre la cuadragésima semana posfecundación (Sadler, 2012). Figura 4 Vista frontal del aparato auditivo. Oído externoOído interno1Pabellón auricular10Cóclea2Porción cartilaginosa del CAE11Sáculo3Porción ósea del CAE12UtrículoOído medio13Conducto semicircular posterior4Membrana timpánica14Conducto semicircular lateral5Cavidad timpánica15Conducto semicircular superior6Martillo16Ganglio del nervio vestibular7Yunque17Nervio coclear o auditivo8 Estribo 18Nervio vestibular (parte del nervioestatoacústico VIII par craneal) 9 Trompa de Eustaquio19Nervio facial VII par craneal  20Cavidad craneal  21Cavidad nasofaríngea  22Apófisis estiloides  23Apófisis mastoides  24Hueso temporal: Peñasco  25Conducto auditivo interno Origen del oído interno y receptor auditivo El desarrollo ontogénico de las distintas partes del sistema auditivo humano sigue un orden similar a su origen filogenético. Primero se identifican estructuras del oído interno y futuro sistema nervioso y luego, las del oído medio y externo, el cual incluso continúa su crecimiento en etapa postnatal. Todo esto ocurre entre la tercera y la décima semana de gestación, completándose su desarrollo hacia el octavo mes prenatal (Tabla 3). El desarrollo ontogénico de las distintas partes del sistema auditivo humano sigue un orden similar a su origen filogenético. Tabla 1 Relaciones espaciales de las partes del aparato auditivo con las estructuras anatómicas de la cabeza. Embrión humano de 6 semanas. Tabla 2 Origen embrionario de las estructuras del sistema auditivo y vestibular. Tabla 3 Principales cambios morfológicos y funcionales del sistema auditivo durante el desarrollo embrionario y fetal. Tabla 3 (continuación) Principales cambios morfológicos y funcionales del sistema auditivo durante el desarrollo embrionario y fetal. En la región dorsal del embrión humano, entre los 20 y 22 días después de la fecundación (1,5 mm de longitud), comienza el proceso de neurulación (formación de la placa, pliegues, surco, cresta y tubo neural) a partir de la diferenciación de células del ectodermo superficial (neuroectodermo), lo que dará lugar al sistema nervioso central: encéfalo y médula espinal. El tubo neural inicia su cierre en la zona dorsal media, a la altura de la cuarta a la sexta somita, continuando hacia los polos cefálico y caudal hasta quedar completamente separado de la superficie e inmerso en el mesodermo subyacente (Puelles, 1998; Williams, 1998). Al mismo tiempo, a ambos lados del tubo neural (a la altura del rombencéfalo) y también por diferenciación de células del ectodermo superficial, aparece la placoda ótica o auditiva, que por invaginación en el mesodermo, se transformará en fosa ótica y vesícula ótica u otocisto. De este derivan las estructuras epiteliales del oído interno (laberinto membranoso coclear y vestibular) y contiene líquido endolinfático proporcionado por vasos adyacentes (Tablas 2 y 3) (Sadler, 2012; Williams, 1998).  En la morfogénesis del oído interno existe una especificación del destino celular para dar lugar a los distintos tipos de células propios de cada una de las regiones anatómicas. En ciertas zonas del epitelio del laberinto membranoso empiezan a diferenciarse las células sensoriales de los órganos receptores vestibular y auditivo. Existe un proceso gradual que determina la inducción del inicio del desarrollo del oído (Noramly y Grainger, 2002). Durante este se expresan numerosos genes que codifican las moléculas responsables de múltiples mecanismos de señalización, así como sus respuestas, los cuales ya existen en las células mesodérmicas y ectodérmicas desde estadios embrionarios muy precoces (gástrula y placa neural). Por ejemplo, la red de señalización molecular Pax-Six-Elya-Dach aparece en los primeros estadios de especificación del territorio de la placoda ótica (Barald y Kelley, 2004). Por otro lado, la muerte celular programada o apoptosis (autodestrucción celular fisiológica para una correcta morfogénesis, renovación y eliminación de células malignas) es decisiva para: la formación temprana del laberinto membranoso, la correcta diferenciación de las células ciliadas y las de soporte del órgano receptor, y la renovación fisiológica del epitelio sensorial.  