Las mediciones en oído real (REM) son técnicas audiológicas que sirven para realizar una adaptación con más precisión, ya que tienen en cuenta la propia anatomía del oído del paciente y sus circunstancias auditivas, así como otros parámetros referidos al rendimiento del audífono.
En la actualidad, estas pruebas están permitiendo que los audioprotesistas dispongan de un criterio más fiable y válido, para valorar la adaptación de los audífonos.
A continuación, revisamos las principales medidas que pueden hacerse con el analizador, y sus correspondientes aplicaciones.
En Gaceta Audio nos vamos a adentrar en una de las herramientas más técnicas y objetivas de nuestra profesión: las mediciones REM, que por desgracia junto con las mediciones HIT son de uso reciente, aunque su historia se remonta mucho más atrás, ya que empezaron a estudiarse en la década de los 40.
Además, los primeros analizadores clínicos surgieron ya en los años 70 y en los 80 apareció el primer método estandarizado para las mediciones y análisis de la respuesta de los audífonos in situ.
Pero debido a la idiosincrasia de nuestra profesión y al rechazo de muchos profesionales, que alegaban que cubrir la pérdida auditiva del paciente ya era en sí misma una garantía de éxito, estas pruebas no se han empezado a utilizar de forma generalizada hasta fechas muy recientes.
No podemos negar que se trata, en la actualidad, de un método esencial y básico para verificar la respuesta y características técnicas reales del audífono, según sus especificaciones técnicas; que además nos ayuda a conocer su comportamiento teniendo en cuenta las características anatomofisiológicas del paciente.
Las mediciones en oído real son más que aconsejables en aquellos casos en los que no podemos contar con la participación subjetiva del usuario. Pero aunque dicha colaboración exista, es también un excelente punto de partida para que nuestras adaptaciones sean un éxito, tanto en la parte técnica, como en lo referente a una mayor satisfacción de nuestros pacientes.
Por ello, antes de nada, queremos explicaros cómo funciona un analizador de audífonos, y para qué lo podemos utilizar.
¿QUÉ ES UN ANALIZADOR?
Un analizador es un equipo electrónico que comprueba el correcto funcionamiento electro-acústico de un audífono y su comportamiento real una vez adaptado al usuario.
Estos equipos analizan y comparan las señales de entrada y de salida del audífono mediante un micrófono de referencia, comparando la señal recibida por el micrófono con la señal emitida por el auricular.
Para poder comparar las medidas efectuadas por el fabricante y las realizadas por nosotros en nuestro gabinete, es necesario conocer y utilizar los mismos estándares de medición.
Estos estándares consisten en una serie de normas que describen cada una de las pautas seguidas al medir las señales acústicas de entrada y salida de un audífono. Y realmente estas pautas son imprescindibles para que los resultados obtenidos en nuestro gabinete puedan ser comparados con los especificados por el fabricante.
Entre las normas internacionales más utilizadas cabe destacar las normas americanas ANSI, las normas europeas IEC, las normas japonesas JIS y las normas de la india ISI.
Todas ellas válidas, que se pueden utilizar bajo sus especificaciones técnicas según la procedencia de las prótesis auditivas con las que estemos trabajando. De todas formas, en próximos números entraremos más en detalle en cada una ellas para conocer de primera mano sus diferencias.
PARTES DE UN ANALIZADOR
Un esquema básico para describir la composición de un analizador podría ser el siguiente:
• Software o display de manejo:
con el que podemos controlar y establecer qué vamos a hacer y cómo vamos a realizar las mediciones. Pudiendo elegir entre los diferentes estándares, umbrales, ganancias, tipos de sonidos…
• Generador acústico/altavoz:
que emitirá la señal acústica que compararemos.
• Cámara insonorizada:
caja insonorizada con paredes absorbentes.
• Acoplador 2cc:
dispositivo que intenta reproducir las características acústicas del canal auditivo.
• Micrófono de referencia y de medición:
con los que podremos medir qué señal está entrando y saliendo del audífono.
• Medidor del consumo eléctrico:
sonda con forma de batería con la que podemos conocer el consumo del audífono.
• Medidor de inducción:
con el que conoceremos la sensibilidad y funcionamiento de la bobina de inducción.
• Medidor REM:
compuesto por una sonda microfónica y micrófonos de medición para las mediciones en oído real.
PRINCIPALES FUNCIONES
¿Qué podemos hacer con un analizador?
