FAQ’S nº 13
Autor: María Ángeles Rueda
¿Ayuda la rehabilitación auditiva al éxito de una adaptación protésica? La respuesta sería la misma que a la pregunta «¿ayuda la rehabilitación tras la implantación de una prótesis de rodilla?» Indudablemente, si.
Cuando se «incorpora» una prótesis del tipo que sea, será beneficiosa una rehabilitación adecuada, ya que esta ayuda a recuperar o mejorar las funciones. Como se menciona, la rehabilitación tras colocar una prótesis de rodilla consistiría en devolver la fuerza y flexibilidad a la articulación. En el caso de la hipoacusia, la intervención consiste en establecer o restablecer las funciones auditivas tras la adaptación de audífonos.
Los audífonos te conectan con tu entorno, con la vida, con las personas… pero no sirve de mucho oír sin entender, y es por todos conocido que esto sucede con bastante frecuencia. El cerebro debe aprender a interpretar esas nuevas señales que llevaba tiempo sin recibir.
Existe la creencia, principalmente entre los pacientes (afortunadamente cada vez menos extendida entre profesionales de la audición), de que la intervención logopédica tras la adaptación solo se hace con niños. Esto se da por supuesto, se interviene con el fin de habilitar la vía auditiva, el objetivo es enseñarles a escuchar a través de las prótesis para que desarrollen el lenguaje, pero ¿qué sucede con los jóvenes, adultos y personas de la tercera edad?
La deprivación auditiva puede provocar deterioro cognitivo. Independientemente de la edad, cualquier usuario de audífonos se beneficiará de la rehabilitación auditiva. Cuando tratas con pacientes de todas las edades con hipoacusia, por supuesto, se adaptan los protocolos de evaluación e intervención.
Para sacar el máximo partido de los audífonos, la señal debe llegar lo más completa y clara al paciente y esto se logra con una estrecha colaboración entre audiólogo y rehabilitador auditivo. Después de la adaptación audioprotésica, los pacientes estarán recibiendo más información cerebral, pero ¿qué sucede si no saben gestionar esta nueva información? ¿qué pasa si no son capaces de mantener una correcta atención auditiva o no memorizan lo que han escuchado?
Si se da por supuesto que el logopeda evaluará y trabajará la parte de la acústica del habla, debemos tener en cuenta que hay fonemas que son realmente parecidos, por lo que trabajaremos en colaboración con su audiólogo la correcta percepción del lenguaje. Pero no solo se trata de discriminación auditiva, la rehabilitación abarca atención, memoria, concentración, etc.
Los pacientes que se someten a un programa de entrenamiento auditivo son mucho más conscientes de lo que les aportan los audífonos, de la importancia del usarlos todo el día, adquieren más confianza y seguridad y entienden la acústica del habla y del desarrollo auditivo. Esto se relaciona con experiencias de escucha positivas que mejoran y aumentan la atención y la memoria auditiva.
Los usuarios de audífonos muestran satisfacción y tranquilidad cuando comprueban que existe una buena comunicación entre audiólogo y rehabilitador.
Por supuesto, es fundamental que el profesional que realiza la adaptación protésica haga las verificaciones y validaciones necesarias, tanto en cabina como electroacústicas. Además, el paciente y el rehabilitador auditivo valorarán el rendimiento de los audífonos en contextos más familiares. No se trata de umbrales de audición o porcentajes de discriminación, se trata de comprensión, es decir, de que estas prótesis aporten beneficio en todos los ambientes.
Para conseguir esto último, el logopeda necesita los resultados auditivos de las evaluaciones de su audiólogo, hacer una exhaustiva valoración con pruebas estandarizadas y contar con una opinión de cómo se siente el usuario. Si es posible, se recomienda hacer partícipes a los familiares en este proceso. También es fundamental que el paciente tenga un conocimiento lo más completo posible del tipo de hipoacusia que presenta y de las limitaciones y expectativas de utilizar audífonos, y que esto se haga extensivo a los familiares, ya que la opinión y actitud de los mismos influye en este proceso y ellos pondrán en práctica las pautas dadas en las sesiones en contextos de su vida diaria.
Conclusión, la rehabilitación auditiva ayuda al audiólogo, al paciente e incluso a los familiares del mismo.
No hay nada que aporte más satisfacción a un profesional que el agradecimiento sincero de un paciente por haberle dado «audición y comprensión en su día a día». No olvidemos nuestro objetivo: mejorar la calidad de vida.