El conocer las señales intracelulares que son responsables de la inducción, crecimiento, supervivencia y diferenciación del oído interno de vertebrados contribuye a comprender algunas de las causas de las malformaciones auditivas y a seguir investigando en sus posibles terapias génicas, farmacológicas, etc. (Romand y Varela-Nieto, 2003). En la morfogénesis del oído interno existe una especificación del destino celular para dar lugar a los distintos tipos de células propios de cada una de las regiones anatómicas. A los 70 días del desarrollo humano, la cara anterior del conducto coclear empieza a dilatarse mostrando gran cantidad de mitosis. Esta proliferación celular se distribuye en dos zonas que hacen relieve, una externa y otra interna, quedando entre ellas un pequeño hundimiento llamado surco espiral.  En la eminencia externa, a partir del tercer mes en el humano, se empiezan a diferenciar las células ciliadas entre las células del epitelio más superficial. Este proceso depende de la expresión del gen Atonal homolog 1 (ATOH1) que codifica el factor de transcripción Math1 (Almeida-Branco y cols., 2015). Al mismo tiempo, llegan a estas células recién transformadas las dendritas de las neuronas del ganglio de Corti. De la eminencia interna (de mayor tamaño, llamada órgano de Kölliker) se formará el limbo espiral interno, del que surge la membrana tectoria como prolongación fribrogelatinosa que sobrepasa el surco espiral hasta cubrir la eminencia externa (Angulo, 1987; Angulo y cols. 1990). En el quinto mes, por diferenciación celular y apoptosis, aparecen los pilares de Corti delimitando más tarde el espacio del túnel de Corti que separa las células ciliadas en una hilera interna y tres externas. El resto de células epiteliales del conducto coclear se diferencian en los distintos tipos de células de sostén del órgano de Corti (Romand y VarelaNieto, 2003). Dra. Antonia AnguloProfesora universitaria CV Autor Doctora en Medicina y Cirugía.Especialista en Audiología y Audioprótesis.Profesora Titular de Anatomía y Embriología Humana en la Universidad de Alicante.

Los nuevos Apple AirPods Pro 2 y su función de salud auditiva. ¿Una amenaza real para el mercado?

La nueva actualización del sistema operativo de Apple, iOS 18.1, ha incorporado la Hearing Aid Feature, una función que permite convertir los AirPods Pro 2 en audífonos. Realizando una breve prueba auditiva al usuario a través de una app, se mide el nivel de audición y se configura el audífono según la necesidad. Incorpora además un sistema de protección auditiva para evitar posibles daños por sonidos elevados. ¿Estamos ante una amenaza para los audiólogos o puede ser una oportunidad? A finales del mes de octubre, el gigante tecnológico Apple lanzó una actualización de software para sus AirPods Pro 2. Básicamente, permite que los auriculares se conviertan en audífonos para adultos con un grado de pérdida auditiva de leve a moderado. En su carta de presentación, Apple alude a tres aspectos determinantes para justificar la conveniencia de esta nueva tecnología: – Conciencia, ya que, según el fabricante, la forma en que se ha diseñado la prueba auditiva, controlando incluso el nivel de ruido en el que se realiza, puede permitir a millones de personas ser conscientes de que padecen una pérdida auditiva y simplemente activar el modo audífono en sus auriculares si su curva audiométrica lo requiere; – Asistencia, dado que se trata de un dispositivo tecnológicamente avanzado que, por una parte, incorpora de forma inmediata el perfil audiométrico del usuario y proporciona la amplificación necesaria para una audición más clara y mejorada y por otra, utiliza recursos de la Inteligencia Artificial (Machine Learning), para realizar ajustes en tiempo real a lo largo del día en base a aprendizajes previos; Muchas personas con pérdida auditiva asocian los audífonos al envejecimiento o a la discapacidad, lo que contribuye de forma determinante a