En general, los pacientes de edad más avanzada que acuden a nuestros gabinetes muestran ciertas reticencias a utilizar audífonos sofisticados, con modernas funciones, porque piensan que les complican su manejo.
Y nada más lejos de la realidad. Está en nosotros hacer que confíen en estas nuevas tecnologías al explicarles cómo van a mejorar su calidad auditiva, sin requerir apenas intervención por su parte.
¿Un audífono con muchas prestaciones resultará muy complicado para las personas mayores?
Muchos pacientes se hacen esta pregunta cuando son informados sobre las diversas prestaciones de los audífonos. A lo que es fácil contestarles que el objetivo de estas prestaciones es mejorar su calidad de audición en múltiples situaciones de escucha de una manera fácil y accesible.
Por lo tanto la respuesta a esta pregunta es, claramente, no.
Más bien todo lo contrario: gran parte de estas prestaciones funcionan a través de automatismos que, una vez configurados de acuerdo a las necesidades del paciente, no requieren ninguna intervención por su parte.
Durante la entrevista inicial y la anamnesis, el audiólogo protésico deberá reunir información precisa acerca de las expectativas que el paciente y su familia tienen con respecto a los audífonos y seleccionar o aconsejar aquellas prestaciones que mejor resuelvan las situaciones que revisten mayor interés para el futuro usuario.
La aplicación de un cuestionario previo a la adaptación, por ejemplo el COSI, ayuda al paciente a identificar sus situaciones de mayor dificultad auditiva, así como también contribuye a asignarles un orden de prioridad en función de sus necesidades o preferencias.
Un audífono con máximas prestaciones permitirá al audiólogo alcanzar los objetivos de audición deseados con más facilidad, ya que dispone de una gran cantidad de opciones de programación y ajuste.
Estas funciones, una vez fijadas, no requieren ninguna acción por parte del paciente para ponerlas en funcionamiento y en cambio se adaptarán de manera automática para brindar una mayor calidad de audición aún en situaciones auditivas adversas.
Por tanto, es responsabilidad del audiólogo protésico seleccionar, activar y ajustar las prestaciones que mejor ayuden a resolver los requerimientos e intereses del paciente.
Cuando resulte conveniente el uso de prestaciones que impliquen accesorios de conectividad con tecnología inalámbrica digital como complemento a la amplificación de los audífonos, es muy importante valorar la capacidad del paciente o su familia para el manejo de estos dispositivos.
Establecer unas sesiones de práctica les permite familiarizarse con su correcta utilización que, aunque sencilla, no deja de ser un dispositivo adicional.
Si el audiólogo estima que estas prestaciones pueden parecer complicadas inicialmente puede ser adecuado introducirlas en un segundo paso, cuando el paciente ya esté familiarizado con sus audífonos.