En esta sección encontrarás una selección de preguntas frecuentes sobre audiología planteadas por nuestros lectores en la web.
FAQs #2
—Tanit G. Sánchez
Instituto Gánz Sánchez y Escuela de Medicina de la Universidad de San Pablo, Brasil.
—L.E. Roberts
McMaster University, Hamilton, Canadá.
Recientes estudios sugieren que el acúfeno puede reflejar una pérdida de conexión sináptica en la cóclea, que no registraría una audiometría tonal, pero que conduce a cambios neurales en la vía auditiva, lo cual reduce los umbrales de tolerancia a los sonidos ambientales.
Estos hallazgos nos hacen preguntarnos si el acúfeno permanente que experimentan muchos adolescentes estaría asociado a cambios en sus umbrales de tolerancia, que podrían ser indicativos de una pérdida auditiva subclínica, solo dectectable a través de una audiometría de alta frecuencia, cuando la audiometría tonal es la normal.
La prevalencia de acúfenos entre la población adolescente es de gran interés, considerando su frecuente exposición a sonidos de intensidades altas que provocan trauma acústico.
Un estudio realizado recientemente entre la Escuela de Medicina de la Universidad de San Pablo (Brasil) y la Universidad McMaster de Hamilton (Canadá), preguntó a 170 adolescentes sobre su experiencia con acúfenos, actuales o previos, sus hábitos de escuchar música fuerte y la molestia que les generaban sonidos cotidianos.
El 54,7% de los adolescentes respondieron haber experimentado acúfenos en los últimos 12 meses. Su audición para las frecuencias del habla se hallaba dentro de límites normales en todos los casos, pero muchos de ellos (42%) presentaban umbrales descendidos para las altas frecuencias entre 11 y 16 kHz. Los umbrales de intolerancia a sonidos ambientales se hallaban descendidos respecto de los valores de normalidad llegando en algunos casos a protegerse los oídos con las intensidades investigadas como señal de molestia.
Podemos concluir que la presencia de acúfenos y umbrales de intolerancia reducidos, podría interpretarse como un «indicador precoz de vulnerabilidad» para desarrollar un daño sináptico subclínico en adolescentes expuestos a altos niveles de ruido. Por otra parte, este daño subclínico no es percibido por el paciente, ni tampoco se registra en una audiometría.
Estos daños estarían asociados a una pérdida gradual de células del ganglio espiral en la cóclea con el envejecimiento normal del órgano auditivo en edades adultas, pero hallados en adolescentes, sugiere que se pueden convertir en una generación que padezca acúfenos permanentes con dificultades auditivas tempranas respecto de generaciones anteriores.