posponer la adaptación. Y por último, Prevención, puesto que incorpora una función de protección auditiva y atenuación para sonidos que no excedan los 110 dBA, que el propio usuario puede activar si lo desea, y que alcanza niveles de atenuación estimados de hasta 30 dB en función del modo de activación y del nivel de ruido ambiental. La autorización otorgada por la FDA americana (Food and Drug Administration) para la comercialización de estos auriculares como dispositivos de ayuda auditiva ha puesto en estado de alerta al sector de los audífonos. Algunos expertos han señalado que este producto ofrece una alternativa menos «intimidante» que los audífonos convencionales y que, por este motivo, podrían conseguir que un mayor número de personas aborde sus problemas de audición a una edad más temprana. Muchas personas con pérdida auditiva asocian los audífonos al envejecimiento o a la discapacidad, lo que contribuye de forma determinante a posponer la decisión de adaptárselos. No obstante, también parece obvio que estos dispositivos, como ocurre con los audífonos de venta libre, no son apropiados para todos los usuarios; los propios fabricantes los consideran adecuados para mayores de 18 años con pérdida auditiva de leve a moderada, es decir, para aquellas personas que por ejemplo necesitan una pequeña ayuda en situaciones muy concretas, pero que no consideran la posibilidad ni la necesidad de utilizar un dispositivo auditivo todo el día. En este sentido, algunos fabricantes que se han enfocado preferentemente en el mercado de audífonos de venta libre, consideran que los nuevos auriculares pueden suponer un impulso beneficioso para ellos. Blake Cadwell, director ejecutivo de la empresa de venta de audífonos online Soundly, considera que el hecho de que grandes empresas como Apple se involucren en el área de la salud auditiva puede ayudar mucho a crear conciencia entre las personas que tal vez nunca hayan reparado en su audición. La mayoría de expertos consideran que la influencia de estos auriculares en la percepción de la hipoacusia y su estigma solo puede ser positiva. En su opinión, puede ser un punto de partida para que millones de personas, que de otro modo difícilmente habrían entrado en un centro auditivo, tengan la posibilidad de evaluar su audición por primera vez. Aun así, y partiendo de la consideración generalizada de esta tecnología como un referente para favorecer una mayor conciencia sobre la salud auditiva, no parece claro que el uso de auriculares en una reunión de amigos, en una conferencia o en una cena de trabajo vaya a normalizarse a corto plazo. La aprobación de la FDA se produjo después de un estudio clínico con 118 sujetos con pérdida auditiva de leve a moderada que en conjunto mostró buenos resultados, aunque algunos usuarios puntualizaron que no utilizarían los dispositivos durante todo el día, y que los adaptadores de goma o silicona les resultaban incómodos por no estar hechos a medida. A la vista de todas estas opiniones, no parece que el sector de la atención audiológica de calidad, con atención presencial, se vea ni mucho menos amenazado. Si los expertos han llegado a esta conclusión en el mercado norteamericano, no cabe duda de que en España podemos también tomarla en consideración, máxime cuando, según un estudio de 2023, cerca del 80% de los españoles somos usuarios de dispositivos de telefonía con sistema operativo Android. Obviamente esto solo marca una diferencia significativa a corto plazo, dado que con toda probabilidad, y estas son las reglas de la competencia, otros fabricantes desarrollarán en breve dispositivos similares. El director ejecutivo de Starkey, entrevistado hace unos días por Audiology Worldnews, manifiesta no sentirse preocupado en absoluto. Según su opinión, Apple ya venía anunciando este nuevo producto desde hacía tiempo y no ha pillado al mercado por sorpresa. Señala además que la influencia de estos auriculares en la percepción de la hipoacusia y su estigma solo puede ser positiva. Y su punto de vista es compartido actualmente por la mayoría de los expertos. Nicole