Ha sido la tesis doctoral con la que el estudiante Carlos Gejo Limia (Optired) ha culminado su licenciatura en la Escola Superior de Tecnologia da Saúde de Coimbra (ESTeSC), (Portugal), donde ha cursado estudios de Audiología.
En el último tramo del año 2016, Otometrics patrocinó la ejecución material de la tesis sobre ‘Pérdida auditiva en odontólogos’ que Carlos Gejo Limia (Optired), de 35 años de edad, presentó para culminar su licenciatura de Audiología en la Escola Superior de Tecnología da Saúde de Coimbra (ESTeSC), (Portugal).
La tesis la dirigió la profesora Carla Matos Silva y se centró en el análisis exhaustivo de la audición de diecinueve odontólogos que se hallan preferentemente en el inicio de sus carreras, discriminados en rangos temporales de 5, 10 y 15 años, respectivamente. Para hacerlo, Gejo ha utilizado tecnología Otometrics. El estudiante centró sus esfuerzos en profesionales expuestos de forma constante, o muy frecuente, al ruido de las turbinas y aspiradores de saliva como herramientas habituales de trabajo.
Después del análisis estadístico de los casos, las conclusiones de su trabajo son muy interesantes. En primer lugar, la anamnesis previa descubrió que los odontólogos no son informados convenientemente de que el ejercicio de su profesión puede alterar su sentido del oído, y devenir con ello en pérdida auditiva con el transcurso de los años.
Además, y aunque realmente Gejo no encontró pérdidas auditivas propiamente dichas, sí fueron detectadas alteraciones en el oído más expuesto en varios de los sujetos sometidos a estudio. Había indicios que apuntaban futuros problemas en las frecuencias características de pérdida auditiva por ruido, entre los 4.000 y los 6.000 Hz, circunstancia que fue corroborada estadísticamente con las otoemisiones en los 4.000 hz. “Las pruebas mostraron que algunos de los odontólogos empezaban a tener problemas de entendimiento en fondo, con una ligera sensación de baja discriminación en ruido, propia de daños auditivos por frecuencias altas”, explica el estudiante.
En materia de prevención, las conclusiones de la tesis califican de “muy recomendable” la puesta en marcha de determinadas buenas prácticas. Por ejemplo, califican como necesario informar a los odontólogos sobre el riesgo auditivo que puede entrañar el ejercicio de su labor. En este sentido, Gejo Limia sugiere la implantación de métodos de protección auditiva a medida, como el uso de filtros en el oído que atenúen las frecuencias altas, las que comportan riesgos en este caso. Igualmente sugieren adoptar como pauta habitual de trabajo la de guardar una distancia necesaria en el manejo de la turbina. La tesis obtuvo 17 sobre 20 puntos posibles. Además, el estudiante tiene la intención de continuarla, repitiendo idénticas pruebas a las mismas personas en unos años para observar con detalle la evolución de estos primeros indicios detectados.
De acuerdo con Sylvester Feijoo, jefe de Producto de Otometrics, Carlos practicó las mismas tres pruebas a diecinueve dentistas. En primer lugar, con el Madsen Otoflex 100 Diagnóstico de Otometrics, llevó a cabo una timpanometría para determinar que el sujeto estaba o no dentro del estudio. En segundo lugar, el estudiante practicó a todos los pacientes una audiometría de alta frecuencia, para lo que utilizó Madsen Astera 2, audiómetro clínico. El objetivo era determinar, con gran precisión, qué pasa con las frecuencias más expuestas del paciente. El objetivo de la audiometría era determinar si ya existía una modificación de la audición y cuáles eran los umbrales auditivos de la persona en un rango amplísimo, de entre 125 y 16.000 Hz.
Por último, la tercera prueba que se le practicó a todos los pacientes fue la de las otoemisiones de producto-distorsión. En este caso, Gejo Limia determinó con precisión la actividad de las células externas del oído de los sujetos objeto de estudio para establecer el patrón individual de monitorización en cada caso y comprobar así, a lo largo del tiempo, cómo evoluciona ese patrón y, consecuentemente, el progreso de la posible pérdida auditiva. Para ello, utilizó el equipo de diagnóstico OAE Madsen Capella 2.