En los últimos años el desarrollo tecnológico de los audífonos ha permitido ampliar y mejorar las prestaciones que ofrecen.
Entre todas ellas, es quizás la tecnología inalámbrica digital la que, en todas sus formas, ha supuesto una revolución mayor en el sector audiológico, superando a la tecnología inalámbrica analógica. Veamos por qué.
Más de la mitad de los audífonos existentes en el mercado actual utilizan tecnología inalámbrica digital ya sea para transmisión inalámbrica de información entre ambos audífonos o para recibir información de otras fuentes de sonido. Inicialmente esta tecnología se utilizó para transmitir automáticamente los ajustes de uno a otro audífono en las adaptaciones binaurales (volumen, programas, etc.).
Posteriormente evolucionó hasta el intercambio de información entre ambos audífonos para mejorar la calidad y características de la señal amplificada, sobre todo en entornos ruidosos (procesamiento binaural de la señal), ajustando automáticamente la compresión, los reductores de ruido, configuraciones de direccionalidad, etc.
Su evolución derivó en los sistemas de conectividad para TV, ordenadores, MP3, micrófonos remotos, teléfonos, etc.
Esta conectividad mejora significativamente la relación señal/ ruido para el usuario de audífonos ya que la señal sonora es transmitida directamente desde la fuente al oído. Gracias al uso de radiofrecuencia (2,4 GHz) los audífonos inalámbricos digitales se han introducido en el campo de la telefonía móvil, pudiendo conectarse a los teléfonos “inteligentes” sin ningún accesorio intermedio. Así, el paciente gana independencia en el ajuste, ya que puede modificar ciertas funciones básicas desde el teléfono, como frecuencia, volumen o direccionalidad en ruido (en cada oído por separado).
La aplicación de esta tecnología en los audífonos CROS y BICROS ha multiplicado su uso entre muchos usuarios que pueden disfrutar del sonido recibido por un oído cofótico, con una calidad y estética muy superior a la que se disponía cuando la comunicación entre ambos oídos dependía de un cable uniendo ambos dispositivos.
De esta manera, los audífonos han pasado a ser dispositivos de audición inalámbrica con conexión directa a la última tecnología, con mayor aceptación por parte de los usuarios; entre otras razones porque esta compatibilidad posibilita el acceso a la información, participación en videoconferencias, etc. Además, esto es un aspecto muy motivador para los adolescentes y ayuda a que continúen haciendo uso regular de sus audífonos en un momento en el que a veces resulta difícil su aceptación.
La tecnología digital inalámbrica amplía el número de situaciones auditivas en que el usuario de audífonos puede oír con claridad y calidad. Los micrófonos remotos con su tamaño diminuto recogen la señal en su fuente y la acercan al audífono, libre de interferencias, mejorando la audición en muchas situaciones complejas. También la señal del TV que reciben los audífonos, procedente de estos dispositivos ha logrado un salto cualitativo considerable: se puede escuchar en estéreo, a la intensidad que se necesite, independientemente del volumen del TV.
Para los audiólogos protésicos, la conectividad inalámbrica facilita la conexión y programación de los audífonos, eliminando la necesidad de cables para comunicar el audífono con el programa del fabricante. Así el ajuste de los audífonos se realiza cómodamente, sin invadir el “espacio” del paciente.
En el futuro es probable que este acercamiento de la tecnología de audífonos a la tecnología masiva resulte beneficioso para el desarrollo de esta industria y permita una reducción de costes para este sector reducido. No obstante, existe el riesgo de perder el límite en el cual el paciente pueda actuar por sí mismo sobre la programación de los audífonos alterando sus objetivos reales de amplificación.