Laffan, audióloga y profesora de la Universidad de Northeastern, coincide con esta opinión, en el sentido de que considera estos nuevos dispositivos como un primer impulso para tomar conciencia de la pérdida auditiva, alentando a las personas a hacerse una prueba de audición adecuada por parte de un profesional cualificado y también a informarse pormenorizadamente sobre las opciones disponibles para ellos. Puntualiza además que, aunque los AirPods y otros dispositivos de venta libre pueden ser más asequibles, carecen de la tecnología y sobre todo de la personalización de los audífonos tradicionales. Desde este punto de vista, y este aspecto es importante, los usuarios de audífonos de venta libre no están optimizando la funcionalidad de los dispositivos que adquieren, dado que con mucha probabilidad, ni el diagnóstico, ni la selección, ni el ajuste, son los adecuados. El 63% de los potenciales usuarios de audífonos de venta libre reconocen que no disponen de suficiente información para tomar una decisión sobre su uso. Si, como parece conveniente, se consideran los nuevos AirPods Pro2 como un dispositivo más, con sus particularidades, dentro del mercado de audífonos de venta libre, cabe preguntarse qué ha sido en estos dos años de los audífonos llamados OTC (Over-The-Counter). Con la aprobación de la FDA en 2022, parecía iniciarse una nueva «era dorada» para la salud auditiva, con precios que a veces podían ser incluso menos de la mitad del coste de los audífonos comprados en centros auditivos especializados y sin el requisito a veces tedioso de acudir a estos centros. Según un estudio publicado en Digital Trends en mayo de 2024, basado en datos de enero de este mismo año, el mercado de venta libre de audífonos en los Estados Unidos valía solo 123 millones de dólares. Si se considera un costo promedio de 1.000 dólares, esto supondría que solo se vendieron 123.000 dispositivos desde su aprobación por la FDA, lo que, traducido en porcentaje de población «objetivo», supondría un exiguo 0,35%. Pero, al margen de estas cifras, lo que preocupa a los expertos es que quienes optan por los audífonos de venta libre pueden correr el riesgo de empeorar su pérdida auditiva. Todos ellos coinciden en que existe mucha confusión a la hora de determinar qué pacientes deberían utilizar audífonos de venta libre. En una encuesta reciente, se concluyó que el 63% de los potenciales usuarios manifestaron no disponer de suficiente información para tomar una decisión. Parece que los candidatos reales para estos dispositivos son aquellos que no son realmente conscientes de que tienen pérdida auditiva. Si la sociedad estuviera más sensibilizada hacia la importancia de la salud auditiva, la evaluación de la audición se iniciaría hacia los 65 años y sería posible identificar un sector más amplio de población «objetivo». Sin embargo, cuando la mayoría de los pacientes empiezan a evaluar su audición o tienen sospecha de pérdida auditiva ya quedan fuera del rango de adaptación adecuado para estos dispositivos. Si una persona presenta ya una pérdida moderada o su inteligibilidad se ha visto afectada en alguna medida, es muy probable que su experiencia con uno de estos dispositivos sea decepcionante. Esto podría explicar la elevada tasa de devolución que se ha registrado en el mercado de venta libre, que se mueve en cifras entre el 24 y el 34%, aunque podría ser incluso mayor, cercana al 50%. Lo que preocupa a los expertos es que quienes optan por los audífonos de venta libre pueden correr el riesgo de empeorar su pérdida auditiva. Estar dentro del rango de adaptación establecido por la FDA (de leve a moderada) no es fácil y es prácticamente imposible saberlo sin una evaluación auditiva profesional. Las pruebas auditivas que realizan estos dispositivos tienen limitaciones en este sentido ya que normalmente ofrecen ajustes en tres bandas de frecuencias (graves, medios y agudos), pero carecen de los ajustes específicos de frecuencia necesarios para una pérdida auditiva compleja. Las recomendaciones a los usuarios que están considerando comprar