Hemos visto lo imprescindible que es conocer el uso del analizador pero debemos saber qué podemos hacer con el mismo.
Para ello, hay que diferenciar dos categorías principales en las medidas y comprobaciones que podemos llegar a hacer:
• REUR (Real Ear Unaided Response):
nos permite ver qué ocurre en el CAE sin audífono y sin ocluir. Con esta medida conocemos la resonancia del CAE.
• REAR (Real Ear Aided Response):
nos permite observar qué ocurre en el CAE con el audífono adaptado y en funcionamiento.
• REOR (Real Ear Occluded Response):
con la que vemos qué ocurre en el CAE con el audífono adaptado y apagado.
• REIR (Real Ear Insertion Response):
con esta medida comparamos la medición sin audífono y con el audífono puesto y encendido.
• REUG (Real Ear Unaided Gain):
aquí medimos la ganancia dada por las características físicas del CAE del paciente.
• REAG (Real Ear Aided Gain):
nos sirve para medir la ganancia dada con el audífono puesto y encendido.
• REIG (Real Ear Insertion Gain):
nos permite medir la ganancia necesaria para compensar la pérdida de amplificación al colocar el audífono encendido y programado (ganancia de inserción).
• REOG (Real Ear Occluded Gain):
con ella analizamos la ganancia necesaria para compensar la oclusión al poner el audífono desconectado.
«Estas mediciones ofrecen una base objetiva y personalizada para cada paciente, de cara a poder lograr su adaptación ideal.»
Con estas mediciones, como podéis observar, nos podemos hacer una idea objetiva de la amplificación y presiones de salida reales del audífono, teniendo en cuenta las características anatomofisiológicas del paciente, con y sin el audífono puesto.
1º Colocamos al paciente
¿Cómo y dónde? La posición recomendada es situar al paciente entre medio metro y a un metro de distancia del generador.
2º Calibramos la sonda
Es imprescindible calibrar la sonda para que a la hora de tomar mediciones todo este correctamente ecualizado, teniendo en cuenta las condiciones acústicas del entorno. Cada analizador tiene un protocolo distinto para dicha calibración. Por ello es necesario que vuestro proveedor os indique la forma correcta de realizarlo.
3º Realizamos una otoscopia
Siempre es necesario e imprescindible realizar una otoscopia a nuestros pacientes previamente a cualquier intervención y en este caso aún más. Debemos asegurarnos de que no existe nada que impida colocar la sonda correctamente para que la medición sea adecuada y para no ocasionar ningún daño al tímpano, ya que nos acercaremos mucho. Si existiera algo que lo impidiera debemos retirarlo antes de nada.
4º Inserción de la sonda
a) La sonda debe estar colocada a unos cinco milímetros del tímpano para asegurar que todas las mediciones son correctas (incluso en la medición de frecuencias agudas).
b) Debemos colocar la sonda entre tres y cinco milímetros del molde o auricular del audífono. Teniendo siempre mucho cuidado de no tocar la membrana timpánica, evitando así innecesarias molestias a nuestros pacientes.
5º Procedemos a realizar las mediciones
Cada analizador tiene su protocolo a la hora de realizar las mediciones. Unos disponen de un display de manejo y de presentación de resultados, y en otros dicho protocolo se realiza mediante un software informático. Por ello no dudéis en contactar con vuestro distribuidor para que os enseñe más específicamente cómo llevar a cabo estas mediciones con vuestro analizador.
UNOS VALIOSOS RESULTADOS
Como habéis podido observar, todas estas mediciones os ponen encima de la mesa de vuestro gabinete una base objetiva y personalizada para cada uno de vuestros pacientes, de cara a poder lograr la adaptación ideal para cada uno de ellos.
Sólo debéis utilizar estas mediciones de resonancia y ganancias de inserción para ajustar los audífonos más allá del método de adaptación seleccionado, ajustando frecuencialmente la prótesis a las necesidades del paciente.
En la gran mayoría de los softwares de adaptación de los fabricantes existe ya la forma de incorporar estas medidas e incluso en algunos sistemas estas pruebas están completamente integradas en el módulo, siendo muy sencilla su utilización.
Por tanto, no tenéis excusa para incluir, desde hoy mismo, las medidas HIT y REM en vuestra batería de pruebas.
Es mucho mayor el beneficio que obtendréis que los inconvenientes que os pueden ocasionar las mismas. ¡No os arrepentiréis!