unos audífonos de venta libre nos conducen una vez más al punto de partida; poner en valor el asesoramiento profesional. El mejor consejo, según los expertos, es tratar de que un profesional evalúe la audición, de forma que el paciente sepa cuál es su situación real y pueda controlar la progresión de su salud auditiva con el tiempo. El informe de la GAO (Government Accountability Office), publicado recientemente en un blog de la FDA, no refleja tampoco que los audífonos de venta libre hayan marcado la diferencia en el tratamiento de la pérdida auditiva que el Congreso de los Estados Unidos esperaba. No obstante, dicho informe refleja alguna conclusión esperanzadora, como que el interés de los consumidores en el tratamiento de la pérdida auditiva aumentó inicialmente después de la emisión de la norma de la FDA sobre los audífonos de venta libre y, lo que es más llamativo, que se incrementó también el interés por asistir a gabinetes audiológicos especializados. Parece que los usuarios prefirieron trabajar con profesionales de la salud auditiva en persona en lugar de comprar sus audífonos por internet y que frecuentemente sentían inseguridad a la hora de comprar estos productos sin la supervisión de un profesional. Si la sociedad estuviera más sensibilizada con la salud auditiva, la evaluación de la audición se iniciaría hacia los 65 años y sería posible identificar un sector más amplio de población «objetivo». Sin duda, estas conclusiones que parten del mercado norteamericano son claramente extrapolables a nuestro país, en el que la venta de audífonos a través de internet ha tenido, hasta el momento, un impacto bastante discreto en el mercado. No obstante, esta tendencia podría revertirse a medio plazo ya que algunas publicaciones anuncian la previsible incursión de los grandes fabricantes de audífonos en este mercado emergente a través de acuerdos con grandes empresas de audio. En resumen, podría considerarse que el mercado de venta libre de audífonos no ha experimentado el éxito que sus defensores vaticinaban en un primer momento; tratándose de la salud, el potencial usuario de prótesis auditivas necesita estar bien informado y acude a los profesionales para obtener esta información. Parece evidente que, al menos a medio plazo, la audiología «biológica» y el tratamiento «persona a persona» está lejos de desaparecer, y que lo imprescindible en este momento es la formación permanente de los audiólogos para poner a disposición de sus pacientes la mayor efectividad y rentabilidad que puedan proporcionar las nuevas tecnologías. Los profesionales de la salud auditiva parecen valorar positivamente las incursiones de estas grandes potencias tecnológicas en el mercado de los audífonos, defendiendo la idea de que «hay sitio para todos» y de que la involucración de grandes empresas en un problema de salud pública que en pocos años se considerará de primer orden, puede contribuir a desestigmatizar la pérdida auditiva y a normalizar su evaluación y tratamiento. Referencias: Wix, Peter (2024, octubre) Apple’s hearin gaid feature is no forbidden fruit – Starkey President sees the positives. Audiology Worldnews. Contreras, Cesáreo (2024, septiembre) Apple’s AirPods Pro 2 will feature a clinical grade hearing aid function. Can they give hearing a big improvement? Northeastern Global News. Koh, Sara (2024, noviembre) AirPods Pro 2 doubles as hearing aids, widens access to hearing health tech. The Straits Times (Singapore). Kim, Juliana (2024, septiembre) FDA approves some Apple AirPods to be used as hearing aids. National Public Radio USA Alexiou, Gus (2024, octubre) Will Apple’s New Air Pods Hearing Health Suite Disrupt The Hearing Aid Market? FORBES. Myriam GonzálezAudióloga / Audioprotesista CV AUTOR: Licenciada en Pedagogía y Máster de Logopedia. Técnico Superior en Audiología Protésica. Especializada en Audiología Infantil y Evaluación de los trastornos del PAC en RV Alfa Centros Auditivos. Docente en el Máster de Audiología de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

¿Qué es la pérdida auditiva bilateral leve?

Aunque no es una discapacidad severa, la pérdida auditiva bilateral leve puede influir negativamente en la calidad de vida de los más pequeños. En los primeros meses de vida, la audición juega un papel fundamental en el aprendizaje del lenguaje. Un bebé con pérdida auditiva bilateral leve podría retrasar su capacidad de balbucear y, por consiguiente, de hablar. A medida que el niño crece, una hipoacusia de estas características no tratada, puede afectar a su habilidad para interactuar con otros niños o para desarrollar adecuadamente su vocabulario y comprensión del entorno. La pérdida auditiva bilateral leve se caracteriza por un umbral tonal promedio entre 20 y 40 dB en ambos oídos. Estudios recientes demuestran que aproximadamente un 0,05 % de los recién nacidos presenta este grado de hipoacusia (Sabbagh et al., 2021), mientras que entre los niños en edad escolar el porcentaje aumenta hasta el 9,2 % (Wang et al., 2019). Los métodos de screening auditivo neonatal puede que no descubran pérdidas auditivas leves en bebés, así como tampoco permiten detectar problemas auditivos progresivos o de aparición tardía. En estos casos, los niños evolucionan sin retrasos aparentes en el habla o el lenguaje en la edad preescolar. Cuando se detecta una pérdida auditiva leve en un bebé se suelen realizar múltiples exámenes para confirmar el diagnóstico con el consiguiente tiempo de espera entre las citas. Esto demora considerablemente el momento en que se adaptan los audífonos, cuando lo ideal es que, transcurrido un mes de la identificación de la hipoacusia, el bebé utilice ya sus audífonos de modo regular. Las pérdidas auditivas más severas se identifican con más facilidad por ser más evidentes. ¿Qué suponen las pérdidas auditivas leves? Las pérdidas auditivas leves comprometen la audibilidad de los sonidos más suaves del habla. Estos sonidos contienen rasgos distintivos que permiten diferenciar los fonemas con puntos y modos de articulación próximos, es decir, con gran similitud entre ellos. Una audibilidad reducida en bebés y niños de edad preescolar dificulta la adquisición del lenguaje y repercute negativamente en su desarrollo. Si bien los niños con hipoacusias leves no presentan dificultades en situaciones auditivas favorables y pueden responder bien al sonido, les resulta más difícil reconocer el habla en presencia de ruido y reverberación ya que no pueden percibir toda la información sonora necesaria para una discriminación eficiente. Además necesitan realizar un mayor esfuerzo auditivo, consumiendo mayores recursos cognitivos en condiciones sonoras adversas. Aproximadamente un 0,05 % de los recién nacidos presenta hipoacusia leve bilateral, mientras que entre los niños en edad escolar el porcentaje aumenta hasta el 9,2 %. La audición a distancia y el aprendizaje incidental se ven seriamente comprometidos. Un elevado porcentaje de lo que aprenden los niños procede de estímulos que se producen a distancia y de manera incidental, es decir, no se dirigen intencionadamente al niño, simplemente ocurren a su alrededor. Las pérdidas auditivas leves impiden que estos estímulos impacten en el cerebro del niño impidiendo los aprendizajes o adquisición de habilidades que resultan de los mismos. El uso de audífonos en este grupo de población es inferior al de los niños con pérdidas auditivas más severas. Entre los motivos más frecuentes que alegan los padres se recogen: la no recomendación por parte del otorrinolaringólogo o audiólogo, no percibir la necesidad de amplificación, estigma asociado con el uso de audífonos, coste elevado sin posibilidad de subvención, «esperar y ver» … Numerosos estudios actuales demuestran que los niños con hipoacusias leves pueden tener un bajo rendimiento escolar y del lenguaje, problemas psicosociales y peores habilidades lingüísticas que sus compañeros normoyentes. Se trata de niños a los que se les exige el mismo rendimiento que a sus compañeros sin considerar que ellos no parten de la misma situación y requieren de un mayor esfuerzo para realizar idénticas tareas. Los efectos de este esfuerzo solo son valorables a largo plazo, por eso resulta difícil tomar la decisión de adaptar audífonos cuando no se evidencian aún estas dificultades. Reconocer el impacto acumulativo sustancial de la hipoacusia en las habilidades lingüísticas y auditivas requiere tiempo, no es observable de manera inmediata. Cómo mejora la audibilidad con audífonos La mejoría de la audibilidad con el uso de audífonos puede manifestarse como un aumento de participación en conversaciones, mayor facilidad para seguir instrucciones, especialmente en entornos ruidosos, mayor claridad en el habla, etc. Pero sobre todo el niño dispondrá de un acceso más completo a los sonidos, posibilitando una mayor comprensión del habla y un desarrollo más completo de las habilidades auditivas superiores. El uso de audífonos en este grupo de población es escaso y los motivos citados principalmente son la ausencia de una recomendación por parte del otorrino, el estigma asociado o su coste elevado. Tomar consciencia de los posibles problemas asociados a las pérdidas auditivas leves en los niños permitirá lograr una intervención precoz y adecuada proporcionando las herramientas necesarias para nivelar sus condiciones de desarrollo y aprendizaje con el resto de sus compañeros con audición normal. Lidia RosellóFonoaudióloga CV Autor Licenciada en Fonoaudiología por la Universidad de Buenos Aires.Fundadora y directora de RV ALFA, Centro de Audiología, Logopedia y Audioprótesis.

Goya: ¿cómo le afectó su sordera en la pintura?

En 1792, a la edad de 46 años, Goya sufre una extraña enfermedad neurológica que le provoca fuertes dolores de cabeza, vértigo, alucinaciones y pérdida de audición en ambos oídos. Tras dos años de convalecencia, no llegó a recuperarse del todo y le quedaron importantes secuelas permanentes en forma de sordera. La coincidencia de este episodio de su vida con un cambio en su estilo pictórico hace pensar a sus estudiosos en una fuerte influencia de la enfermedad en la obra del artista. Su sordera le provocó inseguridad, aislamiento, soledad, tristeza y todo este conjunto de emociones fueron reflejadas en cada cuadro de esta época. No es únicamente el artista lo que nos importa en este artículo, sino también el hombre. Surgido de un ambiente modesto, consiguió sortear los peligros de una juventud borrascosa y supo dominar su miedo a la pobreza, evitando caer en la ambición material cuando su tenacidad se vio compensada con la fama. Sin embargo, sus idas y venidas con sus continuas depresiones donde se aislaba del mundo, provocaron en Goya una tendencia a encerrarse en sí mismo, inapreciable al principio de su vida, puesta de manifiesto como consecuencia de la grave enfermedad que le dejó sordo a los cuarenta y seis años de edad, y en progresiva acentuación como consecuencia de una serie de circunstancias, como la guerra, la muerte de su esposa, el destierro, y como no, su propio envejecimiento. Todo ello conlleva que Goya se encierre en sí mismo y su pesimismo le invada en su producción pictórica. ¿Cómo afectó la sordera a su pintura? Aunque la grave enfermedad que lo dejó sordo no fue obstáculo para su carrera, sí marcó un nuevo rumbo en su vida. Durante la larga convalecencia, tal como cuenta en una carta:  «una serie de cuadros de gabinete en que he logrado hacer observaciones a que regularmente no dan lugar las obras encargadas y en que el capricho y la invención no tienen ensanche». Son obras ejecutadas con extraña delicadeza y animadas por una especie de inquietud que en pinturas posteriores habrían de alcanzar una intensidad alucinante, culminando en la Quinta del Sordo. Fruto también de esta obsesión son los álbumes de dibujos de Sanlúcar, que constituyen el material preparatorio para su primera colección de grabados: «Los Caprichos». Cansado de convencionalismos académicos y de disimular sus sentimientos al mundo, sus retratos no respondieron a los gustos cortesanos del momento. A partir de aquí se acentuaría progresivamente su retraimiento, dedicándose a pintar a su aire y grabar otras dos series: la Tauromaquia y los Disparates. Dispuesto a retirarse definitivamente, adquirió la que sería conocida como la «Quinta del Sordo». Las pinturas que la decoran son una síntesis de la forma monumental desarrollada en sus anteriores obras murales. La desgraciada muerte de Pepe-Hillo en la plaza de Madrid.Francisco de Goya, 1816.Aguafuerte. Grabado número 33 de la serie.Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Negras por su temática más que por su colorido, parecen responder a una íntima necesidad de exponer las fuerzas que el artista consideraba motor elemental y terrible de la existencia humana. Su sordera le provocó inseguridad, aislamiento, soledad, tristeza y todo este conjunto de emociones fueron reflejadas en cada cuadro de esta época. Todo ello, más los acontecimientos que estaban ocurriendo en la España de aquella época, provocaron en Goya una sensación de inseguridad en sí mismo que le llevó a exiliarse en Francia. Incendio Este es uno de los célebres cuadros de gabinete pintados por Goya durante la convalecencia de la enfermedad que lo dejó sordo. Ejecutado con absoluta libertad, marca el inicio de la tendencia que, a falta de mejor término, podríamos calificar de «expresionista». Deja de lado todo anecdotismo para concentrarse en la representación de los impulsos que mueven a este grupo de seres humanos, presa del pánico. La composición, con la mayor parte de la superficie dedicada al humo y al resplandor de las llamas, transmite magistralmente la impotencia y el terror de los protagonistas del drama, que se apiñan en la zona inferior derecha. La pincelada, de gran precisión, confiere rotundidad a los volúmenes mediante nerviosos toques de luz, sobre la mancha que termina la masa de los cuerpos. Incendio es uno de los cuadros pintados por Goya durante la convalecencia, ejecutado con absoluta libertad, marca el inicio de la tendencia que podríamos calificar de «expresionista». Probablemente, lo que quería transmitirnos con esta obra, sería sus propios miedos. El miedo a quedarse completamente aislado por su sordera; en un silencio total, que no pudiera relacionarse con nadie. Terror, nerviosismo… Un cúmulo de sentimientos muy bien representados en esta obra pictórica.  Con su obra El Perro quiso hacer visible su soledad. La cabeza del perro solo ocupa un uno por ciento de la superficie del cuadro. El perro mira hacia arriba con ojos asustadizos y suplicantes que claman por su libertad, como si esperara algo, pero nadie le salva. No hay nadie. Así se tuvo que sentir Goya. Visión fantástica o Asmodea(fragmento).Francisco de Goya, 1823.Óleo sobre lienzo, Museo del Prado. Asmodea y La Leocadia Pinturas procedentes de la Quinta del Sordo. Las pinturas negras son la culminación de la personalidad del artista como creador imaginativo y como técnico de la expresión pictórica. Difíciles de interpretar, nos enfrentan a un mundo alucinante, plagado de seres elementales que actúan movidos por oscuras fuerzas instintivas. Se recoge en ellas la esencia de todo aquello que Goya expresó a través de sus pinceles, cuando pintaba con absoluta libertad: barbarie, insensibilidad, instinto sexual, incongruencia, misterio, brujería, retraimiento emotivo… En el aspecto técnico se llega aquí casi al límite de la audacia de la pincelada y del modelado, creándose la imagen por efectos de contrastes de las tintas planas. La seguridad del pintor es absoluta y las deformaciones nacen de la voluntad de expresar vida y energía. Resumiendo, con su sordera entró en un momento de pánico, pero también encontró libertad. Le daba igual lo que opinaran, dijesen y pensaran sobre sus obras. Encontró liberación para hacer lo que quería y cuando quería y como quería. Sus últimas obras son un canto a la belleza y a la vida. Goya empezó a buscar en sus obras intensificar al máximo los valores matéricos y textuales para transmitir la sensación de la vida. Carolina Caramés Posada, Licenciada en Historia, para revistadehistoria.es Bibliografía Carlos Carbonell Alfonseca y Carolina Caramés Posada: Historia de la Sordera: desde la Antigüedad hasta la Actualidad en Nonnullus, Revista de Historia nº 10, pp 74 – 75. 2012. Pies de foto portada: El pintor Francisco de Goya.Vicente López, 1826.Óleo sobre lienzo.Museo del Prado.
Carrito de compra